𝐂 𝐔 𝐀 𝐓 𝐑 𝐎

Felix tiene muchas ganas de cogerle la mano a Hyunjin mientras están dando un paseo por el pueblo. Pero los dos pares de manos se quedan resguardadas en el calor de los bolsillos de la chaqueta de cada uno. Tampoco es como si Hyunjin fuera muy afectivo, casi nunca se cogían las manos. Y si lo hacían, el alto se sentía muy incómodo y Felix optaba por soltarla disimuladamente.

Hace muchísimo frío y el tiempo no es el mejor, pero Felix prefiere estar muriéndose de frío antes que pasar un segundo más en casa de los hermanos de su pareja.

— ¿Qué te parecen mis hermanos? —pregunta Hyunjin hundiendo parte de su cara en la bufanda, encogido.

— Son... —piensa en el suceso con Seungmin, pero no tiene caso hacer pasar un mal rato a Hyunjin—. Me caen bien, es algo incómodo ahora pero supongo que es normal.

— Es la primera vez que traigo a alguien a casa.

— No te creo —Felix sonríe mirándole.

Hyunjin, aunque era alguien frío, silencioso y para nada sentimental, era alguien muy atractivo y sin duda eso opacaba todos sus defectos. Hyunjin podría atraer a quién quisiera, podría tener a todo el mundo comiendo de la palma de su mano con una sola sonrisa. Era imposible que Felix, al cual conocía de dos meses, hubiera sido el primero en tener el privilegio de conocer a sus hermanos.

— Lo digo en serio.

Iba a preguntarle sobre su vida amorosa, pero se retractó de ello al recordar que a Hyunjin no le gustaba hablar del pasado.

— ¿Y qué opinan ellos de mí?

— Piensan que eres perfecto.

Frunce el ceño pensando en Seungmin. Era imposible.

— ¿Lo soy?

— Por supuesto.

— Hyunjin —este le miró alzando las cejas—. ¿No vive nadie más en casa?

— No, ¿por qué?

Recuerda los gritos de la habitación, aquellos jadeos, aquel niño sufriendo por los abusos de un adulto mayor. Ambos eran desconocidos para él, pero no podía sacarselo de la cabeza.

— Me pareció escuchar voces en la planta de arriba, al final del pasillo.

Hyunjin respondió rápidamente— Seungmin tiene un televisor en esas habitaciones porque es el único lugar donde hay cobertura, quizá estaba viendo algo.

Prefiere no darle muchas más vueltas. No tiene sentido discutir sobre algo de lo que no está seguro. Quizá Hyunjin tenía razón y era solo el televisor. Pero sonaba tan real...

— ¿Crees en la mitología? —aun Felix no puede creerse las palabras de Minho sobre sus raíces. Hyunjin era alguien sumamente racional y empírico.

— Algo he leído.

— No te he preguntado eso —le dedica una media sonrisa, pero Hyunjin se mantiene en silencio y termina esa conversación.

A pesar de que está acostumbrado a su silencio, Felix está tan nervioso desde el día anterior que no puede evitar sacarle tema de conversación.

— ¿Por qué nunca me hablas de tus padres? ¿Tenías buena relación con ellos?

Hyunjin sonrió, pudo notarlo por cómo se levantaban sus pómulos sobre la bufanda.

— No estoy seguro de cómo me mirarás después de que te hable de ellos, por eso no te había dicho nada.

Felix para su camino y agarra el brazo de Hyunjin para que lo haga también. Están en mitad de una cuesta, el pecoso en la zona más empinada, por lo que sus alturas quedan reguladas y sus ojos se miran de frente. Le sorprende y le preocupan esas palabras de Hyunjin, porque no es alguien a quien le interese la opinión de los demás (a veces ni toma en cuenta la de Felix), así que debe ser algo grave o importante para él.

— Nada cambiará mi visión hacia ti —le sonríe y agarra sus manos aunque sabe que es reacio a ese toque—, me sorprende que te importe mi opinión.

— Me importa —responde—. Tú me gustas. Mucho.

Las pecas de Felix se ven envueltas en un rojo carmesí por las palabras del mayor. Al mismo tiempo se siente terriblemente mal, porque la noche de antes estaba maldiciendose a sí mismo por no haberlo dejado con anterioridad.

— Mi madre estaba casada con el que creíamos que era nuestro padre —empezó a decir. No se habían movido, sus manos estaban agarradas a las de Lee todavía—. Él era un poco estricto, nos pegaba a veces. Sabes que me llevo siete años con mis hermanos, ¿no?

— Sí, lo sé.

— Es porque yo no fui buscado.

— Pero te tuvieron aún así —deduce Felix.

— No les quedó de otra, mi madre se empeñó en tenerme. Por eso mi padre me odiaba.

— ¿Te odiaba? —pregunta con sorpresa.

— Sí, pero mis hermanos me protegían.

Sus palabras le hacen saber que era el más golpeado de sus hermanos, el más indefenso ante el monstruo que era su padre.

— Es horrible, Hyunjin.

— Cuando cumplí los once, mi madre fue asesinada por nuestro padre a golpes.

El menor se tapa la boca del impacto. Lo dice tan serio, tan natural, que no puede ni imaginarse por lo que Hwang podría haber pasado.

— Ese mismo día vino nuestro tío, el hermano de mi madre, dijo algo de que había matado a su amada. No recuerdo muy bien —se toca la sien frunciendo el ceño.

— Tu madre y su hermano... —balbucea Felix.

— Tenían una aventura —termina su frase—. Resulta que nosotros somos hijos del fruto de su amor, ya que el que se hacía llamar nuestro padre era estéril, pero no lo sabía, solo mi madre.

— Dios mío.

— Mis padres son hermanos, eso es lo que no quería que supieras.

— Como los mitos... —susurra inaudible.

— ¿Qué? —Felix niega con la cabeza.

— Que es horrible lo que te ha pasado, Hyunjin. Ojalá me lo hubieras dicho antes.

— Pasó hace mucho tiempo, ha perdido importancia para mí.

— Entiendo —asintió dejando una caricia en la mejilla del mayor—. ¿Tu madre tenía algún tipo de obsesión por la mitología griega?

— Era lo único en lo que creía.

Felix puede relacionar la historia de las Gorgonas, las trillizas; Ceto y Forcis, sus padres, que a su vez son hermanos. Y a Poseidón, su padrastro, el que abusó de la trilliza menor. Parece hecho a posta, pero no cuadra del todo. Hyunjin sobraría en esa historia, su padrastro la tomaba con él, no con Seungmin, ¿o quizá también? Perseo ni siquiera existe.

Ríe de sus propios pensamientos, está comparando un cuento de niños con una historia real.

— ¿Qué pasó con... tu padrastro?

— Murió.

— ¿Cómo?

— Mis hermanos lo mataron cuando intentó matarme a mí. Dijo que yo fui el causante de todo.

— Hyunjin...

— Desde ese momento, mis hermanos juraron estar conmigo para siempre —suelta una risa irónica—, pero no soy como ellos.

Felix piensa que se refiere a que es más independiente y distante, no es muy sociable y disfruta de su soledad. Que está estudiando una carrera y tendrá un futuro brillante a diferencia de sus hermanos. Pero estaba equivocado.









Se me olvidó actualizar :(

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top