Capítulo XXXIII: You're a traitor

Jaeden Martell 

Summer era la única persona que me podía hacer esperar sin que me quejara 

A pesar de que no tenia clases, fui al instituto, quería darle una sorpresa y robármela el resto de la tarde, y con un poco de suerte, obligarla a estudiar para el examen de Analítica

—Hola Jaeden— Maddie me saludo al verme en una de las mesas de la cafetería con mi teléfono 

—Hola— le di una pequeña sonrisa

—¿Cómo estás?— tomó asiento en el lugar desocupado a mi lado, deje mi celular para no verme mal educado, me dolía dejar mi mundo de Minecraft a la mitad 

—Bien— pase mi celular de una mano a otra, no tenía tema de conversación con ella—  y tu, ¿Cómo has estado?

—Bien— respondió— supongo que estás aquí por Summer 

—Si— sonreí levemente— estoy esperando a que termine su clase

—Si quieres yo te llevo a su salón— me ofreció su mano al levantarse 

—¿En serio?

—Claro, de hecho yo estaba ahí hace un momento porque acompañe a Emily y Lilia, las asesorías son libres, puedes entrar 

Empecé a seguir a Maddie hacía el salón, pero me sorprendió que al abrir la puerta no había nadie, eso me confundió, se supone que mas del 80% del salón había reprobado y tendría que hacer segunda oportunidad, me giré hacia Maddie pensando que nos equivocamos de salón

—Oye aquí no...— me tensé cuando vi como se recargaba con la puerta cerrada, me daba mala espina la manera en que me sonreía— creo... que debería irme 

—Espera— se acercó a mi poniendo sus brazos sobre mis hombros, quise apartarla, pero ella me empujó acorralándome en la pared— no sé cuando pueda tener el valor para esto 

—No, Maddie, por favor, suéltame— era imposible sin tener que empujarla, ya que me tenia acorralado en la pared 

—Jaeden, tú me gustas 

—No... yo tengo novia 

—No tiene porque enterarse— el miedo me invadió cuando sus manos tomaron mi cara— solo un beso... es lo único que quiero...

—No, no...

Maddie no le importo mis palabras, aun así me tomo el rostro uniendo sus labios con los míos, la sensación fue extraña, sobre todo porque ella nunca me había gustado de ninguna manera, nunca había besado a nadie que no le tuviera cariño, considerando que solo había besado a tres chicas Sophia, Lilia y Summer, en su momento las primeras dos fueron muy importantes para mi, pero mi Summer lo sigue siendo, y era extraño besar a alguien que no quería  

Pero mis sentidos me traicionaron, y cuando menos lo espere, ya estaba respondiéndole el beso a Maddie 

(...)

Summer Johnsson

Ya casi podía sentir mi libertad

Quedaba solo un par de días para mis vacaciones, bueno, en realidad debía estar de vacaciones desde hace una semana, pero había reprobado y tendría que hacer segunda oportunidad sino quería pasar nochebuena en el instituto y cortar el pavo con la amargada de la maestra

Hoy era el primer día de asesoría de Analítica, y eso me aburría, pero no podía darme el lujo de faltar, sino estudiaba, terminaría quedándome sin vacaciones, lo único bueno de esto es que la maestra de Analítica no daba las asesorías, así que no le tendría que ver la cara hasta el día del examen

—Dios, odio venir a la escuela en vacaciones— Steel venía a mi lado quejándose de que la haya levantado a las 7 de la madrugada

—Yo también— respondí malhumorada— pero solo son 4 días, luego del examen podremos dormir

—En eso tienes razón— hizo una sonrisa de lado— no que así, duermo preocupada

Ambas reímos mientras caminábamos con los brazos entrelazados hacía un salón diferente que tendríamos asesorías

El aula estaba casi llena, además de que era mucho mas grande que un salón normal, había un par de chicas que reconocí, Lilia y sus amigas, Emily y Emma, me sorprende verlas aquí

—Hola— me senté junto a Lilia saludándola con un beso en la mejilla, lo mismo hice con Emily y Emma, a veces cruzábamos saludos pero me agradaban mucho— no pensé verlas aquí

—Pues también reprobamos— murmuro Lilia riendo levemente

—Todas somos victimas de Medusa— me respondió Emily con un mohín, al menos me reconforta saber que no era la única que reprobó

—Vean el lado bueno— murmuro Steel mientras sacaba su celular, todos la miramos esperando que dijera algo— esa es la cuestión, no hay nada bueno

Reímos ante las ocurrencias de mi amiga, pero nos tuvimos que callar cuando la puerta se azoto, enderezamos la espalda y pusimos la cara seria... pero soltamos un pequeño suspiro al ver al hombre guapo que entro al aula

—Buenos días— nos saludo con una pequeña sonrisa, era de cabello negro, barba, usaba una sudadera normal y el cabello despeinado— Soy el profesor Stenfield... pero ustedes deben haber oído de mi con el apodo de Satanás, yo les daré sus asesorías de Analítica

Bueno... si tenia dudas de tomar programación el próximo año... Satanás me acaba de convencer

(...)

—Y eso sería todo por hoy— el profesor Stenfield empezó a borrar el pizarrón después de la hora de la asesoría 

Debía admitir que era muy bueno enseñando, le entendí mas a él en una hora que lo que le había entendido a Medusa en todo el semestre, y por eso me termine de convencer de tomar su clase el próximo semestre, esperaba que fuera así todo el semestre 

El profe se retiro, mientras que Steel, Lilia, Emily y Emma hacíamos un circulo para chismosear a gusto 

—Dios, que guapo es— las cinco soltamos un suspiro completamente enamoradizo 

—¿Qué clase dijo que da?— pregunto Lilia

—Programación— respondí— tenia dudas de tomar su clase, pero ahora si que lo hare 

—Pues nos veremos allá— murmuro Lilia enroscando su brazo con el mío 

—Solo espero que sea así de bueno en el semestre— murmuro Steel con una mueca— si le dicen Satanás es por algo, será tan guapo como un personaje de anime, pero ese apodo lo debe tener por algo 

—Yo creo que me quedo sin averiguarlo— murmuro Emma con un mohín 

—Yo también— acordó Emily— no quiero que se transforme en el diablo a mitad de semestre y termine en repite 

—Que miedosas— les dijo Lilia

—Suicidas, serán ustedes— nos dijo Emily— en fin, ya nos vamos— tomó de la mano de Emma 

—Con cuidado— nos despedimos con un beso en la mejilla, ellas se fueron mientras que Steel, Lilia y yo nos quedábamos a mitad del pasillo 

—Deje mis cosas en el otro edificio, me acompañan?— nos pregunto Lilia a Steel y a mi 

—Claro  

—¿Cómo dejas tu mochila en un salón vacío?— pregunto Steel 

—No, se la encargue a Maddie, íbamos a ir al cine después de esto— respondió Lilia 

—Oh, Maddie— hice una mueca incomoda, últimamente cada vez que ella me ve me lanza alguna ironía que me hacía sentir incomoda 

—¿Y si vienen al cine con nosotras?— me preguntó la rubia 

—Paso— hice una pequeña mueca, pero me arrepentí a ver la expresión de Lilia— no es por ti, en serio, pero creo que Maddie me odia 

—Bueno, he visto como te ha hablado— Lilia hizo una sonrisa incomoda— y te entiendo, no te preocupes 

—Un día podíamos ir solo tu y yo al cine— propuse, ella me sonrió— menos incomodo, ya sabes 

—Claro, me encantaría

Seguimos el camino hasta el otro edificio, en un segundo me giré a ver a Steel que me miraba picara y alzaba y subía las cejas, le di una mirada ligeramente amenazante con los ojos abiertos, Steel hasta ahora era la única que sabía que mi primer beso fue con Lilia

Aparte los pensamientos negando levemente con mi cabeza 

Seguí el camino hasta el salón donde Lilia y Steel estaban paradas en el marco de la puerta mirando dentro sin decir nada, me acerque con curiosidad 

Y lo que vi se quedo clavado en mi memoria peor que una espina 

Jaeden estaba besado a Maddie...

Me quedé ahí parada en la puerta sin decir nada, empecé a respirar con pesar, los ojos se me llenaron de lagrimas y me dio un fuerte dolor en la boca del estomago mientras que pensaba que mis ojos me estaban jugando una broma cruel 

—Jaeden...— susurre en un hilo de voz 

Jaeden empujó a Maddie separándose por completo de ella, en ese momento no supe que me enfado más, si la mirada de él como si no supiera lo que acababa de hacer o la sonrisa de triunfo de Maddie

—Summie... no es...— no lo deje terminar 

—Vete mucho a la mierda.

Limpie mis lagrimas de un tirón mientras que me daba la vuelta para salir corriendo de ese edificio, lo ultimo que oí fue que Jaeden me llamaba y que Steel soltaba un insulto en español que creo que era para Maddie

Me dolieron las piernas de tanto correr, después de todo no tenía condición física, me recargue en una de las jardineras de la entrada para tratar de tomar aire, no sabia si estaba agitada por correr o por mis lagrimas

Y no me dio tiempo de volver a huir porque Jaeden llegó hasta donde estaba sentada llorando

—¡No, no, no me toques!— lo manotee mientras que me levantaba de esa jardinera— lo hubiera esperado de cualquiera, no de ti 

—No es lo que parece— eso me hizo soltar una carcajada irónica

—Es lo que vi— le remarque— Eres un traidor, ¿sabes las veces que ella me ha hecho sentir la más fea? Y te atreves a engañarme con la chica que es la causante de la mayoría de mis inseguridades 

—Summie...

—No me digas Summie— lo mande a callar alzando mi índice— Summie solo me dicen las personas que quiero, y tu ya perdiste ese derecho

—Yo te amo— lo quise manotear cuando me tomó de las mejillas, pero no pude, me sentía tan débil de que me viera llorar— te amo, no tienes ideas de cuanto te amo, yo no quise besarla, Maddie no me gusta en ningún sentido, tú eres la única que amo, jamás arruinaría lo que tengo contigo, tú eres lo más bonito que me ha pasado

—Y tú me acabas de hacer sentir que valgo menos que una piedra— quite sus manos de mi cara y me levante lo mas rápido posible mientras me iba de ahí sin mirar atrás

Prometió que nunca me lastimaría... 

Prometió que nunca me haría llorar... 

Y lo acaba de hacer... 

Camine hasta la parada del autobús esperando que demorara, quería estar sola, quería llorar sola, y agradecí que Steel me haya llamado, me pregunto si quería compañía y cuando le dije que no, ella lo entendió y me dijo que aun así me iría a visitar mañana junto a Danna 

—Hola— me sobresalte cuando Lilia se sentó a mi lado en la banca de la calle 

—Hola— jugué con los dedos en mi regazo 

—Sé que es estúpido preguntarte como te sientes— me dijo al ver que seguía con la vista perdida al frente— pero no te quedes con lo que tienes dentro, grita si quieres, llora, pero si no lo sacas te vas a enfermar

—Quiero llorar— confesé con los ojos cristalizados 

—Llora— me hizo un ademán de acercarme, lo hice poniendo mi cabeza sobre su hombro mientras que Lilia me pasaba el brazo por los hombros y me acariciaba el cabello— está bien llorar— me repitió sin dejar de tocarme el pelo 

Lilia me acompañó a mi casa, me dejo un beso en la mejilla y me dijo que si necesitaba algo, tenía su número, agradecí que no hubiera nadie en mi casa, y aunque Lilia se ofreció a quedarse, le dije que estaba bien y que quería estar sola, así que subí a mi habitación y después de mirar mi cara decrépita, me fui a mi baño, llene la tina y entre en ella 

Estuve en mi tina quien sabe cuantos minutos, tal vez una hora o hasta mas, mi cabello se pegaba a los lados de mi cara, mi piel estaba arrugada y mi cara seguía roja pero las lágrimas se perdían en el agua caliente, me relajé, pero no me hizo sentir mejor por completo

Aún no podía evitar sentirme como basura... no solo era el engaño, también era que fue con Maddie, una chica que por supuesto era mucho más guapa que yo, y lo peor era pensar que era de esperarse, porque no era tan bonita como ella 

Odiaba sentirme tan poca cosa 

Y odiaba que fuera precisamente él quien me hubiera hecho sentir de esa forma 

Desearía no haber aceptado ser su novia... Desearía no haberlo golpeado con ese columpio cuando estábamos en el kinder...

tipo de narrador: Tercera persona

Una Summer más pequeña con dos coletas al lado de la cabeza y un diente faltante se encontraba jugando en los columpios de su kínder a la hora del receso

A unos pasos de ella se encontraba un Jaeden más pequeño y por ende mas bajito. 

—Tus coletas son tontas— se burló el Jaeden más pequeño. 

Él molestaba a la niña porque le daba risa las caras que hacía cuando se enojaba, pero fue un mal día para molestarla, pues venía enojada de su casa ya que su mamá la obligó a levantarse más temprano para ir a una prueba de sangre donde la picaron. 

La pequeña levantó el columpio que estaba al lado de ella y lo dejó ir hacia el niño algo enojada, ¿la consecuencia? hubo un golpe en la frente, dos madres en la dirección y había nacido una amistad donde nunca se duda del amor...

Mi celular sonó, por lo cual alcé el brazo para buscarlo en la mesita que había al lado de la tina, fruncí las cejas al ver el nombre del contacto

Mi auto ❤️

Le había puesto ese nuevo apodo a Jaeden pero con esto me doy cuenta que no se lo merece. 

Colgué la llamada y lance el teléfono a la mesa, pero en vez de caer en la mesa, reboto y cayo en el suelo, por el ruido tal vez se rompió la pantalla mas de lo que ya estaba. 

—Mierda— murmuré mientras tomaba mi celular del suelo, solté un refunfuño al ver que ya ni siquiera prendía, lo deje ahí algo enojada— carajo

Volví a lanzar el teléfono a la mesita con más fuerza, al menos eso haría que se detuvieran las llamadas

Abrace mis piernas sin salir de la tina, aun tenia ganas de llorar, pero estás se perdían en el agua, debería salir del agua, pero no pude y en su lugar me quede en la tina con la vista pegada al techo sin poder cerrar los ojos, porque cada vez que lo hacía me volvía la imagen de ese maldito salón

Soy tan patética...

Debería estudiar para mi examen, mi examen que es en dos días, el examen más importante del semestre... y en lugar de eso estoy en un baño llorando por un chico...

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-Ellis

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