Capítulo I: You're my best friend

Summer Johnsson

El clima de primavera se sentía desde mi ventana, era domingo, era mayo, podría estar en mi jardín tomando el sol esperando que algún vecino guapo se enamore de mí, aunque eso nunca sería posible. En primera porque no hay vecinos guapos en mi residencia, y la otra razón era porque tenía que consolar al bulto que fingía llorar dramáticamente sobre mi cama

Mi mejor amigo 

Jaeden estaba en mi cuarto, estaba llorando muy dramático por que acaba de terminar con Lilia, su ahora ex-novia, hasta hace poco mas de dos semanas creía que eran la pareja perfecta, o al menos hasta que Jaeden me llamó consternado porque ella terminó con él, pero no podía culparla, Jae viaja mucho y las relaciones a distancia no funcionan.

Había conocido a Lilia Buckingham hace casi un año, una amiga en común los presento, incluso yo fui de las primeras que veía emocionada a Jaeden cuando respiraba cerca de la rubia, a mi parecer tenían buena química, yo los apoyaba en todo, Lilia era buena chica, y mi opinión no cambiaría a pesar de tener a mi mejor amigo chillando en mi cama 

—Ya, por favor— hable cansada ante verlo llorar dramáticamente

—Es que yo sí la quería— dijo comiendo helado mientras lloraba

—Terminaron hace 1 semana— dije entrecerrando los ojos

—¿Pero por qué? ¿Es porque tengo mucha frente? ¿Es por mi cabello? Es porque no tengo músculos?— pregunto de manera exagerada.

—¡No hay nada malo en ti! Es la distancia, viajas mucho, cuando te fuiste a Ontario para grabar IT 2 te la pasaste fuera casi 3 meses— dije mientras le tocaba el hombro.

—Pero hablaba tanto contigo como con ella por Skype todos los días— dijo limpiándose las lágrimas imaginarias 

—Ella tiene muchos detrás ella y yo pues máximo es el borracho que me lanza piropos que está en la esquina— dije haciendo una mueca.

—No digas eso, tú eres hermosa— dijo sonriendo triste

—Lo dices por qué eres mi mejor amigo— dije con una ligera sonrisa

—¿Me dejas subirme a la cama de Issie?— pregunto haciendo los ojos de perrito

—Está bien— dije y puse los ojos en blanco.

Jaeden se subió a la litera, la parte de arriba era de mi hermana Isabella, pero ella está en Harvard estudiando Gerencias, solo venia en navidad y en verano, pero por poco tiempo, por lo cual ahora tengo dos camas, aunque en la cama de arriba tengo solo ropa que debería estar acomodada.

Se puso boca abajo en la cama y se me ocurrió una idea para subirle el ánimo.

—Queen— dije en susurro

Prendí la tele y puse YouTube, en favoritos estaba un mix de Queen así que lo puse y empezó a sonar Don't stop me now.

—Ya me siento mejor— dijo sonriendo— mientras no pase love of my life o there are the days of our lives estaré bien.

—Eres un dramático 

Tomó uno de mis cojines pegándome en la cara, por lo cual yo tomé otro para regresarle el golpe, lo que termino en una guerra de almohadas que luego se transformo en una de cosquillas hasta que mi cama termino hecha un desastre y en un ataque de asma por las risas que ambos soltaba mientras tomaba mi estomago tratando de controlar el ataque de risa 

—Pasé— alce la cabeza al oír unos toques en la puerta, a los segundos, mi madre, Giane, entró a mi habitación, deducía que acababa de volver de sus extrañas salidas de los domingos 

Los domingos nunca se hacia nada en casa, dormía hasta tarde, no desayunaba y solo esperaba que mamá trajera la comida. Desde que tengo memoria, mi mamá se iba todos los domingos a las 11 de la mañana y volvía hasta casi las 5, decía que era su tiempo para ella, y la verdad nunca le pedí ir con ella o le preguntaba que hacía 

—Hola, niños— nos saludo a ambos— hija, traje la comida

—Okey, ahora voy— me reincorpore tomando mis zapatos 

—Jaeden, ¿te quedas a cenar?

—¿Qué hay?— fue lo primero que pregunto mi mejor amigo

—Comida china— a ambos se nos ilumino la mirada— no tarden que se enfría 

—Corre— Jaeden se levanto rápido de mi cama para correr a la puerta y hacer unas pequeñas carreras de aquí al comedor

Al llegar al comedor, mamá nos sirvió de comer a mi y a Jaeden, también se sentó junto a nosotros 

—¿Cómo estuvo el trabajo, mami?— pregunté mientras empezaba a comer

Mi mamá era parte de uno de los buffet de abogados más grande de Los Ángeles, siempre la admiré por ser la mujer exitosa que tenía de todo y que siempre me dio todo, y esperaba algún día llegar a ser igual de exitosa que ella

—Muy bien— respondió mamá— de hecho, hoy hable con Angela— Jaeden despegó la vista de su plato cuando escucho el nombre de su mamá— esta arreglado tu acta de nacimiento y todos tus documentos con tu nuevo apellido

—Wow— Jaeden se quedó estático con esa información— gracias tía

El hecho de que Jaeden y yo fuéramos amigos desde el kínder, también había hecho que por asociación nuestras madres se volviera amigas, incluso teníamos la costumbre desde niños que yo le decía tía a su mamá, y él también a la mía

Y hace unos meses, mi tía Angela se fue a juicio con su ex-esposo para pelear la custodia de Jaeden. No era modestia, mi mamá era de las mejores abogadas del país, lo que resulto que mi tía ganara la custodia, Jaeden se peleará con su papá y ahora llevará el apellido de su madre

—No pasa nada— tomé la mano de Jaeden por encima de la mesa

—Estoy bien, en serio— el castaño nos dio una sonrisa tranquilizante

—Bueno, cualquier cosa, recuerda que te apoyamos, hijo— murmuro mamá dándole una sonrisa tranquilizadora 

—Gracias 

El resto de la comida fue tranquilidad, dejamos de lado el tema del nuevo nombre de mi mejor amigo, y mejor nos pusimos a criticar sobre el nuevo guion que le había llegado a Jaeden, él cual aun estaba en negociación, pero yo ya me burlaba por él hecho de que era sobre un adolescente acusado de asesinato, a mi parecer y por el guion, era el peor asesino del mundo

Seguimos hablando de cosas triviales hasta que llego la hora de que mi mejor amigo se fuera, mañana teníamos escuela 

—Paso por ti mañana temprano— me dijo mientras nos dirigíamos a la puerta de mi casa 

—Si, como eres tan puntual para llegar 50 minutos tarde— solté con ironía 

—¡Solo fue una vez!— se excuso, mientras que yo tuve que reprimir la carcajada— adiós— me sorprendí un poco cuando me tomó de la cara para dejarme un beso en la mejilla, pero fue algo extraño que fuera cerca de la comisura de mis labios, deje de respirar por un segundo y mis mejillas se pusieron rojas 

Él se fue caminando tranquilamente por lo que restaba de la calle mientras silbaba, mientras que yo me quedé parada en la puerta con la mano en mi rostro justo donde dejo el beso 

¿Por que de repente ese beso me puso tan nerviosa?

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Ellis se las ediciones se hace presente en esta historia jejer

-Ellis


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