Conforme los días pasaban desde el cumpleaños del número 39 del Olympique Lyonnais, el brasileño había adaptado comportamientos extraños hacia Lorena. Se portaba distante con ella, llegaba tarde a casa, casi ni la miraba directamente a los ojos y se volvía más frio con ella. Todo apuntaba a que la llama del amor se estaba apagando.

Lorena se preocupaba de Bruno, jamás pensó que se vería envuelta en este tipo de situación y menos con quien creía que era el amor de su vida. Amaba a Bruno más que nada en este mundo estando dispuesta a hacer absolutamente lo que sea necesario para que él sea únicamente suyo.

Eran casi las 9pm de la tarde, como de costumbre el brasileño aún no llegaba. Rena aprovechó para llamar a su hermana menor quién aun vivía en Brasil.

-Peque?- pregunta Rena.

-Rena?! Qué sorpresa!! Y ese milagro que me llamas?- bromea Adelina alegre de oír a su hermana del otro lado de la linea telefónica.

-Nada, nada. He estado atorada con unos asuntos- intenta iniciar la conversación.

-Bueno, no creo que sean peores que los que están mamá y papá, cierto?- relaja Adelina y Rena traga saliva.

La mantiene al tanto de la situación -Mira, tengo muchos escenarios que pueden explicar los comportamientos de Guimarães: Uno, es que te esté planeando una sorpresa. Dos, que te esté engañando. Tres, quizá busca un tiempo para aclarar sus ideas y...

-Bruno jamás me engañaría- descarta de inmediato. -Conozco a Bruno para que decirte con certeza que siempre me será fiel- recalca.

Adelina se sorprende ante la reacción de Lorena -Rena, te amo y toda la cosa. Pero las personas cambian, para bien o mal. Tienes que estar preparada para cualquier cosa.

-Y yo te digo que conozco a Bruno mejor que nadie. Es incapaz de hacerme esto.

-No quiero pelear contigo, solo te pido que tengas cuidado y seas precavida- deja en claro.

-Descuida, Adelina. Bruno jamás me lastimaría.

La menor de las Vitória frunce el ceño -Desde cuándo actuó así?- Rena responde que desde la fiesta haciendo recordar del post que su hermana puso junto con los que la acompañaban -No se te hace raro que Millie tenga que ver?

-Millie?! Por favor! Si ella está de regreso en su ciudad donde reside- desmiente Rena.

-Como puedes estar segura?

Rena ya se empezaba a mostrar incómoda de que su propia hermana dudara de ella -Por qué siento que me estas interrogando como si fuera la culpable??

-No lo hago, Rena. Cómo vas a ser tu la culpable? Solo intento descifrar esto.

-Aha si. Pues deja de intentarlo, Sherlock. No hay ningún misterio aquí- asegura.

Adelina no se quedaría con los brazos cruzados -Solo conecta los datos. Desde que Bruno conoció a Millie, este no ha sido el mismo. Quizá Millie mintió de que se había ido pero en realidad se quedó porque se mostró interesada en tu novio.

Odiaba que le demostraran que ella no tuviera razón -Sabes qué, Adelina? Luego te hablo, me siento cansada.

-Lorena, ni se te...- Rena corta la llamada pues ya estaba frustrada ante la situación.

Por qué darle vueltas al asunto cuando ya estaba más claro que su amado sería incapaz de ponerle el cuerno.

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-Y Bruno?- pregunta Duda cuando ve que su amiga llega sola a su casa.

-Me mandó mensaje de que llegaría más tarde, se le complicaron unas cosas, pero que seguro llega- afirma Rena ingresando a la casa donde se celebraba una victoria crucial para el OL pues cada vez se sentían mas cerca de estar en puestos europeos.

Algunos miembros del equipo estaban llegando y nomás no había señales de vida por parte de Bruno. Rena confiaba ciegamente en que este llegará y la calmara con su sensual voz. La espera se hizo eterna pues mínimo la mayoría de los atletas venían acompañados de sus parejas haciendo sentir a Rena sola. No se llevaba con nadie mas qué Lucas y Duda, pero estos se veían muy felices los dos juntos, ni tampoco quería ser el mal tercio.

La puerta de entrada se abrió, los ojos claros de Lorena se clavan fijamente en quienes venían entrando, sonrió al ver que su amado había llegado pero esa sonrisa se iba desvaneciendo al ver que no venía solo. Su brazo estaba encargado de tomar con firmeza la pequeña figura de Millie Bronze quien portaba una enorme sonrisa.

Su hermana tenia razón, Bruno la había estado engañado todo este tiempo. Su amiga le había mentido.

Su respiración se convertía en bufidos. Su pulso se aceleraba. Sin darse cuenta, sus manos formaban un puño en señal de contener su furia. Fruncía el ceño y por ultimo apretaba sus dientes de manera brusca.

Desde ahí, algo oscuro se había originado en Lorena Vitória.

Se levanta de su silla dispuesta a caminar hacia los "enamorados" pero unos brazos la arrastran hasta la planta de arriba de la casa llevándola a un cuarto lejos del dilema.

-Más te vale que me des una buena razón para DETENERME!!- reclama furiosa hacia Lucas.

-Lo ideal es calmarse- al parecer Lucas fue el único que se percató de la situación.

-Oh no! ESTOY CALMADA- Rena responde sarcástica.

Lucas mira preocupado a su amiga -Escucha, no se qué diablos le entró en la cabeza a Bruno para que te hiciera esto. Pero para saberlo tienes que controlar tu ira.

Las malas vibras cegaban a Rena -Me va a escuchar ese hijo de puta- empuja a Lucas para abrir la puerta pero el mediocampista es más rápido colocándose enfrente de la puerta.

-No estás pensando con claridad.

-Es obvio que estás defendiendo a tu mejor amigo!! Y puedo asegurar que hasta sabías y decidiste OCULTÁRMELO!! Después lidiaré contigo- escupe.

-Lorena! Estoy igual que tu!- alza la voz -Bruno nos engañó a todos!!

Rena retrocede ante la excusa de Lucas. Logra nivelar su respiración y sonríe irónica -Eso es lo que tú crees- aparta con delicadeza a su amigo para poder salir y bajar de las escaleras aplaudiendo para llamar la atención de todos en la casa.

Las miradas se clavan en la rubia quien tenía su vista fija en Bruno Guimarães y Millie Bronze. Estos fueron los últimos en darse cuenta del teatro que estaba a punto de dar Lorena.

El ambiente se torna en un incómodo y profundo silencio. Absolutamente todo mundo se quedó callado en espera de que Rena emitiera un sonido. Bruno la observaba sin expresión alguna en su rostro mientras Millie se refugiaba en el calor del brasileño para sentirse protegida.

Rena únicamente les dedica una mirada irónica que escondía muchos secretos -Que sean felices- les desea a la nueva pareja y sin nada más que decir, se va de la casa.