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CAPÍTULO TREINTA Y TRES
• NAVIDAD JUNTOS •
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𝟸𝟺 𝚍𝚎 𝚍𝚒𝚌𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 𝚍𝚎 𝟷𝟿𝟽𝟽
La casa de los Macmillan nunca estuvo tan lleno de gente como este día festivo en donde todo el grupo decidieron pasar juntos ahí con sus respectivas familias; la sala que se tuvo que agrandar con magia para que entren todos se encuentra en un ambiente feliz en donde las risas, anécdotas, música y más inundan. Sin duda cada uno de ellos están pasando un buen momento en lo que esperan a que sea media noche.
— Podríamos hacer que aparezca muérdago encima de ellos — le susurró James a la rubia en su oído.
— Pero tiene que ser cuando los adultos no estén presentes, a Remus le va a incomodar que sus padres y el resto lo vean besarse a Sirius — susurró igualmente.
— Está bien, lo conjuramos cuando estén a solas.
— ¡Hey pareja! — exclamó Sirius llamando la atención de ambos — Ya dejen de andar secreteando y no nos excluyan.
— No creo que quieras saber de lo que hablamos — bromeó sonriendo pervertido a propósito.
— ¡Eso sí que no maldito miope! — gritó Eloise tirándole una almohada que chocó justo en su cara — Ni se te ocurra profanar el cuerpo de mi bella y pura Eris o te haré sufrir.
— Pues que te digo Eloise..Llega un punto de la relación que...
Ni siquiera pudo terminar ya que se levantó rápidamente y comenzó a huir con una Eloise siguiéndole con un cuchillo que quitó quién sabe de donde mientras le amenaza de mil formas y James chilla pidiendo auxilio, pero nadie hace nada, todos los jóvenes están viendo divertidos la situación, incluso la misma Eris.
— Ni me imagino cómo se pondrá cuando se entere que lo hacen — habló Sirius sonriendo divertido pero luego le creció la gran duda y le miró rápidamente a la rubia — Aún no lo hicieron ¿verdad?
— Eso a ti que te importa — dijo Regulus antes de que ella diga algo.
— Es que soy el mejor amigo, debo saberlo.
— No creo que sea de tu incumbencia Sirius — se metió el castaño.
Pero el pelinegro siguió dando explicaciones del porqué debería saber siendo negado de mil formas por Remus y Regulus, hasta que decidió callarse porque literalmente había sido humillado por ambos; estos cada que se ponen de acuerdo en algo y se juntan le pueden destrozar con palabras a una persona y sus argumentos, son un gran dúo para cuando trata de eso.
— ¿Por qué Eloise le tiene acorralado a James con un cuchillo? — preguntó Peter llegando con ellos comiendo postre.
— ¡Postre! — chilló Sirius levantándose al instante y corriendo a buscar antes de que se acabe.
— ¿Y alguien me dirá? — insistió curioso yendo a sentarse a un lado de su amiga.
— Es que anda de celosa, iré a intervenir antes de que lo dañe.
El rubio asintió diciéndole donde se encuentra y ella se levantó yendo directo hacia donde le indicó viendo justo lo que dijo Peter. Apenas James la vio se deshizo del agarre de la morena y corrió hacia Eris poniéndose detrás suyo abrazándola.
— Dile algo a la loca de tu amiga que me quiere cortar en miles de pedacitos.
— Eloise — habló en tono de advertencia.
— ¡Es mentira! Está exagerando y haciéndose de la víctima para que me retes — dijo claramente mintiendo.
— Ambas sabemos que no es así — suspiró negando — Solo ya no sigas, además no sé por qué te molesta, con Alex hasta me obligabas a poner ropa interior en conjunto y ni siquiera éramos pareja.
— Es que Alexander estaba bien sexy, tu primera vez debía ser con él — sonrió burlona viendo la expresión tiene James.
— ¿Qué? ¿Cómo que Rosier? — habló rápidamente saliendo detrás suyo para verle a su novia.
— James..
— Yo me voy — dijo Eloise alejándose con una sonrisa.
El de gafas le insistió con la mirada; si bien no debería reclamarle porque en ese entonces no eran nada y hasta él tuvo sexo antes con otras personas igualmente le da celos pensar en que él tuvo la gran suerte de hasta ser el primero en tener relaciones sexuales con ella y no le bastaba con ser su primer amor que ahora le arrebató lo otro.
— Nunca hice eso con él James, ya cálmate, además no puedes reclamarme eso, si así fuera yo tendría que hacerlo por la cantidad de veces que te metiste con otras.
— No lo digas de esa forma, no soy un mujeriego como te hicieron creer — frunció el ceño.
— No te señalé de eso, solo quiero que entiendas mi punto.
— Lo sé, lo siento si te sonó a reclamo, igual quiero aclararte que no me he metido con miles de mujeres, solo fueron unas veces.
Eris sonrió levemente al percibir su preocupación y se acercó poniendo ambas manos en sus mejillas en un intento por calmarlo.
— Tranquilo que no me importa eso, ya es tu pasado, lo importante es que no lo hagas ahora siendo que somos pareja, ahí sí que no podré perdonarte.
— Ni loco te meto los cuernos luego de haber esperado tanto para estar contigo, así que ni pienses en ello porque no lo haré.
Antes de poder decir algo se escuchó todo un barullo mezclado, pero pudo captar que trata sobre que ya van a ser las doce y que deben estar todos juntos para recibir la navidad.
— Es el momento, regresemos.
James se limitó en asentir y agarrados de las manos se acercaron al resto que andan de aquí para allá, especialmente los adultos con que debe servirse algo para brindar, incluso Alhena le retó a Sirius cuando su intento de disimulo en servirse también alcohol falló.
— ¿Eso de ponerse bajo la mesa es en año nuevo o ahora? — preguntó Peter y pronto se arrepintió cuando comenzó a ganarse bromas por parte de Sirius y James porque ya quiere pareja — ¡Solo estaba preguntando pesados!
Eris se quedó quieta un poco alejada apreciando todo con una sonrisa en su rostro. Nunca pensó que al mudarse en Londres sería tan feliz y tendría en su vida personas tan maravillosas que le alegran su día a día, todo tan diferente a cuando vivió en Francia que lo único que hacía era sufrir mucho.
— Se siente raro ¿no? — habló Regulus poniéndose a un lado suyo observando igualmente toda esa felicidad en el ambiente.
— Sí, es la primera vez que paso navidad rodeada de tantas personas — sonrío mirándolo— Nunca pensé que tendría algo así en mi vida.
— Te entiendo completamente, hasta me siento un poco fuera de lugar al no estar acostumbrado a un ambiente tan así.
— ¿En tu antigua casa no festejan nada?
— No, pero a veces si las familias sangre puras se juntan todos, más no es así como el de acá y está muy lejos de serlo.
Ambos escucharon que son las doce y todos comenzarnos a desearse feliz navidad, así que Eris al tenerlo cerca lo abrazó sin dudarlo y Regulus en esta ocasión si le regresó al instante el abrazo.
— Feliz Navidad Reg, por más navidades juntos y sin que tengas que volver a pasar por lo de antes.
— Feliz Navidad Eris, y espero que así sea.
Una vez que se separaron fueron intervenidos inmediatamente por otros abrazos por parte de Marcus y Alhena deseándole una feliz navidad a sus hijos a lo que ambos se unieron al abrazo familiar, después de todo Regulus finalmente ya se siente uno más de ellos, de tanto que le trataron como uno se terminó por acostumbrar.
Luego del momento cada quien fue por su lado a desearle igualmente una feliz navidad al resto de los invitados. Eris por supuesto fue más que nada cariñosa con cada uno de sus amigos e igualmente ya les agradecía en susurros por venir cada que le abrazaba a uno, el que más duró fue con Sirius ya que este una vez más se puso de dramático, aunque a la rubia no le molestó y solo le seguía el juego riendo ya bastante acostumbrada a su forma de ser.
— Bueno ya canuto, regrésame a mi novia que todos ya la tuvieron menos yo — le agarró de la cintura a Eris intentando apartarla.
— Tú la tienes siempre, déjame — apretó más el agarre.
— ¿En serio van a seguir peleando por lo mismo? — habló Eris soltando un suspiro.
— Obvio, pelearé por eso hasta que seamos abuelitos.
— Y si él sigue yo lo haré siempre— continuó James de inmediato.
La rubia en lugar de decir algo hizo un gesto mirándole a Remus quien andaba comiendo chocolate observando la situación, pero ya sabiendo que eso es una señal que entre los dos se inventaron cada que pasa esto se acercó a ellos ya que es el único capaz de lograr distraerle al pelinegro y que se rinda.
— Ven conmigo un rato Sirius, debo hablar contigo.
— ¿Sobre qué? — lo miró interesado.
— Si vienes lo sabrás— agarró su brazo jalando un poco y como era de esperarse este cedió al instante.
Y así fue como rápidamente se desligaron de la situación y ambos se alejaron mientras el castaño piensa en alguna excusa, por su parte James sonrió de lado viendo a sus amigos pero luego toda su atención se puso en la chica que tiene enfrente y al instante la abrazó moviéndolos levemente de un lado a otro.
— Feliz navidad preciosa, espero pasemos muchas festividades más juntos, como pareja por supuesto que me niego volver a ser tu amigo o un simple extraño después de todo.
— Tranquilo que yo tampoco quiero eso — sonrió separándose apenas para poder verlo y se puso un poco de puntas dejando un corto beso en sus labios — Y feliz navidad para ti también cielo.
— ¡Hey! Nada de besos frente a mí— exclamó Marcus.
— Déjalos que nosotros éramos iguales a su edad — le regañó Alhena.
— Al parecer nunca podremos darnos muestras de afecto frente al resto, siempre nos interrumpen — susurró James suspirando ya un poco frustrado ante la situación.
Eris agarró su mano sintiendo sus emociones así que sin decir nada lo llevó y él la siguió al instante al ver que va en una dirección donde nadie está, y así fue, pese a que haga frío lo llevó hacia el patio. Sin embargo, como si ambos estuvieran coordinados se detuvieron en seco al verle a Sirius y Remus hablando a una distancia no tan grande, la pareja se observaron y sonrieron de inmediato.
— ¿Estás pensando lo mismo que yo? — susurró el de gafas.
— Si eso incluye hacer el hechizo ya ahora sí, pensamos lo mismo.
— Definitivamente lo hacemos — sonrió y la jaló cerca de un arbusto en donde ambos se escondieron mirando hacia ellos — Hazlo tú, eres mejor en todo.
— Tú también lo eres James, pero bueno, hagamos esto.
Agradecida de llevar siempre consigo su varita sacó apuntando hacia donde están los chicos y conjuró viendo como el muérdago apareció arriba en medio de ambos; sin embargo, estos parecían no darse cuenta.
— Oh vamos, miren hacia arriba — susurró James expectante.
Y como si Sirius lo escuchase miró hacia arriba y los dos no pudieron escuchar que dijo pero Remus también lo vio y luego ambos se miraron fijamente. Eris sonrió ante el nerviosismo de ambos y le enterneció verle al parecer a Sirius decir palabras incoherentes por sus gestos que hacía, pero sorprendentemente no fue él quien dio el paso como todos probablemente lo esperaban ante su personalidad tan excéntrica y coqueta, sino que fue el castaño quien cortó la distancia besándolo.
— Lo hicieron — susurró James mirándole a Eris.
Los dos se vieron con una sonrisa y luego gritaron silenciosamente festejando para terminar chocando los cinco sin hacer ruido ante su logro. Están felices por este gran paso, y si bien ambos intervinieron para que suceda eso no deben enterarse nunca sus amigos, después de todo solo quieren que sean felices juntos, desde ahora en más si ya dejarán que todo siga su curso sin meterse, solo le dieron ese pasito que ellos necesitaban.
— Vayamos a otro lado y dejémosle solos — susurró Eris agarrando su mano.
James accedió y ambos salieron de su escondite regresando a la casa y al pasar por la sala le vieron a todos ya bailando, especialmente los adultos con sus respectivas parejas, aunque por lo que se ve Eloise le está obligando a bailar a Regulus por la cara que tiene este, mientras que Peter baila con su mamá dado que ya se separó de su esposo y está sola.
— Amor..
— Lo sé — le interrumpió James sonriendo — Iremos a bailar igual, ya luego tendremos tiempo a solas.
— ¡Gracias! — sonrió animada dándole un beso en su mejilla y caminó rápidamente hacia el resto.
Cuando se unieron al resto nadie dijo nada para la suerte de James que posiblemente ya se molestaría si interrumpen una vez más su momento, así que agarró la cintura de la rubia acercándola y ella pasó sus brazos por su cuello y ambos se balancearon lentamente aunque la canción no sea en ese ritmo, pero ni les importó ya que andan muy perdidos mirándose mutuamente con una leve sonrisa, como dos enamorados metidos en su propia burbuja donde solo existen ellos y el amor que se tienen.
Y así la noche continuó lleno de buenos momentos que quedarán grabados en sus mentes y que en un futuro lo recordarán con nostalgia.
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