Epílogo
Jaeden Martell
Estos cinco días en Miami Beach habían sido muy divertidos, además de que los pasaba con mi Summie, queríamos recuperar todo el tiempo que estuvimos separados
Hoy por el momento no teníamos nada importante que hacer por la mañana así que habíamos decidido ver el amanecer
Esa era otra de las ventajas, la casa del tío Arthur tenía alberca y estaba muy cerca de la playa, por lo que siempre se veía el sol desde la ventana de la habitación de huéspedes, pero queríamos estar más cerca y nos ibamos a ir a la orilla de la playa para ver como el sol salía
Eran como las 5:30 de la mañana, ya teníamos algo de tiempo despiertos para no perdernos el espectáculo
—Vamos— le dije a mi Summer, estábamos en la puerta trasera de la casa de su tío que daba hacia la playa
Hacia un poco de frío de mañana y había algo de niebla pero aún era tolerable
Ella tenía una taza de café entre sus manos y con su cara de que se acababa de levantar se veía muy tierna
—Vamos— me sonrió aun con la taza de café entre sus manos
Las olas estaban calmadas, hacia algo de frío por lo tenía una sábana encima de mis hombros para no morir congelados
Summer se sentó sobre la arena que aún estaba seca, yo me senté a su lado antes de combartile de mi cobija para cubrirle los hombros, se acurrucó a mi lado y me compartió de su café para que esperáramos a que apareciera el sol
Una parte del sol empezaba a mostrarse, sonreímos al ver esa gran luz como si saliera del mar, ambos sacamos nuestros respectivos celulares para tomarle una foto al cielo
—Nunca te dije esto el dia del auditorio— me dijo Summer, la mire algo confundido— te prometo no hacer cosas buenas que parezcan malas
No sabia que decir por el momento, así que solo le di un beso en la frente para volverla a acurrucar a mi lado
—Y yo te prometo escucharte siempre antes de que lleguemos a la parte complicada— suspiré— quiero que dejemos el tema atrás— Summer me miró— ya pasó, no quiero hablar de eso
—Esta bien— me dijo inclinándose a mi rostro para dejar un beso en mis labios— te amo, eso nunca lo dudes, siempre has sido y siempre serás tú.
—Yo también te amo— la miré embobado sin despegarme de ella, no lo iba a hacer nunca más— quiero todo contigo, no quiero nada sino es contigo.
No entiendo como pude pensar en una vida sin Summer, ella era lo único que me daba paz, que me hacía sentir completo
No necesitaba ni necesito nada más...
(...)
~Años después~
Summer Johnsson
—Nooo— me queje al oír mi alarma para el trabajo
Jaeden estaba durmiendo a mi lado y nuestras piernas estaban enrolladas de manera rara, además de tener su cara pegada a la mía
—Hora de levantarse— era mi alarma, pero Jaeden era quien en realidad se despertaba. Yo tomé mi cobija volviendo a esconderme entre mis almohadas
—No quiero ir.
—Tienes que ir.
—Claro que no, soy la jefa.
Se levantó y apagó la alarma que estaba colocada al otro lado de la habitación, era una estrategia para no apagar la alarma y seguir durmiendo, aunque a mi me importaba poco, solo tomaba una almohada y cubría mis oídos
—Son las 8 y a las 9 tienes que estar en el trabajo— me dijo Jaeden mientras me quitaba el cabello de la cara
—Soy la jefa, puedo llegar tarde— siempre usaba esa excusa
Pero aun así tiró de mis brazos para levantarme, me quedé en el borde tratando de superar el trauma de dejar mi cama para irme a encerrar a una oficina. Jaeden se acercó para quitarme la cobija, por lo que yo aproveche la cercanía para rodearle el tórax con los brazos y tirarnos de regreso a nuestra cama
—¿Que haces? No— Jaeden me dio un beso en un lado de la cara antes de volverse a levantar y obligarme a mí— a la ducha, a la ducha
Me tomó de las caderas y me subió sobre su hombro, mi cabello cayó en su espalda mientras sentí su mano en mi espalda baja
—No quiero...— balbucee, cuando me sentí mareada le di un ligero golpe en la espalda— ¡bájame, ya estoy despierta!
No obedeció mis quejidos, me llevó hasta el baño, cuando me dejó en el suelo de la ducha me tome la cara, aún me sentía algo aturdida
—¿Ya despierta?— me pregunto mientras me tomaba de las mejillas
—Sí— respondí mientras me quitaba el cabello que se me había venido a la cara mientras parpadeaba buscando claridad
—Ok, date un baño mientras te preparo el desayuno— me dijo mientras me dejaba un beso en la nariz
(...)
—Rog, la comida está rica— oí la voz de Jaeden desde la cocina
Me fui hacia la cocina mientras cepillaba mi cabello mojado. Llevaba un pantalón de cuadros grises y negros, una blusa de botones blanca y arriba mi blazer junto con mis botas negras, podre ser la jefa, pero iba a estar cómoda en mi trabajo.
Jaeden estaba sentado en una silla de la cocina mientras le daba de comer a Roger, nuestro hijo de 5 meses. Él era idéntico a Jaeden, solo que tenía los ojos y el cabello un poco más claros, Rog era una mezcla de Jaeden y mi papá.
—¿Otra vez?— pregunté acercándome a Jaeden
—No entiendo como no le gusta— hablo Jaeden con el frasco de comida de bebé entre sus manos— el puré de manzana es el mejor
—No se te vaya a ocurrir comerlo— dije riendo levemente
—No me des ideas— me dijo también riendo— debe querer leche, ahora le hago el biberón
Jaeden se levantó de la silla y se fue a hacer el biberón, mientras yo le quitaba el babero a mi hijo, mi pequeño empezó a reírse mientras le hacía mimos, así que lo quite de la sillita para llevarlo a mis brazos y arrullarlo
—Hoy alguien se despertó muy revoltoso— le hice cosquillas en la barriga a mi bebé sacándole una sonrisa que hinchó mi corazón de alegría
—Mami— oí una voz pequeña en la puerta de la cocina
En el marco estaba Queen, mi hija de 3 años, ella a diferencia de su hermano era casi idéntica a mi, solo que tenía los ojos verdes de Jaeden
—¿Puedo ir contigo?— me preguntó mi hija haciendo su sonrisa tierna que era una de mis debilidades — quiero ver a mis titos
—Si, dinosauria— le alborote el cabello y le di un beso en la frente— dile a papá que te ayude a ponerte bonita
Era un apodo raro el que le había puesto, pero a ella le gustaban los dinosaurios así que le digo así de cariño
—Papi— mi hija mayor corrió a la cocina, salió a los segundos con Jaeden cargándola entre sus brazos— mami dice que me pongas bonita
—Pero si tu ya eres preciosa, mi dinosauria— la llevó de regreso a la habitación de mi pequeña, mientras que yo me quedaba con mi bebé
No le iba a dar biberón, eso solo lo hacía en casos extremos, así que en su lugar me senté en uno de los sillones mientras me desabotonaba la blusa para darle de lactar
Tener a mis hijos con planeación fue una de las mejores decisiones que pude tomar
Tuve a Queen a los 27 y a Roger a los 29, tal como una vez me dijo Mariano
Por mucho tiempo me asustó la idea de ser madre, pensé que no lo iba a hacer bien y tenía miedo de equivocarme con una persona tan pequeña, pero con los años los miedos disminuyeron, y ahora tenia dos niños que son lo que más amo en este mundo, sobretodo los tuve cuando supe que podía darles todo lo que se merecían, yo tuve muchas carencias cuando era niña, y jamás hubiera permitido que mis hijos pasaran por eso, los tuve cuando tuve un trabajo estable para darles todo lo que yo no tuve a su edad
Mientras le daba de lactar a mi bebé, me puse a revisar mi correo en mi celular, vi un correo de mi mamá con la acta de la separación de bienes que había hecho con Jaeden hace un par de semanas
Jaeden llegó hacía el sofá al verme con el bebé en brazos, sonrió al verme ahí sentada con nuestro hijo
—Mira, mi amor— le mostré mi celular— ya está listo nuestro acuerdo prenupcial
—¿Osea que ya nos podemos casar?— sonrió ampliamente
—Si— le regresé la sonrisa
Otro consejo que había escuchado, no casarnos hasta hacer bienes separados. Así que en resumida cuenta, lo que es de Jaeden, es de él y lo que es mío, es mío
—La separación de bienes está muy fea— Jaeden me regresó mi celular luego de ver el acta— lo tuyo debería ser mío también
—Te puedo compartir a mis hijos, pero no mi carro ni mis acciones de mi empresa— le dije tajante
—Y yo no te comparto mi gran reputación en el sindicato de actores y guionistas—me dijo en un tono dramático antes de darme una leve reverencia— mi querida CEO de Davis System
—Como digas— le di el avionazo— pero ya nos podemos casar
La razón por la que aún no nos casábamos eran muchas, la primera es que para nosotros fue serio desde que nos casamos en un videojuego cuando aún estábamos en el insti, la segunda y la más importante era porque Jaeden quería que nuestros hijos llevaran primero mi apellido, tal como él llevaba primero el apellido de su mamá, y había menos interrogantes si lo hacíamos sin estar casados, y la última era porque en teoría ya nos habíamos casado en un viaje que tuvimos a Las Vegas a los 22, estábamos borrachos y nos casó un imitador de Elvis Presley
Pero después de la separación de bienes, creo que al fin accedería a ponerme un vestido blanco y decir sí quiero frente a un juez real, claro, en algo privado ya que la fama que rodea Jaeden aún era un poco dramática, sobretodo después de que empezó de director, varías veces tenía que salir de incógnita a la calle por los paparazzi y cuidaba mucho que no me fueran a hacer fotos cuando estaba con mis hijos, lo que menos quería era que tan pequeños ya estuvieran en un tablero amarillista a la boca de todos
—Sería nuestra tercera boda— Jaeden sonrió mientras se sentaba a mi lado en el sofá acariciando la cabeza de nuestro bebé
—Séptimo amarre— me burlé, él me miró malo
—Al menos la prensa dejará de sacar chismes sobre nosotros— Jaeden volcó los ojos
—Según la prensa, estamos casados desde los 18— le recordé alzando el anillo que me dió hace años y que no me había quitado. Jaeden dejó un beso en mi mano— y según la prensa, también soy tu esposa cazafortunas
—Si supieran que es al revés— Jaeden me hizo un ademán para que le pasara a nuestro hijo— yo soy tu esposo trofeo
—Jae Jae...— lo mire mal, lo que las revistas llegaban a decir si era de mal gusto
—A mi me gusta— chistó mientras le acariciaba la cabeza al bebé— me gusta ser tu esposo trofeo que solo se tiene que ver bonito cada vez que abres una nueva franquicia en Europa
Estuvimos tonteando un rato hasta que Roger se quedó dormido, por lo cual se lo pasé aun dormido antes de ajustar mi suéter y buscar mi bolsa
—Lista— Queen volvió a la sala con un vestido azul y un moño rojo en el pelo
—Quedaste preciosa— la alce mientras le llenaba la cara de besos. Miré a Jaeden que cargaba a nuestro hijo— me voy, cualquier cosa me llamas
—Si, mi querida CEO— me dio un beso en los labios de modo de despedida
—¡Asco!— gritó Queen mientras se cubría los ojos
—Queenie, algún día tu también tendrás novio— dije riendo, mi hija hizo una mueca de asco
Jaeden se rio con sarcasmo al oír mis palabras: — Eso no es cierto, Queenie jamás va a crecer— Jaeden volvió a hacer una risa sarcástica
—Mejor me voy, se me hace tarde para el trabajo— avise, ahora Jaeden me volvió a dar otro beso. Antes de irme me acerque a Roger y le deje un beso en su frente
Baje hasta el estacionamiento buscando mi auto, después de dejar a Queen en la parte trasera en el asiento de bebés, conduje hasta el centro de la ciudad donde estaba mi empresa
No era algo muy emocionante, terminé siendo ingeniera en sistemas. Había dos razones por las que había estudiado esto y tenían nombre y apellido; Oliver Davis y Mariano Stenfield
Acepté la propuesta de Mariano, deje la musica en mi ultimo año y en su lugar me concentre por completo en la programacion, él nos enseñó mas que a cualquier otro curso, hasta una vez se le escapo decir que nos queria, despues de verlo como algo tedioso, empezó a gustarme el ritmo que yo misma me marcaba
Y gracias a eso, tambien acepte su propuesta de entrar a la UCLA, no me tuve que ir de mi ciudad para la universidad, y eso fue algo que agradecí, aunque sí me mudé a las residencias, fue algo increíble compartir piso con mis tres chifladas — cuatro, con Steel, aunque ella nunca lo admitió—.
Una vez que me gradué de ingeniera en sistemas, me dedique al desfase en todo el sentido de la palabra, pasé casi seis años enteros de inmadurez, viajando, divirtiendome, eligiendo para quien trabajar, bajo mis condiciones y aprovechando mi juventud en todo el sentido de la palabra, conocí personas, lugares y logré tener mi cuenta de banco con más de seis ceros a la derecha
La secta nunca se acabo, Marko, Oliver, Bianca, Steel, Lilia y yo eramos socios, teníamos una empresa de servicios computacionales los cuales éramos los dueños, y cada día crece más
A Mariano lo veíamos de vez en cuando, aún seguía dando clase, y teníamos mucho que agradecerle, más que un profesor, era casi nuestro amigo
Nuestra empresa no era muy grande, pero si muy cómoda, tenía 6 oficinas, una gran sala que tenía una mesa larga donde nos reunimos todas las mañanas y una pequeña recepción con dos sofás
Podría decir que cumplí mi aspiración de la adolescencia cuando veía Si tuviera 30 y quería ser como Jenna, tener 30, ser coqueta y próspera
—Buenos días, Steel, ¿como sigues de tu resaca?— le pregunté a Steel al ver que tenía un vaso con algo efervescente y lentes oscuros
Ayer habíamos cerrado un contrato con una empresa de arquitectura, la consecuencia es que Oliver, Marko y Steel salieron de fiesta
—No grites— me dijo Steel mientras se tallaba las cien
—¿A que hora salieron de ahí?— pregunté un poco más bajo
—Cómo a las 4 de la mañana— respondió Steel mientras tomaba un poco de su vaso— la cabeza me va a explotar
—Les dije que no celebrarán demasiado— hable bajo por el bien de la cabeza de mi amiga
—Ja, tú celebraste pero de otra manera— Steel tomó de su vaso y se quitó los lentes oscuros
—No es cierto, me fui temprano a mi casa— alcé las manos ligeramente
—¿Y esto?— Steel puso su dedo en mi cuello, al verlo me di cuenta que tenía una marca morada en mi cuello
Me cubrí el cuello con vergüenza, eso no estaba ahí anoche
—Tremendo revolcon que te dieron anoche— Steel rió
—Cállate— susurre mientras que con mi mano tapaba esa marca en mi cuello— vino mi hija
Queenie entró a los segundos, casi se lanzó a Steel
—¡Tita!— mi mejor amiga abrió los brazos para recibir el abrazo de mi hija
—¡Oh por dios!— Steel la alzó sentandola en sus piernas— pero cada días estás más grande, tú madre tiene que dejar de darte espinacas
—¡Asco!— la pequeña hizo una mueca ante la última palabra
—Buenos días— alguien entro y me di cuenta que era Oliver, al igual que Steel también tenía lentes oscuros y un vaso con algo efervescente
—¡Tito!— mi hija tambien se fue a abrazar a mi amigo que la recibió de la misma manera. El hecho de que ella fuera la primera hija de alguno de nosotros, la había hecho la favorita
—¡Mini Su!— Oliver le llenó la cara de besos antes de dejarla en el suelo para recibir la pastilla que le extendió Steel. Queenie se fue saltando hasta la mesa donde estaba el café y empezó a robarse las galletas
—Ay Oliver, se supone que tu eres el responsable y vienes con resaca— me burlé al ver su cara
—Soy Marko— susurro mientras se quitaba los lentes
—Vale, perdón— levanté las manos con inocencia
—¿Y dónde está tú clon?— le preguntó Steel a Marko
—Se fue al aeropuerto, hoy llegan Bianca y Lilia de Italia— respondió Marko mientras tomaba de su vaso
En otras circunstancias me hubiera puesto muy nerviosa, pero Lilia y yo habíamos arreglado nuestros problemas hace años, además que ahora llevaba casi 4 años que salía con Oliver, estaban muy enamorados y hasta con planes de casarse
Fue difícil, pero volvimos a ser amigas, las tres chifladas volvieron, y ella parecía siempre enamorada de Oliver, aunque habían salido desde hace años, se habían separado después de que nos titulamos, volvían y rompían cada tanto tiempo, pero ahora era más estables después de que Oliver se arrodilló y le dió un anillo, incluso me pidió que fue dama de honor en su boda, por lo que acepte. Jaeden y Oliver no les molestó, sabían perfectamente nuestra historia, y también que lo nuestro nunca hubo futuro, y cada uno confiaba en nuestra relacion donde solo había cariño de amigas
—Al menos Lilia hará que Oliver deje de andar arrastrándose por toda la oficina buscando afecto femenino— se burló Steel
—Yo también quiero afecto femenino— Marko tomó asiento junto a mi recargándose en mi hombro
Y Marko, seguía siendo Marko
—No puedes vivir sin mí— le seguí el juego
—No puedo vivir sin el café que haces— me aclaró alzando un dedo
—Admítelo, puñetas— reí mientras lo empujaba lejos de mí
—Buenos días estrellitas— Oliver entro hacia donde estabamos todos
Detrás de él venían Bianca y Lilia
—La tierra les dice hola— añadió Bianca
—¿Cómo estuvo su viaje?— preguntó Steel
—Estuvo bien, lo que fue horrible fue oír la voz de Oliver todo el camino desde el aeropuerto— se quejo Bianca mientras dejaba su maleta en un rincón y tomaba asiento en la gran mesa
—¿Si sabes que tiene la misma voz que yo?— pregunto Marko algo ofendido mientras se levantaba para mirar a Bianca y empezarla a molestar como era su costumbre
—Tu voz no es molesta, la de Oliver si— repitió Bianca
—Gracias— Oliver se cruzó se brazos
—Pero a mi me gusta tu voz— Lilia abrazo a Oliver y le dio un beso
—Ustedes me recuerdan que estoy más sola que el ratón que se cuela en las noches— se quejó Steel
Steel había cortado con Jack después de la universidad, nunca quiso dar muchos detalles, solo dijo que eran cosas irreconocibles y que no lo podía dejar pasar por alto, pero después de él, mi mejor amiga no ha querido nada de compromisos, pero era feliz con sus millones en el banco y su pethhouse
—Mejor enséñame algo— Bianca se me acercó— ¿como está tu bebé? No lo he visto por estar supervisando nuestra nueva sucursal en Italia
—Se llama Roger, por Roger Taylor y esta bien— reí un poco
—Quiero verlo— insistió Bianca
Saque mi celular y le puse una foto de mi hijo donde estaba dormido
—Míralo, ahí dormido, no se preocupa por nada, tiene comida, no trabaja, no paga departamento y tremendos papás que le tocaron— hablo Steel mientras tomaba de su taza de café
—¿Estas celosa de un bebé?— pregunto Oliver
—No de cualquier bebé, de ese bebé— Steel señaló la foto de mi celular
—Oh, pero miren quien está aquí— Bianca se inclinó al ver a Queen en silencio porque se estaba robando las galletas de la cocina que estaba entreabierta— ¡abrázame!— mi hija corrió a sus brazos abrazándola con fuerza
Bianca llevó a mi hija a su oficina ya que dijo que le trajo mucha ropa de Italia. Lo cual fue otra señal para que cada uno se fuera a su oficina
Nuestras oficinas estaban decoradas a nuestro antojo, en mi caso, la mia tenia una pantalla gigante, estaba decorada en colores morados y gris, y tenía mi Xbox, dudo que algun dia deje los videojuegos. Me senté en mi silla gigante dando vueltas sobre mi eje antes de encender mi computadora
—Hola— Lilia dio un par de toques abriendo la puerta de mi oficina
—Hola— le devolví el saludo
—Mira, es un pequeño regalito para tu bebé— me extendió una caja con un moño azul
—Gracias— miré la caja con una sonrisa— a Roger le encantan los regalos
—Es muy lindo tu hijo— me dijo mientras se sentaba del otro lado del escritorio— le tocó una gran mamá
No había incomodidad, lo que llegue a sentir por ella en mi adolescencia, se transformó en cariño y admiración
—Por cierto— tomé aire ante lo que estaba a punto decir— he hablado con Jaeden, y queremos pedirles a ti y a Oliver que sean los padrinos de Roger, de hecho quisimos hacerlo con Queen, pero Wyatt me lo pidió primero, luego Sophia y cómo son sus mejores amigos, ya te imaginarás
—¿Padrinos?— Lilia me miró sorprendida— sí, claro que si, solo no me obligues a hablarle de dios, yo no puedo hacer eso
—Significa que si morimos, ustedes se encargaran del niño
—Osea que si se matan en un accidente, ¿el niño es mío?
—Sip
—Bueno, yo si lo educaré con prioridades decentes— ambas reímos—¿cómo has estado? ¿Que tal la maternidad?
—Es algo aterrador— agrande los ojos— pero lo disfruto mucho, amo a mis hijos
—Por cierto— me miró con un semblante más serio— ahora que estamos teniendo esta conversación, me gustaría decirte algo, pero tienes que prometer que guardaras el secreto, sobretodo porque necesito planear algo para decírselo a Oliver
—Prometido— alce la palma de mi mano
Lilia tomó su cartera sacando una instantánea que me extendió, la tome algo confundida... era una ecografía, y no solo eso, eran dos bultitos iluminados en blanco
—¿Tuyo? — pregunté un poco emocionada, ella asintió con una sonrisita
—La genética de Oliver ganó, son mellizos
—¡Tendremos dos bebés!— grite emocionada antes de levantarme a abrazarla
—Estoy muy nerviosa— Lilia tomó su estómago— son dos, un niño y una niña, me da mucho de miedo. Oli y yo lo hemos planeado, pero no se lo espera, estoy nerviosa de como reaccionará
—Serás una gran mamá— le sonreí— y Oliver también, tus mellizos tendrán mucha suerte
—Era mi última oportunidad, Mariano alguna vez dijo que si tenías a tus hijos después de los 30, voy a parecer su abuela en lugar de su mamá— me carcajee
Las frases de Mariano las teníamos más presentes de lo que creemos
—¿Serias la madrina?— su pregunta me sorprendió— solo pensaria en ti para cuidarlos si algo me pasa
—Claro que sí— tomé su mano por encima de la mesa— ahora, tenemos que planear nombres de bebés
—Tiene que ser cuatro opciones, dos de niño y dos de niña— suspiró nerviosa— pero no quiero que tengan el nombre de un familiar muerto. De niño he pensado en Nicholas o Adrien, y de niña, Mía... o Autumn
—Oh...— la miré con una sonrisa, era lo que seguia despues de mi nombre
—Claro, si no te molesta— me aclaró
—Claro que no— le sonreí con tranquilidad— me gusta el otoño
—Me gusta más el otoño que el verano— ambas reímos
—¡Tita!— Queen entró corriendo para dirigirse por completo a la rubia sentada frente a mí
—Hola, preciosa— Lilia alzó a mi hija para sentarla en sus piernas— ¿como has estado?
—Muy bien— respondió en un puchero— mi tita Bianca me trajo muchas muñecas
—¿Y sabes que te traje yo?— las dos se intercambiaron miraditas— cierra ojitos
Lilia sacó otra otra caja de regalo que era color morado con un gran moño plateado, mi hija abrió los ojos al ver la gran caja frente a ella
—¡Te quiero mucho, tita!— Queen saltó envolviendo sus brazos por el cuello de mi amiga
—Y adivina que mas— Lilia sonrió ampliamente— te voy a dar dos bebés para que juegues— la pequeña abrió los ojos casi en shock
—Si, mi amor, tu tita va a tener dos bebés— le sonreí a la niña en sus brazos
—¿Dos?— Queenie puso las manos en el estómago de su tita— ¿van a ser míos, verdad?
—Queenie...—me rei por sus ocurrencias
—Si, van a ser tuyos— le dijo Lilia
—¡Si, van a ser míos!— Queen salió corriendo con las manos al aire, solo esperaba que Oliver se no diera cuenta
—¿Será muy pronto para comprometer a nuestros hijos?— le pregunte aun riendo
—Uno para Queen y otro para Roger— ambas compartimos una mirada de complicidad
(...)
Eran cerca de las 5 de la tarde cuando llegué a mi casa, desde afuera se oían algunos gritos, me alarme de que fuera Queen, porque hoy le había tocado cita con el dentista
Cuando abrí la puerta me encontré a mis dos hijos en la alfombra junto con Jaeden, Queen no parecía afectada por su visita al dentista
Queenie tenía los audífonos de su papá y el control de la Xbox mientras que Jaeden la cargaba y Roger estaba dormido en el portabebés que generalmente se usaba en el auto
—Papá, mira, encontré un diamante— habló mi hija algo emocionada
—Tu primer diamante— Jaeden beso la cabeza de Queen
—¿Qué hacen?— pregunte mientras me ponía enfrente de ellos
Cuando mire la pantalla me di cuenta que estaban jugando Minecraft
—Le enseñó la verdadera cultura a Queen— me respondió Jaeden— en unos días la niña se va al kinder, así que le enseñó la cultura antes que sus compañeros la corrompan
—¿En serio?— pregunté riendo
—¿Quieres verla jugando Free Fire?— pregunto Jaeden con miedo
—No. — respondí con seguridad
—Eso es lo que estoy evitando— repitió Jaeden
—Mami, ¿que es minero?— me pregunto Queenie
Sonreí con nostalgia y me senté al lado de ellos en la alfombra
—Deja que te cuente la historia de una leyenda— sonreí con nostalgia
A pesar de que la mayoría del tiempo estaba ocupada, trataba de mantener el tiempo de calidad con mis hijos, aún eran pequeños y se merecían tener una mamá presente. Lleve a arropar a Queen ya que le tocaba mañana ir con sus abuelos, mientras que yo me dedicaba a ensayar mi discurso de inauguración con ayuda de Roger
—Estamos dispuestos, a tomar las mejores mentes para lograrlo, sus mentes... sean bienvenidos. Gracias por acompañarnos— estaba recitando frente a mi bebé que me veía atento y cuando termine, empezó a reírse mostrando que ya le empezaban a salir sus primeros dientes— eso estuvo increíble, estuviste estupendo, mi amor
Los alce en mis brazos llenandole la cara de besos antes de volverlo a sentar para ensayar mi postura a la hora de la conferencia
—Vaya, traumando a nuestro bebé desde esta edad— Jaeden llegó a nuestra habitación mientras se secaba el cabello con una toalla
—Lo siento, necesitaba público— señalé al bebé que estaba en un asiento de bebé— oye, déjame repasar esto, es para la inauguración en Florencia
—Haz repasado tu discurso en la tina las últimas dos semanas, no aburras a mi hijo— me dijo con un mohín señalando las tarjetas en mis manos
—¿Es aburrido? Los inversionistas de España irán a vernos a Italia, tiene que ser ameno, es importante— murmuré con la seriedad que esto implicaba
—Si, es importante— Jaeden se acercó a Roger para quitarlo del asiento y llevarlo a sus brazos— mejor aparto a mi hijo, no quiero que su primera palabra sea perfectible
—Hay peores primeras palabras— le dije al verlos salir de la habitación— les agradezco... no, eso no
Mi futuro esposo llegó a los minutos cargando a mi hijo que tomaba jugo de manzana en su biberón
—Oye— me acerque emocionada mientras él se sentaba en el borde de nuestra cama— te tengo una noticia
—¿Me vas a dejar vestir a Queen de enderman en Halloween?— lo miré con la ceja alzada dando a entender que mi respuesta era no— vale, ¿que es?
—Voy a ser madrina, Oli y Lili van a ser papás— mi revelación si que lo sorprendió— mellizos, un niño y una niña
—¿No me digas que también empezarás de loca a buscarle esposos a nuestros hijos?— por la sonrisita que estaba aguantando, se dio cuenta que sí, y rodó los ojos mientras acomodaba al bebé en sus brazos— dios mío, mis hijos son unos bebés
—Solo es una sugerencia— me excuse con las manos alzadas mientras extendía las manos para que me pasará a Roger, lo senté en mis piernas— ¿te imaginas que terminen casados?
—¿Que tal que no?— Jaeden rió con sarcasmo— Oliver y Marko llevaron brackets por tres años, no quiero esos genes en mi familia y en mi casa— me reí— ¿en serio vas a ser la madrina de los mellizos Monster?
—Mis futuros ahijados— aclaré alzando mi índice— en todo caso, Lili y Oli también serán los padrinos de Roger
—Porque te puse esa condición— me recordó, en realidad quiera que Lilia y Marko fueran los padrinos, pero pedirselo a mis casi ex's, era pasarme de descarada— si Marko llegaba a ser el padrino de hijo, te juro que me cambio de hijo
—¡Oye!— le tape las orejas a Roger a tiempo de que no oyera lo que dijo su padre
—No es cierto, campeón— Jaeden se inclinó a la altura de Roger que no tenía ninguna expresión en la cara— tu madre está loca
Le saque la lengua mientras Jaeden se iba al baño a cepillarse los dientes, yo giraba a mi hijo para verlo a la cara
—Si me hubiera casado con Marko, él jamás te negaría— negué sin dejar de ver a mi hijo
—¡Summer Alexa!— hice una mueca al oír su grito mientras me encogía de hombros fingiendo inocencia
—Si, Rog, tú mamá está loca
(...)
~Unos días después~
—Angeles, deja de moverte o no te puedo peinar— mi hija hizo un puchero cuando la llame por su segundo nombre, segundo nombre en honor a su abuela, por lo cual hizo que se quedara quieta y pudiera terminar su peinado— ya estas lista
Era el primer día de Queenie en el kinder y la verdad esperaba que en cualquier momento empezará a llorar, todos lloramos en el primer día de clases
—¿De qué la disfrazaste?— me preguntó Jaeden qué estaba parado en el marco de la puerta mientras comía un sándwich— la peinaste con las coletitas feas que tu usabas
—No ofendas las coletas de nuestra dinosauria— le respondí a Jaeden mientras le ajustaba la pequeña corbata del uniforme— y no es un disfraz, es el uniforme
—¿Uniforme? Me puse la camiseta de Five Nights at Freddy's— Jaeden señaló su camisa— Queenie tenía que ir con su camiseta también. Vestidos igual para dar miedo
—Tiene que usar uniforme— me giré un momento hacía Jaeden mientras buscaba el bloqueador solar
—Maldita sociedad— se quejo Jaeden mientras le daba otra mordida a su sándwich
—¿De dónde sacaste ese sándwich?— mire a Jaeden
—Estaba en la mesa de la cocina— respondió
—Era el sandwich que Queen se iba a llevar a la escuela— respondí con cara seria
—Le haré otro— Jaeden salió de la habitación
—No quiero ir— Queenie me hizo un puchero— ya no iré contigo a trabajar, y voy a extrañar a papá y a Rog
—Pero vas a hacer nuevos amigos— le explique— y pueden venir al departamento para que juegues
—No quiero amigos, ya tengo a los bebés de mi tita Lili, que son míos— se cruzó de brazos molesta— y tampoco quiero que vengan niños a la casa, van a querer tocar al conejo y es mi conejo.
—Nadie va a tocar a tu conejo— le aseguré— vamos, mi dinosauria, que no podemos llegar tarde el primer día
Queenie me siguió a regañadientes tomando mi mano
El kinder no estaba tan lejos del departamento, por lo que nos pudimos ir caminando, pero en todo el camino Queen no dejaba de abrazar a su papá mientras lloraba para que no la dejáramos ahí
—Papá no me dejes ahí— Queen abrazo a Jaeden mientras lloraba— llévame a casa y jugamos Carlos Duty con el tío Wyatt
—Es Call of duty— Jaeden le dio unos golpes en la espalda a mi hija— solo será un par de horas y luego volvemos a casa
—No quiero— Queenie empezó a llorar más
—Dinosauria— tomé la cara de mi hija— si no lloras en la escuela, llegando a casa comeremos helado hasta vomitar
—Gracias— mi hija sonrió entre lágrimas
—Hola estrellitas— alguien nos llamo, enfrente estaba Finn
—Hola Finn— saludé
—Díganme, ¿como esta la futura esposa de mi hijo?— pregunto Finn dirigiendo su mirada a Queenie que aún la estaba cargando Jaeden
Talvez por coincidencia o planeado pero Danna y yo quedamos embarazadas casi al mismo tiempo hace 4 años, y cuando nació el hijo de Finn, Gilbert, a él se le metió la idea de que nuestros hijos debían casarse cuando fueran grandes -idea que Jaeden no apoyaba para nada-
—Sigue soñado Finn— Jaeden abrazo más a Queen— mi dinosauria jamás va a crecer
—Queen y Gilbert algún día se van a casar— Finn rió
—Deja de planear la boda de Gil y Queen— Danna apareció detrás de Finn y estaba cargando a su hijo— apenas y han cruzado unas palabras
—Ahora que irán en el mismo salón es la oportunidad perfecta para que hablen y se enamoren— Finn sonrió con victoria
—Yo me encargo que no hablen— Jaeden camino hacia la entrada donde estaba parada una maestra, obviamente lo seguimos— ¿usted es la maestra de los de nuevo ingreso?
—¿Si?— la maestra se veía confundida
—Necesito que a mi hija no se le acerque ningún niño— Jaeden se oía desesperado
—Una disculpa— jale a Jaeden mientras miraba a la maestra— todo es mi culpa, no le haga caso
—Se nos hace tarde, tengo un aneurisma de la aorta— hablo Danna algo estresada. Ella era cirujana cardiotorácica, así que siempre estaba corriendo de un lado para otros— acompaño a Gilbert al salón y luego me voy al trabajo— miro a Finn
—Si, mi jefa de cardio— Finn puso dos dedos en su frente
—Te acompaño— le dije a Danna— dame a la dinosauria— abrí los brazos, Jaeden me paso a mi hija
—No te sientes con niños— Jaeden le dio un último beso en la frente a Queen
—Celoso— susurre
Danna y yo llegamos hasta el salón de los de primer año donde varios niños también lloraban por el primer día mientras abrazaban a sus padres
—Las reglas— me incline al lado de Queen
—Buenos pensamientos, buenas palabras, buenas obras— sonrió mi hija
—¿Y si te alguien te molesta...?
—Veamos que tan buen boxeador eres— mi hija levanto las manos como si fuera a boxear
—Muy bien— le deje un beso en la frente a mi hija
—¿Y tu, Gilbert?— Danna se inclinó a la altura de su hijo— ¿que haces si alguien te molesta...?
—Se lo regresó con más fuerza— respondió Gilbert
—Excelente— Danna le alboroto el cabello a su hijo
—¿Mamá, es cierto que nos vamos a casar?— mini Finn se señaló a sí mismo y a mi hija después de terminar su pregunta
Yo me cubrí la cara para ocultar mi risa, Queen hizo una mueca de asco, Gilbert se ruborizó y Danna no sabía ni qué decir
—Tú papá es un idiota, no le hagas caso— respondió Danna a su hijo
—Tita, no digas groserias— Danna hizo un mohín cuando mi hija la regaño
—Tienen razón— Danna le dejo un beso en las cabezas a ambos niños, mientras que yo hice lo mismo
—Vamos, Queenie— Gilbert extendió la mano hacía Queen, ella miró con una mueca su mano antes de tomarla
—Adiós, mami— se despidieron los dos mientras entraban al salón casi corriendo
—Si Jaeden veía que entraban juntos al salón le da un infarto— le dije a Danna que solo rió
—¿Casarse? Por dios— Danna soltó un mohín— son niños, pero me van a dar un infarto un día de estos
—Lamento informarte que mis hijos ya están comprometidos— le dije con una risita traviesa— así que Gilbert tendrá que olvidarse de mi hija
—Vaya, estás igual de loca que mi esposo— me dijo Danna haciendo que la mirara ofendida—bueno, te dejo, me voy a trabajar— me dijo Danna y me dio un beso en la mejilla
—Igual, nos vemos en la salida— sonreí, ella casi se fue corriendo
Ambas salimos de la escuela, en la entrada Finn y Jaeden seguían hablando, y por la cara de Jaeden no se veía feliz
—Sigue soñando que vamos a ser familia— Jaeden se cruzó de brazos
—El día que nos llamen de la escuela diciendo que tu hija golpeó a mi hijo con un columpio en la cara te darás cuenta que van a terminar casados— Finn nos miró a ambos— ¿o no les pasó eso a ustedes?
—Finn, Danna te va a dejar— avise mientras alzaba una ceja
—No, Dannie me dejaría si Gilbert Blyte fuera real. Así como sus hijos, el mio también sufrió las consecuencias con el fanatismo, solo que el de Summer fue con Roger Taylor y el de Danna con Lucas Zumman, que si lo conociera me hubiera dejado hace mucho tiempo
—Finn, Danna te va a dejar pero aquí, ya se subió al auto— señale del otro lado de la calle donde Danna estaba apuntó de irse
—¿Vienes o no?— pregunto Danna algo enojada
—Ya voy, jefa— Finn corrió al otro lado de la calle— nos vemos en la salida— se despidió poniendo dos dedos en su frente
—Vamos a casa, Roger ya debió despertar— me acerque a Jaeden y le di un beso
—Esta bien— me dijo mientras me tomaba de la mano y dábamos la vuelta a la calle
(...)
Por las doce del día ya habíamos tenido que ir por Queenie a la salida de la escuela, solo que esta vez si veníamos con Roger, en su carriola
Los niños venían corriendo hacia la salida y como me lo temía, Queen venía tomada de la mano junto con Gilbert
—¡Vivan los novios!— grito Finn cuando vio a nuestros hijos tomados de las manos
—Voy a...— por la cara de Jaeden ya estaba enojado pero lo abracé por detrás mientras ponía mi cabeza en su cuello
—Tranquilo, Queenie jamás va a crecer— dije aunque más para tranquilizarlo
—Esta bien— me dijo mientras me sobaba las manos
—¿Te dije o no?— Finn sonrió con victoria mientras cargaba a su hijo
—Aún no lo golpea con un columpio así que estoy tranquilo— Jaeden hizo una sonrisa forzada y cargo a Queen
—Adiós, futuro consuegro— se volvió a burlar Finn
Cada quien tomó por su lado, mientras que yo jalaba la carriola donde venía Rog, Jaeden cargaba a Queenie
—No pasa nada, aún es pequeña— dije mientras pasaba mi mano detrás de su espalda y lo abrazaba
—Esta bien— Jaeden suspiro
—Mami, ¿tu donde conociste a mi papi?— pregunto Queenie
—En el kinder— sonreí con nostalgia
—¿Entonces yo también voy a conocer a mi novio en el kinder?— mi hija abrió los ojos
—¡No!— Jaeden la alzó llevándola encima de sus hombros— tú no vas a conocer a nadie en el kinder— Jaeden rió con nerviosismo
—¿Y ustedes? ¿Se prestaron su rompecabezas?— volvió a preguntar Queen
—No— respondimos ambos mientras reíamos
—Tu mamá me pegó con un columpio— respondió Jaeden riendo— pero valió la pena— me miró sonriendo y yo lo imite
Queenie empezó a saltar de un lado a otro casi ignorando nuestra existencia
—Gracias por darme esta familia— me dijo Jaeden en mi oído
—Gracias por perdonarme por golpearte con el columpio— dije sonriendo, ambos reímos
Me tomo de las mejillas y juntamos nuestros labios en un beso muy lindo hasta que nos quedamos sin aire, cuando nos separamos juntamos nuestras frentes
—Te amo Summie...
—Te amo Jae Jae...
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Ay bb's estoy llorando, y escuchar Somebody To Love no ayuda a mis lágrimas
Bueno, este es el final de esta cochinada sin impacto, que espero que les haya gustado como a mi me gustó escribirla
pdt: Gal Gadot como Summer adulta programadora:
—Ellis
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