Fotografías (+18)

Personajes mayores
de edad. (25)
AU sin quirks.
Hogareño. / Soft.
+18 al final del (3)
escenario.

...

Fotografías.

1.

Bakugo recién llegaba del trabajo, cansado, agonizando por un poco de cariño por parte de su marido.

—¡Kats! ¡Rápido! —Advirtió Kirishima, seguramente dentro de alguno de los cuartos.

"Kats" se apresuró en alertarse, sin ser consciente de la situación, mirando confundido el pasillo por alguna explicación a esas palabras que ciertamente parecían más risueñas que de angustia, apasiguando su susto.

Y de repente sale Eijiro al pasillo, con una cámara entre sus manos fotografíando a la distancia el cuerpo entero de su marido. Lo peor (o mejor) es que solo traía unos boxers para cubrir sus partes. Ese sinvergüenza, solo tenía buena vista para darle, y eso le encantaba a Katsuki.

—¡Katsuki! ¡Bienvenido! —Con prisa y emoción se apresuró a saludar el hombre dueño del corazón del cenizo, envolviendo el cuerpo ajeno en un cálido abrazo, depositando un tierno beso en la quijada del más alto. —Está lista la cena, espero te guste jaja no se me quemó el arroz esta vez. —Dedicó unos cuantos segundos más en esa cercanía con su esposo, para aprovechar y retirar con cariño el saco que lo cubría de frío al recién llegado, colgandolo en el perchero que justo estaba al lado de la puerta.

—¿Qué fue esa bienvenida en primer lugar? —Estaba confundido, pero tampoco se daría el lujo de desaprovechar la oportunidad de acariciar al adonis que tenía al frente, mientras se dejaba consentir con las cálidas manos del chico, a contraste de las de él. Frías, por el mismo clima el cual tuvo que pasar para irse y llegar del trabajo.

—Tu padre me regaló esta camara yyy...¿quién mejor modelo para estrenar su rollo? jaja

Y entre risas y bochorno, un pequeño roce entre sus labios se dió. Besito de bienvenida, como tanto insistía el rubio en querer cuando puso el primer pie en su casa.

—Ay~ te follo jaja

Y una vez más, Eijiro tuvo la suerte de escuchar esa bonita risa tan rara de sacar con sinceridad.

2.

—¿Y? ¿qué tal? ¿te gusta? —Con insistencia quería saber Eijiro.

En el transcurso de las semanas Bakugo le había dado chances al pelirrojo para que práctique sus nulos dotes culinarios en la cocina, para así por lo menos no matarse de hambre en el caso de que Katsuki demore en llegar.

—Hm, mejor que antes sí...buen trabajo. —Volvió a meter una cucharada en su boca, restándole importancia a que estaban algo duros, pero aceptable que otras veces. Solo quería comer, estaba hambriento, aunque tampoco mentía en lo dicho.

"Buen trabajo" Esas palabras fueron tan reconfortantes de escuchar por parte de su chico, orgulloso de su arduo esfuerzo, que no evitó sonreír ante eso, sin poder detenerlo, tanteando su plato de comida mientras se le pasaba lo rojo.

—Entoces...¿por qué el viejo te regaló esto? ¿se lo pediste? —Comienza a pláticar Bakugo, tomando la cámara que el teñido había dejado en en centro de la mesa donde comían.

—No, no se lo pedí, me lo dió porque sí jajs —Alzó la vista, siendo mucho más interesante la plática con su novio. —Solo fui a la casa de tus padres para recoger lo que me pediste y el me la dió..

—Hmm. —Sin nada más que decir, prefiere quedarse callado, analizando el objeto entre sus manos. No tenía idea que sus padres tenían una de esas cosas tan obsoletas, porque jamás se lo planteo, aunque era de esperarse tomando en cuenta la época de donde ellos eran. Y sin cautela, mira desde el visor, captando al atlético que tenía de frente. Sonrió, con malicia. —Te amo.

La sorpresa de esas palabras tan pocas veces usadas lo desconcentran a Eijiro de la realidad, sonriendo embobado y colorado, nervioso. Justo lo que Katsuki previa, y aprovecho para capturar tal momento, en donde su esposo se ruboriza por sus cursis palabras.

—jaja —Soltó, y la mente del teñido parecía más ida que cuando Kaminari toma de más.

Palabras cursis y dos risillas, ¿esta noche podía ser mejor? Eijiro creía que no, porque eso ya era bastante perfecto.

3.

Pero no, había algo más perfecto que solo dos risillas y palabras lindas de Bakugo.

—Oi, ponte esto. —Con palabras firmez habló el chico que permanecía con las cejas fruncidas. —Te vas resfriar, baboso. —Y como era evidente que Kirishima estaba ocupado lavando los platos, él mismo decidió acolitarlo. Así que, quedando detrás del menor, abrió el cierre de la chompa, esperando a que el ocupado en quehaceres meta sus brazos ahí, aún detrás.

—Gracias, Suki, no sé que haría sin ti. —Halagó, y siguió en lo suyo, suponiendo que el otro se había ido, cosa que no pasó.

Aún faltaba cerrar el cierre del abrigo el cual le había prestado, porque sino de nada serviría habérselo puesto en primer lugar. Y acercándose más, despacito subía el cierre de la cremallera, con notorias intenciones que Kirishima captó, y lo hizo reír por eso. —¿Qué hacías desnudo? ¿hm?

—No estaba desnudo, cariño. —Era cierto, tenía sus calzoncillos puestos, pero quería causarle rodeos a su "maridito".

Lo hizo suspirar, porque era obvio que no estaba del todo desnudo, pero él sabía a que se refería. —En calzones, por qué estabas en calzones, Eijiro... —Rodó los ojos, prefiriendo seguir en esa tensión que en enfadarse.

—jajaja. Deseaba bañarme, pero luego llegaste, y tu eres más importante. —Mandó su cabeza hacia atrás, esperando a ver la cara de su chico, mientras sonreír risueño.

Y Bakugo, plantó un besito en esa frente. —Termina con eso, te espero en el cuarto. —Y se fue, con una sonrisa cómplice en el rostro, contagiada con intensión.

Ya los dos en la habitación, Kirishima encontró a Bakugo desvistiendose. No tenía muy claro para qué. O vestirse con su pijama, o coger. Bakugo lo había dejado un poco confuso.

Pero igual lo contemplaba, sobre el marco de la puerta, ahí, con la vista a un Katsuki sentando en la cama, intentando sacarse el jean ajustado que se le dificultaba bajar por completo. —¡No te quedes ahí parado! ¡Ayúdame! —Ordenó, molesto. Y Kirishima fue a socorrerlo de inmediato.

No quería estar de ese humor de perros el ahora malhumorado, pero sacarse los pantalones, justos esos pantalones, era algo que lo frustraba mucho. Eran fáciles de poner, pero a la hora de quitar eran una tortura. Y por si él fuera, jamás se los hubiera puesto en primer lugar, pero tampoco es como si tuviera previsto que justo a Kirishima se le ocurriera lavar la ropa un día lunes, cuando más necesitaba estar de humor.

Era gracioso para Kirishima ver el cómo Bakugo se acostaba en la cama y gritaba, dándole ánimos a él, que jalaba el pantalón para quitárselo. Al rato, sus piernas blanquinosas ya podían respirar.

—Eso fue intenso jaja —El pelirrojo se recuesta en la cama, sintiendo sus manos agotadas. Todo el día dedicarse a los quehaceres no era cosa fácil, solo deseaba que pasara esta mala racha de él para conseguir trabajo, y entrar en uno que le guste y pague bien, o por lo menos decente. Pero mientras tanto, todo rincón de la casa tenía que pulir. Fue el trato que acordaron Bakugo y él. Él hacía los quehaceres del hogar y Bakugo le pagaba (de su mismo sueldo) lo que se merecía. Al principio no estaba de acuerdo, pero Bakugo es terco, y a la vez muy considerado, así que a fin de cuentas acepto.

—Hm...¿Estás cansado? —Sentado, observa a el chico recostado, notando su estado de agitación.

—Sí, un poco. Hoy fue un día largo aquí. ¿Cómo te fue a ti en el trabajo? ¿Estás cansado? —Fijaba su vista a el hombre que le dedicaba sus días y más anheladas sonrisas.

—Supongo que no cogeremos hoy entonces... —Sin importarle responder a sus preguntas, dijo lo que temia decir desde que entró a su morada compartida. Estaba caliente desde que ese "bastardito" lo recibió con tanto cariño, y así de desnudo, pero si estaba cansado, no lo obligaría a mover ningún músculo más.

—Ah- ¡No-no! me equivoque, no estoy cansado jaja, era una respuesta trampa para saber si hoy querías hacerlo ja-ja... —Reía nervioso, levantandose de la cama hasta quedar sentado ahí mismo, rascando su nuca. Era obvio que también quería, desde que le insinuó un desprevenido "te amo" y lo vió reír dos veces ¡dos veces! estaba cachondo, al igual que cansado, pero sus instintos bajos le ganaban a las ganas de descansar. Era Bakugo el tipo con quien cogería, por dios.

Y esa respuesta solo hizo sonreír a Katsuki, quien volvió su vista al chico sonrisas, ansioso por empezar. Y ni lento ni perezoso se acercó a besuquearlo en los labios, encaminándose a su regazo, encima de él, tomándolo de las mejillas al compás que se removía tortuosamente presionando más ese tacto que Eijiro sentía palpitar y endurecerse. Ambos traían solo su ropa interior ahora, además de la chompa de Eijiro y la camisa de Katsuki, siendo esta deslizada hacia arriba por las manos del moreno, quien era el de abajo en esta situación. Cuando despojó por fin al rubio de su vestimenta superior, solo pudo sentir como su cónyuge tenía intenciones de imitarlo, posicionando sus manos en el cierre y abría la cremallera, dejando a la vista tremendo cuerpo el de Eijiro. Su adonis preferido.

[...]
+18 jajjsjd

—Hmm~... —Se oyó de Bakugo, tan extasiado por la lengua de Kirishima en su entrada. —Ei...hmm~

—Bonita vista, cielo, creo que debería tenerla como recuerdo jeje. —Se alejó de besar la entrada de su chico. Y así, tomó la cámara que se había llevado consigo, enfocando el bonito y redondo trasero de su novio, alzado, escurriendo semen del hoyo donde antes había entrado y salido la polla de la persona más querida para el detective, policía, "modelo" que yacia debajo de la lujuriosa mirada del falso pelirrojo.

Ban, su nueva foto favorita del rubio. Y eso que las contadas que tiene son hermosas, pero esta las supera por mucho. O sea, ¡es el culo de Bakugo con su semen dentro! era algo por lo cual tenerla de favoritas sin duda alguna.

—¿Acabas de sacarle una foto a mi culo? —Confundido pero no enojado cuestionó el sonrojado policía, quien aún estaba demasiado caliente como para enojarse por algo tan pervertido como lo que hacia el pelirrojo. Lo prendió más, debía admitir.

—Am...si, cariño ¿te molesta? —Casi se le sale algo como "si quieres puedo borrarla" pero recapacitó antes de arrepentirse de por vida. Ni en un millón de años lo haría. Antes, unas mil pajas se daría con solo observar tremenda fotaza de fotógrafo porno profesional. Nop, claro que no la borraría.

—Ja. ¿Y solo a mi culo abierto piensas tomarle foto? Tengo mejores ideas que eso, bastardo. —Y al contrario de lo que se imaginaba Ei, a Bakugo todo este juego le prendió aún más. No por nada su pene empezó a palpitar.

—Ay...me hace tan feliz escucharte decir eso, amor jaja —Realmente que lo estaba, y su amiguito lo confirmaba.

—Ven aquí. —Ordenó, con total sosiego. Se había volteado boca arriba, esperando que Eijiro se acercara con su tremenda polla para empezar a chuparsela y pasársela por sus pectorales casi tetas. Es una de sus posiciones favoritas si se trata de engullir con su boca "la cosota rica" de Eijiro.

—Ah~ si, así... —Gimió bonito a los oídos del rubio abajo, o para cualquiera que escuche tal sonidito. El calor de la boca de su marido era algo de encantarse. Del como sorbia sus liquidos y besaba la cabeza de su amigo era de alucinar al igual. Así que, para apresurar las cosas, él también empezó a moverse en la boca de su chico, esperado venirse pero de ya. Uno, dos tres, flap. El semen salió, manchando la carita rojiza de su novio. Sin parar de retener sus fluidos, bajó un poco, regando su semilla en los pectorales (casi tetas) de Suki, guiando su pene con la mano. En los pezones, los alrededores. Dios, Bakugo estaba hecho un desastre. Le encantaba. Y al poco de terminar de venirse, presionó la cabecilla de su pene entre los pectorales de Kats, en un vaivén de arriba hacia abajo, como si de una paja rusa se tratase. —Aaaahg... —Soltó, al final del placer. —¿Fotito? —Y claro, aprovecharía también a tomarle foto a ese delicioso desastre.

Ban, directo a su corazón, otra vez ¡Tan lindo su chico se veía ahí! Con su semen regado por su cara abochornada y sus pectorales y pezones igual, duros, llenos de una sustancia tan conocida para ambos. Sin duda, aquella foto le ganaba a la anterior, y por mucho.

Pero Eijiro sabía que las cosas no acabarían ahí.

Bakugo levantó su cuerpo sin importarle que Kirishima siga ahí, atrapando al chico al momento de caer sobre sus piernas. Ahora, joder, podía sentir como sus penes rozaban. Lo sentía tan viscoso. Claro, acabó de venirse, y eso le excitó aún más. —Es mi turno, tonto. Te haré retorcerte.

—Hazlo amor. —Y Kirishima le siguió.

En un vaivén de arriba a bajo, sus penes juntos regaban presemen entre si, mojándose sin la necesidad de un lubricante. Ahí iban, en camino al tan deseado orgasmo. Kirishima lagrimiaba a estas alturas, con su carita toda abochornada por el placer que Katsuki le regalaba con cariño, además de las cosas obscenas que decía para poner mucho más caliente al jovencito lloron.

—¿Te gusta? Que mi pene contra el tuyo se frote así, ¿hm? ¡Joder Ei!, te ves de la mierda jajaja me encanta... —Oooh, como le gsutaba poner el ambiente.

Kirishima rio después de verlo reír. Su chico en definitiva era el mejor en lo que se proponía, incluso si hablamos de tener sexo. Y con sus tiernas palabras, solo terminaron anbos por venirse, salpicado semen en el pecho y vientre de ambos. Pero no, Bakugo tenía que tener la mejor foto horny de ambos, y con solo eso no le bastaba.

Su pene aún no bajaba del todo, así que...

—Ven, cómete mi polla...amor —"Amor" otra vez Bakugo siendo cursi. Lo hacía reír. Y acatando a las ordenes de su rey, Kirishima obedeció. Bakugo sentado en la cama se regocijaba de la boquita de Kiri. Gruñidos soltaba, y gemidos de vez en cuando, hasta que el teñido empezó a masajear sus pezones duros. Uuuy como lo ponía que haga eso, en su punto sensible. Y sin darle mucho tiempo, Bakugo tomó la camara que estaba en la cama, manchada de blanco. Obvio, se sabe de qué. Sin importarle eso, solo enfocó a su chico, quien subía y bajaba su cabeza de la polla del chico. Y cuando sintió que estaba a punto caramelo, apartó a Kirishima, y empezó a atenderse así mismo, sin vergüenza, arqueando su espalda. Su semilla salió, con fuerza, directo a la cara del teñido quien, gustoso sonrió ante eso. Bakugo tomó su falo, y empezó a palmear con el la carita de su esposo, aún saliendo semen. Y ahí, decidió sacar la foto.

Un Eijiro Kirishima con la cara repleta de su semilla, sonrojado, lagrimeando, con su pene justo al lado de su mejilla, siendo saboreado con la lengua afuera por el joven protagonista de la foto porno. Justo, congeló el momento en donde su tierno y carismático novio disfrutaba de la polla de su marido. ¿Dónde quedaba lo lindo en eso?

Esa jodida mierda (Kirishima) era caliente, nada de linda.

-holap

Creo que este es el que más me va gustando jajdjsjs por lo soft, juro que por lo soft 🤧

Así que, perdón el retraso que me he tomado para subir esto

Nos leemos ✨✋

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