Jaeden Martell

—Me alegra que ya te sientas mejor—le dije a la chica a mi lado que caminaba con lentitud  

No hay nada peor que regresar a clases, vengo más dormido que despierto y Summer está igual que yo.

—Estás vacaciones fueron extrañas— me dijo algo dudosa mientras que se trataba de amarrar el cabello en un moño, aun no entiendo cómo es que no demora ni dos horas peinada cuando ya se le desordena el cabello 

La principal razón de su extrañeza por las vacaciones fue el repentino regreso de su papá, había mirado un par de veces al señor Johnsson, pero no entablado una conversación de verdad, Summer estaba intentando tener una relación con su padre, pero yo solo me limitaba a saludar cuando iba a su casa, hasta el momento el señor Johnsson no había hecho nada malo, pero yo sabía de primera mano todo lo que había llorado mi castaña por la ausencia de su padre, y aunque después de que Summer me contará toda su historia, creía que se merecía otra oportunidad, me costaba trabajo por todo lo que ella había sufrido por su culpa

—Te prometo que las próximas vacaciones te llevo a Londres— cuando le dije eso, a ella se le iluminaron los ojos

—Así me enamorare de un británico— dijo con aires soñadores 

—Ya casi estoy pensando en como dejarte abandonada en Londres— ella me pegó en el hombro ante mi broma

—Ya me canse de caminar, cárgame— me dijo deteniendo sus pasos

—A tus órdenes— me incliné un poco y la levanté, estaba en mis brazos como princesa, aunque ella es mi princesa

—Oye, no así— me reclamó rodeándome el cuello con los brazos, mi etapa de ponerme nervioso con su cercanía había disminuido, en su lugar me le quedaba viendo de cerca para ver esas partes de ella que me gustaban, como el pequeño lunar que casi pasaba desapercibido en su mejilla, sus cejas pobladas, sus labios delgados y como achinaba los ojos cuando se reía 

—Ni modo, te aguantas— empecé a caminar con Summer en mis brazos, aunque podía cansarme, la verdad es que Summer no pesaba tanto, me cansaba más cuando se me colgaba en la espalda

No tardamos en llegar a clases, donde había mucha gente en la entrada, hice una mueca, no me gusta la gente 

Lo único malo es que la primera hora no nos tocó juntos, así que acompañe a Summer hasta la puerta de su clase para que no se perdiera

—Nos vemos en la siguiente hora— le acomodé el mechón de cabello que ya se había venido a la frente 

—Okey, cuídate— me incline para dejarle un beso en la frente de forma de despedida

Tal vez no me hubiera importado en absoluto que clase le tocaba... sino hasta que vi al señor perfecto, también conocido como Marko Davis, entrar al mismo salón donde Summer acababa de entrar 

Solo esperaba que Summer hubiera bromeado al respecto de quererse acercar a él

(...)

Summer Johnsson 

Empecé a pellizcarme alrededor de las uñas por los nervios, oficialmente estaba en cuarto periodo, lo cual significaba más responsabilidades y mucho más conocimientos que me daban miedo, además que no sé que me paso por la cabeza al elegir Contabilidad Gerencial, al principio me pareció buena idea, pero luego vi que la mayoría de esta clase eran de los de ultimo año, por lo cual me empecé a asustar, además de que no conocía a nadie 

—¿Esta ocupado?— sentí un gran alivio cuando oí la voz de Marko Davis señalando la banca a mi lado 

—Claro que no— sonreí, por lo que Marko tomó asiento, y yo me empecé a poner nerviosa por tener a mi amor platónico a mi lado, tome valor para hablar— ¿Y como has estado?

—Bien— me respondió el pelinegro con una sonrisa— me alegra no ser el único de cuarto aquí 

—Lo mismo digo 

—Lo siento, me recuerdas tu nombre 

—Yo soy Summer— respondí con algo de timidez, aunque sea algo muy simple recordarle mi nombre 

—Como la estación— recordó emocionado, me hizo reír por las comparaciones que siempre hacían con mi nombre— ¿tienes alguna hermana que se llame Autumn?

—Si, tengo una hermana, pero se llama Issie 

—Que lastima, seria algo irónico— Marko miró a su costado— ¿al menos te gusta el calor?

—Lo odio— respondí aun con la sonrisa 

—Eso es mas irónico— compartimos una risita— bueno, yo soy Marko 

Tomé la mano que me extendió estrechándola por un par de segundos, pero eso se acabo por el sonido de la chicharra que daba el inicio de clases 

—Dios, en serio odio el trafico de esta ciudad— una chica rubia de cabello corto y alborotado llego al lado de Marko y se sentó en un asiento desocupado detrás de él. La chica parecía malhumorada y tenia un par de piercing en la oreja y la nariz

—Bianquita, tan dulce como siempre— era la primera vez que veía a Marko responderle con sarcasmo a alguien

—Estoy detrás de ti, aun puedo estrangularte— le respondió la chica, ahora sabia su nombre, Bianca— hola

—Hola 

—Oh, Summer, ella es Bianca y es de Italia, Bianca ella es Summer y es de aquí— Marko nos presentó, ambas reímos por la presentación del chico azabache— y así, oficialmente somos los únicos de cuarto en esta clase 

—Si no lo decías, ni me daba cuenta— respondió Bianca malhumorada, luego me miró— en fin, piacere di conoscerti cara mia,  espero que seamos de esas que se ayudan a hacer trampa en los exámenes 

—Un placer— respondí dando un pequeño asentimiento de cabeza, me gustaba su acento extranjero

Al menos la clase se resumió a solo presentarnos y una pequeña introducción de la materia que entendí bastante bien, esperaba que así fuera el resto del semestre. Me despedí de Bianca y Marko mientras que me disponía a buscar a mi mejor amigo

Encontré a Jaeden sentado en uno de los pasillos del segundo piso con su celular, me termine de acercar sentándome a su lado, cuando me vio me sonrió levemente 

—¿Qué tal tu clase?

—Interesante— respondí recargando mis antebrazos en mis piernas— casi todos son de ultimo año, pero me encontré a Marko y una chica que habla italiano

—Wow— Jaeden fingió interés, lo que me hizo reír— ten, te compre esto

Sonreí cuando me extendió un café frio, era lo único que había extrañado de las vacaciones, el café frio de aquí

—Creo que te amo— me acerque dejándole un beso en la mejilla seguida de una leve mordida 

—¡Oye!— Jaeden se separó— últimamente tienes la costumbre de morder 

—Tengo tres meses que me quitaron la ortodoncia, algo debe usarse— me excuse 

—¿Ah si?— empecé a retorcerme cuando me agarro de la cintura para picarme las costillas, empecé a patalear a la vez que tenía un ataque de risa

Pero todo se torno extraño cuando me tomo la cara con sus manos acercando su rostro al mío, retuve al aire cuando noté lo cerca que estaban nuestros rostros, me quedé viendo la pequeña cortada en la ceja que yo le hice cuando éramos niños, también veía como se relamía los labios y sentía su respiración tan cerca de mí 

La campana de clases hizo que saliéramos de esa burbuja 

—Tenemos clase— me levanté lo mas rápido posible ignorando lo nerviosa que me había puesto y las ganas que me dieron de probar sus labios

No, no podía empezar a pensarlo de esa manera, no podía.

(...)

No todo era tan malo, llevaba más de dos meses sin tocar el piano, aun no podía tocar el mío por ser el piano de mi padre, por lo cual no había tocado nada desde que toque en la presentación de Junio en la escuela, pero hoy por fin volvía a mis lecciones de piano

El anfiteatro estaba lleno porque no solo estábamos el grupo de música, también estaba el grupo de baile, casi todos, a excepción de los maestros, estábamos sentados en un circulo en el escenario

—Muy bien chicos— la maestra de baile, una mujer medio joven se dirigió a todo el circulo— este semestre es muy corto, por lo cual desde este momento le daremos el concepto de la presentación de diciembre a final de semestre 

—Vamos a hacer un recital de ballet, pero vamos a escribirlo desde cero— vale, se oía emocionante, pero apenas empezaba a tener la confianza para tocar en publico, y ahora tendría que volver a hacerlo 

—Por eso, vamos a trabajar en conjunto— todos compartimos miradas, casi no conocía al club de baile, pero la mayoría eran chicas, solo dos chicos— así que, conózcanse, ténganse confianza y a partir de mañana empezamos a componer 

—Johnsson, Hard, Miller— el profesor de música menciono mi apellido, el de Steel y Eric, un chico que tocaba la flauta— a partir de mañana empezamos a componer la canción 

Compartí con Steel un suspiro, esto iba a ser muy pesado 

Pero al menos dieron el resto de las horas para socializar, aunque aun no lograba entablar una conversación con nadie, Danna y Steel estaban hablándose con unas chicas, pero yo tenía demasiada pena como para entrometerme, así que solo me quede en un rincón con las piernas flexionadas y con mi libreta de notas esperando que se me ocurriera algo para el piano 

—Hola— alcé la vista para ver quien me hablo, era Lilia 

—Hola— le devolví el saludo

—¿Me puedo sentar?

—Claro 

Ella se sentó junto a mi con las piernas flexionadas, miraba mi libretita donde aun no escribía nada, no me estaban fluyendo las ideas como quisiera

—¿Estás escribiendo para el recital?

—Si— mordí mi lápiz con dudas— pero aun no tengo nada

—Escuche tu presentación en Junio— me dijo riendo levemente— tocas muy bien, en serio

—Gracias, aunque a mi no me pareció tan buena— confesé en un mohín

—Bromeas? Me gusto mucho— me hizo sonreír sus palabras— ¿Cómo se llamaba tu canción?

—Segundos platos— era la primera vez que decía el nombre de mi canción— si, segundo platos, trata sobre un amor correcto en el momento equivocado

—Que profundo— me puse nerviosa cuando Lilia puso su mano sobre la mía— ¿es alguna indirecta?

—No— mentí, no tenía el valor para decirle que le había escrito una canción a Jaeden, y no solo porque ella fuera su ex, sino porque aun no estaba lista para decir en voz alta todo lo que significaba Jaeden para mí

—Entiendo— el silencio entre Lilia y yo era algo cortante, no sabía que decir, y no solo por la canción, sino porque aun no olvidaba que Jaeden me dijo que ella pensaba que soy muy guapa 

Y no sabía como sentirme al respecto, y mucho menos teniéndola tan cerca 

—Summer...— Lilia rompió el silencio entre nosotras— escucha, me gustaría invitarte a mi fiesta de cumpleaños, este sábado 

—¿En serio?— si que me sorprendió su invitación 

—Si— ella sonrió ampliamente— es fiesta con piscina, así que lleva tu bikini

—Ahí estaré— le aseguré 

Ella me sonrió de regreso haciendo que bajará la mirada ante lo nerviosa que me estaba poniendo con su presencia 

Carajo, estoy más confundida que las veces en las que pienso cual integrante de Queen me gusta más

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-Elisa