Capítulo XXXVIII: This is what you want?
Summer Johnsson
No me volvía a pelear
Los morados en mis brazos me dolían, llevaban menos de un día pero se veían muy feos, igual que los rasguños que empezaban a tomar un color rojo oscuro y que también me dolían
Solté un pequeño bufido mientras tomaba un suéter color mostaza para cubrir mis brazos, sería fácil ya que el frio del invierno se hizo presente
Ya se me había hecho tarde, con la excusa de ir a buscar las medicinas que le recetaron a Issie para el dolor, iba a ir al centro comercial para reunirme con Jaeden, aunque la verdad esperaba más encontrar las drogas de mi hermana, no había podido dormir porque el resto de la madrugada la oí quejarse del yeso que tenía en el tobillo
Eso contando que también me había quitado mi cama, la cama de arriba era de mi hermana, pero por su fractura era obvio que no podía subir la escalera de la litera, así que le tuve que dar mi cama
—No me gusta el brócoli, lo sabes— hice una mueca al ver a mi hermana devolverle el plato de sopa a mi mamá
Se supone que yo soy la pequeña, se supone que la malcriada y consentida por sus padres debía ser yo, pero no, Isabella era mas melindrosa y caprichosa que yo, no solo era su tobillo roto, tenía 22 años y aun se quejaba si mamá le ponía algo que no le gustaba a la comida
—No me importa, sino quieres tragar, pues no tragues— y mamá, por supuesto, no estaba de humor para los caprichos de su hija mayor, ya lo consideraba demasiado que se le haya hecho el desayuno
—Mamá— solté una carcajada al oír la rabieta de Issie
—Tranquila cariño— papá se acerco quitándole el plato de sopa a Issie— yo le quito el brócoli a tu sopa
—Gracias, papi— miré negando a mi hermana mayor
—Dios mío, también tengo que romperme el tobillo...— murmuré mientras terminaba mi cereal
—No lo digas ni de broma— papá se acercó dejándole el plato de sopa sin brócoli a Issie
—¿Vas a ir por mis pastillas? No aguanto el dolor— mi hermana me hizo ojos de perrito
—Pues te aguantas— le respondí— iré cuando termine de desayunar
—Claro, a ti te gusta hacerme sufrir— no me aguante, y le di una patada en la pierna sana— ¡au!
—Niñas, dejen de pelear— murmuro mamá mientras pasaba de un lado a otro guardando papeles y ajustándose el saco— voy al juzgado, vuelvo en unas horas
—Ve con cuidado, cariño— mis padres se despidieron de beso, lo que me hizo rodar los ojos mientras que me llevaba una cucharada de cereal a la boca
Simplemente por estos días me asqueaba el afecto de pareja
Termine mi cereal en una lentitud que hasta me sorprendió, luego tome mi bolsa, el dinero para las medicinas de mi hermana y salí con destino al centro comercial
Jugaba con los dedos que tenia dentro de los bolsillos de mis vaqueros, tenía miedo de lo que sea que saldría de lo que iba a platicar con Jaeden. Él me pregunto donde estaba por mensaje, después de decirle que estaba en la fuente, a los minutos llegó, llevaba una sudadera azul, sus vaqueros, tenis, y el gorrito negro, ese gorrito siempre le decía que era de duelo, ya que cuando estaba triste se lo ponía
—Hola
—Hola
Nuestro saludo fue algo seco, se sentó a mi lado en la fuente también cruzando las piernas e imitando mi gesto, no sabía que decir o como iniciar, el silencio duró segundos pero parecía horas
—Summie...— lo interrumpí
—Lo estuve pensando mucho— ahora yo también estaba nerviosa— No hay resentimiento por lo que paso, te perdono— sonreí ligeramente.
Vi como su expresión cambiaba y se relajaba, me sonrió levemente y yo le respondí de la misma manera, aunque aun seguía pellizcando la piel alrededor de las uñas por los nervios
—¿Qué te hizo cambiar de opinión?
—Maddie me dio a entender que todo fue planeado— le respondí
—Es que es cierto— no brinque ni me intente apartar cuando su mano tomo la mía— ese día, te estaba esperando, quería que saliéramos juntos, ella me dijo que estabas en el salón, cuando estuvimos solos se me fue encima, mi error fue seguirle el beso, pero fue instinto, ella me beso a la fuerza
Suspiré pesadamente antes de girarme a verlo por completo:— Te creo.
—Summer, yo soy un idiota, pero trato de no serlo contigo— eso me hizo sonreír levemente— y nunca fue mi intención hacerte sentir tan mal, porque tu eres la persona mas maravillosa que he conocido, eres quien siempre me alegra, eres como mi mejor mitad, nunca he sabido que es vivir sin ti, y eso me asusta, siento que antes de ti no hay nada y después de ti, tampoco. Odio ser quien te hizo llorar y sentirte de una manera que tu no te mereces
—Me sentí tan poca cosa— confesé— me repetía que era de esperarse, que yo nunca podía competir con alguien como ella
—No digas eso nunca— me tomó del mentón obligándome a mirarlo— si te comparo con Maddie o con cualquiera, perderían ante ti en todos los sentidos— yo...
—¡Au...!— me separé por inercia ya que había puesto su mano sobre donde estaba uno de mis golpes de los brazos
—¿Que?— me miró confundido ante mi gesto, me encogí de hombros sin decir nada— quítate el suéter.
—Jae...
—Quítatelo.
—No tengo nada abajo— me excuse a la defensiva
—Es suéter viejo, sino te pones algo abajo, pica— carajo, ¿acaso se sabia todo?
Me relamí los labios con vergüenza, no tenía caso ocultarlo, tomé el borde del suéter alzándolo por la cabeza dejando ver la camiseta de tirantes blanca que llevaba y también los moretones y rasguños de mis brazos y cuello
—¿Quién te hizo esto?— me escaneo todos los golpes que me habían dado ayer
—Me pelee con Maddie— confesé abriendo los ojos fingiendo sorpresa
—¿Que?— eso lo confundió mas
—No por ti, si te refieres a eso— aclaré— ella dijo que mi papá era un delincuente, me aguante que me dijera de todo, pero eso no, me le fui encima sin pensarlo
—Y mira como te dejo— miró mis moretones con una mueca
—A ella le fue peor— dije con una pequeña pizca de orgullo, me miró con las cejas fruncidas— le arranque las extensiones
Se llevó la mano a la frente ante mi confesión, me encogí de hombros pensando que me diría que yo no era así, porque sin contar la manera en que nos conocimos, yo nunca me había peleado con alguien, o por lo menos llegando a los golpes
Pero quede mas confundida cuando noté que se cubría los ojos para ocultar que se estaba riendo, su risa me contagió y cuando menos me di cuenta, ambos ya andábamos riéndonos a carcajadas que incluso la gente a nuestro alrededor nos miro raro
—Summer, te quiero— sus manos tomaron mi rostro, aguante la respiración cuando me acaricio las mejillas con los pulgares— podemos empezar de cero, ¿quieres?
—Jae Jae— quite sus manos de mi cara— creo que deberíamos pensarlo mejor
—¿A que te refieres?
—Qué creo que lo mejor es que volvamos a ser amigos— sonreí algo forzado.
—¿Los mismos amigos que éramos antes de que me golpearas con ese columpio cuando teníamos tres?— me tuve que tapar la cara al recordar lo del columpio, era muy gracioso— ¿Y encima te ríes?— preguntó indignado.
—¿Tienes una idea como te quedó la cara después de que te golpeé con ese columpio?— pregunté mientras seguía riendo, el columpio era algo que nunca iba a olvidar.
—No, pero recuerdo que esa vez me preguntaste si quería ser tu amigo cuando tenia el frente morada— dejó la cara de enojado para reír un poco.
—Lo dije para que dejarás de llorar— dije y me encogí de hombros
—Y ahora no imagino mi vida sin ti— me volvió a tomar de la mano— no me dejes, porque yo te amo
—Es que han pasado muchas cosas que...— me callé
—¿Tienes que ver con Lilia?— asentí con pena— ¿es cierto que la besaste?
—En ese momento, tú y yo ya no estábamos juntos, no me puedes reclamar
—Lo sé— me miró en silencio por unos segundos— ¿te gustan las chicas?
En este momento de mi vida ya no sabía como responder eso... y tampoco creo estar lista para responderlo en un buen tiempo
—No sé— me encogí de hombros
—¿Te gusta Lilia?
—No sé— contesté por segunda vez
—¿De verdad ya no sientes nada por mí?— pude notar que sus ojos empezaron a ponerse rojos.
—No dije eso— aclaré— por eso creo que lo mejor es que nos demos un tiempo
—Entiendo....
—Jaeden, no estuvimos juntos tres meses— tomé su mano, no podía no sentir como le estaba rompiendo el corazón, por mas de los malos entendidos, yo lo quería, una parte muy grande de mi siempre sentiría eso— llevamos juntos once años, eso es mas fuerte que cualquier cosa, más que un noviazgo fugaz, creemos y confiamos uno en el otro y eso lo es todo.
—¿Esto es lo que quieres?— su mirada se poso en el suelo ante mis anteriores palabras, pero me miró seriamente, sus ojos verdes me cohibieron un poco— ¿separarnos?
—Si— conteste aun no del todo convencida
Lo único que se oía entre nosotros era el ruido de la fuente tras nosotros, empuñe las manos en mi regazo por varios segundos¡
—Te amo...
—Lo sé
No sabía si estaba haciendo bien, pero tomé su rostro entre mis manos por varios segundos antes de acercarme por completo y dejarle un beso en la mejilla
—Tengo que ir a comprar unos medicamentos que le recetaron a mi hermana, me tengo que ir— me levante de la fuente del centro comercial
—Te acompaño— imitó mi gesto levantándose de la fuente
—Esta bien— caminamos rumbo a la farmacia
(...)
Jaeden no solo me acompaño a la farmacia, también me llevo hasta mi casa, pero el camino fue silencioso, ninguno decía nada...
Talvez había sido algo dura pero no me sentía lista para volver con él, además que prefería tener tiempo para mí.
Cuando llegue a mi casa, lo primero que vi fue a mi hermana en el sillón con un bol de palomitas en su regazo y su mantita de hello kitty, ladee la cabeza ya que andaba viendo Game of trones y andaba pasando una escena de desnudo
—Hola— me saludo mi hermana con las mejillas rojas
—Yo también veo Got, no te pongas así— le recordé, por lo que alzó la mano restándole importancia— ¿Dónde están papa y mamá?
—Fueron a comprar la cena, les pedí pollo frito— contestó mientras volvía a su bol de palomitas
—Claro, el tobillo roto es excusa para ser la consentida— ironicé— aquí están tus drogas— le entregue la bolsa con los medicamentos
—Gracias— saco una pastilla de uno de los frascos poniéndosela debajo de la lengua antes de pasarla con agua— ahora, ¿me vas a explicar que pasó con Jaeden?
—Nada
—Oye— Issie le puso pausa a Game of trones— tendré cara pero pendeja no soy— ambas reímos— ¿Qué paso entre tú y tu langosta?
—Pues me engaño— dije fingiendo la sonrisa
—¡¿QUÉ?!
—Si, pero ya lo perdoné...— no termine cuando me dio un zape en la cabeza— ¡Auch!— dije y me toque la cabeza
—¿Sabes cuantas veces volví con mi ex que estuvo antes que Nick?— preguntó
—No
—17 veces— dijo y choque mi mano contra mi cara.
—Es que tu también te pasas de pendeja— abrí los ojos fingiendo sorpresa— de cualquier modo, decidimos darnos un tiempo
—Que dramático para dos mocosos de diecisiete— Issie puso ambas manos en su barbilla— en fin, donde me enteré que andas siendo la pendeja de algún cabron, te voy a fracturar la cara a cachetadas
Cuando dije eso le di un ligero golpe en el yeso con mi pie.
—¡Perra!— grito y se tallo donde estaba el yeso
—¿Una fractura como esa?— le pregunté con tono sarcástico
—¡Hija de puta!— grito sacándome el dedo corazón.
—Ey, a mi no me metan— una voz provino de la puerta y era mamá que venía junto a papá
—Está estúpida me pateó— me señaló mientras yo reía.
—Se calman o las cacheteo a las dos— nos dijo mamá y ambas nos sentamos en la posición normal.
(...)
—Dime más— rodé los ojos al oír la voz de Issie desde abajo de la litera
—No hay nada mas— le di el avionazo
—Oye, ese chico ha estado enamorado de ti desde niños y tu también— me levante de mi cama y asome la cabeza a la parte de abajo de la litera— aunque digas que no, tú lo sigues queriendo como el primer día, cuando le pegaste en la frente con ese columpio— no termine de responder porque apagó la lámpara de la habitación
—Talvez tengas razón— por la oscuridad, me recosté mirando el techo
—Siempre tengo razón, querida— ambas reímos ante el acento fingido que sacó
Si, sigo enamorada de él, y lo quiero recuperar
Pero no quiero un novio, quiero a mi mejor amigo
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-Ellis
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