-deux.

II:
LA RIVALIDAD
DEL CORAZÓN.


GENEVIÉVE SE ENCONTRABA en un extraño bosque, no recordaba haberse quedado dormida aquí, todo era extraño y sentía no haber estado ahí antes.

Miraba a su alrededor y solo había grandes árboles, mucha maleza y la posibilidad de algún animal, tenía que aceptar que estaba un poco asustada. Aún así decidió caminar por lo único que parecía un sendero frente a ella.

Siguió por el sendero, a medida que avanzaba todo dejaba de parecer un bosque y se asemejaba más a una jungla, que la llevó hasta la orilla de un lago, que también estaba segura que nunca había visitado. Decidió jugar con el agua, resignándose a que no tenía nada mejor que hacer en ese extraño lugar.

De repente, sintió un movimiento detrás de ella, cuando se volteó respiró de alivio. Era un hermoso colibrí, de colores azulados que volaba a su alrededor.

—Hola pequeñito—dijo acariciando su cabecita con delicadeza—. ¿Estas solo? Que lindo eres.

La rubia empezó a revolotear con el animalito, dio un par de vueltas practicando su última rutina de ballet sentía que el canto del colibrí era música para sus oídos y ritmo para sus pies.

Todo parecía un sueño hasta que otro ruido se hizo presente, no era otro colibrí, ojalá.

Era una pantera.

Geneviéve no sabía si correr, intentar usar sus poderes de veela o resignarse a una muerte segura. En esos momentos la última parecía la más probable, pero la pantera estaba siendo inofensiva, incluso parecía amiga del colibrí que sin pensarlo dos veces se acercó y empezó a revolotear sobre el animal.

La escena le pareció tierna, y cuando se fue acercando para acariciar a la pantera ya no podía moverse, ni hablar. Estaba atrapada en el mismo lugar, luchó pero fue inútil, estaba desesperada intentando zafarse usando algo pasó a su lado.

Una hiena.

¿Qué carajos hacía una hiena en un bosque?, pensó.

—Aunque bueno, ya la pantera era raro, esto no debería sorprenderme—dijo para sí misma.

La pantera y el colibrí parecían no darse cuenta de lo que pasaba, seguían jugando entre ellos mientras la hiena se acercaba lentamente, como si se prepara para atacar.

—Hey, colibrí—intentó llamarlo ahora que había recuperado su voz—. ¡Pantera cuidado!

Zaz.

El hiena se había abalanzado sobre el colibrí, pero justo antes de que fuera asesinado un leon salió de entre las sombras tumbando a la hiena, detrás de él una mariposa se acercó al colibrí y le daba vueltas, como si estuviera revisando su estado.

—Está bien—le dijo Freya a la mariposa—, el león lo salvó a tiempo.

La rubia se volteó hacia los tres animales salvajes, aunque la pantera parecía muy amigo del colibri de puso del lado de la hiena, ambos parecían llevarse bastante mal con el león.

—¡Alto!—gritó Geneviéve, aliviada de que ya podía moverse de nuevo, se acercó al león—. Aquí nadie va a pelear, actúen como animales decentes.

Extrañamente los animales parecieron entenderla, así que se sentó junto al leon a la orilla del lago, la mariposa y el colibrí volaban a su alrededor.

Hasta que el leon se levantó en modo de defensa y Freya se dio la vuelta viendo como la hiena venía hacia ella y el león no había podido evitarlo.

Era su fin.

—¡No!—gritó cerrando los ojos cuando vio al animal encima, en su cara se veían las ganas de acabar con ella.

—¡Hey! ¿Estás bien? ¿Freya?—sintió la voz de Brigitte, abrió los ojos de golpe, ya no estaba en aquella jungla, estaba en Beauxbatons—. ¿Tuviste una pesadilla o algo? Te ves desastrosa...

—Oh por Merlín—dijo abrazando a su amiga que se había sentado en su cama—. Te amo Bri, ¿lo sabías?

—Yo también te amo Freya—contestó riendo levemente—. Ahora, ¿me dirás que soñabas?

—Lo haré, pero no ahora, tenemos que arreglarnos para el baile—dijo la rubia haciendo que su amiga haga un puchero—. Solo te diré, que al final un animal salvaje intentó comerme.

—¿Qué que?—exclamó la castaña—. ¿Y si no lo contamos como una premonición? Eso de animales que te comen no tiene sentido.

—Exactamente no lo tiene, tampoco le prestaré mucha atención—Geneviéve intentaba ignorar aquel sueño, normalmente sus premoniciones eran más explícitas, así que lo tomó como una simple pesadilla—. Vamos a desayunar para empezar a arreglarnos.

—¡Sí!—exclamó Brigitte y su amiga la miró con confusión, Freya sabía que a pesar de ser una diva su amiga no era una chica de vals—. Oh cari, no lo digo por el tonto baile, lo digo por el after.

La castaña movía sus cejas de manera divertida, dejándole bien claro a Geneviéve que ya tenía un par de chicos esperando por ella para cuando los profesores se fueran a dormir y los estudiantes se adueñaran del evento.

✧ ˖ ꒰ ੭' — — — — — — — — — — — — ✰⁺ಿೖ୭

Ambas salieron de su habitación hacia el comedor principal, es que sí, habían varios comedores. Aunque este era definitivamente el favorito de todos, tenía altas columnas de mármol, detalles en oro en todas partes, las mesas están cubiertas por bellísimos manteles y las sillas altas le daban un aire colonial, además bellas ninfas de madera daban serenata a los estudiantes mientras tomaban sus alimentos.

Tomaron asiento donde solían hacerlo, como no hay casas ni nada por el estilo los estudiantes pueden sentarse donde quieran, pero como todo tiene un orden ciertos grupos se han apropiado de lugares en el comedor y "todos tienen su sitio". Edmon tomó asiento junto a ellas al minuto.

—Hola—dijo secamente, Geneviéve y Brigitte se miraron «algo le pasaba a su mejor amigo»—. ¿Alguna novedad?

—Eso te lo preguntamos a ti—respondió la rubia tocando su hombro—. ¿Estás bien?

—Si...—dijo tan rápido que ambas chicas alzaron sus cejas—. ¿Por qué me conocen tanto?, ¡no! ¡no estoy bien!

—Bueno, respondiendo a tu pregunta—habló Brigitte mientras lo rodeaba con el brazo—, seis años conociéndote no vienen solos.

—Concuerdo con Bri—añadió Freya con una sonrisa—, ahora dinos, ¿Qué te ocurre?

—Ustedes saben que ya abrió el grupo de esgrima...—dijo y ambas chicas asintieron con la cabeza, era un proyecto que venía desde inicios de año y solo estaban esperando que el departamento de deportes del ministerio lo aprobara—. ¡Pueden creer que no soy el capitán!

—¿Y no será por equipos como el Quidditch?—preguntó Geneviéve y el chico negó con la cabeza—. Debes relajarte Ed, ya eres capitán del equipo campeón de la copa, ¿unos que...cuatro años?

—Teniendo en cuenta que llevo cinco años en esta escuela y soy el mejor buscador de todo Beauxbatons—dijo recalcando la palabra «mejor»—, yo debería ser el capitán, bueno tal vez no, pero al menos si A...

—¿Y quién es? ¿Agreste?—preguntó Brigitte, ella tenía un ligero crush con aquel rubio, el chico sabía mucho de esgrima según había averiguado y bueno, no era nada feo—. Digo, es el único que sabe tanto del deporte.

—Pensé que sería el capitán de su equipo en caso tal lo hicieran como el quidditch—habló Freya, haciendo que Edmon asintiera con la cabeza.

—¡Pero él está en Ombrellune!—interrumpió Brigitte con un pequeño chillido, sus dos amigos la miraron con las cejas alzadas y ella se sonrojó—. No es que yo sepa todo de él, para nada...pff, es que está en el equipo de Ed, si eso.

Geneviéve y Edmond asintieron dándole una mirada pícara y coreando un «ajá».

—Y es muy bueno por cierto, tal vez si lo hubiera dejado ser el capitán de esgrima de Ombrellune—dijo Edmond algo pensativo—. El punto es que, lo lógico es que debía ser Agreste o yo, pero...

—Ed, has tardado media hora para decirnos quién es el capitán—habló la rubia con curiosidad, ella tampoco se explicaba quién podía ser—. ¡Habla ya!

—No lo he dicho porque es el idiota de tu novio—contestó con notable disgusto—, Casper es el capitán, ahora hay una pelea porque nadie cree que lo merezca.

—¡Pero si Caspeeta no sabe ni levantar una quaffle!—se burló y quejó Brigitte, a ella tampoco le agradaba el novio de su mejor amiga y hasta le puso un apodo—. Sin ofenderte, Freya.

—¡No le digas así!—la regañó Geneviéve, ella entendía que no les agradara, pero no le gustaban los apodos y ciertos comentarios—. Además, si es el capitán será por algo ¿no? Debe ser bueno en esgrima.

—Pensé que lo sabías, es tu novio debes saber en que es bueno—dijo Edmond aún con fastidio por tener a su enemigo de capitán—, incluso pensé que ya lo sabías.

—Nunca me dijo que quería ese puesto—respondió con serenidad pero extrañada, ella y él siempre se contaban todo o eso creería—. Después de ya sabes...su prueba de Quidditch no me volvió a hablar de ningún deporte.

—¡Es obvio!—chilló Brigitte ganándose la mirada de ciertas personas que estaban a unos asientos de ellos, iba a volver a hablar pero fue interrumpida el tintineo de un tenedor y una copa, las ninfas dejaron de cantar y todos miraron al frente. Esa era la forma de su directora de llamar la atención en el comedor.

—¡El banquete está servido!—exclamó con la varita en la garganta para que todo el Comedor Principal la escuchara—. ¡Pueden seguir!

Múltiples platos, cubiertos, vasos y copas de cristal aparecieron frente a los alumnos. En Beauxbatons desde primer año se les enseñaba de morales y etiqueta, por lo que no era de extrañarse que durante las comidas utilizaran todos los cubiertos y platos.

Los tres comenzaron por el plato más pequeño, sirviéndose un poco de ensalada de frutas, antes de empezar a hablar Brigitte se aseguró de que sus dos amigos habían tomado suficiente fruta y el tenedor correcto. Se preocupaba constantemente por la salud de ambos.

—Como decía, ¡es obvio!—volvió a hablar la castaña pare esta vez un poco más bajo, aún así el leve sonido de tenedores y vasos (leve, porque es falta de etiqueta que los cubiertos hagan ruido al comer), opacaba un poco su voz—. Casper lo está haciendo para ganar popularidad y hacer enojar a Edmond, no superan su rivalidad y tampoco creo que lo hagan.

—¿Tú crees?—cuestionó Geneviéve y sus dos amigos la miraron con reproche—. Digo...no niego que tengan su rivalidad, yo estoy en el medio así que siempre lo recuerdo, pero me refiero a que Casper no se metería en algo donde no es lo suficientemente bueno como para ser el mejor.

—Tal vez.

Los tres amigos siguieron con croissants y mermelada, para terminar con deliciosos omelets. Como siempre, tuvieron un desayuno exquisito y tranquilo.

Salieron del Comedor Principal, empezaron a caminar por los pasillos del palacio. Ya era el último día de su quinto año, esa noche sería el baile y mañana mismo estarán tomando los carruajes a París.

✧ ˖ ꒰ ੭' — — — — — — — — — — — — ✰⁺ಿೖ୭

Geneviéve le había dicho a Brigitte que por favor hables con Nia, al menos lo intentara pues ellas la apreciaban mucho como para no preguntarle al menos una vez más si tenía algo con ellas. Luego que la castaña accedió a pesar de que no le guste buscar a la gente, a diferencia de Freya, la rubia decidió ir por su novio, seguramente estaba en alguna de las pequeñas salas de estar qué hay por el palacio.

Los tres caminaban hablando de cosas banales a ver cuál encontraba su objetivo primero, si Brigitte a Nia, Geneviéve a Casper o Edmond al equipo de esgrima para convencerlos de que Dubois no era una buena opción de capitán.

—¡No sabes nada de esgrima! ¡Te he dicho el nombre de tres movimientos y no los has reconocido!

Se escuchó un grito que sobrepasó los cantos de las ninfas, las voces de los estudiantes y el leve sonido de. alquiler utensilio. Era Gabriel Agreste y le gritaba nada más y nada menos que a Casper Dubois.

—¿Agreste y Dubois?—preguntó Edmond al aire, tomó de un brazo a cada una de sus mejores amigas—. Tenemos que ver esto de cerca.

—Oh por Merlín, ¿En qué te metiste Asper?—dijo Freya para sí misma mientras se acercaban al pasillo donde se estaba dando el enfrentamiento una parte de ella sentía que su novio no sabía nada de esgrima y que había conseguido ese puesto de otra manera—. ¿Crees que se peleen?

—No lo creo, aunque si algún profesor llega y están peleando será su fin—respondió Brigitte, era cierto, en Beauxbatons, las peleas estaban muy mal vistas y más si llegaban a ser a lo muggle—. Casper es tonto, pero no tanto, no creo que se lance a pelear con un experto en esgrima.

—Solo lo dices porque estás obsesionada con Gabriel desde tercero—le reprochó Geneviéve—. Casper no es tan malo, ¿cuándo lo entenderán?

—Mira Agreste, no tienes idea de mí ¡claro que sé de esgrima!—fue Casper quien habló con su típica voz arrogante—. Además tengo algo que tú no, opularidad y renombre eso debería ser más que suficiente, tú puedes ser parte del equipo, si es que después de este berrinche te incluyo.

—¡Señoras y señores! No hay necesidad de gritos, recuerden que estamos en un elegante palacio—dijo una voz como si de un concurso se tratara, era Edmond que quién sabe cuándo se había ido del lado de sus mejores amigas y ahora estaba entre los dos contrincantes. Brigitte y Freya se miraron confundidas, ¿qué planeaba ahora ese chico?—. Creo que encontré la forma de resolver esto, ya saben...como caballeros.

—¡No te metas en lo que no te incumbe Roseau!—espetó el castaño, estaba enojado, le lanzó una mirada a Geneviéve que intentó usar sus poderes para ablandar la rabia de su novio pero no pudo, aún no sabía usarlos bajo presión—. ¿Acaso también te arde que sea tú capitán?

—Fíjate que no, además mi propuesta debería interesarte—respondió Edmond en un tono malicioso, sabía lo que hacía—. Te encanta ser el centro de atención Dubois, y si lo logras, seguramente puedas ganarme en popularidad deportiva.

—No nos int...—Casper fue interrumpido.

—¡Que hable Edmond!

—¡Dilo Edmon!

Distintas voces de la multitud apoyaron al pelinegro que sonrió con autosuficiencia, varias chicas suspiraron encantadas con el chico. Edmond era un galán y lo sabía.

—Yo también quiero escuchar tu propuesta—añadió Gabriel. Edmond miró a sus amigas, la castaña asintió con euforia, mientras que Freya no sabía ni que expresión hacer—. ¿Cuál es?

—¿Qué crees que diga Edmond?—susurró Geneviéve a la castaña a su lado—. ¿Un pelea muggle o algo así?

—Obviamente no, Madame Máxime lo echaría de aquí si llega a ser el causante de que le pase algo al rostro de tu noviecito—respondió burlona en el mismo tono de voz, haciendo que Freya volteara los ojos—. Tal vez un duelo, o una competencia de algo, sabes que Ed solo piensa en deportes.

—Es cierto, pero eso no evita que me preocupe—dijo desanimada, no le gustaba que las personas que amaba se metieran en líos—. ¿Y si Asper no sabe que hacer? Se sentirá muy mal y ni siquiera puedo ir a darla apoyo porque mi mejor amigo está en el medio.

—¿Sabes? Si yo fuera novia de Gabriel todo sería menos complicado—habló Brigitte seguida un suspiro viendo al rubio, en modo de pelea le parecía muy sexy, en reproche recibió un manotazo de su amiga—. ¡Auch! Las Veelas tienen la mano pesada. Pero ya hablando enserio, no debería preocuparte, uno: no creo que los ponga a hacer nada que ponga en peligro su vida y dos: te pones muy tensa cuando Casper se enoja, recuerda que eres su novia no su terapeuta.

—Hay veces que tengo que ser ambas—respondió como si fuera lo más normal y Brigitte rodó los ojos—. Cuando se enoja se pone seco conmigo, tengo que estar ahí para que no cometa una estupidez.

—Yo propongo...—era Edmond hablando sobre su manera de resolver aquella disputa—. Un duelo.

—¿Un duelo de varitas?—cuestionó Casper—. Pff, pan comido.

—Ni siquiera en los deportes mágicos hay varitas, chico listo—se burló Edmond en respuesta—. No habrá varitas.

—¿A lo muggle?—ahora fue Gabriel quien cuestionó, todos jadearon de sorpresa, nunca pensaron que alguien tan justo en el deporte como Edmond propusiera una pelea muggle—. ¿No nos pueden expulsar por eso?

—¡No pienso poner en riesgo mi cara por un duelo muggle—bramó Casper, era aún más vanidoso que cualquier ahí y su apariencia iba por encima de todo—. ¿Te has terminado de enloquecer, Roseau?

—No hablo de una pelea a puñetazos—corrigió a todos y un suspiro de tranquilidad se oyó en la multitud—. Me refiero a un duelo de esgrima, al fin ambos quieren ser capitanes ¿no? Bueno, que el mejor lo sea.

—Acepto—respondió el Agreste sin rodeos, Brigitte en su lugar dio unos saltitos de emoción y Freya no podía dejar de mirar a su novio—. Tú solo di cuándo y dónde.

Casper miró a Geneviéve, podía sentir la rabia en su rostro. Ella le regaló una media sonrisa y asintió con la cabeza para darle seguridad de aceptar el duelo, al final de todo ella confiaba en él, Casper aún así solo le rodó los ojos y volvió a mirar a los dos chicos.

—Está bien—dijo Casper de muy mala gana—, ¿cuándo será? A menos que quieras que interrumpamos el baile de bienvenida con espadas, no sé a ti Agreste pero a mi no me gustaría tener un duelo en túnica de gama.

—Yo juego esgrima hasta el pijama, Dubois—espetó Gabriel y se escuchó un «uuh» por parte de los presentes. El castaño solo rodó los ojos.

—Será cuando volvamos de vacaciones, dame las gracias Dubois te daré tiempo para que aprendas a sostener esa espada—dijo Edmond y todos parecieron asentir de acuerdo, excepto Casper que se mantenía serio—. Luego del banquete de bienvenida cuando los profesores estén tan llenos de vino que nada los levantará de sus camas.

—¿Dónde lo haremos?—preguntó Casper—. Ni un solo jardinero puede vernos, hasta las estatuas nos delatarían.

—Por eso será en el laberinto mágico, justo detrás de la estatua de la juventud, ellos no delatan a nadie y bueno creo que la mayoría lo sabe por experiencia—Edmond dio las coordenadas moviendo sus cejas con picardía, el hecho de ser en un lugar tan "secreto" lo hacía más emocionante para todos, detrás de esa estatua varios jóvenes solían escaparse en parejas o grupos de amigos a hacer que cosas que muy probablemente estaban prohibidas por las reglas—. Deben tomar el sendero detrás de los arbustos de la Fuente Flamel, así el resto de estatuas amargadas no los verán, fácil.

—Me parece, entonces Dubois, ¿nos vemos en sexto año?—dijo Agreste con una sonrisa de autosuficiencia y extendiendo la mano hacía Casper.

—Nos vemos en sexto año—respondió apretando la mano de su oponente, la multitud enloqueció

—¡Genial!—celebró Edmond—. Bueno, ya no hay nada más que ver por aquí y tenemos un baile para el cual arreglarnos, nos vemos allá.

Edmond se alejó del medio, caminando hacia sus mejores amigas, en el camino celebró un rato con sus amigos del equipo y luego fue con ellas. Brigitte estaba orgullosa y lo esperaba con una gran sonrisa, en cambio Geneviéve no sabía que sentir.

—¡Es fue increíble, Ed!—exclamó la castaña abrazándolo—. Dejaste a todos boquiabiertos, en especial a cierto castaño.

—Lo sé, necesitaba algo para hacer la vuelta a clases más interesante—habló mientras se soltaba de su amiga—, y bueno, Dubois me la puso fácil.

—No lo sé, se veía molesto—dijo la rubia—. Mejor voy a hablar con él.

—¿Enserio Freya?—la cuestionó su amiga—. No tienes que ir a calmarlo cada vez que se enoja, ya te dije que eres su novia, no...

—Su terapeuta, lo sé—completó Geneviéve secamente—. Probablemente está nervioso o algo, los veo para arreglarnos.

Sin dejar que sus amigos respondieran fue tras su novio, a Freya no le gustaba que él se enojara pues solía comportarse distinto. Ella prefería calmarlo.

✧ ˖ ꒰ ੭' — — — — — — — — — — — — ✰⁺ಿೖ୭

—Hey Marcus—dijo cuando vio al mejor amigo de su novio por uno de los pasillos—. ¿Sabes dónde está Casper?

—Hola Freya—le contestó amablemente—, sí acabo de dejarlo en la sala azul, puedes ir, está solo pero ya sabes algo molesto por lo que pasó.

—Claro, tranquilo—dijo serenamente—. Iré a hablar con él.

Caminó hasta la sala azul, un poco alejados de la cortina que daba al pequeño salón estaba dos de los gorilas de Casper, seguramente vigilando que nadie entrara. No le dijeron nada a Geneviéve que siguió hasta la cortina, abriéndola.

—Salut mon amor—saludó con voz dulce a su novio que estaba sentado en uno de los sillones, serio y mirando a un punto en la sala, pero luego se volteó hacia ella—. Quería saber cómo estabas.

—¿Cómo estoy? ¿Es enserio Freya?—Casper habló molesto y se irguió sobre el sofá—. Tú estupido mijir imigui acaba de intentar ponerme en ridículo en frente de toda la escuela.

—Cariño, pero no es mi culpa—intentó defenderse—. Yo no pude evitarlo, cuando vi ya estaba ahí hablando.

—¡Nunca es tu culpa! ¡Claro que lo es!—exclamó en un tono de voz algo alto—. ¡El siempre quiere pasar por encima de mí y tú sigues siendo su amiga!

—¡Edmond fue mi primer amigo aquí!—respondió en el mismo tono que su novio—. ¡Sabes cómo eran las cosas cuando llegué!

—¿Acaso no lo ves? ¡Él está cerca tuyo porque tus poderes lo atraen!—exclamó el castaño viéndola fijamente—. ¡Roseau está enamorado de ti!

—¿Te enloqueciste? ¡Por Merlín!—Genevive se acomodó el cabello, su novio cada día salía con algo nuevo—. ¿Esa es tu mejor excusa? ¿Enserio?

—¿Acaso me ves por ahí con amigas chicas? ¡No!—bramó molesto Dubois—. Porque todas quieren conmigo y los chicos igual contigo, ¿por qué él sería la excepción?

—¿Crees que no lo conozco? Si estuviera enamorado de mi lo sintiera, es algo que puedo hacer—sentenció la rubia alzando su dedo índice—. Mira Casper tu podrías tener amigas, la amistad entre chicas y chicos sí existe.

—¡Entiende que te quiero!—soltó Casper y Geneviéve paró en seco—. Quiero protegerte de todos esos que están ahí detrás de ti por tus encantos.

—¿Me quieres de verdad? ¿No estás conmigo solo porque soy una veela?—dijo Freya bajando el tono de voz ante las caricias que Casper le daba en la mejilla y el chico asintió con la cabeza en respuesta, él sabía cómo conmoverla. Amour.

—Yo te quiero por lo que eres, te quiero enserio—ronroneó el chico, la rubia estaba segura que se derretiría ahí mismo—. Además entiende que eres solo mía, mía y por eso quiero a todos lejos de ti.

—Lo sé amour, pero no vuelvas a decir que Edmond es mi amigo por los poderes, ¿si?—dijo en un tono bajo y suave mientras acariciaba el cuello de su chico.

—Lo siento petite, sabes que ese tonto me saca de mis casillas—habló Casper antes de darle un corto beso—. No volveré a ponerme así, je le promets.

—Y yo hablaré con Edmond para que le baje a su actitud contra ti, je le promets—ahora fue Geneviéve quien besó a su novio, un beso necesitado y brusco—. Dejemos de pelear y mejor nos divertimos un rato.

Casper lanzó un hechizo contra las cortinas, nadie podría abrirlas ni escuchar nada, pero ellos sí podrían en caso tal llegue alguien y tuvieran que salir.

Se siguieron besando, esta vez volvieron a su velocidad habitual, besos tortuosamente lentos y aposionados. Casper empezó a subir su mano por la delicada falda azul de Geneviéve para acariciar su pierna, ella se subió sobre su cadera.

Casper la sostuvo por los glúteos y la llevó hasta el sofá, ahí se sentó quedando con una pierna de su chica de cada lado de él, donde siguieron su sesión de besos.

Para el castaño ser el novio de Geneviéve había sido un regalo del cielo, luego de que el tema de las Veelas se normalizara los chicos dejaron de esconder lo que estas les hacían sentir, por lo que empezaron a intentar conquistarlas.

La prima de Geneviéve, Fleur, hasta el momento se había alejado de tener relaciones series y simplemente tenía aventuras con algún chico que le gustara, igual Freya ni siquiera había tenido aventura con chicos, tal vez uno que otro beso, pero las Delacour eran muy selectivas.

Hasta que a mediados de su cuarto año llegó Casper, que hizo (casi) todo para enamorarla y lo logró, antes de salir de vacaciones de su cuarto año le pidió el noviazgo y se volvieron la pareja más popular.

—¿Sa-sabes qué día es hoy?—dijo Freya entra jadeos causados por las caricias de su novio.

—El baile de despedida—respondió el chico sin pensarlo—. Es obvio, petite.

—¿Qué hacen ustedes aquí muchachos?—se escuchó una voz del otro lado de la cortina. Freya que ahora se encontraba decepcionada aprovechó.

—Es Madame Máxime, nos expulsará si nos ve aquí—habló levantándose u acomodando su uniforme, pero Casper la detuvo por un brazo.

—Marcus puede aullentarla, aún tenemos tiempo—respondió jalándola un poco hacia el—. Volvamos a lo que estábamos.

—Tengo que irme Casper, o no estaré lista y te quedarás sin pareja—dijo seriamente, en su cara no había ninguna emoción.

—Está bien, pero en el after deberás prometerme que nos iremos juntos—la fue a besar y ella rodó un poco la cara resultando que el beso fuera en la comisura.

Freya solo salió disparada de ahí, empezó a caminar por los pasillos camino al ala femenina, necesitaba a Brigitte.

¿Cómo era posible que no supiera que día es hoy? ¿Acaso se estaba haciendo el loco porque más tarde le daría algún tipo de sorpresa?; esas preguntas rosa van en la cabeza de Geneviéve.

¿Era posible que Casper haya olvidado su aniversario?

[]

(N/T: La relación de Casper y Geneviéve, NO debe ser romantizada, creo que con este capítulo queda aún más claro. Si estás en una relación tóxica es difícil, pero te aseguro que puedes salir de ahí)

¡Segundo capítulo!
Imagínense que este era el capítulo del baile, pero un evento llevó a a otro y bueno, tuve que dividirlo en dos por lo que probablemente suba el cap del baile hoy o mañana.

Espero les guste, yo ando bastante emocionada con este nuevo fic.

Voten, comenten y síganme.

Xoxo, Ela.

[]

instagram/tiktok: ela_scamander13 | twitter: goldensnitch_13

©️ ela_scamander13 | 2021

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top