Capítulo XXXIX: In the closet

Summer Johnsson 

Dicen que cuando una persona esta pasando por mucho estrés tienes maneras extrañas de desahogarte 

Bueno... yo me había ido a hacer ejercicio 

Regrese a mi casa luego de haberme levantado a las 8 de la mañana para irme a correr, regrese una hora después completamente exhausta, con la cara roja, las piernas de gelatina y apestando a sudor 

Tome un vaso de agua de la cocina bebiéndomelo en una velocidad que me sorprendió mientras tomaba mi pecho, mamá y papá estaban ahí y me miraban con una mueca 

—¿Que?— pregunte ante sus ojos saltones 

—¿Tú? ¿Corriendo?— mamá se quitó levemente los lentes para leer con los que estaba trabajando en su computadora— creo que la coneja corre mas que tú 

—Con mi hija no te metas— defendí a Rogerina— y solo amanecí con ganas de ir a correr 

—¿Hija, segura que estas bien?— papá se me acercó poniendo su mano sobre mi hombro 

—Que si— repetí como por cuarta vez— iré a darme un baño 

—Cuando termines, bajas, les hice el desayuno a ti y a tu hermana— papá me dio una mirada dudosa mientras que yo rodaba los ojos y me iba a las escaleras 

Me metí a mi baño para darme una ducha de varios minutos, y cuando salí, vi a Issie aun dormida en mi cama, la cara la tenía enterrada en la almohada y tenia abrazando su peluche de unicornio con el que dormía desde que éramos niñas

Me cambie rápidamente ya que hacía frio, y mientras desenredaba mi cabello con las piernas cruzadas sobre la cama de mi hermana, vi como mi pantalla se iluminaba con el nombre de Wyatt 

—Hola, desconocido— conteste poniendo el teléfono entre mi oreja y mi hombro

—Hola, veranito— me saludo del otro lado de la línea

—¿Cómo estás?— pregunte mientras que pasaba el cepillo por mi cabello mojado 

—Un poco perdida— repetí lo mismo que he respondido en las últimas dos semanas 

—Bueno, pues es hora de que te encuentres— su tono me hizo reír— en fin, te llamo para invitarte a mi fiesta de navidad, esta noche

—No sé si sea apropiado ir— torcí levemente la boca 

—¿Por que?

—Dime que Jaeden no estará ahí— hice un mohín 

—Bueno...— no necesite verlo para saber la mueca que estaba haciendo Wyatt— ay, por amor a goku, se supone que se separaron en los mejores términos, sean maduros, pueden estar en la misma fiesta sin ningún problema 

—Si, la misma madurez que tus amigos que se pusieron a cantar dorime antes del examen— le recordé lo que hicieron Finn y Jack 

—Eso— Wyatt soltó una risita— en fin, también es para darte la noticia que me cambie de insti e iré a estudiar al tuyo

—¿En serio?— eso si era interesante— me alegra, te enseñare todo el nuevo semestre 

—Pues una razón mas para que vengas a mi fiesta— bueno, de verdad me estaba convenciendo

—Lo pensaré— era verdad, aunque no creía cambiar de opinión 

—Bueno, si te decides, habrá karaoke y te dejaré cantar algo de Queen— era un punto, pero aun no me decidía por completo

—Te prometo que lo considerare

—Bueno, espero que digas que si 

—Adiós maruchan

—Adiós, veranito

Colgué la llamada mientras que me dejaba caer de espaldas a la cama 

—¡Mentirosa!— salté en mi sitio ante el grito 

—¡Dios mío, Isabella!— me queje mientras asomaba la cabeza a ver a mi hermana 

—Así traerás la conciencia, gusani— me dijo aun riendo 

—Jodéte— le saque el dedo de en medio 

—Ahora lo importante es pensar en el outfit para la fiesta— Issie dio un ligero aplauso orgullosa 

—No quiero ir— me regresé a la cama y tome mi celular empezando a revisar mis redes sociales

—Yo no puedo ir, tienes que ir tu en nombre de las Johnson

—Ahí va a estar Jaeden, no creo que sea tiempo de vernos

—Dijiste que lo perdonabas— me dijo con una voz sorprendida.

—Si, pero la manera en que me miró cuando le dije que nos diéramos un tiempo— mordí mi labio de solo recordar su mirada— necesitamos tiempo

—Tu aún lo amas, no te hagas pendeja, ayer estuviste diciendo su nombre mientras dormías— dijo y yo abrí los ojos.

—Eres una chismosa— le lance el cojín— si tanto quieres fiesta, ve tú 

—Mira estúpida— mi hermana se levantó de la cama— Si no tuviera este maldito yeso desde hace dos horas estaría en esa fiesta— dijo haciendo una voz exagerada— Además no todos tienen la suerte de ir a una fiesta donde va a estar el cast de IT y Stranger Things

—Pero...

—Cállate— alzó su índice— yo elegiré tu outfit, vas a ir a esa fiesta y demostraras que una ruptura no será razón para dejarte de ver como una limosnera— tomó sus muletas y camino hacia el closet

Vi como mi hermana abría el closet como si nada y empezaba a escanear ropa, pero ni siquiera se podía sostener por las muletas, debía admitir que si me dio un  poco de miedo el pensar de que volvería a terminar en el suelo, pero eso se esfumó a los segundos y en su lugar abrí mi laptop poniéndola en mi regazo

—Listo— Issie me mostró un vestido entallado color rojo que resaltaba todo lo que no me gustaba de mi cuerpo 

—Estas loca— volví mi vista a la serie que estaba viendo en Netflix

—Summer— Issie empezó a hacer una rabieta— por favor, quiero te veas linda hoy, gusana

—Tengo mejores cosas que hacer los sábados— me defendí

—¿Cómo ver otra vez Betty la fea?— preguntó con tono de sarcasmo.

—Bruja— dije entrecerrando los ojos, cerré la computadora para que no notara que de verdad estaba viendo la novela que me recomendó Steel por ser de su país natal

—¿Si estabas viendo Betty la fea?— pregunto algo sorprendida, asentí.

No me esperé que Issie se acercará al borde de mi cama jalando mi laptop para quitármela, pero le di batalla sin soltar mi laptop cerrada... o al menos hasta que solté mi laptop y mi hermana termino cayendo de espaldas 

—¡Issie!— me baje de un brinco de la litera para ver a mi hermana tirada en el suelo— ¡perdón, perdón, por favor no te mueras! 

La ayude a levantarse con cuidado de su yeso, ella se quejo mientras la obligaba a sentarse en la silla de mi escritorio, verifique que estaba bien

Issie y yo la mayoría del tiempo somos como Drake y Josh en sus peleas, pero amaba a mi hermana y obvio que me preocupaba por ella 

—Lo siento— me disculpe de nuevo— ¿hay algo que quieras?

—Si— Issie hizo una mueca de dolor— ponte el vestido que elegí y ve a la fiesta 

La mire con los ojos entrecerrados, mientras que ella hizo un pequeño quejido que me dio risa y pena al mismo tiempo, señalo el vestido en su cama, si, era bonito, pero aun no sabía si era buena idea

—No quiere decir que iré— tomé el vestido antes de irme al baño a cambiarme 

(...)

Perdí 

Doce horas después estaba en casa de Wyatt con el vestido que eligió mi hermana, un saco arriba y un maquillaje que obviamente tampoco hice, todo fue obra de mi hermana 

En la fiesta no había demasiadas personas, pero sí las suficientes para engentarme 

Hui tratando de buscar a alguien conocido

—Veranito— Wyatt fue al primero que encontré, por lo que me saludo con un abrazo— vaya, hoy te ves muy bonita

—Por mi fuera, vendría como vago— le aseguré

—Si, lo sé, te conozco— ambos compartimos una pequeña carcajada 

Finn y Jack estaban en el karaoke, creo que se les hizo costumbre cantar en las fiestas, y claro que Steel y Danna estaban junto a ellos, al menos no se avergüenzan de lo que hacen sus novios.

—¡Mi amor!— abrí los brazos para recibir el abrazo de Sophia, me apretujo contra ella, por lo que le respondí de la misma manera— ven, siéntate conmigo, que me engento 

—¡Yo también me engente!— compartimos una carcajada antes de que me fuera con ella a sentarme al sillón donde andaban jugando cartas 

  Wyatt se unió al poco tiempo, y claro... con él venia Jaeden, trague en seco al verlo frente a frente, llevaba pantalones negros, una camisa azul y una chaqueta que me hizo suspirar embobada por varios segundos

—El hijo prodigó volvió— murmuró Sophia sacándome de mi trance 

—¿Puedo sentarme?—  miré mal a Sophia cuando se movió de mi lado para dejarle su lugar a Jaeden 

—La tarifa de entrada es diez dólares— murmuro Sophia mientras recogía las cartas restantes para volver a repartir 

—A Summer no le cobraste nada— sonreí porque era cierto 

—Porque Summer es mi esposa— tomé la mano de Sophia con una sonrisa 

—Tú y yo forever— le aseguré sosteniendo su mano y compartiendo una risita 

Sobra decir que el ambiente era incomodó, tener a Jaeden tan cerca me ponía nerviosa, a veces nuestras manos se rozaban por accidente, y cuando no, su mano trataba de tocar mi rodilla, y sentía el aroma de su desodorante tan cerca que tenía que cerrar los ojos

Y creo que todos en los sillones notaban la incomodidad, la atención ya no era el juego ni la apuesta de diez dólares, sino en mi y el chico a mi lado que apestábamos a nervios 

—Jae...— me aparté un poco cuando su mano rozaba mi rodilla subiendo un poco por mis piernas

—Perdón— una parte de mi, quería que me siguiera tocando, pero la otra, no— no quiero hacerte sentir incómoda

—Pues la verdad es que...— en ese momento Wyatt se levantó del sillón.

—¡Ya me tienen harto! —nos grito a los dos mientras se jalaba el cabello— Harto es poco, ya me canse de sus indirectas en instagram. Prometí no meterme pero lo siento— dijo y vi que estaba rojo del coraje.

Nos tomó a los dos de las orejas y nos levantó.

—¿Qué te pasa?— me queje mientras trataba de que me soltara la oreja

—Van a arreglar esto, ahora— nos dijo mientras nos seguía jalando

—Wyatt, en serio, me duele— le dijo Jaeden.

Mis quejidos salían en coro, Wyatt no nos soltaba las orejas, me queje tantas veces y trate de golpearlo, pero no funcionó y en su lugar nos jalo hasta una de las habitaciones de arriba, donde abrió la puerta y nos siguió arrastrando hasta el closet 

Hasta que me metió al closet... al closet... ahora no solo era literal

Wyatt cerró la puerta luego de prácticamente lanzarnos contra los abrigos y cerrar la puerta con pestillo, mi cara era un chiste, pensé que solo era una broma, pero a pesar de que le pegue a la puerta, esta no cedía 

—¡Te voy a matar!— le seguí pegando a la puerta esperando que en una de esas, se abriera

—No van a salir de aquí hasta que se estén besando— nos dijo.

—Wyatt...— Jaeden también le empezó a pegar a la puerta, pero él no parecía tener intenciones de abrirnos 

Nuestra cara se volvió un chiste cuando oímos los pasos alejarse, el sonido de la puerta seguido de un;— Feliz luna de miel, mis niños, no me hagan tío aún

Hijo de la gran...

Empecé a patear la puerta, pero entendí que no volvería en un buen rato cuando oí la puerta de nuevo seguido de otro sonido del pestillo, recargue la frente respirando por un poco de paciencia

Y no funcionó en absoluto

—Cuando salgamos de aquí le cortare sus cabellos de maruchan— me cruze de brazos y me deje caer al suelo.

—Su...

—Así no era como pensaba que es estar en el closet.

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Ellis

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