𝗨𝗻𝗱𝗲𝗿𝘀𝘁𝗮𝗻𝗱🌌_Tobey
—E N T E N D E R—
La noche caía y con ella la gran enorme penumbra que abundaba en las calles cubría cada rincón en la ciudad.
Una chica de cabellos azabache caminaba perdida en sus pensamientos, en su molestia y su abrumante tristeza, para ser sinceros.
Eran altas horas de la noche, por lo cual era normal que no hubiera ni un alma en la calle, puesto que la mayoría ya estaba en su hogar o iniciaba su jornada laboral en el horario nocturno.
O eso creía.
Al seguir deambulando, pudo sentir unas pisadas detrás de sí, al igual que algunas miradas sobre ella. Soltó un suspiro y apresuró el paso, por lo que el sonido de las pisadas incrementó.
Dobló por un callejón.
Mala idea, ¿verdad? Todos sabemos lo que ocurre cuando te vas por ese camino.
Pero a ella no le importó. Realmente nada le importaba en ese momento, además, tenía factores a su favor.
Una mano tiró con brusquedad de su brazo haciéndole girar y volviendo su humor a uno de molestia y seriedad.
—Oye bonita, ¿qué haces tan sola a estas horas de la noche?
Un hombre con arapos sucios y con un fuerte olor a cigarro fue quien preguntó.
Detrás de él había otros dos más con la misma apariencia.
Movió su brazo con fuerza, liberándose de su agarre, haciendo que él enarque una ceja mientras la ira es visible en su rostro. Rió indignada, pues nadie podía tocarle si no lo quería.
—Que te importa—Escupió fría.
—Preciosa, esa no es manera de hablarme.
—Tampoco un imbécil como tú debería de hablarme así, pero mira—Fingió una sonrisa—Aquí estas siendo un estúpido imbécil—Repitió.
¿Su mal humor ya era obvio, o no?
El hombre gruñó, sus acompañantes sacaron dos cuchillos, a lo que la chica sólo rodó los ojos. Era algo bastante cliché en los delincuentes, sin duda tenían que encontrar nuevas técnicas.
—Nenas, ¿es en serio?—Cuestionó llevándose una mano a la cintura—Créanme, no quieren hacer esto.
—Créeme que queremos algo de diversión—Habló—Y de placer—Sonrió macabro.
Su estómago se revolvió y unas inmensas ganas de vomitar se hicieron presentes ante la oración emitida.
Frunció el ceño molesta—Vete al carajo.
Se posicionó firme, mientras ellos se acercaban, cerró los ojos y suspiró.
Al abrirlos nuevamente las pupilas de sus ojos se volvieron moradas a la vez que de su mano emanaba un brillo del mismo color.
—¿Q-Qué eres?—Preguntó con miedo.
Antes de responder, algo elevó por los cielos a sus dos compañeros, haciendo que la chica vuelva a su estado normal.
Una silueta cayó, interponiéndose entre ella y su asaltante. Su salvación había llegado, y aunque lo tenía todo bajo control, no pudo evitar sonreír al verle allí.
—Nunca te metas con ella—Amenazó. Su voz era firme y seria—Ni con nadie más.
Lo siguiente que pasó, es que Spiderman le proporcionó un golpe en el rostro a la vez que lo lanzaba contra una pared y lo llenaba de una gran cantidad de telarañas. Al terminar su labor, se giró a ver a la azabache quien ya caminaba lejos del lugar.
Bufó por lo bajo ante ello.
"Te encanta meterte en problemas, pero escapas de ellos cuando yo aparezco". Ironizó en su interior antes de ir tras ella.
Una mano rodeó su cintura y sus pies dejaron de tocar el suelo, a lo que no tuvo más opción que aferrarse al cuerpo del arácnido, quien los subió a ambos hasta el tejado de un edificio.
Ambos deshicieron el agarre, mientras que se veían de frente a frente, y el arácnido, reflejando su molestia e inconformidad, se cruzó de brazos.
La fémina llevó su mano derecha hasta su cadera, mientras recargaba su peso en todo el lado derecho de su cuerpo—Eres un gruñón Araña.
Suspiró—Te dije que si tenías planeado salir al menos me avisaras.
—Tú tienes cosas de araña que hacer, ¿no?—Cuestionó—Además, no puedes estar cuidandome por siempre.
Villanos. Maldad. Malas intenciones. El mundo estaba repleto de esas cosas y muchas más, y él era la cura para esa enfermedad. Era obvio que debía estar concretando en ello y no en cosas sin importancia como ella.
—Pues lo haré las veces que pueda.
"Eres un testarudo". Pensó en su interior.
Suspiró buscando las palabras correctas para su respuesta—Peter, sé que no quieres que nadie más me haga daño, pero tienes que dejar que me cuide sola, puedo hacerlo.
Había seguridad y decisión en sus palabras, era bastante fácil percibir ambas sensaciones. Quizás la vida no había sido tan favorable con ella, quizás los insultos y maltratos seguían allí y quizás el cielo gris apagaba sus días, pero aún con todo ello encontraba la forma de ser feliz.
Porque tenía a alguien que la hacía sentir viva.
—Lo sé—Afirmó—Pero es peligroso. No sabes lo que puedes hacer.
Y todo se fue al carajo por unos instantes.
Rodó lo ojos con indignación—Sólo debes decir "un mounstro no debe andar suelto".
Como sus padres y quienes le llegaron a conocer le decían cada que tenían oportunidad alguna.
—Eso no es...
—Escucha, si tanto quieres protegerme entonces llévame a un lugar donde no tenga que esconder esto, donde nadie tenga que verme con miedo cuando intento defenderme, donde sea aceptada—Dijo con la voz cortada—Tú no tienes problema con eso porque todos aman a Spiderman, así que no lo entiendes.
Bien. El daño emocional que no demostraba, estaba comenzando su escape.
—Tú no sabes lo que es ser Spiderman.
Enarcó una ceja—¿Eso crees? Explicámelo entonces.
—Si, Spiderman quizás sea un símbolo de esperanza para muchas personas, un héroe, un amigo, un protector—Enumeró, exhaló algo de aire antes de continuar—Spiderman siempre se está enfrentando con personas que deciden seguir el mal camino, lo cual no es una molestia, porque un gran poder conlleva una gran responsabilidad—Citó la frase más significativa de su tío, que a su vez consideraba como su única y mejor figura paterna—Y cada vez que Spiderman gana, salva a muchas personas; pero cada vez que él gana, Peter Parker pierde. Y yo no quiero perder contigo __________.
Ahora que la situación y las dos contrapartes de su amigo eran más claras para ella, una frase en particular hacía eco en su cabeza.
Cabizbaja dijo—Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad. Yo tengo un poder, no lo quiero, pero lo tengo—Le sonríe.
Si tenía algo especial y que la hacía diferente al resto, ¿por qué no hacer el bien?
El arácnido se quita la máscara, dispuesto a que las expresiones en su rostro sean visibles y no se genere una confusión o mal entendido en alguna de sus próximas oraciones—Quizás en algún punto puedas usarlos, pero aún necesitas conocer de qué eres capaz, pensar si realmente quieres hacer esto, porque ya no habrá vuelta atrás, muchas cosas van a cambiar y tendrás que mentirle a las personas que te importan por un bien mayor.
—Bueno, dudo mucho que a mis padres les importe lo que haga con mi vida, mira donde estoy ahora—Habló amarga—A la única persona a la que le tendría que mentir sería a ti—Le señala—Y no creo tener que hacerlo—Sonrió, cosa que él imitó—Lo siento. Debí suponer que tu trabajo era mucho más complicado de lo que alguna vez llegué a pensar.
Sonríe—No hay problema, creo que ambos hemos tenido una mala semana. ¿Qué pasó con tus padres?
—¿Y May?—Preguntó evadiendo el tema.
—_________...
—Peter....
—_________...
—Arañita...
—Enana.
—Jirafa.
—Te encanta pelear.
Punto para ___________.
—Es lindo verte perder—Guiña un ojo.
Otro punto para la fémina.
—¿Te llevo a casa?—Ofreció cordial.
—Solo si entramos a través de mi ventana.
Después de algunos minutos, ambos se encontraban en las escaleras contra incendios al lado de su apartamento; por suerte, la azabache había dejado la ventana de su habitación abierta, a lo que se adentró por ahí con ayuda del arácnido.
De fondo se escucha la pelea que hay entre los padres de la chica, a lo que ella bufó y bajo la mirada con vergüenza; por otro lado, sabía que sonaba mal, pero estaba feliz de que su amigo no tuviera padres, así no tendría que pasar por lo mismo no tener ese sube y baja de emociones.
El arácnido, por su parte, se adentró en la habitación y divisó su alrededor. Ya había estado allí antes, le agradaba, aquel olor a canela le encantaba, pero sobre todo estar con la chica.
Se echó en la cama de esta, quien le observó extrañada y divertida por la situación, el arácnido le hizo una señal para que se acostase a su lado, cosa que la azabache hizo.
Se hundió en el cómodo colchón y observó el techo. Los gritos aumentaron al igual que se escuchaba como algo impactaba contra el suelo y se quebraba.
Tembló en su lugar, algunas cosas en su cuarto se envolvieron con aquel aura morada, a lo que Peter entrelazó su mano con la de la chica tratando de brindarle calma.
Dio media vuelta, a la vez que tomaba a la chica y le hacía girar para que ambos se vieran a la cara.
La respiración de esta se agitó más cuando otro peculiar sonido se dejó escuchar en el lugar, a lo que el arácnido la acercó para abrazarla por la cintura y colocar su barbilla sobre su cabeza mientras peinaba sus cabellos.
La chica se tensó un poco ante la acción, pero rápidamente se tranquilizó y comenzó a caer en un profundo sueño, dejando que los objetos volvieran a su estado normal.
—Yo te cuido ________, yo te cuido—Susurró el arácnido antes de cerrar los ojos.
Corregido 15/02/2022
Banda, están saliendo muchos relámpagos y truenos por aquí.
Pa' mi que Thor anda enojado
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©-mandaloriana76
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