⁰⁵| 𝗂𝖼𝖾 𝖼𝗋𝖾𝖺𝗆

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Estaba entrando en pánico, se vería con Julián, hablarían... en persona, si bien era cierto que hablaban todos los días y prácticamente se contaban todo su día diariamente, esta vez era diferente. Olivier pensaba que sería raro, por alguna razón, sentía que el encuentro iba a ser incómodo.

Se había preparado dé antemano, Cynthia los había citado en una heladería al parecer Julián aparecía solo, para hablar mas tranquilos y privadamente. Olivier estaba entrando al sitio cuando lo vio parado de espaldas en el exhibidor de sabores. Se veía casual tenía una Polo azul con blanca y unos Jeans negros.

Olivier se acercó hasta el punto de estar a su lado y observó el exhibidor pensativo—Mi favorito es el de fresa —vocalizó Olivier

Julián volteó y se sorprendió al ver a Olivier no había notado la presencia del mayor.

—Hola, yo no me di cuenta que llegaste, suele ser muy perdido —dijo Julián ofreciendo su mano—. Yo ya pedí, aunque te pedí de vainilla... ¿no importa?

—Vainilla está bien —contesto despreocupado Olivier

Ambos salieron de la heladería a caminar por las calles de Mónaco con sus helados en manos.

—Me sorprendió que vinieras a Mónaco —declaró Olivier

—Si, este, mi mamá quería venir así que decidimos venir unos tres días —dijo tranquilo Julián

—Genial, Mónaco es grandioso, aunque, usualmente no suelo salir disfruto mucho estar aquí —confesó

—¿Enserio? Yo pensaría que si, te la pasas de fiesta con Landon Norris —dijo Julián—... No es que te vigile, mi hermano sabe todas sus vidas y por ende escucho

Olivier río bajamente—Cuando salgo con Landon mi hermana Cynthia suele obligarme —declaró apenado

—Bueno, quizás podamos salir esta noche —dijo emocionado Julián

—Yo... tal vez, Kelly y Max estarán libres hoy, no es mala idea... Solo no me gustan las fiestas —declaró

—Oh, bueno, mejor será que no —ambos llegaron hasta unos bancos que estaban frente al mar y se sentaron para término sus helados

Luego de terminar ambos observaron el mar con un silencio que se disfrutaba, eso sorprendió a Olivier quien pensó que esos silencios volverían todo incómodo.

Julián volteó a observar a Olivier un rato largo y monaqués, quién hundido en sus pensamientos no se dio cuenta, hasta que volteó y vio al argentino perdido en su cara.

—¿Qué ? —pregunto avergonzado

—¿Qué de qué? —preguntó esta vez el argentino saliendo de sus pensamientos

—¿Tengo algo malo en la cara? No dejas de mirarme —dijo

—No, no, no, yo solo pienso —respondió Julián

—Es bueno saber qué piensas —río

Se trataba de una broma que se hacían siempre por celular, Julián aveces parecía solo actuar sin pensar y solo se dio de cuenta, cuando analizaba su día con Olivier por las noches.

—Claro que lo hago, yo pienso, pienso en lo lindo que es el clima de Mónaco, realmente lo extrañare en Manchester —respondió indignado

—Haz mejorado tu inglés —declaró Olivier—. No puedo decir lo mismo de mi español

—Si, estoy tomando clases intensivas —declaró—. Por cierto, mi papá y hermanos envías sus mejores saludos, mi madre y Emilia, un abrazo y sus saludos —recordó

—Gracias de mi parte —respondió Olivier

Un hombre de unos treinta años se acercó viendo detenidos a Olivier, quien al tenerlo frente a frente cerró los ojos maldiciéndoselo.

—Olivier, tenía rato sin verte —dijo el hombre viendo al piloto—. Richard Blanc, ¿tú eres? —preguntó volteándose a ver al futbolistas

—Julián Álvarez... soy un amigo Olivier —dijo Julián

—Un gustó. Lindos amigos tienes ahora —dijo sarcásticamente

—Seguramente mejor que los antiguos —respondió defensivamente

—Quizás —dijo mirando de reojo a Julián

El teléfono de Julián empezó a sonar, llamando la atención de todos, el argentino sacó su teléfono del bolsillo y dejando ver el nombre de Rafael.

—Será mejor que me vaya —dijo Julián

—Te acompañó —se ofreció Olivier—. Adiós Richard —se despidió Olivier para agarrar a Julián de la mano y salir corriendo del sitio

Ambos luego de correr unas cuadras vieron a Rafael y Agustín en una esquina viendo un restaurante.

—¿Nos podemos ver mañana? —preguntó Julián emocionado

—Claro, siento lo de Richard, antes salimos, pero todo acabo demasiado mal —declaró Olivier

—Salían —repitió Julián—. Te gustan los chicos

—Yo... —lo había cagado y nisiquiera se había dado cuenta de que había dicho que salía con Richard— Si, me gustan los chicos

—Eso... está bien —dijo Julián con una sonrisa—, bueno si podemos vernos mañana me escribes, nos vemos luego —se despidió Julián con una sonrisa

TIEMPO

Julián viendo que si tiene oportunidad con Olivier:

Pd: activo

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