Capítulo XII: Why did you come back?

Summer Johnsson 

—Deberías pintarte el cabello ahora que ya lo tienes más corto— me aconsejo mi hermana mientras que me enseñaba un bote de tinte azul

—No me dejan en la escuela— dije con una pequeña mueca 

—Odio el sistema de educación que no te deja expresarte— Issie dejó el bote mientras que yo la seguía como su dama de compañía por la tienda de maquillaje 

Aun no entiendo como le hace mi hermana para tener dinero, tenía entendido que mamá solo le daba lo necesario para lo universidad, y tampoco trabajaba, sin embargo cuando me invito a salir no escatimo en gastos, me compraba cualquier cosa que le pedía, aunque solo era comida, usaba poco maquillaje, y de ropa no tenemos el mismo estilo, los vestidos entallados y blusas de tirantes que usaba Isabella, a mi me causaba inseguridad usar

Y al final del día, llegamos con diez bolsas a la casa, aunque llegamos antes de anochecer, mamá dijo que nos esperaba a cenar

Issie bajo sus bolsas de compras del auto de mamá, mientras que yo solo iba con una bolsa que llevaba un labial rojo y una sudadera que tenía el logo de Friends, mi serie favorita

—Me vas a ayudar a acomodar todo esto 

—Paso

Mi hermana y yo compartimos una risita mientras que abríamos la puerta, mamá ya estaba ahí, pero no estaba sola, había un hombre que estaba con ella, pero cuando mamá nos vio en la puerta, se puso pálida

—Llegaron temprano— dijo mamá con la voz temblorosa

La miré con la ceja alzada, vaya, parece que después de quince años se ha atrevido a mirar a algún hombre. Di unos pasos al frente para saludar al señor que estaba de espaldas pero Isabella puso una mano enfrente de mí deteniéndome en mi sitio.

—¿Quién es usted?— pregunto Isabella con una voz firme viendo a el señor que aún no se giraba para que viéramos su rostro. Giro lentamente dejando ver unos ojos azules y su cabello castaño claro acompañado de una barba de candado que lo hacía ver tan misterioso, no tengo idea de quien rayos es, aunque supongo que podría ser algún pretendiente o novio de mamá— ¿Por qué volviste?— la voz de Isabella salió en un hilo aun mirando a ese hombre que también la miraba fijamente

—Hola Isabella, Summer— nos saludo el señor mientras se levantaba, llevaba solo ropa oscura y nos miraba de arriba a abajo con las manos empuñadas

¿Por qué sabe mi nombre? 

—Disculpe, ¿pero nos conocemos?— pregunte tratando de recordar

—Summer, te presento a nuestro creador— Isabella veía a ese señor con rencor

—¿Que?— pregunte acercándome

—Nuestro padre, él que nos abandonó hace quince años— me quedé sin habla cuando Issie dijo eso— ¿Ya somos dignas de ser tus hijas, papi?— murmuró una voz burlona

—Se que están enojadas, pero las cosas no son cómo creen— mamá se levantó de la silla donde estaba sentada para acercarse

¿Que?

¿Mi mamá estaba defendiendo a este hombre? ¿este hombre que la abandono con dos niñas y le valió mierda todo lo que pasamos?

Tantas cosas pasaban en mi cabeza que ni siquiera sabía que decir 

—Tu nos dijiste que este señor nos abandono y luego Summer encontró una carta que decía que era porque no éramos lo que él esperaba— Issie fue la única que podía hablarle al señor que se decía mi padre

Y entonces todo broto... la rabia que he guardado por años

—¿Qué era lo que esperaba, señor? ¿Una niña rubia de ojos azules y alta? — pregunte con ironía— lamento haberlo decepcionado— me cruce de brazos

—Isabella, Summer— mi madre nos hablo en tono de regaño

—¿Por qué lo dejaste pasar?— Isabella vio a mamá— ¿Ya se te olvidó que este señor se largó y te dejo con 2 niñas?

—Peter sigue siendo mi esposo— mamá se termino de acercar para poner las manos sobre el hombro del que se decía su esposo— así como sigue siendo mi esposo también sigue siendo su padre

Sentí como si el mundo a mí alrededor se hubiera detenido, y las palabras de mi mamá me decepcionaron

No podía creer que estaba diciendo esto, que estaba defendiendo a ese hombre, si, talvez lo extraño, talvez aún sigue enamorada de él, por eso nunca tuvo otra pareja en todos estos años, pero no podía creer que estaba en esa postura

Desde niña la admire por habernos sacado adelante a mí y a mi hermana sin ayuda de nadie, por no quedarse deprimida por mi padre, por haber sacado la universidad pese a todo lo que tenia en contra, y ahora que el vuelve ella lo perdona tan fácilmente

La mujer que yo tenía enfrente no era la misma que en mi niñez la vi sentada en un rincón de nuestro departamento frustrada por no poder pagar las cuentas, la mujer que prefirió dejar de comer con tal de que sus hijas pudieran llevarse un trozo de pan a la boca, la mujer que trabajaba y estudiaba al mismo tiempo y además cuidaba a dos niñas cuando ella también era casi una niña

—¿Ya se te olvido? — Isabella miro a nuestra madre con decepción, mamá trato de acercarse, pero ambas retrocedimos, Isabella continuo— ¿ya se te olvido que de niñas vivimos en ese departamentito donde apenas y podíamos caminar porque no había dinero? ¿ya se te olvido que varias veces te quedaste sin comer con tal que nosotras comiéramos? ¿las veces que tuviste que comer atún enlatado con tal de que nosotras pudiéramos ir a la escuela? Trabajabas mas de 18 horas para pagar tu universidad y para darnos de comer, salimos adelante solas, y este señor— señalo al que decía ser nuestro padre— se largó, seguramente tuvo otra familia, y ahora que regresa se lo perdonas todo solo porque te hablo bonito— Isabella había todo lo posible para no llorar— que decepción madre, creí que eras más que eso

Mamá termino por bajar la cabeza, las palabras de Isabella le dolieron, pero era la verdad, ¿unas palabras bonitas y promesas vacías de que todo va a cambiar era suficiente para olvidar los años de ausencia y abandono?

Pues para Giane Johnsson parecía que así era 

—Las cosas no son cómo creen y se que en estos momentos me deben estar odiando y...— no lo deje terminar

—¿Y no tenemos razón?— mi voz se empezó a quebrar— Nos dejaste 15 años. Nos abandonaste, te valimos madre, te valió madre mi mamá— señale a mi mamá— y te valimos madre nosotras— señale a mi hermana— Y ahora que ya no te necesito se aparece como si nada hubiera pasado ¿Es en serio?— no se en que momento empecé a llorar

—Hija...— dijo mi padre tratando de acercarse

—¡Yo no soy su hija!— lo apunté furiosa con mi índice— yo no tengo padre.

Por años me dolió decir esa frase, sobre todo cuando era niña, pero ahora sentí como un gran peso se me quitaba de encima

—Te fuiste porque no nos quisiste— murmuró Isabella que ya no hacía esfuerzo por retener las lágrimas 

—¿Usted escribió esa carta? Donde decía que no era lo que esperaba, la escribió en mi cumpleaños— tenía miedo de esa respuesta

Esa maldita carta, esa carta que a los nueve años me hizo entender que él no me quería, que por mucho tiempo creí que era la causante de su ausencia, que yo tuve la culpa por no haber nacido rubia como mi mamá o con los ojos azules como mi hermana

—Si, yo la escribí...

—Eso era todo lo que quería saber— Isabella se dio la vuelta y tomo las cosas que compramos— Nunca me sentí tan feliz de que acabarán las vacaciones. Mañana regreso a Harvard, y no saben cuanto agradezco vivir a kilómetros de este desastre— dijo con una sonrisa algo descarada viéndonos a todos

—¿Estudias en Harvard?— pregunto mi padre viendo a Isabella-

Ahuevo, pero no gracias a usted— se subió y quería seguirla pero tenía hambre

Tomé unas galletas de la cocina mientras que me iba hacía mi piano... el piano que antes fue de él... antes usaba mi piano para desconectarme de la realidad y dejar de pensar, pero hoy simplemente no podía tocar ni una tecla... odiaba tener esto en común con ese señor

Y eso empeoró cuando el señor Johnsson se acercó a la sala mirándome sentada en su piano, mi mamá nos miraba a ambos recargada en el marco de la puerta

Quería que se fuera, no quería verlo, pero sobre todo sentía una enorme rabia en mi estomago al saber que posiblemente se iba a quedar en mi casa, ya había vuelto a ganarse a mi mamá, y ella se dejó. Tantos sentimientos pasaban en mi cabeza

No podía creer que se había dejado manipular tan fácilmente, que la mujer fuerte que admire en mi niñez por sacar adelante a dos niñas sola se había ido, que solo basto un par de palabras bonitas para que ella se doblegara

Esa no era mi madre 

—Giane me dijo que tocas el piano—  ni siquiera alce la vista de mi regazo cuando me dijo eso

—Si— me limité a decir

—Yo también sé tocar el piano. — solté un pequeño refunfuño, claro que lo sabía— siempre quise ser yo quien les enseñe a tocar el piano. Hubiera querido ser su padre— eso me hizo rabiar más 

—Pero no lo fue— sentí que las lágrimas empezaban a brotar de mis ojos— tu no me quisiste, no solo eso, te fuiste el día que cumplí un año, así que ahora no vengas intentando fingir que me quieres. 

Me levanté del banco del piano mientras que me disponía a ir a mi habitación, mamá intento tomarme el brazo, pero lo quite mientras que subía las escaleras 

¿Por qué me dolía saber que no me quiso? Ahora que por fin le podía gritar cuanto lo odiaba, las palabras no brotaban de mis labios. Quería decirle que si se iba ya no me importaba, que yo ya no lo necesitaba, que pude sobrevivir sin él y sin su cariño y que no quería su cariño, que quería que se fuera de mi casa, pero algo muy dentro de mí no podía hacerlo, no podía y eso me llenaba de rabia 

Quería hablar con alguien, con él único chico que me podía ver tan vulnerable, pero tampoco quería estar aquí. Subí la pequeña escalera de la litera, mi hermana estaba acostada de lado mirando a la nada

—¿Gusana?

—¿Mmh?

—¿Me cubres si me escapo por la ventana?

—Ujum

Tomé una sudadera de mi closet ya que el frio de la noche estaba apareciendo, por fortuna, la ventana de mi cuarto estaba al lado de un árbol, lo cual hacía mas fácil mi escape. Issie me miró por un par de segundos al verme salir por la ventana

No fue tan difícil salir, cuando estuve en el suelo, me fui rápido antes de que mi mamá notara que me salí por la ventana. Al menos aun no había tanta oscuridad, por lo cual me dio la seguridad de caminar las 13 calles que había entre mi casa y la casa de Jaeden 

Me dijo que estaría en su casa todo el día, y por la ventana vi la luz de su cuarto encendida. Tenía la opción de tocar el timbre, pero si estaba mi tía Angie, iba a preguntar porque tengo así la cara, y no quería decirle nada a nadie más que a mi mejor amigo

No se me daba tan mal eso de escalar por las ventanas, y la ventaja que tenía es que podía subir por la escalera de incendios que estaba al lado, así lo hice, y luego di un pequeño brinco para subirme al balcón de la habitación de Jaeden, donde toque la ventana

Jaeden se asomó muy confundido por la ventana al verme ahí como si fuera un ratero 

—¿Summer?

—Hola

—¿Que... estás haciendo afuera de mi ventana?

—Tengo muchas cosas que contarte 

—Pasa... supongo 

Me trepe en la ventana, pero no termine de entrar cuando perdí el equilibrio y termine en el suelo 

—Dios mío— Jaeden resopló fuertemente al verme tirada en el suelo riéndome. Me extendía la mano para ayudarme a levantarme 

Y cuando tome su mano para levantarme, nuestros rostros quedaron juntos por varios segundos, por lo cual tuve que dar un par de pasos detrás porque estar tan cerca de él me ponía nerviosa 

—¿Ya vas a decirme que pasó?— me pregunto mientras que tomaba asiento en la silla de su escritorio, mientras que yo me sentaba en el borde de su cama

—Peter Johnson regreso...— dije con un tono irritado

—¿Y como te sientes al respecto?— preguntó después de varios segundos

—No le pude decir que lo odiaba— declaré con la voz temblorosa— esperé tanto para decirle que lo odio, pero cuando lo tuve enfrente no se lo pude decir 

—Es que eres muy buena, no creo que tengas la capacidad de odiar a nadie 

—Y eso es lo que más me molesta— mis ojos se volvieron a lagrimear— debería odiarlo, por todo lo que le hizo a mi hermana y a mi mamá 

No le tuve que pedir que me abrazará, porque él ya lo estaba haciendo, deje salir todas mis lagrimas en brazos del único chico que dejaba que me viera así de vulnerable

(...)

Jaeden Martell

Aun tenía muchas dudas sobre todo lo que pensaba cuando estaba con Summer, porque primero me ponía nervioso, también me enojaba si algún chico se acercaba a ella, y también no podía dejar de pensar en el beso que me robe, y ahora solo podía pensar si algún día me dejaría besarla, un beso real, que no sea robado y que no arruinara lo que tenemos

Pero sin contar todo lo que me estaba provocando, cuando le ofrecí quedarse a dormir, no me puse a pensar en los nervios que sentía cuando estaba cerca, eran las 3 de la mañana y no podía dormir por tenerla la cerca y sin poder poder abrazarla como quería, me está dando la espalda y una de mis manos está en su cintura.

—Summer— le dije en su oído y ella hizo un sonido de quejido— Te quiero, te quiero mucho— dije y una ligera sonrisa se formo en mi rostro

—También te quiero y te querré más si me dejas dormir— dijo con una voz cansada

Le di un beso en la mejilla, pero ella ni siquiera se movió y solo respiraba lentamente, me encantaba verla dormida, se veía tan tierna despeinada 

No sé que me está haciendo, solo que no quiero que nunca me abandone

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-Ellis

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