Tipo de narrador: Tercera persona 

Los dos adolescentes llevaban casi una hora encerrados en el closet, afuera se oía el escandalo de la fiesta, los gritos, la música y todo tipo de bullicio que se estaban perdiendo, la fiesta parecía haberse vuelto mas interesante después de que a ellos los encerraron en el closet 

Al principio fue un poco sofocante estar ahí junto a los abrigos, pero con los minutos fue mas fácil, sobre todo por las pequeñas rendijas que estaban en la pared a causa del aire acondicionado 

 Jaeden intento sacarle platica a Summer, pero la castaña le dio una mirada asesina por intentar coquetearle, intercambiaron un par de palabras cuando le pregunto sobre su examen. Luego el resto de los minutos se resumió a ella sacando el celular para jugar Minecraft 

El castaño la miraba sentada en el suelo sin despegar la vista de su celular mientras construía en su mundo de Minecraft, incluso le dio un pequeño toque de melancolía al darse cuenta que estaba en el mundo de Minecraft que tenían juntos, incluido su casa, sus mascotas y skins  

—¡Jodéte Finn!— grito Summer hacia la puerta aunque sabía que nadie la oiría.

—¿Qué te hizo?— preguntó Jaeden recargado con los abrigos al ver a la castaña aun sentada en el suelo 

—Me quito mis espadas de Minecraft y mi armadura de cristal— contestó enojada.

El ojíverde rio al ver como apretaba el celular enojada y con las cejas fruncidas como si le hubieran dado el peor de los insultos, aunque eso no hizo que dejara de jugar, después de maldecir a Finn, claro esta

—Me arrepiento de haberte enseñado a jugar Minecraft— Jaeden la observó con un pequeño toque de melancolía 

—Pues te jodes, tú creaste un monstruo— Summer rio y volvió su vista al celular.

No dejo de mirarla, la sentía tan lejana, antes solo bastaba con que se miraran o menos para entender lo que pensaban el uno del otro, un par de veces llegaron a bromear que se comunicaban telepáticamente, compartían las mismas muecas y al mismo tiempo, a veces sin siquiera mirarse 

—¿Qué nos pasó?— preguntó Jaeden sin dejar de ver a su castaña, ella dejo un momento el celular para mirarlo.— Summer, siento que te estoy perdiendo lentamente

—Creo que nunca debimos haber aceptado intentarlo— habló Summer y al fin dejó el celular.

—Te conozco demasiado bien para saber que estas a la defensiva y que por eso mientes— Jaeden le señaló las manos ya que jugaba con ellas y se pellizcaba alrededor de las uñas en señal de que estaba nerviosa

—Jae Jae...— Summer se levantó del suelo para mirarlo de cerca, pese a la oscuridad del closet

—Sé que me estas mintiendo— él alzo su mano empezando a tocarle el rostro, ella cerró los ojos por su cercanía— y odio tanto haberme dejado llevar por lo que te hice, estábamos bien antes de eso

—Tal vez lo de Maddie fue una señal— más sonó un convencimiento para ella que para él— que tarde o temprano íbamos a alejarnos, que era mejor terminar con ese fiasco antes de que nos odiáramos

—Summer, yo puedo odiar a todo el mundo, menos a ti— Jaeden le empezó a acariciar la mandíbula con los dedos— dime en este momento que todas las veces que me decías que me amabas era mentira, dime que nunca sentiste mas que amistad por mí... y te juró que no te vuelvo a molestar

—No te voy a mentir— le respondió Summer con seguridad mientras le pasaba las manos por detrás del cuello— pero esos sentimientos hicieron que arruináramos lo que teníamos

—No lo arruinaron— le respondió poniendo sus manos sobre las suyas— solo logró que te amará de una manera en que nunca creí que era posible 

—Nunca debimos arriesgar nuestra amistad— Summer apartó sus manos y todo contacto físico que tenían, dio dos pasos detrás

—Entonces hubiera seguido buscando a otra chica que se pareciera a ti— le confesó tirando los brazos a sus costados

—¿Qué?

—No sé si lo notaste pero todas las chicas que alguna vez me gustaron se parecían a ti, no físicamente pero si en la forma de ser

—¿Por qué?—preguntó incrédula— eso da miedo.

—Inconscientemente empece a buscarte a ti en otras personas, pero nadie es como tú— Summer se levantó del suelo y se puso a la altura de Jaeden.

—Osea que Becca, Daisy y Vero, ¿se parecían a mi?— enumeró a cada una de las chicas que alguna ves fueron de interés para el castaño, asintió con vergüenza— guau, me das miedo.

—Summer, ¿Qué quieres de mi?

—Jaeden...

—¿De rodillas? Esta bien— Summer soltó un jadeo de sorpresa cuando Jaeden se inclinó de rodillas frente a ella 

—Párate de ahí, anda— tiró de su brazo para levantarlo del suelo

—Entonces dime que no te he perdido— murmuró mientras le acariciaba la mejilla— dime que aun me amas, que aun no ha muerto lo que hemos formado desde el kínder

Summer soltó una pequeña risilla de sarcasmo que era mas tristeza y melancolía que otra cosa

—Esto es muy difícil para mí.

—¿Por qué?

—Porque te amo...— ambos se fueron acercando con la intención de besarse pero la castaña se arrepintió y movió la cara.

Pero al oírla decir que aun lo amaba, era todo lo que necesitaba para no darse por vencido

—También te amo y me arrepiento haberte hecho daño cuando te prometí que nunca te haría llorar— Jaeden la volvió a tomar de las mejillas.— porque tú eres lo mejor que me ha pasado, porque nunca me sentí tan amado por nadie hasta que llegaste tú, porque sé que nunca nadie me podrá hacer sentir como lo haces tú y porque nunca podre amar a nadie como te amo a ti.

—Tengo miedo, tengo miedo de que esto no funcione, por eso te ofrecí mi amistad

—Pero yo no quiero tu amistad, yo quiero a ti— Jaeden se acercó a Summer pero esta se recargo junto a los abrigos para que no la tocará

—Te dije que más adelante podíamos volver a ser mejores amigos— ambos suspiraron.

—No te quiero como mejor amiga— Jaeden le tomó el rostro a las malas queriéndola besar, aunque se detuvo porque notaba como fruncía los músculos y que seguía la defensiva— quiero todo, quiero ser el primero que escucha todas tus canciones en piano, quiero que tú seas la primera que lee mis guiones, quiero que nos quedemos hasta las 3 de la mañana jugando Minecraft, quiero despertar a tu lado, no solo cuando viajamos, siempre. Algún día quiero darte un anillo costoso y una boda al estilo Friends, como la de Mónica y Chandler, o una en las Vegas completamente borrachos como Rachel y Ross, lo que tú quieras— ambos rieron levemente— te amo, Summer.

—¿Y si no soy suficientemente buena para ti?— le dijo lo que ella había estado pensando en las ultimas dos semanas— ¿y si yo no soy lo que tu quieres? Tal vez aun no conoces a esa chica que es la ideal para ti

—Pero ninguna es como.—Jaeden abrazo a Summer y le dio un beso en beso en la frente — Ninguna tan especial como tú— cada vez sus labios estaban más cerca— ninguna chica es tan dulce como tú, nadie me despierta lo que tú me despiertas...

Esas palabras bastaron para que Summer dejara caer sus brazos en los hombros de Jaeden y juntaran sus frentes, él bajo un poco de altura para alcanzar la boca de ella y así ambos se fundieron en un beso que hacía mucho tiempo que necesitaban.

—Lo siento— le dijo Jaeden con todo el arrepentimiento que se podía reflejar en sus ojos.

—Te amo y te necesito más que un boleto para un concierto de Queen— ambos sonrieron como hacia tiempo no lo hacían— ¿Quieres volver a ser mi novio?

—Si, soy tuyo, para siempre.— ambos se volvieron a besar, nadie en ese momento existía para ellos, solo eran ellos en ese closet

 El beso empezó lento, sin embargo ambos se tomaban de la espalda tratando de acortar el espacio entre ellos aunque ya no hubiera nada. Sus bocas se movían agresivamente y se tocaban el rostro con las manos convenciéndose que todo era real y no solo un sueño.

O al menos hasta que recordaron que estaban encerrados en un closet, besándose, y ambos les empezó a dar calor, empezaron a quitarse sus respectivas chaquetas y a acariciarse con las manos en aquellos lugares donde no se atrevían a hacerlo a la luz del día, pequeños jadeos salían de sus bocas cuando se separaban para tomar aire antes de volver a juntar sus bocas con desesperación queriendo sentirse más cerca del otro

Pero todo lo bueno termina, y en su caso, la burbuja de felicidad se rompió cuando alguien abrió la puerta del closet y ambos cayeron al suelo de espaldas. Summer estaba con la espalda pegada a la alfombra del suelo, Jaeden encima de ella apoyando los codos en el suelo para no lastimarla por completo.

—¿Que iban a hacer ahí?— enfrente de ellos estaba Wyatt con los brazos cruzados.

—Estábamos en medio de un ajuste de tuercas— le dijo Jaeden por lo que se ganó un ligero golpe de Summer.

—¿Ya puedo decir que no soy hijo del divorcio?— preguntó Wyatt 

—Si— respondieron al unísono pero sin levantarse por completo de la alfombra

—Y tal vez si no fueras un hambriento de chisme, te enterabas cuando nos sacarás del closet— le gruñó la castaña malhumorada

—Fue una buena causa, soy responsable a diferencia de ustedes

—¿Cual?

—Por qué si algo más pasaba, me iba a sentir culpable— Summer y Jaeden lo miraron con cara de en serio— Digan lo que quieran, pero tenía que asegurarme que el Jaemmer feto no entrará al chat— el último comentario hizo reír a la joven pareja.

—No va a haber Jaemmer feto por ahora— dijo Summer entre risas pero ya estaba roja que parecía un tómate.

—Bueno, como ya se arreglaron ¿vienen a la fiesta?— preguntó el de rizos 

—Si, cuando ya va a terminar— ambos se levantaron del suelo empezando a caminar a la puerta

—Exacto, necesito que me ayuden a limpiar el desastre— ambos soltaron un suspiro de cansancio— hasta hacen las mismas muecas y refunfuños, ustedes son almas gemelas

Ambos rieron mientras se pasaban los brazos por los hombros para abrazarse con fuerza 

Cuando bajaron las escaleras, la fiesta ya había bajado, sin embargó aun quedaban algunas personas, sobretodos amigos, que se burlaron en vez de alegrarse de verlos ya reconciliados  

—Mi amor, ¿Dónde andaban escondidos, en el closet otra vez?— Steel se dirigió a Summer riendo levemente

—¿Le robaste la frase a mi hermana?— Summer chasqueo la lengua mirando a su mejor amiga

—Le hable para preguntarle si tenías claustrofobia, y me dijo que te dijera eso cuando salieras del closet— murmuró Steel mientras alzaba su teléfono 

La fiesta siguió su ritmo normal, algunos cantaban en el karaoke, otros jugaban en la PlayStation, y otros más tomaban una que otra botella de alcohol que había colado en la fiesta 

Pero Jaeden estuvo más al pendiente de Summer ya que un chico desconocido le había servido su vaso a su chica, y se alarmó al ver como ella le pedía tequila, y no quería averiguar qué tanta resistencia al alcohol tenía Summer

Le quitó el vaso, mientras que tomaba su mano y la llevaba al patio trasero para poder hablar mejor a causa de la música alta

—Oye, me iba a tomar eso— murmuró ofendida cuando le quito el vaso y al ver como la arrastraba de la muñeca

—¿Coca cola con tequila?— agitó el vaso en su mano, Summer abrió la boca ofendida— a veces ni soportas la coca sola 

—Yo no tomo alcohol— le aseguró— una vez no me va a matar 

—Eso no es importante— pero para ella si lo fue cuando tiró su vaso, pero terminó por rodar los ojos— quiero decirte algo, algo nuevo 

—Jae Jae...

—El closet no me parece lo apropiado para decir palabras— soltaron una pequeña carcajada

—Tienes razón 

—Summer, he estado enamorado de ti desde que soy un niño— ambos sonrieron— y quiero que eso continúe, quiero tenerte en mi vida siempre, porque tu eres mi mejor mitad, tú me haces mejor persona, nunca he sabido lo que es vivir sin ti, y lo conocí hace apenas unas semanas... y no me gustó. Eres el amor de mi vida y no me importa irme contra quien intente apartarme de ti, porque te amo y quiero seguir repitiéndote eso los próximos 70 años

—70 años es mucho— Summer río— pero también te amo, y quiero que estemos juntos siempre, quiero todo lo que Queen describe en sus canciones y eso lo quiero contigo 

Acortaron el poco espacio que quedaba entre ellos cuando se volvieron a besar, solo que mas lento, sus labios se rozaban lentamente, se separaron a los segundos y recargaron sus frentes sin dejar de sonreírse 

—Te amo.

—Te amo.

Al fin habían encontrado a Alguien para amar...

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—Ellis