—P L A N—

La penumbra habitaba en el cuarto de la fémina, esta portaba como vestimenta su pijama favorita, dispuesta y decidida a caer en los brazos de morfeo.

Caminó a rastras hasta su cama, donde se dejó caer boca abajo, cerró sus ojos y se removió en búsqueda de la posición más cómoda posible. Si respiración y latir se volvieron más tranquilos, su mente dejó de dar tantas vueltas a los acontecimientos ocurridos de ese día para proponerse a sí misma que lo mejor era descansar.

Unos ligeros golpes provenientes de la ventana la sacaron de su tranquilidad y armonía, aunque decidió ignorarlos creyendo que se trataba de algunas palomas. El sonido se repitió nuevamente, siguió intentando dormir.

Otra, y otra, y otra vez se repiten.

Ya enfadada de la situación e impaciente por dormir, se levanta de su comodidad y se dirige a la ventana para espantar al causante que no le permite dormir.

Cuando se acerca lo suficiente al gran cristal, no observa nada, extrañada, decide abrir la ventana para así asomarse.

Al hacerlo, una brisa helada golpea contra su rostro y piel, causándole un pequeño escalofrío que erizó sus bellos; se inclinó un poco hacia adelante y...

—¡BU!

Cómo reflejo de autodefensa , le brindó un golpe en la cara.

—¡Aaagh!—Siseó la víctima al instante—Eso duele—Se quejó mientras cubría su mejilla, buscando que el dolor disminuyera.

La víctima era nada más y nada menos que su amigo: Peter Parker.

—¡Peter! ¡Lo siento!—Expresó, después se llevó una mano a la boca tratando de reprimir una risa.

Se volvió una extraña costumbre desde hace dos años que el castaño la visitara subiendo por las escaleras contra incendios. Debió haberse imaginado que se trataría de él.

Las personas normales entrarían por la puerta, y claro, lo hacía de vez en cuando. Sin embargo, la mayor parte del tiempo entraba a través de su ventana, debido a que en algunas ocasiones ella estaba tan centrada en su mundo, sus situaciones o responsabilidades, que no le abrías la puerta o prefería no tener que saludar a tu papá.

El padre de __________  sólo aumentaba la ira yacente en su interior, y sabía que terminaría golpeándolo si se lo llegaba a encontrar nuevamente.

¿Por qué? Alcoholismo. Ya captas, ¿no?

—Si, claro, ríete—Rodó los ojos con indignación—Esto es muy divertido, __________—Habló sarcástico, mientras ingresaba en la habitación y la fémina retrocedía.

—Claro que lo es—Asegura—Además, no es mi culpa.

—Claro, es mía.

—¡Pues claro que lo es!—Exclama extendiendo sus brazos hacia los lados—Tus bromistas te van a costar caro un día de estos, Parker—Después de ello, señala hacia su mejilla—Ya tienes un golpe ahí—Se acercó, y le tomó por la barbilla, poniendo nervioso al contrario cuando el toque fue realizado—Wow, ¿en serio soy tan fuerte?

—Casi me mandas a volar—Hace un puchero.

Deshace su agarre mientras niega con una sonrisa divertida—Tú culpa, no mía—Alza sus hombros, restándole importancia al asunto—¿Qué haces aquí ,Peter?

—Sabes, si te molesta mi presencia entonces creo que puedo irme—Bromeó.

Ella entrecierra sus ojos—Eres un dramático—Expresa. Nuevamente se cruza de brazos—¿Y bien?

Suspiró—Tengo que decirte algo.

—Te escucho.

"No estás listo, Peter". Se dijo a sí mismo.

—Yo... —Titubeó.

—¿Tú...?

—Yo... Yo...—Su boca se abrió dispuesta a responder su interrogante, pero no pudo hacerlo.

La luz que ofrecían los edificios cercanos y la Luna le permitían divisar e inspeccionar a la persona que se encontraba frente a él. Y lo que veía para él significaba simplemente perfección.

—Es difícil—Soltó luego de unos segundos.

—Sólo dilo—Repitió paciente—O escribelo—Sugirió.

—No, no quiero evidencias—Ríe.

Ella le observa confundida mientras inclina su cabeza hacia la derecha—¿Evidencias de qué?

Y se rindió.

—Sabes que, lo mejor será que vayas a dormir y...

—¡Peter Parker!—Alzó la voz—¡Dilo!

—No—Observó sus manos antes de comenzar a jugar con ellas.

—Dilo.

—No.

—Dilo—Insiste nuevamente.

El contrario hace una mueca, a lo que ella suelta un pequeño grito de frustración y da media vuelta, dispuesta a salir del cuarto.

Irónico, pues en realidad quien debería salir es Peter.

Su mano izquierda toma la perilla dispuesta a salir, pero algo impacta contra ella. Algo pegajoso.

Una telaraña.

Se giró a ver a su amigo, quien sonreía nervioso por las miles de reacciones negativas que su amiga podría tener ahora que le había confiado su más grande y valioso secreto.

—Sorpresa—Habló bajo, con una sonrisa inocente y sus brazos extendidos.

Ella, con los engranajes en su mente giraron y entrando en colisión, pasó saliva por su garganta ante la revelación—Eres.. —Observó la telaraña y luego a él—El Hombre Araña.

Un silencio se hizo presente en la habitación, y la mirada de la fémina cayó al suelo. Reflejaba el análisis y el shock que hacía para con la noticia, pero Peter lo interpretó como algo más.

Incómodo y algo ansioso ante el silencio, se acercó hasta ella sin decir palabra alguna y retiró con delicadeza la telaraña en la puerta y en su mano.

Cuando la tarea se terminó, la fémina quedó contra la pared y Peter, quien le observaba ya con una mueca triste.

—¿Estas molesta?

Le observó y negó rápidamente con su cabeza—Sólo estoy terminando de armar el rompecabezas—Comentó con una leve risa, llevó su mano derecha hasta su frente—Y es que ahora tiene sentido, las veces que desapareces de la nada, tus heridas, tus raras excusas—Enumeró con sus dedos—Es... Increíble lo que estás haciendo por las personas—Murmuró suave. Peter sonrió disimuladamente ante ello—¿Así que esto es lo que querías decirme?

—Si—Mintió.

—Está bien. Tu pequeño secreto está a salvo conmigo—Sonríe, cosa que él imita—Creo que sería bueno que te ayude con eso—Señaló su mejilla—Ya está de color azul—Bromeó.

—Un pitufo me golpeó, así que...

—¡Hey!—Exclamó dándole un leve golpe en el pecho—Sólo eres más grande que yo por dos centímetros.

—Dos valiosos centímetros—Sonrió victorioso antes de revolver su cabello, por lo que ella lo alejó.

Caminó hasta un pequeño mueble, donde sacó algodón y otras artefactos curativos. Se sentó en su cama, donde le hizo una señal para que se colocase a su lado. Cosa que obedeció.

Ella mojó el pequeño algodón con un líquido de una botella con alcohol y comenzó a colocarlo sobre la mejilla del castaño, quien arrugó la nariz al momento del impacto.

—Eso te enseñará a no asustarme. Casi me matas del susto.

Ríe por lo bajo, no queriendo hacer movimiento alguno para que la labor de su amiga termine rápido—Sí tú mueres, yo también lo haré.

—¿Qué? Estás loco.

—Recibiría una bala por ti.

Ante la oración, la fémina le observa con sus cejas alzadas. Los ojos avellana de Peter brillan, su rostro está relajado y por el lenguaje corporal, es más que sincera la oración que acaba de formular. Sonríe ligeramente antes de seguir con su labor.

Peter observa sus facciones y sus movimientos, intentando controlar sus pulsaciones y las sensaciones o emociones en su cuerpo.

Suspiró, la chica le observó a la vez que quitaba el algodón de su cara.  La visión de Peter fue a dar hasta sus ojos, para después pasar a sus labios. Sus muy hermosos y rosados labios.

—Aquí voy—Murmuró.

La castaña frunció el ceño ante la oración, y antes de preguntar a qué se refería, el castaño posicionó sus labios  sobre los de ella.

Abrió sus ojos con sorpresa, su corazón latió con tanta fuerza, que provocó un repentino mar de emociones en todo su cuerpo.

Creyendo haber metido la pata porque ella permanecía inmóvil, Peter trató de alejarse, sólo para ser tomado por ella y sus manos que se aferraron a la parte delantera de su saco, dando más profundidad al beso. Y en ello, ambos sonrieron, pues disfrutaban la calidez y el hermoso sentimiento que yacía en el interior de ambos.

Se separaron cuando la falta de oxígeno les gritó a ambos que ya era suficiente, se observaron nerviosos y con el rostro completamente sonrojado. Peter se inclinó hacia delante y recargó su frente contra la de la fémina.

Unos pequeños golpes en la puerta hicieron que Peter diera un brinco en su lugar y terminara detrás de un sillón, a lo que ella se llevó una mano a la boca tratando de reprimir una risa.

—__________. Cariño, soy mamá, ya llegué, ¿está todo bien?—Preguntó del otro lado.

La nombrada se pusó de pie y caminó hasta la puerta—Si mamá, estoy bien, ¿tú lo estás?

—Si, estoy bien, tu padre no está aquí y eso es un alivio—Mencionó a la vez que reía—¿Segura que estás bien? Siempre me recibes, y cuando no lo haces es porque Peter...

—Aaah, mamá, si estoy bien, estoy muy bien, no te preocupes—Habló rápidamente y observó de reojo a Peter, quien tenía el ceño fruncido por el nombramiento de su nombre, ella giró su cabeza nuevamente hacia la puerta esquivando su mirada.

—Bueno, esos nervios me confirman que si lo estas, de seguro paso algo muy bueno. Peter es un chico muy dulce y amigable, seguro si estuvieran juntos...

—¡¡Mamá!!—Gritó del otro lado. Peter rió por lo bajo.

—¿Qué? Sólo digo la verdad, dos años después de que se conocieron, cuando tenías 9 exactamente, me dijiste que querías casarte con él y vivir juntos en una casa de chocolate con muchos perritos—Explicó—Lo cual no cuadra mucho ahora ya que los perros no pueden comer chocolate... Y tampoco hay casas de chocolate.

La chica cubrió con sus manos su sonrojado rostro debido a la vergüenza, escuchando una pequeña risa de parte del castaño.

—May y yo estamos tan ilusionadas con ustedes, sería tan lindo verlos juntos, además yo quiero nietos bonitos.

—¡¡MAMÁ!!—Gritó. La risa de Peter se intensificó más.

—Ya, ya, no seas tan amargada—Comentó desde el otro lado—Buenas noches cariño, te amo.

—Yo a ti—Dijo entre dientes.

—Buenas noches, Peter.

El nombrado casi se atragantó con su propia saliva, a la vez que la fémina casi caía al suelo ante ello.

—B-Buenas noches—Tartamudeó él aún en el mismo lugar.

—Los nietos los quiero cuando ambos tengan veinticinco años, no aún.

—¡Mamá, qué cosas dices!—Exclamó la fémina escuchando la risa de su figura materna.

El sonido casi inaudible de las pisadas de la mujer que le dio la vida indicaron que esta ya no se encontraba cerca, a lo que ________ se giro, encontrándose con un Peter sonriente detrás del sillón.

—¿Viviremos en una casa de chocolate?—Preguntó divertido.

Caminó hasta su cama con el corazón en la boca y se dejó caer—Oh cállate.

Giró un poco sobre sí hasta observar el techo blanco sobre ella, antes de que Peter se le uniera.

—__________.

—Ummm.

—Mírame—Pidió.

La chica giró su cabeza y le observó.

Peter metió una mano en uno de los bolsillos de su pantalón, sacando un collar dorado que tenía forma de un girasol.

Carraspeó antes de dar inicio a su propuesta—¿Q-Quieres...?

El latir de ambos aumentó.

—¿Q-Quiero...?—Titubeó con el corazón a punto de abandonar su sistema.

Exhaló algo de aire tratando de encontrar la valentía que tanto necesitaba—Tenía un mejor plan, te lo prometo—Expresó él—¿Quieres ser novia del nerd de Peter Parker y el Hombre Araña?

(AAAAAAAAAAAH!!!)

Perdón por la pausa comercial, es mi sueño desde que lo conocí. Prosigan con la lectura.

Observó el colgante y después al castaño. Repitió está acción varias veces y el resultado era el mismo: Peter era demasiado adorable y seguramente no se iba a arrepentir de su decisión.

Sonrió decidida y con una respuesta clara—Si—Respondió.

El contrario sonríe, antes de abalanzarse sobre ella y abrazarla, haciéndole reír en el proceso.

Alejándose, ambos se sentaron sobre la acolchanada cama y el castaño le colocó el colgante alrededor de su cuello.

Peter se levantó y le observó—¿Te veo mañana?—Preguntó extendiendo su mano.

__________ tomó su mano y de un leve tirón, terminó también de pie—Te veo mañana—Afirmó.

Se inclinó, dejando un pequeño beso en los labios del castaño, quien sonrió de forma tierna cuando ambos se separaron. Peter se alejó, salió por la ventana, no sin antes observar a su pareja con una sonrisa.

El sonido de una bala resonó.

—¿M-Mamá?

Otro disparo.

—¿P-Papá?

.

.

.

.

Corregido 26/02/2022

▌│█║▌║▌║ ║▌║▌║█│▌

©-mandaloriana76