Capítulo XXXI: I should've known
Summer Johnsson
—Dormiste con él— Danna y Steel me miraron con una mueca
—No dormí con Marko.— les aseguré— no pasó nada.
Danna y Steel me miraban negando mientras estábamos en una de las áreas verdes esperando que empezara la clase, les había contado todo lo que pasó con Lilia, Jaeden y Marko, en ese orden
—¿Tuviste a ese especimen en tus manos y no hiciste nada?— Steel me reclamó, Danna le dio un pequeño golpecito— digo, a mi Marko no me cae exactamente bien, pero hay que admitir que esta muy bueno
—Stella, Jaeden acaba de terminar conmigo— seguia doliendome repetir eso
—Ay, no me digas Stella— Steel hizo una mueca de asco— odio que me digas a así, es nombre de callejera
—Entiendela, Steel— concordó Danna sin dejar de apuntarme— Su está pasando por muchas cosas
—Amiga, en serio te pasaste— Steel pareció tomar una postura más seria, y eso era super extraño en ella— Jaeden se desvivía por ti
—Ya me siento lo suficientemente mal— las lágrimas me quisieron brotar de los ojos
—No es para menos— Danna me miró negando levemente— tú y Lilia tenían historia, varias veces le dijo a los chicos que le daba inseguridad que estuvieras tan cerca de ella
—Somos amigas— aclaré lo que creía hace un par de días— nunca fue mi intención
—Y aquí entre nos— Steel nos hizo un ademán de acercarnos— ¿quien de los tres besa mejor?
<<Marko>>
—Cállate— le di una mirada cansada
—Yo creo que Marko— Steel sin embargo, no se callaba— imagino que también lo hace bien
—¡No me acosté con Marko!— les repetí ya harta
—¿Por qué no?— Danna pregunto— ¿qué fue lo que te hizo detenerte?
—No podía— me pasé las manos por la cara— pensé en Jae... y no pude... no importa quien bese mejor, yo amo a Jaeden
—Su, no solo lo engañaste— Danna me miró con una mueca— también estuviste dispuesta a tener algo con Marko
—Él terminó conmigo— les recordé— lo de Marko no cuenta
—¿Y crees que vas a recuperarlo después de haberte liado con el chico del que estuviste babeando en la secundaria?— me hizo sentir mal el sarcasmo de Danna, tenía toda la razón— te quiero mucho, pero te pasaste
—Gracias por hacerme sentir peor— tomé mis piernas recargando mi cabeza en mis rodillas
—De nada— Steel sonrió ampliamente, la mire mal— oye, no me mires mal, yo no fui la que se agarró con tres personas el mismo día
La volví a matar con la mirada
Me estaban diciendo las verdades a la cara, pero era la verdad, fui una perra, me lo merecía, merecía que él me odiara, pero lo extrañaba tanto que me dolía. Queria que hablaramos, pero sabía que había hecho mal y merecía que me despreciara
—Ya vámonos a clase— desvie el tema porque teníamos clase con la maestra Emmy y no quería llegar tarde
Sabía que no todo volvería a ser igual con mis amigas, sobretodo porque Jack y Finn eran sus novios, y también eran amigos de Jaeden, era obvio que apoyarían primero a su amigo, y por está ocasión, tenía toda la razón
Por eso elegí salir con Marko y Bianca, porque aunque Danna y Steel eran mis amigas, sabían que les iba a ser fácil juzgarme por ser amiga de ambos, y no me quería sentir juzgada por más que me lo mereciera, mientras que Marko y Bianca eran mis amigos, solo míos, y me daban su apoyo por completo, sentía que necesitaba su apoyo y que no me juzgarán en silencio para no sentirme sola
Mientras caminábamos hacia la clase, Steel no dejaba de hablar sobre todo lo que les conté con un volumen más alto de lo que quería, y cuando llegamos al salon, Emmy seguía calificando al equipo cuatro, por lo cual fue luz verde para que mi mejor amiga siguiera chismeando
—Ya dejen de hablar tan alto— las reprendí
—Oye, nosotros no tenemos la culpa de que te hayas follado a Marko— rodé los ojos por el comentario de Steel
—¡¿Que?!— la presión y la sangre en el cerebro se me bajo al escuchar la voz detrás de mí, giré sobre mis talones y cuando vi a Jaeden, me puse colorada pensando que había oído lo peor— ¿te acostaste con Marko?
<<Tranquila, colega, traes tus converse de brillitos, cualquier cosa corres>>
—Oye, no...— quise hablarle, pero me rodeo para levantarse de su asiento caminando a la puerta—¡Jaeden, vamos a hablar!
Salí como rayo del salón pensando en las miles de posibilidades que pudiera estar, pero me paré abruptamente porque a Marko se le ocurrió que era buen momento para aparecer justo en la puerta del salón
—¡Grandisimo cabron!— Jaeden tomó del cuello de la camisa a Marko
Bianca, Steel, Danna, yo y la maestra Emmy estábamos de cerca viendo el desastre, la maestra miró con los ojos bien abiertos como Jaeden estaba a punto de golpear al pelinegro
—¡No, te juro que soy inocente!— Marko lloriqueo— ¡yo no filtré las fotos de la mamá de Bianca con el profe de deportes!
—¡¿Que?!— Bianca abría la boca soltando un grito estupefacta— ¡hijo de puta!
El desastre creció, Jaeden no soltaba a Marko, Marko lloriqueaba, Bianca gritaba que lo soltara para matarlo ella, mientras que el resto del salón veía la pelea por la ventana y la maestra Emmy desde la puerta mientras se comía una manzana
—¡Jaeden, suéltalo!— Danna intervino
—¡¿No sabes lo que hizo?!— Jaeden miró a mi amiga por un segundo antes de volver a mirar a Marko
—Él no hizo nada— jaeden miró a Danna— ese no es Marko, es Oliver
Cuando vimos al azabache con más atención nos dimos cuenta que era verdad, sobretodo porque Oliver tiene un lunar cerca de la boca que es la marca que lo diferencia de su gemelo, por lo cual era cierto, ese no era Marko
—Perdona, viejo— Jaeden soltó a Oliver y le acomodó el cuello de la camisa con una sonrisa
—Descuida, viejo— Oliver sonrió, cuando Jaeden lo soltó por completo, corrió a los brazos de Bianca y se tuvo que inclinar levemente para abrazarla
—Ya, tranquilo— Bianca le sobaba la espalda a Oliver mientras él fingía llorar, o al menos hasta que le dio un puñetazo en la espalda— idiota, como que por tu culpa mis papás se van a divorciar
—Upss...— Oliver se reincorporo con una sonrisa juguetona
Bianca le empezó a preguntar a Oliver como carajos había conseguido fotos de su madre entrando a un hotel con el profesor de deportes, mientras que yo giré concentrandome en el chico que realmente me interesaba
—Jaeden— lo llamé, pero él ya se había ido, y no espere ni un segundo para seguirlo
Jaeden Martell
Mi corazón latía con fuerza mientras que no me controlaba para llorar, me sentía traicionado por segunda vez y de peor manera
Estuve pensándolo mucho, quería escuchar a Summer, quería que me dijera que todo fue un error, que Lilia la beso desprevenida o algo así, necesitaba escucharla, necesitaba creerle, pero en su lugar me encontré que se había enrollado con Marko, él otro idiota que también se la comía con la mirada, lo suponía, pero me tachaba de loco cuando lo pensaba
Debí saberlo...
—Jaeden— estaba en el suelo con las piernas flexionadas, Summer llegó a mi lado sin llegar a inclinarse ya que me detuve
—¿Que? ¿Vienes a restregarme lo bien que la pasaste?— me limpie las lagrimas de un tirón— no llevábamos separados ni un día y ya corriste al lado de ese idiota
—Déjame hablar— me pidió mientras se inclinaba levemente para verme más de cerca, ahí me di cuenta de que también lloraba— Steel estaba jugando, eso no es cierto
—¿Así que no acostaste con Marko?— tenía miedo de esa respuesta, pero necesitaba oírla
—No— su respuesta me relajo, pero sus ojos estaban rojos inyectados de furia— no me acosté con Marko ni con nadie.
Algo me decía que así era, y no solo porque quisiera creerle, también porque la conocía demasiado, sabía que no mentía, pero en vez de arrástrame por su perdón, me refugie en hacer comentarios estúpidos porque quería que se sintiera así sea un poco miserable como yo me estaba sintiendo
—¿Sabes que no te creo? — me reincorporé mientras la miraba con rencor, ella me miraba con los ojos abiertos— desde siempre le has tenido ganas
—¿Como te atreves a creerle a otros antes que a mí? — esos ojos cafés que amaba con toda mi alma se llenaron de lágrimas— ¡me conoces más que nadie!
—Ya no sé si te conozco, mientes, sobre todo mentiste cuando me dijiste que me querías y que yo era el único— ella se reincorporo mirándome enojada con los dientes apretados— ni siquiera te lo tuvo que pedir dos veces, ¿verdad? Le abriste las piernas a la primera
—Te estás pasando de la raya. — me apuntó con su índice, pocas veces la había visto tan enojada— yo no soy una prostituta, estás hablando como un imbécil y jamás te lo voy a perdonar
—¿Tú perdonarme a mí? — solté una risilla sarcástica— no sabía que las cosas eran al revés, pero claro, con eso de que ahora comes de todo, solo te faltan Oliver y Bianca, ve, tal vez aceptan revolcarse contigo
No medí el grado de mis palabras, la rabia que le tenía en estos momentos broto, y tuve que entender eso cuando ella retrocedió mirándome muy enfadada, lo más enfadada que la había visto jamás, su mano tiró de su dedo, pero no cualquier dedo, era el dedo dónde estaba el anillo que le había dado
—¡Vete con tu mierda! — se terminó de quitar el anillo, lo aventó en mi pecho mientras me dejaba un leve puñetazo— te odio.
Si lo que yo le dije le había afectado de la misma manera que a mí, lo disimulo muy bien, mientras que ella me mató con sus últimas dos palabras
Mire el anillo en mi mano, ese anillo que mande a hacer solo para ella, sabía que me había pasado, y lo comprobé al ver el anillo, porque el hecho de que Summer tuviera el anillo, era darme la esperanza de que todo podía arreglarse, de que solo íbamos a estar molestos unos días, pero esto mataba todas mis esperanzas
Estaba dispuesto a perdonarle el beso si me decía que fue accidente, pero no podía dejar de pensar que estuvo a nada de hacerlo con Marko. Yo siempre la respete, le dije que no haríamos nada hasta que estuviera por completo segura y hasta llegué a pensar que yo no le atraía de esa manera, y con esto, solo hace que mis pensamientos vuelvan a flote
—Hola— recuperé la compostura cuando vi a Marko frente a mi, pero este si era Marko, a menos que Oliver se hubiera cambiado de ropa— me dijeron que casi pateaste a mi hermano por mí
—Mira, en este momento no soporto verte— me talle la frente buscando controlar mis impulsos de dejarle el ojo morado, lo rodee para irme, pero Marko me detuvo tomando mi brazo
—No pasó nada— dijo— Summer y yo, no paso nada.
—La besaste, ¿o lo niegas?— pregunté con un leve tono de sarcasmo
—No— respondió con simpleza— nos besamos, si, nos tocamos, me dijo que quería hacerlo
—Callate...— apreté mi puño. De solo imaginarlos a ambos enrollándose, me hervía la sangre
—Pero luego ella dijo tu nombre...
—¿Que?— eso me desarmó por completo
—Nos estábamos besando, me dijo que quería hacerlo conmigo, que estaba segura, y luego dijo tu nombre en mi oído— Marko se rascó la nuca con una mueca de incomodidad— siempre pensé que Summer no tenia algo extraordinario, pero ahora entiendo a Lilia y a ti, es muy fácil caer ante Summer. Y soy muchas cosas, pero no me iba a prestar para eso.
Marko se dio la vuelta para irse, mientras que yo me quedé en mi sitio aun procesando todo lo que me dijo, ¿por que ella no me lo dijo? La acabo de tratar horrible y Summer aguantando mis estupideces
—Jaeden— Marko se regresó a verme— en serio, creo que necesitas hablar con ella. Conmigo y Bianca no nos quiso decir nada más de lo necesario, pero tú la conoces mejor, habla con ella porque aquí hay gato encerrado
Y con eso se fue, lo cual me sacó del trance, corrí en dirección donde Summer se había ido esperando encontrarla
Había ido hacía los laboratorio de informática, y ahí estaba, estaba sentada en el escalón de la entrada abrazando sus piernas, me rompió verla llorando y sollozando en silencio
—Summer...— me acerque sin importarme en hacer ruido
—¡Ya dejame en paz!— se levantó del escalón mirándome enojada, pero con los ojos rojos por las lágrimas— ¡¿disfrutaste de tratarme de prostituta? bien, veme llorar, para calmar tu ego!
—Por favor— no me importaba nada, no me importaba mi ego, me acerque tomando su cara entre mis manos, la acción le sorprendió, porque saltó levemente— dime que todo fue mentira— más que una pregunta, era una súplica— dime que ella te beso a la fuerza— le pasé mi índice por los labios, solo tenía que decirme una palabra— dime qué Lilia te beso a la fuerza y te juro que te voy a creer, te juro que te voy a perdonar...
—No...— su respuesta hizo que el mundo se me viniera abajo— no fue a la fuerza... yo la bese
Sentía como algo se me oprimía en el pecho... pero no era rabia, era dolor... si ella la beso, no solo me fue infiel, sino que de verdad sentía algo por ella
—Jae...— trató de acercarse
—No— retrocedí al sentirme mareado y con un gran vacío— te amo, te amo con tanta fuerza que estoy llegando a odiarte
—No me digas que me odias, por favor, sé que nunca podré amar a nadie como te amo a ti y que nadie me amará como me amas tú— sus manos me tomaron el mentón, su frente se pegó a la mía, podía sentir el aroma de su perfume que me volvía loco y sentía el calor de su respiración tan cerca de mí que solo me daban ganas de devorar sus labios
Pero no era el momento, no podía estar con ella
—Por los momentos lindos que pasamos, déjalo así, siempre vas a ser un recuerdo muy hermoso para mí— dije tratando de contener las ganas de llorar
Cuando trate de apartar su frente de la mía, me detuvo;—No quiero ser un recuerdo— no podía verla llorar, eso era lo peor para mí, siempre lo fue, no quería ser el causante de que llorara— por favor
—Lo siento
Me solté lentamente de su agarre para darme la vuelta e irme, no podía verla, eso me hacía daño, y también le hacía daño a ella, y Summer menos que nadie se merece que la hagan sufrir
(...)
Summer Johnsson
Apenas cerré la puerta de mi casa, me recargue en la puerta tratando de controlar mi sollozos, el peso de mis estupideces me estaban costando muy caros
Le tuve que decir parte de la verdad, por mas que me odiara, esperaba que me odiara y que me gritara que soy una traidora, pero en su lugar parecio igual o más dolido que yo por ese beso, su expresión cuando le confirmé que había besado a Lilia la tenía grabada en mi corazón y me recordaba que soy una estupida por hacerle esto a la mejor persona que he conocido
Issie se paró frente a mi en la puerta al verme ida y con los ojos llorosos
—¿Estás bien?— negué— ¿hablaste con él?— asentí
—Le di el anillo— alce la mano donde antes estaba el anillo que le lancé hace unos horas, sentia vacia mi mano— esto se acabó, lo tengo que soltar, y no sabes cuanto me duele...
Me cubrí la boca para callar mis sollozos, Issie se acercó a abrazarme, por lo cual me deje abrazar, lloré y me lamente lo más que pude en los brazos de mi hermana
En algún momento me obligó a subir a nuestra habitación, me obligo a darme un baño mientras me preparaba un té, y cuando salí del baño con mi pijama, mi hermana ya me esperaba con mi té y sentada en uno de los puff frente a la televisión a punto de darle play a un concierto de Queen
—Ven— me hizo un ademán apuntando al otro puff, me senté— encontré un concierto en YouTube, espero que sea el bueno
El concierto debió de haberme animado, maldita sea, amo Queen, pero nada, me quede inexpresiva mirando el concierto, hasta que acabó, sobretodo por el par de canciones que le había dedicado a Jaeden
—¿Quieres que juguemos?— preguntó Isabell mirándome con una pequeña mueca
—Tú no sabes jugar— le dije mientras tomaba mi té
—Si— ladeo la cabeza en señal de que estaba de acuerdo
—Y no te gusta Minecraft, ni rocket league, ni Call of duty— le recordé
—¿Porque no invitas a jugar a tu amigo? El que estaba celoso Jaeden— pregunto, alze una ceja— ¿Como se llamaba? NoobMaster96
—Richard, Richard Ellis— respondí riendo cuando recordé al amigo de Sophia de la premier— pero no tengo ganas de jugar, en serio
—Bueno, entonces ahora seré tu nueva compañera para ver a tus españoles— Isabella tomó el control y quito el concierto que ya había acabado— Karmaland, ¿verdad?— pregunto, asentí
Issie recargó la cabeza en mi hombro, nos quedamos ahí viendo como jugaban Minecraft, a mi me divirtió mucho, mi hermana hizo muecas al principio, pero luego logró acoplarse y estoy segura que luego quedaría tan viciada como yo
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—Ellis
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