Los pétalos de los hermosos cerezos en flor destacaban vibrantes en el barrio, soplandos por el ligero viento y cayendo suavemente al suelo. El color rosa de estas flores era un espectáculo para todo el mundo en esta época del año, y combinaba bien con el hermoso azul del cielo. Las nubes blancas revoloteaban por aquí y por allá, mirando todo lo que había debajo de ellas.

Caminé por las calles del barrio vacío, disfrutando el tranquilo silencio que me rodeaba. El ambiente es relajante cuando estoy sola de esta manera, esto hace que el mundo parezca un poco más agradable.

Una pequeña sonrisa comenzó a formarse en mi rostro, ya que por primera vez en mucho tiempo, me sentía insensible a las dolorosas emociones de este mundo.

─Ja, ja, ¿qué haces por aquí tan sola? ¡Ja, ja, ja!─

─...─

La sonrisa que crecía lentamente desapareció, reemplazada por un ceño fruncido. Mis puños empezaron a apretarse con fuerza a los lados. Podía sentir la rabia y la irritación brotando dentro de mí. Cállate... rogué en secreto. Sólo quiero estar sola.

Quiero disfrutar este estado de ánimo positivo por una vez, quiero sonreír, pero supongo que no puedo. Estos tipos arruinaron mi momento. Suspiré mentalmente derrotada, perdiendo ante la realidad. De todos modos, todo era ilusorio.

Levantando la vista y relajándome, me di cuenta de que una pandilla de 6 tipos se acercaba por la esquina, y una mirada me decía que sólo podían ser un problema serio. Supuse que lo mejor en esta situación era alejarse y esperar no ser descubierto, pero sentí una mano en mi hombro, haciéndome parar.

─¿Qué tenemos aquí?─

Todo mi cuerpo se detuvo. Podía sentir la presencia de los otros 5 chicos rodeándome, mientras que yo sólo podía mirar al suelo con los ojos dilatados por el miedo. Sí, estaba realmente asustada. Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho en cualquier momento, y todo mi cuerpo temblaba, me estremecía del miedo. Preguntas de preocupación y pánico inundaban mi cerebro, pero había una que flotaba por encima de las demás.

¿Qué me va a pasar?

─¿Es esta la chica de la que habló el jefe? Tiene ojos verdes y cabello negro y además lleva un lazo negro en la muñeca tal y como dijo─

¿Qué he hecho mal? ¿Por qué me asocian con estos delincuentes?

─El jefe conoce bien el pasado de Mikey y dijo que al menos dejara una cicatriz mental o física en todos los que son y fueron cercanos a él─

¿Quién es Mikey? No recuerdo haber estado relacionado con nadie llamado Mikey. ¿O es un alias de alguien que conozco? Antes de que pudiera abrir la boca para preguntar, uno de ellos habló.

─Date la vuelta─

Siguiendo su orden, me giré lentamente para encontrarme con la sonrisa de un tipo que probablemente era su líder. Me empujó con dureza al suelo, y la palma de mi mano se cortó con una piedra afilada en el proceso. Los receptores sensoriales de mi piel hicieron inmediatamente su trabajo, sangre salía lentamente de la herida.

─¿Tienes poca tolerancia al dolor o qué?─ Un miembro de la banda se burló de mí, acercando su cara a la mía. Fue entonces cuando sacó su cigarrillo y empezó a burlarse de mí y a escupir palabras desagradables por su asquerosa boca. Hice lo posible por bloquearlo todo.

─Sujétala─ dijo su líder.

Dos chicos me sujetaron los brazos mientras él me abría las piernas y empezaba a quitarse el cinturón. ¡Wahh Waahh! ¡Me van a violar! Mi mente entró en pánico aún más, todo mi cuerpo respondió rápidamente a la situación que se presentaba tratando de patearle, pero entonces los otros 2 chicos me sujetaron los pies y el último miembro del grupo me tapó la boca.

Luché mientras escuchaba mis gritos ahogados, las lágrimas se preparaban para salir de mis ojos.

─¡OYE!─

Oí la voz de otro chico detrás de mí, pero no pude girar la cabeza debido a la posición en la que me encontraba. ¿Es parte de su grupo y va a hacerme algo malo a mí también?.

─¡¿QUÉ?! ¿¡TIENES ALGÚN PROBLEMA?!─

─¡SAL DE AQUÍ!─

A juzgar por cómo los miembros de este grupo hablaban con el desconocido que estaba detrás de mí, supuse que no era parte de su grupo. Y aunque antes practicaba la positividad, los pensamientos negativos inundaban y pululaban por mi mente, haciéndome perder la esperanza a cada segundo que pasaba.

Son seis.

Probablemente sea un simple espectador y no pueda enfrentarse a todos ellos.

Sólo conseguirá que le den una paliza.

─¿Qué le están haciendo?─

─¿Estás ciego? Vamos a divertirnos con ella─ El chico que estaba a punto de bajarse los pantalones me sonrió con una sonrisa malvada que me pareció absolutamente repugnante y enfermiza.

─Sois un asco─

Alguien se puso a mi lado y levanté la vista para ver a un chico de pelo largo y oscuro. Me miró, con las manos en los bolsillos del pantalón.

─Dadle una paliza, chicos─ ordenó el líder.

El chico del pelo largo eliminó de un puñetazo al tipo que me tapaba la boca, y luego empezó a dar patadas y pisotones a los demás. Los golpeó con suma facilidad. ¿Acaso estos tipos eran sólo moscas y hormigas para él?

Mis brazos y piernas pronto quedaron libres, y vi como el tipo que estaba a punto de violarme, el líder, era el único que quedaba intacto.

─Levántate─

El líder se levantó, temblando y asustado por lo que acababa de presenciar.

─¿Quien eres?─ Preguntó nervioso.

El chico del pelo negro como el azabache no dijo nada, en su lugar contestó dándole una patada al líder justo en la entrepierna.

─Baji Keisuke. Haré que sea difícil que vuelvas a usar esa cosa. Buena suerte con eso─

Siguió pateando repetidamente al líder en las pelotas, y finalmente, el líder no pudo soportar más el dolor y se desmayó.

─Estás enfermo, y tan débil─ El chico que acababa de golpear a 6 tipos, Baji Keisuke, dirigió su atención hacia mí. ─¿Estás bien?─

Me tomó un segundo asimilar todo esto. Acabo de ver a un solo chico, golpear y noquear a otros 6 chicos. Mi corazón se calmó al ver que me había salvado, y sonreí en señal de agradecimiento.

─Gracias...─

Baji me devolvió la sonrisa, pero parecía más bien una mueca. Me ofreció su áspera mano para ayudarme a levantarme, que tomé con gusto.

─Estás sangrando─ dijo señalando el corte en mi palma.

─No es nada─ respondí, tratando de desestimar el tema. ─Es sólo una herida pequeña─

─Ven a mi casa. Te curaré el corte. Y luego podremos disfrutar de un peyoung yakisoba─ Sonrió más ampliamente y vislumbré sus colmillos.

No pude decir nada, así que empezó a alejarse, pero como no quería quedarme atrás, lo seguí.

─¿Cómo te llamas?─ Me preguntó.

─Emily Takahashi, pero prefiero que me llamen Emily─

─Entiendo─ Después de un momento de silencio, me revolvió el pelo. ─No dejes que los chicos te hagan eso. Creo que el cuerpo de una chica debe ser respetado, no tratado como un juguete para el placer. Si alguna vez vuelves a encontrarte en una situación así, intenta defenderte y protegerte por tu cuenta si puedes, y si no, sólo di mi nombre y estaré allí─

─¿De verdad...?─ Murmuré en voz baja. ¿Realmente vendría a mi lado si sólo dijera su nombre? ¿Aunque estuviéramos tan lejos el uno del otro que no pudiera oírme?

─Sí, de verdad─

El resto del paseo juntos fue mayormente silencioso. Pero pronto llegamos a su edificio de apartamentos, que en realidad estaba justo al lado del mío, y me acogió en su casa y me curó el corte.

─¡¿Sólo queda un peyoung yakisoba?! ¡¿Y es la versión picante?!─

─Está bien, yo...─

─Vamos a dividirlo─ dijo Baji. ─No me importa si no tienes hambre. Es importante que comas─

No tenía sentido razonar con este chico tan testarudo, así que cedí y compartí con él un poco de peyoung yakisoba. Pero mi lengua, al ser extremadamente sensible a las comidas picantes, no pudo soportarlo y se me empezó a notar.

─¿Agua?─ preguntó Baji, y yo asentí con la cabeza mientras intentaba por todos los medios mantener una especie de compostura tranquila, aunque podía sentir cómo se me calentaba la cara. Oh, Dios mío, es tan picante que podría morir.

Baji me lanzó una botella de agua y yo la cogí, engulléndola y jadeando después de vaciarla casi por completo.

─¿Por qué no me dijiste que no podías soportar la comida picante?─

─Porque pareces testarudo... y pensé que no tenía sentido razonar contigo porque no escucharías─ dije, aún jadeando por el calor que sentía.

Se rió de mi cara sonrojada durante un buen par de minutos antes de calmarse. Probablemente mi cara se puso aún más roja debido a la vergüenza que sentía.

─Gracias por lo de hoy, Baji─ dije. Se había ofrecido a acompañarme a casa a pesar de que no vivía tan lejos, sólo en el edificio contiguo al suyo. Le sonreí agradecida y le hice una profunda reverencia.

─No hace falta que te inclines y seas tan formal. Somos amigos, ¿no?─ ¿Amigos? ─¿Por qué esa mirada de sorpresa? Pensé que éramos...─

─Sí, somos amigos─ Volví a erguirme para hacer contacto visual, pero terminé desviando la mirada hacia otro lado. ─Bueno... adiós Baji, nos vemos─

Me despedí con la mano. Me dirigí a mi apartamento, entré y cerré la puerta. Un gran suspiro se escapó de mis labios mientras caminaba hacia mi habitación. Luego me tiré en la cama como si acabara de correr una maratón.

Nunca había tenido amigos, Baji. ¿Es difícil de creer que seas el primero? Pero gracias por hacerme sonreír hoy, y gracias también por el peyoung yakisoba picante. Aunque, sobre todo, gracias por salvarme de esos chicos.

Volviendo a mi lado, me miré la palma de la mano vendada. Creo que podría sentir algo más, después de todo. Me reí suavemente para mis adentros.