Capítulo II: My trauma, my joke
Jaeden Martell
Toque el timbre de la casa de Summer, a los segundos oí los pasos acercarse y quien me abrió la puerta fue mi mejor amiga con el cepillo de dientes en la boca y la mitad de su cabello estaba en una trenza que aun no terminaba, llevaba unos jeans y una camiseta con una flor
—Servicio a la habitación, princesa— ella rodó los ojos ante mi broma mientras que me hacia un ademán para dejarme pasar a su casa mientras que corría al baño
Volvió a los segundos ya con la boca limpia pero aun a medio peinar
—Llegas temprano, un nuevo récord— Summer rodeo la barra de desayuno mientras que me extendía una taza de café con leche
—De hecho— tomé el azúcar mientras trataba de buscar las palabras adecuadas para decirle— tenemos 10 minutos para irnos
—¿Que?— me miró estupefacta mientras que paró de hacer su trenza del otro lado del cabello— faltan más de cincuenta minutos para nuestra primera hora
—Mi mamá salió temprano de la casa y no nos podrá llevar, y no vi el auto de tu mamá afuera— ella resopló cuando entendió que eso solo significa que tendremos que caminar hasta la preparatoria
—Te odio— resoplo fuertemente mientras que deshacía su otra trenza— vámonos
Le sonreí inocentemente, pero ella me miró furiosa mientras que tomaba su mochila y prácticamente me empujaba a la puerta
Generalmente mi mamá o la suya nos llevaban a la prepa, pero cuando pasaba estas situaciones, teníamos que caminar más de 20 calles hasta la escuela. La fama que me rodeaba era algo agobiante, por lo cual no podía ir en autobús porque a veces me reconocían, y a Summer no le gustaban los taxis, así que teníamos que caminar
—Te juro que estoy a nada de irme en autobús y dejarte solo— me dijo aun malhumorada mientras que caminábamos y ella desenredaba su cabello con los dedos
—Siempre me amenazas y nunca lo haces— le dijo mientras que extendía mi mano para cargar su mochila mientras que ella terminaba con su cabello
—Nada de esto pasaría si ya hubieras aprendido a manejar— me reclamó mientras que acomodaba su cabello alrededor de los hombros y tomaba su mochila para colgarla en su hombro
—Pues mi papá me estaba enseñando a manejar— me encogí de hombros
—Perdón— cerro los ojos viéndome con los labios apretados
—Tu no me hiciste nada, tranquila
—¿Has hablado con él?
—Nah— respondí sin importancia— hable con la esposa de mi papá, mi hermanita quería oírme, nadamas
—Tú papá te quiere mucho— levantó la vista del suelo para verme
—Ya no estoy tan seguro de eso
—Bueno— Summer se puso de puntillas para rodearme el cuello con su brazo— bienvenido al club de los que no tenemos papá
—Su...— le di una mirada suplicante
—Mi trauma, mis chistes— se excuso
El padre de Summer era un tema que pocas veces se tocaba, ya que a ella le afectaba mucho cuando éramos niños, muchas niñas se llegaron a burlar de ella por no tener papá. Pero de un tiempo para acá le había dado por empezar a hacer chistes sobre su papá
Chistes que no me hacía nada de gracia, yo la había visto llorar tanto por ese señor, ahora jamás me atrevería a reírme
—Lo que digas, vamos— apresuré el paso con el fin de cambiar de tema
—¡Óyeme, no me dejes!— Summer era mas bajita que yo, por lo cual si caminaba rápido, ella se quedaba atrás
Sonreí al verla saltar para tratar de alcanzarme, cuando paso cerca de mi, le rodee la cintura con mi brazo alzándola levemente del suelo, Summer gritó lo que me hizo reír, y cuando la deje en el suelo, me pegó a puños cerrados en el hombro mientras se iba casi caminando el resto de la avenida
(...)
Summer Johnsson
Tomaba pequeñas respiraciones que me hacían falta por la maldita caminata que Jaeden me obligo a tomar para llegar a la prepa
—Te odio— le repetí lo que le venía diciendo a mi mejor amigo desde que salimos de mi casa
—Tranquila— me dio una sonrisa de inocencia— ¿quieres algo de tomar de la cafetería?
—Si, tu pagas— le reclame. Jaeden fue camino a la cafetería, aun teníamos 10 minutos antes de que iniciara la clase
Me senté en una de las bancas de la preparatoria mientras que sacaba de mi mochila mi labial rosado, generalmente no me maquillo ya que no sé otra cosa que no sea máscara de pestañas y labial, pero hoy tenía un poco más de ganas de arreglarme. Sin embargo cuando alcé los brazos para estirarme, accidentalmente golpee a alguien, por lo que me giré de inmediato para disculparme
Alguien máteme
—H-hola— jugué con mis dedos nerviosa al ver a Marko Davis frente a mi— lo siento, perdón, no quería golpearte
—Tranquila, no pasa nada— me sonrió el chico frente a mi a la par que se inclinó recogiendo mi labial y extendiéndomelo, lo tome con la mano temblorosa
Marko Davis era mi amor platónico desde la secundaria
Era un chico alto de cabello negro rizado, tenía una sonrisa que parecía de modelo de comercial de pasta dental, y un leve acento británico que me hacía suspirar, no solo era precioso, sino también era un chico muy amable y caballeroso, pequeños detalles como el que sostuviera la puerta cuando pasabas o que regalará cupcakes los días festivos hacía que varias chicas suspiráramos enamoradas
Pero aunque Marko casi era perfecto, nunca se ha sabido que tenga novia o algo parecido, él siempre estaba concentrando estudiando ya que era uno de los mejores de la generación
—Bueno, me voy, guapa— Marko se giró para seguir su camino
Me va a dar algo...
Eran contadas las veces que había compartido palabras con Marko, y ahora después de su última palabra... carajo, no podía ilusionarme con una palabra
—Te traje un jugo— salté cuando Jaeden llegó a mi lado, había estado tan sumida en mis pensamientos sobre Marko que ni siquiera note cuando regrese— ¿estás bien?
—Si— tome el jugo aun nerviosa
—Oye estas toda roja— Jaeden me miró divertido
—Es que...— vale, mi intención era callarme, pero no podía— ¡Marko me hablo!
—¿Marko? ¿Davis?— Asentí ante la cara de confusión de Jaeden— Marko nunca le hace caso a nadie, está ocupado estudiando
—Tal vez lo pueda hacer cambiar de opinión— alce las cejas con diversión
—Ajá
—Que poca fe me tienes— me di la vuelta haciendo rebotar mi cabello hacía atrás
Jae me siguió de mala gana hasta nuestro salón donde casi todos están sentados esperando a la profesora de literatura, tomé asiento en uno de los rincones mientras que Jaeden se sentó a mi lado
(...)
—¿Estás enojado conmigo?— me atreví a preguntarle a Jaeden mientras que salíamos de nuestra última clase
—No— me respondió aun en tono cortante
—Es que parece que si— abrí ligeramente los ojos fingiendo sorpresa— no me has querido hablar en todo el día
—Solo no es mi día— aun tenia dudas de su respuesta
—Bueno, aquí tomamos caminos distintos— hice una mueca cuando llegamos a la salida
Yo tomaba un curso extracurricular de música, por lo cual me quedaba dos horas más en el colegio, y Jaeden ya no tenía nada que hacer aquí
—Esta bien— se acerco dejándome un beso corto en mi coronilla y acariciando mi mejilla— lo siento si te trate mal en el día
—Me debes unas gomitas con chile— le dije sonriendo falsamente
—Está bien— suspiro derrotado— suerte en tu clase
—Gracias— me di la vuelta para correr hacia el anfiteatro a mi extracurricular
No eran tan difícil la clase de música, mi instrumento era el piano, y lo único que le podía agradecer a mi padre es que él también tocaba el piano, así que lo único que dejo cuando se fue de la casa, fue su piano, piano que ahora es mío, y que aprendí a tocar a los 10 años
Aunque llevaba años practicando, no me consideraba excelente, era mas por diversión que otra cosa, pero al estar sola con mi piano me ayudaba a dejar de pensar
Solo yo y la música
Termine de correr hacia mi clase, por fortuna aun no iniciaba, ya que la clase de ballet acababa de terminar. Me sorprendí un poco cuando vi una cara conocida subir por las escaleras del anfiteatro justo en mi dirección
—Summer, hola— Lilia me saludo con su botella de agua entre las manos. Ella era bailarina así que también tomaba una extracurricular antes que yo
—Hola Lilia— le regrese el saludo con una pequeña sonrisa
—Em...— paso la botella de su mano a la otra sin dejar de mirarme— ¿Cómo estás?
—Bien— le respondí con normalidad, la verdad no tengo ningún problema con ella— ¿y tu, lista para la presentación del siguiente mes?
—Ni me lo recuerdes— soltó una pequeña risita irónica que imite— cansado, pero adelante
—Bueno, pues estaremos juntas en la presentación— ella se sobresalto cuando toque su hombro con mi mano, note su incomodidad y me aleje— lo siento
—No no— ella me aclaró rápidamente— es que estoy toda sudada, apesto
—No es cierto, te ves linda— sonreí inocentemente, mire por encima de su hombro cuando el resto de mis compañeras se estaban acercando para la clase— me debo ir
No esperé su repuesta y empecé a caminar por el pasillo hacía el escenario antes de que me regañaran
—Summer— giré al oír la voz de Lilia— tocas muy bien
—Pero si nunca me has oído— reí ligeramente
—Pero imagino que debes ser muy buena— sonreí ante su halago antes de alzar mi mano por última vez y seguir mi camino
—Hola— salude mientras que dejaba mis cosas en un rincón para tomar asiento en el suelo en un circulo improvisado con mis dos amigas, Steel y Danna y el resto de mis compañeros
Stella Hard y Danna Jones eran mis amigas en la clase de música, además de compartir un par de clases, pero nos habíamos conocido aquí. Steel tocaba el violín y Danna la guitarra, y ambas eran muy buenas
—Bueno chicos— el profesor Deefez, un hombre alto que siempre usaba una barba y un chaleco, nos miró a todos en el circulo— ya saben que nuestro evento de fin de semestre esta a la vuelta de la esquina, quiero lo mejor de todo
—Nosotros ya somos lo mejor— aludió Steel causándonos a todos miradas de superioridad
—Lo sé, pero quiero más
—¿Mas?— miramos al profesor con una mueca
—Ustedes pueden, mis niños— algunos dudábamos de las palabras del profesor— ahora, por hoy los quiero ensañando para la presentación
Obedecimos al profesor tomando nuestros respectivos instrumentos, en mi caso, era la única de este grupo que tocaba el piano, por lo cual el profesor estuvo del otro lado del piano viéndome tocar
Eran contadas las personas que habían escuchado la canción que tocaba, ya que está la había escrito yo, pero aun no me atrevía a mostrarla, solo la habían escuchado mi mamá, mi hermana y mi profesor
—Se escucha triste— me dijo el profesor desde el otro lado del piano. Él me sugirió que tocará esta canción en la presentación de fin de semestre, pero aun lo dudaba— todo lo que escribes es triste, deberías intentar con algo que te hace feliz
—Aun no sé si tocarla frente a tantas personas— confesé mientras quitaba mis dedos del piano
—Johnsson, no solo es saber componer— el profesor hizo una pausa— es tener el coraje de mostrarle al mundo tu arte, si crees en él
—Tengo miedo
—La única persona que te puede criticar y hacerle caso, eres tu misma— el profesor se reincorporó dándome una mirada de lastima— hay grandeza en ti, Johnsson, no decepciones
Hice una mueca de lado mientras que veía al profesor alejarse y volvía mi vista al piano, cerré los ojos pensando en aquello que me hacia feliz
O en alguien...
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-Ellis
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