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¿Adivinen a quién la hicieron venir una hora antes para limpiar el desastre que no hizo para que al final no la dejaran hacer nada y se lo aplazaran hasta el receso?

Exacto, a mí.

Y luego me preguntan porqué amanezco de malas, Dios.

Quería irme a comer pero tenía que terminar de despintar todo ese desastre antes de volver a clases. Se me hace demasiado injusto, ¡sobretodo porque yo no fui quien lo hizo!

¿Qué no es mejor comprar algo de pintura del mismo color y listo? Yo sin problemas pintaría la pared para acabar con esto más rápido.

¡Pero no, porque según no hay presupuesto! ¿A dónde rayos invierten el dinero que piden para las estúpidas copias, ah? Porque para arreglar los baños no es.

— No estaría haciendo esto de no ser porque no quiero que me bajen un punto, y necesito estudiar para entrar a una buena universidad y porque de ahí tengo que estudiar aun más para graduarme y trabajar de algo y lograr mantenerme. —recargué mis manos sobre mi cintura resoplando—. Aunque... no me importaría si el día de mañana ya no despierto.

Formé un puchero abriendo la botella de agua antes de beber de ésta para después pasármela con dificultad.

— ¡Ni siquiera puedo comer agusto hoy! —Grité frustrada.

Bufé peinando apenas como pude mi poco cabello en una coleta mal hecha ya que comenzaba a estorbarme y a generarme mucho más calor y sudor, ni porque es corto.

El Sol tampoco está de mi lado hoy.

— Asegúrese de dejar esa pared deslumbrante, señorita Baek.

Iba a maldecir pero no puedo, si de por si la profesora Kim tiene una clase de odio contra mí, insultarla en voz alta puede marcar esto como mi fin.

— Como diga. —Mascullé sin tomarme la molestia de mirarla.

— Eso espero.

¿¡Pero cuál fue el mal que yo le hice a usted!? ¡Si hay alguien que realmente podría tener razones para molestarse así conmigo es mi propio padre, señora!

Es más, su clase no es interesante en lo absoluto, al menos no para mí.

Hice un fingido —aunque no tanto— ademán de querer darle un golpe cuando me dio la espalda y continuó con su camino.

— Querer golpear a los profesores no está bien, niña buena. —Dijo acercándose.

Lo miré de reojo, suspirando con cansancio.

— No te pregunté. —Musité con indiferencia.

— Lo sé. —lo escuché reír con burla—. Si lo hubieras hecho serías alguien inteligente, pero es una lástima que no sea así. —puedo jurar que sentí como esbozaba una estúpida sonrisa llena de arrogancia.

Sólo ignóralo Arlen, sólo ignóralo y listo. No vale la pena discutir con alguien como él, no gastes más tu saliva en cosas absurdas. —pensé.

— ¿Qué? —se mofó de mí de vuelta—. ¿De nuevo eres muda, Baek?

Tomé entre mis manos aquel mísero trapo para seguir con mi deprimente trabajo de limpieza, sin prestarle atención al tipo detrás de mí.

— Supongo que eso es un sí. —carraspeó—. Está bien, puedo acostumbrarme.

Lo miré de golpe ante esa última palabra que salió de su boca con diversión y altanería. ¿“Acostumbrarme”? ¿A qué?

— Oye, está es la segunda vez que hablamos. —Le recordé frunciendo mis cejas.

— ¿Y? —musitó desinteresado—. ¿Se supone que está mal?

— No hables como si ya nos conociéramos del todo. —Ordené volviendo a lo que estaba haciendo con anterioridad.

— De acuerdo, entonces... Conozcamonos, ¿te parece bien? —Inquirió con tranquilidad.

— No. —Respondí tajante.

— Uy, qué difícil eres, Baek. —rodé mis ojos ante su tono vacilante—. Pero está bien, te perdono.

— ¿Qué? —resoplé mirándolo con rareza—. Yo en ningún momento te pedí perdón.

— ¿Ah no? —negué con frenesí—. Aun así, te perdono.

Lo peor de todo es que lo dice como si estuviera haciéndome un puto favor, el tipo este.

— Si vienes aquí para burlarte de mí  más de lo que ya lo has hecho, entonces déjame decirte amablemente que te vayas a la mier.

— ¡Oye, oye! —me interrumpió desconcertado—. Tranquila, yo sólo venía a proponerte formar una bonita y sana amistad y lo único que haces es insultarme, niña buena. —chasqueó su lengua—. Aunque ya no creo que lo seas del todo. —negó con un sonido proveniente de su garganta—. Ahora entiendo porque dices que terminarás sola, Baek. —abrí levemente mi boca con indignación—. No eres amable con las personas. —formó un puchero decepcionado.

— Sí, claro, sobretodo con idiotas como tú.

— Pero eso no me quita lo guapo. —cerró sus ojos, posó una de sus manos en su cintura mientras la otra con ayuda de su dedo índice y pulgar presionaba el puente de su nariz con una sonrisa egocéntrica—. Lo sé.

— Es bueno que sepas que eres idiota, pero es una lástima que no sepas que te mintieron cuando te dijeron que eras guapo. —formé una sonrisa victoriosa.

— ¡Ahh! —fingió dolor en su pecho—. Justo en mi ego. Me dolió, ¿pero sabes que me duele más? Qué la carne esté cara. —resopló con una mueca de inconformidad.

— Qué triste por ti. —Lo observé algo desconcertada.

— ¿Verdad que sí? —formó un mohín triste—. De no ser por eso, yo ya te hubiera invitado a comer un par de brochetas de cordero. —confesó coqueto.

— No me gustan las brochetas de cordero. —Informé dándole la espalda para continuar limpiando.

— Ahora sí definitivamente me perdiste, Baek Arlen. —Dijo bufando.

— Oye, tipo que conozco. No es por ser grosera, pero.

— ¿Puedes ser aun más grosera de lo que ya fuiste con un simple e inocente chico como yo? —alzó sus cejas con sorpresa claramente falsa—. No puede ser, está juventud de ahora cada vez me decepciona más.

— ¿Qué? —dejé de limpiar solo para mirarlo—. Apuesto a que soy mayor que tú, estulto.

— Podría ser, pero tal vez solo por meses.

— Dime mes y día.

— Primero de septiembre. —respondió con una amplia sonrisa—. ¿Y tú?

— Soy mayor que tú. —sentencié.

— Por meses, claro que sí.

— Eso es suficiente para que te vayas cuando te digo que lo hagas.

— Ja, ¿se supone que debo de obedecerte por ese simple hecho, niña buena? —Inquirió alzando una de sus cejas.

Rodé mis ojos nuevamente.

— Si me dices día y mes consideraré el hecho de irme y no molestarte más. —Propuso cruzándose de brazos.

— ¿Por qué siento que me estás mintiendo? —cuestioné.

— ¿Por qué sientes que te estoy mintiendo? —Interrogó de vuelta con una mueca arrogante.

Inhalé y exhalé rendida. No quiero discutir con nadie, si bien podría ignorarlo, pero sé que tipos como él no van a dejar de joder hasta que les diga lo que quieren.

— Diecinueve de enero, ¿ya?

— Wah, sí que estás algo lejos, niña buena. —Entrecerró sus ojos por unos segundos pensante.

— Y deja de decirme niña buena, es absurdo. —Ordené, volviendo a beber agua de la botella.

— Oh, claro que sí, niña buena.

Pero, ¡es peor que un niño pequeño!

— Por cierto, ¿necesitas ayuda? —Preguntó, dejando de lado esa sonrisa egocéntrica y burlona.

— No. —Contesté de mala gana.

¡Dios, qué doloroso fue decir eso! Es obvio que estoy harta de esto, pero él en serio no termina de agradarme.

Pff, ¿a quién engaño? Mi orgullo es más grande que mi sufrir.

— Bueno, suerte con esa pared, niña buena. —movió su mano derecha de un lado a otro como una forma de despedida—. ¡Deberías beber más agua! ¡No vaya a ser que te dé un golpe de calor!

¿Qué es esto? ¿Premio o castigo?

— Amh, ¿gracias? —Susurré cuando observé como se alejaba hasta perderlo de vista.

No sé porqué pensé que insistiría en ayudarme. Sí que soy estúpida.

Detesto la primavera, ¡maldita alergia!

— Al diablo con esto, tengo hambre.

Dejé las cosas de limpieza que hace minutos ocupaba, para después ir al sanitario y lavar mis manos lo más rápido posible. Hecho ésto, corrí hacia la cafetería con la esperanza de que aún pudiera alcanzar algo en la cafetería.

Por suerte fue así.

Observé con detenimiento la vitrina en busca de algo que llamara mi atención para poder comer, sin embargo, el leve picoteo sobre mi hombro me hizo mirar detrás de mí.

— ¿Eres Baek Arlen? —Inquirió el pelirrojo frente a mí, quien al parecer fue el que llamó mi atención.

— Eh, ¿sí? —Pregunté más que responder.

— Esto es para ti. —me extendió una bandeja de comida más una pequeña botella de jugo—. Me pidieron que te lo diera, tómalo.

— ¿A mí? —asintió—. ¿Pero por qué? ¿Quién fue? —interrogué confundida—. No es una broma de mal gusto, ¿cierto? —inquerí desconfiada.

— No es broma. —aseguró con seriedad—. Y no es por apresurarte pero, ¿podrías tomarlo ya? Mis manos se están cansando.

— Oh-oh, claro.

Casi en pánico y llena de nervios, tomé entre mis manos y parte de mis brazos la bandeja apenada, sin saber exactamente qué debería hacer con ella.

— Oh, y también me dijo que lo perdones por haberte metido en ese lío. —arrugué mi frente dispuesta a preguntarle más pero él se adelantó—. ¿Qué lío? No lo sé, yo solo estoy diciéndote el mensaje. —explicó algo molesto.

— Pero.

— Adiós, qué disfrutes tu comida. —Cortó tajante.

Miré a mi alrededor con rareza en busca de respuestas que era obvio que no iba a obtener. ¿Perdonarlo por meterme en esté lío? ¿Me estás jodiendo?

— Pero mira nada más... ¿Me das, niña buena? —musitó travieso—. Creo que es mucha comida para una sola persona, ¿puedes compartirla conmigo, no es así?

— No, y no. —respondí de inmediato cuando sentí su respiración chocar contra mi nuca—. Es mío. —demandé.

— Claro que no. Acabo de ver como un chico te lo daba. —argumentó siguiéndome el paso cuando comencé a buscar una mesa.

— ¿Y? —Dije desinteresada.

— Al menos regálame el jugo, anda. —Insistió juguetón.

— Aish... Tómalo y vete. —le extendí la botella sin pensarlo—. Vete, corre, quiero comer en paz. —y él sin dudarlo la tomó.

— Gracias, niña buena. —agitó el líquido por mero gusto—. Qué tu comida te sepa deliciosa.

Y sí, se fue, tal y como se lo pedí.

Debo de admitir que creí que me seguiría de nuevo para joderme. Es la según vez que lo veo y ya siento que él no va a dejarme en paz de ahora en adelante, es que juro que lo presiento.

No creo que él se quede quieto por mucho tiempo.

¡Me arrepiento de haberle dado mi jugo! Odio esté día.

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A JK aquí le dices que se vaya y sí se va, pero después de haberte jodido un rato, y eso que a penas es el primer capítulo, jajajaja.

Por cierto, quería aclarar que está vez a quien tengo como "musa" (se podría decir xd) respecto al aspecto físico de Baek Arlen es Ryujin de ITZY, así con su cabello cortito, jsjsjsjs.

No necesariamente tienen que verla como ella, pueden imaginarla como ustedes gusten y deseen, yo solo digo que es algo así como yo la imagino. ^^

MJ☁️

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¡Gracias por leer!💙