Capítulo XVII: You don't trust me?
Jaeden Martell
Por la premiere de I am not okay with this, me había desvelado, tanto q8ue no sabía como había logrado levantarme de la cama, pero tenía que hacerlo porque Mariano dijo que daría las calificaciones del parcial, y tenía que asegurarme de mi punto extra por no decir nada de que tenía una aventura como la chica de la cafetería
El profesor de Calculo nos había dado su hora ya que aun no terminaba de calificar exámenes y cuando Danna saco las cartas de Uno, fue una gran oportunidad para dejar de hacer nada. Jack, Finn, Steel, Danna, los gemelos Davis , Summer y yo estábamos alrededor del escritorio jugando
Steel ya le había pegado a Marko como cuatro veces ya que cada vez que estaba a nada de ganar, él le ponía un +4, y eso la tenía harta
—Ya me harto este juego— Steel lanzó las cartas cuando Marko le puso otro +4— te odio— el mencionado solo se reía
—Me amas— Marko le lanzó un beso a Steel
—¡Hey!— Jack le reclamo al ver como el azabache le había lanzado un beso a su novia
—A ti también te amo— Marko le lanzó un beso a Jack, por lo que le respondió tocándose el pecho con dramatismo
—Óyeme, no le coquetees frente a mi— le reclamó Finn a Marko
—Así empiezan...— susurro Summer mientras sacaba su celular
—Es que hasta hay menos problema si me coqueteas a mi, que a Jack— murmuro Danna mientras volvía a tomar las cartas de todos para un nuevo juego
—Touché— Finn ladeo la cabeza en señal de que estaba de acuerdo
Danna y Finn discutían el porque él era mas celoso con Jack que con ella, mientras que Danna acomodaba las cartas para una nueva partida
—No...— el grito de Summer hizo que todos en el escritorio la miráramos— ¡NO!
Apenas y alcance a ver que Summer tiro el teléfono en la mesa mientras se cubría la cara y empezaba a sollozar, ¿estaba llorando?
—¿Qué pasó?— me incline un poco para susurrarle en el oído
—Ben Hardy ya tiene novia— dijo con la respiración entrecortada mientras se volvía a cubrir la cara
—¿En serio?— fruncí las cejas completamente confundido
—Miren— alzó el celular, por lo que vimos una foto del amor imposible de Summer que estaba caminando por las calles de Londres con la mano entrelazada con la de una mujer de cabello rizado que parecía tener todo el porte británico y que era muy guapa— ¡le esta agarrando la mano! ¡esa debería ser yo!
—¿En serio creíste que te ibas a casar con Ben Hardy?— ni bien Marko termino de decir eso cuando Summer le sacó el dedo medio
—¡Cállate, estúpido!— le grito Summer— ¡que no tienes derecho a hablar porque le quitas la novia a tu hermano!
Marko miraba a Summer con la boca abierta muy ofendido, pero Oliver se cruzó de brazos riéndose de la cara de su hermano, Steel y Finn lo acompañaron en su carcajada
—¡Solo fue una vez!— le aclaró Marko mientras extendía la mano para que Danna le pasara las cartas
—¿Juegas?— pregunto Danna hacía Summer
—Si— Danna le paso las cartas a Summer
A pesar de que estábamos jugando de nuevo, Summer parecía mas concentrada en su celular que en otra cosa, entre todos habíamos echo que tomara mas cartas de las necesarias, pero ella solo pasaba las fotos de Instagram de la chica que le robo el amor de Ben Hardy, amor que nunca tuvo.
—Miren, se llama Olivia Cooke y hizo una película con Benny— habló Summer con la vista a su celular— aún recuerdo nuestro primer beso— dijo acariciando la pantalla de su celular— sabía a pantalla
—¿No cuenta la vez que lo encontraste en Londres?— me incline para decirle eso a mi castaña con sutileza, no quería que volviera a llorar
—Solo le vi la espalda— hizo una mueca de tristeza, fue un avance que recargara la cabeza en mi hombro, por lo cual le rodee la espalda con mi brazo mientras le dejaba un beso en el pelo— ¡oigan, cabrones, me hicieron comer mas de 20 cartas!
Todos estallamos en carcajadas cuando se dio cuenta de lo que le habíamos hecho y de como ahora tenia que deshacerse de 26 cartas
—Buenos días— cuando Mariano entro, fue señal de que nos teníamos que ir a sentar
—Sus cartas— Danna extendió la mano, por lo cual cada uno tuvo que pasar sus cartas
—Profe, ¿no le gustaría jugar una partida de Uno con nosotros?— pregunto Jack viendo a Mariano en cuanto dejo su maletín en el escritorio
—Jack— Steel pellizco a Jack con la intención de llevárselo de ahí
—¿Jack usted cree que soy de los maestros que juegan Uno con sus alumnos?— pregunto el profe con algo de sarcasmo mientras le daba un sorbo a su café
—No— respondió Jack con algo de miedo
—Pues que equivocado esta— el profe dejó su mochila en el suelo y se sentó en la silla del escritorio— repartan
Quienes estábamos cerca del escritorio no sabíamos que hacer, Mariano había aceptado jugar Uno, pero no sabíamos que tan ciertas eran sus palabras, y si en realidad solo iba a hacer un chiste para humillarnos
—¿Que?— Mariano chistó al ver como nadie se movía— ¿tienen miedo de que les gane?
—A mi nadie me gana— Danna saco las cartas empezando a desordenarlas como toda una profesional. Con Danna, el resto se acerco para esperar que ella terminara de repartir
—Oigan, me falta alguien— Mariano hizo un gesto para que nos alejemos, por lo cual vimos como entraba Bianca, como si nada y con los audífonos en los oídos— ya llego, Bianca, venga
—¿Que?— Bianca se acercó quitándose el audífono
—¿Juegas con nosotros?— Oliver se acerco pasándole el brazo por el hombro
—Aléjate o te pongo una demanda— le respondió Bianca, Oliver la soltó, y con eso, la italiana se acerco para esperar sus cartas
—Quién me ponga un +4 lo repruebo— nos dijo el profe haciendo una voz seria
Todos nos quedamos estáticos, por su voz, era cierto, pero cuando soltó unas carcajadas, hizo que se bajaran los nervios de todos, solo un pelín
—No es cierto— reímos por asociación a Mariano— a menos que me caigan mal
—¿Y nosotros le caemos bien?— pregunto Jack
—No sé— Mariano le dio otro sorbo a su café— solo me caen bien los que vinieron el sábado a dejarme el examen
Sonreí al saber que yo era parte de los que vinieron el sábado
—Menos Jaeden— con eso se borro mi sonrisa, y mi novia se empezó a carcajear en mi cara— en fin, repartan.
Danna repartió las cartas para jugar, el resto del salón veía como es que Mariano no daba calificaciones por estar entretenido jugando Uno. Al principio pensé que teníamos un acuerdo no verbal de dejarlo ganar, maldita sea, era nuestro maestro, si le ganábamos, era capaz de reprobarnos, pero por la miradas de los gemelos, entendí que Satanás realmente nos estaba ganando
—Uno— Mariano se cruzo de brazos cuando dejo la ultima carta encima del bulto gigante
—¡Vaffanculo!— Bianca maldijo en su lengua natal
—La suya, por si acaso— le dijo el profe riendo con los brazos cruzados
Lo único que impidió que siguiéramos jugando fue la campana que indicaba que pasamos toda la clase jugando
—Ya me voy— Mariano tomó su maletín y se levanto de la silla
—Oiga, y aquí entre nos, ¿las calificaciones?— pregunto Oliver hacía el profe
—¿Para que quieren saberlas?— soltó un bufido— si ustedes me caen bien, yo los quiero mucho
—¿Y yo?— pregunto Finn esperanzado
—Usted si reprobó— el profe rió y salió del salón
Pensamos que así se quedaría, pero Mariano volvió al salón a los segundos:—Los veo en el taller de informática a las 3 de la tarde para sus calificaciones
Y con eso se fue haciendo que casi todos tragáramos en seco
Que son un par de horas más de vida...
(...)
Summer Johnsson
Era un manojo de nervios en este momento, la tristeza de que Ben Hardy tenía novia se había ido, en su lugar me andaba pellizcando los dedos por los nervios de la calificación
Según rumores, no importa que tanto me esforzara con Mariano, era muy difícil alcanzar un mínimo aprobatoria, teníamos el punto del chantaje, pero aun así estaba nerviosa. Había dicho que fuéramos por equipos, por el momento, Steel sacó 7, lo cual me daba esperanzas
Pero mis esperanzas cayeron al suelo después de escuchar la calificación de Oliver
—8— el azabache sonrió orgulloso con los brazos cruzados
—¿Por qué?— Lilia, Krestin y yo estábamos frente a él después de verlo salir del taller
—Dijo que la exposición tenía fuentes algo extrañas— me pase las manos por la cara, eso nos perjudicaba a todas— tareas no las cuenta, las practicas dijo: meh, el avance del proyecto es perfectible y del examen solo se carcajeo
—Maldita sea, nos va a llevar a repite— Lilia soltó una maldición al aire
—Vayan, tal vez tienen mejor suerte— Oliver abrió la puerta del taller
Apreté mi mano en el agarre de mi mochila mientras caminaba dentro del taller, la puerta se cerro detrás de mi. Mariano estaba en el escritorio mirando su computadora, me hizo un gesto para que me acercara, con mucho nervios me acerque
No solo era la calificación, también es el hecho en que hoy Mariano no parecía vago, llevaba una camisa de botones como las que usaba Marko, el cabello mas peinado que en otros días y estaba sola con él aquí
Sentía como si teacher's pet de Melanie Martínez hubiera empezado a sonar en mi cabeza
—No se ponga nerviosa, mi pupila— me dijo sin mirarme, pues seguía en la computadora
—Perdón— murmure esperando controlar mi sonrojo
—7— eche la cabeza para atrás a la par de una leve maldición— y antes de que pregunte, ya viene incluido el soborno de la chica de la cafetería
—Profe, nunca he pasado de 8— junte las manos en forma de suplica
—Que yo recuerde, estuvo en mis asesorías de Analítica para el examen de segunda oportunidad, el semestre pasado— mordí el interior de mi boca cuando me recordó eso
—Pero esta materia entra como extracurricular, y ahí si nunca había bajado de 8— empecé a jugar con mis dedos
—Es que el profesor Deefez es muy débil— lo miré levemente ofendida por decir eso de mi mentor de piano— mire, podemos hacer un trato. Pero yo nunca doy trabajos para créditos extra
—¿Un trato?— trague en seco
—Si, este trato solo lo hago con los alumnos que me parecen inspirados— Mariano junto las manos mirándome con la ceja alzada
—Lo que sea— me senté en el borde del escritorio mientras pasaba mi mano por mi pierna y sonreía con una pizca de picardía, recordando que tenía un pequeño crush con mi profe
Y como dijo una sabia: "A mi me gustan mayores"
—Summer...
—¿Si?
—¡Bájese de mi escritorio!— me baje de un brinco mientras que mi cara se ponía colorada sin que pudiera controlarlo o disimular— ¡no estoy tan enfermo, por dios!
—Perdón, profe, era broma— murmure con la vista al suelo— ¿Cuál es el trato?
—A partir de mañana, me va a ayudar a calificar lo que les encargo a mis alumnos de la universidad. Tiene que hacerlo bien porque luego son un buzón de quejas, y no estará sola, los gemelos, Steel y Bianca ya aceptaron, solo consiste en quedarse una hora más después de su hora de clase
—¿Los gemelos?— lo mire confundida
—¿Apoco cree que ese 8 era real?— Mariano se carcajeo en mi cara— en fin, ¿acepta?
—Si— respondí cuando salí del shock
—Muy bien— Mariano volvió la vista a su computadora tecleando unas cosas— tiene 8
—Muchas gracias, profe— junte las manos en forma de agradecimiento
—Largo, y mándeme a Lilia— asentí saliendo rápido del taller antes de que se arrepienta
Una vez afuera, Lilia y Krestin me miraban con dudas, y yo aún no sabía en que me había metido
—Quiere que vayas tú— le dije a Lilia cuando salí de mi shock
—Okey— ella entro casi corriendo
—¿Y bien?— me pregunto Krestin
—Le acabo de vender mi alma al diablo— murmure abriendo levemente los ojos
—¿Que?— Krestin me miro como si estuviera loca, para luego dar dos pasos lejos de mí
Tenía curiosidad de que le diría a Lilia, así que me quede afuera del taller, y en un par de minutos que se sintieron eternos, ella salió del taller con una cara igual de anonada que la mía
—¿Cómo te fue?— pregunte, pero Krestin no espero la respuesta y entro al taller
—Voy a ser su sirvienta por un punto— me respondió parpadeando levemente— me dijo que no le dijéramos a nadie que no fuéramos los que van a ser sus sirvientas. Nada de decirle a Krestin
—Pobrecita, de nuestro equipo todos seremos su sirvienta menos ella— hice un mohín
—No sé si eso es bueno o malo— moví la cabeza a mis costados en señal de que no sabía lo mismo
Cuando Krestin salió dijo que le puso la mínima aprobatoria, pero que no la parecía tan malo y que no se preocupaba, mientras que yo compartí una mirada cómplice con Lilia
—Bueno, me tengo que ir, se me hace tarde— aviso nuestra compañera antes de salir corriendo con destino a la salida
—¿Y que hacemos?— enrosque mi brazo con el de Lilia
—No sé— me respondió dudosa— ya sé, hay que celebrar que pasamos
—Pasamos porque le vendimos nuestra alma— reí
—Si, pero antes ya habíamos aprobado, eso es motivo de celebrar— la verdad no se oía tan mala idea
Empezamos a caminar mientras conversábamos de algo que nos podría servir para celebrar, como ir a comer sushi o por una pizza, pero antes de eso oímos a cierta italiana a la distancia
—Miren, el resto de las sirvientas— nos dijo Bianca que estaba sentada en el pasto de las áreas verdes con Marko, Oliver y Steel
—No me entusiasma mucho— murmure mientras tomaba asiento a su lado en el pasto
—Calificaremos a la UCLA— Marko hizo un gesto de poco convencimiento— me da miedo
—Seremos sus perras por un punto— Oliver volcó los ojos— pero vean el lado bueno, le caemos bien, dijo que solo lo hace a quienes quiere
—¿Maldición o bendición?— nadie sabía como responder eso
—En fin— Lilia junto las manos— le decía a Summer que deberíamos celebrar, no que seremos sus sirvientas, sino que pasamos
—Si— Bianca alzó los brazos— una fiesta, nos hace falta, el primer parcial fue horrible
La emoción empezó a despertar, Lilia ofreció su casa y después de decir que tenia piscina, todos accedieron, Bianca dijo que se encargaría del alcohol y los gemelos de la música, mientras que todos podíamos llevar comida
—Quien lleve Pepsi y no Coca cola, lo regreso a su casa— les advertí alzando mi índice
—Dios no permita que la piedra de tu riñón se quede sin coca— me dijo Bianca
—Y además ni tú casa es para que nos corras— me reclamó Oliver
—Pero yo le doy toda la autoridad de que lo haga— Lilia puso la cabeza en mi hombro
—Me decepcionas, Lili— Oliver volteo la cara ofendida
—No es cierto, mi amor— Lilia se inclinó para dejarle un beso en la boca a Oliver, giré la cabeza porque no quería verlo
—¿Te escandalizas si llevo mi vape?— pregunto Bianca
—¿Tú no puedes soltar el maldito cigarro, verdad?— Marko se tomó el puente de la nariz ante el comentario de Bianca
—No— le respondió la italiana con un mohín
—Casi tienes la voz de locutor de boxeo— mencione entre risas
—Dijo la que no puede dejar la coca— Steel me miro aleteando las pestañas, yo le di una mirada de pocos amigos
Concluimos que la fiesta la haríamos el viernes en la noche y que podríamos invitar a quienes quisiéramos, Lilia dijo que se encargaría de tener a su mamá fuera de casa para poder hacer todo lo que queramos, con la condición de que nos quedemos el sábado para limpiar, lo cual accedimos
Iba a seguir conversando con mis amigos, pero me llegó un mensaje de Jaeden preguntándome donde estaba porque ya había terminado con el profe
—Me tengo que ir— me levante del suelo tomando mi mochila
—Uy, te llama tu marido— Bianca me miro burlona— que por cierto, si saco mas calificación que yo, lo mato
—Si, patrona— le di una leve reverencia, me despedí de Lilia y Steel con un beso en la mejilla y del resto con la mano alzada
Jaeden estaba en la entrada del instituto, por lo que me acerque con cautela al verlo de espaldas, cuando estuve cerca le brinque encima para subirme en su espalda, cuando se dio cuenta, se rio y me bajo a los segundos para darme un beso
—¿Cómo te fue?— me rodeo la cintura con los brazos mientras que los míos se quedaban en su cuello
—7— bueno, me consuela que tuvo lo mismo que yo, con la diferencia que él no sería la sirvienta de Mariano— ¿y tu?
—8— mi respuesta lo sorprendió— en fin, vámonos, te cuento los detalles en el auto
Nos fuimos en dirección a mi auto, y cuando estuvimos dentro no supe que hacer o hacía donde ir
—¿Te apetece cita para dormir?— pregunte
—¿Cita para dormir?
—¿Los dos tenemos el sueño atrasado, no?— asintió— bueno, pues vayamos a dormir, pero solo abrazados
—¿Pues que guarradas estabas pensando, flaquita?— me dijo en un tono escandalizado
—Nada— me excuse— ¿quieres?
—Si
Concluimos que era mejor ir a mi casa, porque lo mas seguro es que nadie esté y en su casa, estaba su mamá, que también debe estar descansando. Cuando llegamos, nos dimos cuenta que en efecto no había nadie, por lo que nos fuimos a mi habitación, me deje caer en mi cama al instante, la extrañe mucho
—¿En serio?— Jaeden rio al verme botada en mi cama
—No hay poder humano que me separe de ella en las próximas 3 horas— murmure enterrando la cabeza en la almohada
—Está bien— él sacó su laptop mientras se sentaba en el otro lado de mi cama
—¿Vas a hacer tarea?— arrugue las cejas en una mueca de asco
—Dile eso a tu amiguita adicta al cigarro, que me amenazó con darle mi parte de la documentación
—Ni modo, sufre— reí mientras tomaba mi cobija
Fueron minutos de silencio, estaba a punto de quedarme dormida, cuando me pregunto algo que hizo que abriera los ojos
—¿Con quien estabas?— su pregunta hizo que me quitara la cobija de la cara
—¿Eh?
—Mientras me esperabas mientras me daban mi calificación, ¿con quien estabas?— la manera en que lo pregunto, me enojo
—¿Importa?— chasque la lengua sacando el tono mas indiferente que alguna vez use
—Tal vez— apreté la mandíbula, me estaba enfadando— ¿estabas con ellos, verdad?
—Oye, tus celos me están hartando— cerré los ojos unos segundos buscando aire y paciencia
—¿Mis celos?
—Si, son mis amigos— me reincorporé sentándome en mi cama— y si crees que me vas a prohibir hablarles, estás muy equivocado
—Si, sobretodo porque le gustas a la mitad de esa bolita— me dijo con sarcasmo
—¿Y?— alce los hombros con indiferencia— ¿si así fuera, qué?¿te he dado razones para que desconfíes de mi?
—No lo sé— sus palabras me ofendieron, tuve ganas de lastimarlo, no lo iba a negar
—Pero si él que se besa con la primera fulana que se le cruza enfrente eres tú.
Mis palabras salieron muy molestas, no le había dicho nada desde que volvimos, pero maldita sea, claro que recordaba a la estúpida de Madison y la manera en que lo beso, trataba de olvidarlo y no se lo había recriminado desde que me entere que fue planeado, pero la rabia broto de mi que no pude evitar recriminarle eso, y no me arrepiento
—Summie...
—Déjame— me di la vuelta dándole la espalda y volviendo mi cabeza a la almohada— me duele la cabeza, quiero dormir
Me hice la dormida, pero en realidad escuche muy bien cuando le llego una llamada, al parecer era de su manager, y le dijo que tendría que viajar a Boston para unas cosas de la serie de Apple TV, no dije nada, por mas que sabía que no lo iba a ver desde mañana hasta quizás el fin de semana
Como a los quince minutos, sentí el otro peso del lado de mi cama, pero no me moví, sentí la respiración de Jaeden cerca de mi cuello, y aunque en otras ocasiones me ponía nerviosa, esto no hizo efecto a mi enfado
—Perdón— no lo miré, solo sentí como sus labios chocaban con la piel de mi hombro— perdóname, en serio, soy un idiota, me voy a ir a Boston y no quiero estar mal contigo
No le dije nada, en su lugar, me seguí haciendo la dormida, hasta que eso ya no fue una mentira y si me quede dormida
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—Ellis
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