Un chico castaño se encontraba en una banca del parque sentado, mientras tenía en sus manos todas las cartas que le había escrito a tal chica, en sus mejillas resbalan algunas lágrimas.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó una voz atrás de el.

Al voltear se dió cuenta que se trataba de una chica rubia, la cuál se veía un poco más grande que el.

— Lo siento, no quise sonar de esa forma — se disculpó la chica — Me llamó Olivia Russo.

— Hola, Olivia — saludó sin mucha importancia — Me llamó Will.

— ¿Qué haces aquí sólo? Digo, no hay mucho que ver aquí, todo es muy — trató de encontrar la palabra correcta — Viejo.

Will la volteó a ver con el ceño fruncido — Es un lugar importante.

La rubia al visualizar al chico, notó que sus brazos estaban algunas cortadas — ¿Qué te ocurrió en tus brazos? — preguntó con algo de preocupación, ya que eran muchas.

Will la dejó de ver, indicándole que no contestaría.

Olivia asintió entendiendo, aunque no había dicho nada — ¿Esperas a alguien? — preguntó una vez más.

— Sí, todos los días — confirmo Byers.

— ¿Cómo se llama la chica? — Will la volteó a ver un poco sorprendído — Es obvio que esperas a un chica, se nota.

— Elaine Roussel — contestó con una leve sonrisa.

— ¿Elaine? — mencionó mientras parecía recordar algo.

Esté asintió — Sí ¿La conoces? — preguntó esperanzado.

— No del todo, sólo se que vive cercas de una amiga mía, Dilay — informó ante la desesperación del chico.

Will recordó que Dilay era la chica de la cuál le había contado su amiga pelirroja, sin embargo rápidamente olvidó eso para preguntarle algo.

— ¿Puedes darme su dirección? — antes de que la chica contestará el siguió — Por favor, llevó un mes sin saber nada de ella, quiero verla, saber cómo está — pidió Will aguantando las lágrimas.

Olivia al verlo en tal modo entendió que tal chica era importante para él.

— Por supuesto que te ayudaré, no me imagino si yo no supiera algo de Dilay — mencionó Russo, como siempre, hablando de más.

Byers le agradeció con una leve sonrisa diciéndole "Gracias"