Capítulo XX: We're still best friends

Jaeden Martell

El viaje desde Boston fue largo y cansado, apenas había dormido dos horas en el avión, y había llegado a las 12 del mediodía a los Ángeles, generalmente me hubiera ido a mi casa a dormir, pero cuando vi a mi madre en la puerta del aeropuerto, le pedí que me llevara a casa de Summer porque quería hablar con ella

No podía negar que también esperaba caerle de sorpresa, sobretodo porque quería saber en qué humor se encontraba, según ella, volvería mañana, y si de verdad iba a verla mañana, le daría tiempo de que se enojara

Aunque a Jack y Finn les hice creer que estaba enojado con ella, la verdad le tenía un poco de miedo, había visto la foto con Violet, y a los pocos minutos subió fotos en una fiesta al lado de su secta, no me molesto la primera foto, mejor dicho desee teletransportarme a su lado para verla con mis propios ojos, pero el resto de las fotos si me molestaron, sobretodo las que salía al lado de alguno de los gemelos

—Ya llegamos— la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos. Estábamos en la casa de Summer— si te vas a quedar, me avisas

—Sí, gracias mamá— me despedí y bajé de su auto

Camine hacia la puerta para tocar el timbre, a los segundos mi tía Giane me abrió la puerta y sonrió al verme

—Hola hijo— recibí su abrazo— por favor, pasa, ¿Cómo estuvo tu viaje?

—Un poco cansado— respondí soltando un gran suspiro

—Se te ve la cara de dormido— reí ante las palabras de la mayor

—Querida, no te viene a ver a ti— el señor Johnsson salió de la cocina comiéndose un sándwich— viene a ver a la niña, ¿o me equivoco?

—Sé que no te equivocas, amor— tía Giane miró a su esposo antes de señalarme las escaleras— está arriba, no ha salido de ahí, hasta debe seguir en pijama

—Gracias— subí por las escaleras camino a la segunda puerta del pasillo

A lo lejos ya oía su voz, como si estuviera hablando con alguien, pero solo se oía su voz

—El informe dice... que tiene gripa— entre con lentitud a su habitación, la puerta estaba abierta— si tiene gripa... ni modo, a vacunarlo contra la influencia

Summer estaba de espaldas mirando su televisión, aun llevaba su pijama que era una camiseta con el dibujo de la Monalisa con lentes oscuros. Estaba sentada con las rodillas flexionadas sobre un puff, mientras jugaba a lo que parecía un simulador de doctor, tenía los audífonos en la cabeza y soltaba maldiciones por el micrófono de este, cuando me acerque me di cuenta que estaba con un control de Xbox en las manos

Pero ya le sacamos todo, ¿que va a decir su familia? — no sé qué tan alto tenía el volumen en los audífonos porque hasta aquí oía la voz del desconocido con el que jugaba

—A este nadamas vacunarlo para paperas y ya— le respondió Summer ignorando mi presencia, me acerque viendo el videojuego donde había destrozado el tórax a un paciente— ¡no dejes evidencia!

¿Y no se te ocurrió hacerle una prueba antes de que entrara?

—Pues le pregunte y no me contesto— le respondió Summer sin soltar el control de la consola

—Que buen servicio médico— ella saltó casi tirando el control cuando me acerque lo suficiente para hablarle en el oído y recargue mi mentón en su hombro

—¡Casi me da un infarto! — me tiró un cojín con el que se recargaba y me empezó a pegar en la cabeza

—Tregua, tregua— alce las manos para que me dejara de pegar, estaba sobre el suelo y ella aún estaba armada con el cojín

¿Galileo? — Oí la voz del desconocido aun sin que ella se quitará los audífonos— Galileo, no me puedes dejar el muerto solo a mi

—Lo siento. Ya me voy— ella se quitó los audífonos para luego lanzarlos a un lado

—¿Con quien jugabas?

—NoobMaster96— me respondió, aunque no sabía quién era

Me brincó encima tomándome por sorpresa, apenas y logre sostenerla la cintura sin caerme y recibir su abrazo antes de llenarle la cara de besos

—Te extrañe— le quise dar un beso en la boca pero se apartó

—Tú y yo no estamos tan contentos que digamos— tomó asiento en su escritorio mientras que se llevaba un tubito morado a la boca

—Oye, ¿Qué es esto? — le quite el tubito de la boca cuando me di cuenta que era un cigarro eléctrico

—Un vape, ¿no los conocías? — la mire mal por su respuesta

—Dijiste que era la última vez— le reclame aun con el vape entre los dedos

—Mentí— me quito el cigarro para llevárselo a la boca, me incliné para que así iniciamos un duelo de miradas que tuvo que terminar cuando me lanzó el humo de la boca a la cara y tuve que apartar la cara para toser— ¿En qué momento empezarás a reclamarme otra cosa más que el vape? — me dijo mientras hacía la espalda hacía atrás

—No lo haré— le dije con sinceridad

—Así, pues va la mía— se sentó en mi regazo, le sostuve la cintura ya que me sonrió y pasó los dedos por mi cabello... o al menos hasta que entendí sus verdaderas intenciones, pero fue tarde, ya que tiró de mi cabello hacía atrás con más fuerza de la que hubiera querido— ¿Quién es la tal Violet?

—Nadie, te lo juro— Summer me dio una mirada de que no me creía nada— es prima de Jordan, la conociste en set, Jordan, ¿la recuerdas, verdad?

—¿Y qué carajos tenías que hacer abrazándola?— su voz seguía molesta, a pesar de que soltó su agarre en mi cabello— ¡y encima te dejaste fotografiar!

—Fue un accidente— le dije la verdad— salimos a comer después de la sección de fotos, estábamos haciendo una broma, abrace a Violet por un segundo, Liam tomó la foto y salimos al fondo, pero no fue intencional te lo juro

—Jae...— casi me arrastré hacía su lado en el escritorio, ella seguía sentada igual

—Te amo, no me dejes— ella me miró con las cejas fruncidas ante mi ruego

—Ya, dramático— me jalo del brazo para levantarme del suelo— está bien, te creo

—Qué alivio— suspire aliviado— ah, pero yo si tengo que reclamare— saque mi teléfono mostrándole la storie de ella al lado de Marko

—¿Estamos a mano? — extendió su mano mientras alzaba una ceja

—¿A mano?

—No podemos reprocharnos y aquí muere el tema.

—Hecho. — tome su mano estrechándola por varios segundos

Estuve a punto de besarla una vez que aclaramos esto, pero me detuve cuando recordé que se había fumado un vape

—¿Qué? — Summer me vio extrañado al ver cómo quite la cara cuando estábamos a nada de besarnos

—No te pienso besar con sabor a cigarro— le dije mientras retrocedía un poco

—Bueno— ella pegó la espalda a su silla— como quieras, bro

Hija de...

—¿Bro? — Me olvide de mi reclamo, me incline para tomarle el cuello y darle un beso que la sorprendió, aunque la solté a los segundos— yo no soy uno de los gemelos, a mi dime "mi amor", ¿okey?

—Okey, mi amor— por la risita que se salió, me daba cuenta que esté era su plan, pero no me importaba caer por ella

Me sorprendió cuando sacó del closet otro puff poniéndolo junto al otro en suelo, y también otros controles en forma de volante que generalmente se usa para jugar Truck

—¿Quieres jugar a que somos camioneros? — alzó uno de los controles en forma de volante

—¿Es tuya? — pregunte señalando la Xbox

—No, me la prestó el vecino— la mire con cansancio por su sarcasmo— claro que es mía

—Dijiste que esperarías la PS5— tomé el volante mientras que me sentaba en el otro puff a su lado

—Sí, pero eso será hasta el próximo año, así que mi papá me la compró— me dijo mientras que tomaba asiento a mi lado— yo voy a ser tu maestra

—¿Mi maestra? — trataba de no reírme, pero de pronto empezó a hablar como española

—Sí, y más te vale no te mueras porque no me pagan la clase— su voz cambió imitando el acento español

Desde que comenzó a ver algo llamado Karmaland, a veces lo sacaba mientras jugábamos Minecraft, y con el tiempo parecía ser más

—¿Maestra, como hago esto? — le empecé a seguir el juego

—Lo primero es prender las luces

—¿Cómo prendó las luces?

—Esperad, me estoy acordando

No pude evitar la carcajada, le empuje levemente el hombro ya que también se estaba carcajeando

Me encantaba cuando volvíamos a ser nosotros, porque nunca olvidamos que somos mejores amigos, cuando volvíamos a jugar como si nada, sin miedo de empujarnos, maldecirnos y hasta me pegaba cuando le ganaba, y no teníamos derecho de salir ofendidos. Porque nuestra relación era más fuerte que cualquier noviazgo

Jugamos Truck casi por dos horas, y como ella estaba tan emocionada por su Xbox, jugamos Rocket League y Warzone. Solo paramos cuando nos dio hambre y empezamos a oler lo que había preparado su madre

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—Ellis

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