26
CAPÍTULO VEINTISÉIS
• BODA •
═══════════════
Ya están en el último día de junio lo que significa una sola cosa; la boda no deseada de Narcissa Black, boda que por cierto el grupito fue invitado pero solo van a asistir Eris, James y los hermanos Black, el resto no pudo, a excepción de Remus que se negó a ir porque no quiere estar rodeado de puristas siendo él un mestizo y hombre lobo, solo pisar esa boda le suena a peligro e incluso intentó convencerle a Eris más que nada que no es la mejor idea que ella vaya, pero claro está que se negó en todo momento.
— Ya quiero irme y venir otra vez — habló Sirius ya impaciente — ¡Apúrate Eris!
— Ya estoy lista.
Los tres dirigieron su mirada a ella pero solo uno se quedó completamente embobado sin disimular siquiera lo mucho que le gusta lo que ve.
— Deja te traigo una cubeta para tu baba — le susurró Sirius sonriendo y luego le miró a la chica — Pero que preciosa se ve hoy señorita Macmillan.
— Gracias señor Black — sonrió negando.
— ¿Ya nos vamos? Tengo hambre — interrumpió Regulus.
— Te dije que comieras algo antes, no sabes ni a qué hora se servirán la comida — le retó Eris como si fuera su mamá.
— Pero después ya no tendré hambre y si algo tienen las bodas puristas de agradable es la comida deliciosa que sirven, no pienso perderme eso, así que prefiero andar con hambre unos minutos.
— ¿Te imaginas te desmayas en pleno casamiento por no comer? En lugar de ayudarte me voy a reír, ya te advierto — dijo Sirius sonriendo.
— Nunca espero nada de ti pero siempre me decepcionas "hermano" — rodó los ojos — Mejor ya vamos que ya comienzo a ponerme de mal humor por el hambre.
Eris asintió y le miró a James notando que está callado lo cual es sumamente extraño, pero de momento decidió no preguntar y mejor ya se despidió de sus padres al igual que el resto.
Al aparecerse en la casa mediante red flu apenas cada uno salió fueron atendidos por un elfo quien les limpió con magia cualquier mínimo polvo que se les haya quedado.
— Después de mucho vengo en estos eventos, ya hasta siento las miradas juzgándome — habló Sirius mirando a su alrededor.
— Pues al parecer nos juzgan a los cuatro — habló finalmente James.
Y la verdad es que la mayoría que se encuentran en el salón voltearon a verlos, es lo normal, son prácticamente los únicos invitados no conocidos por las creencias de otros, especialmente los dos Black que los rumores son rápidos y ya se sabe que ahora no solo uno es una deshonra, sino que ambos y han manchado por completo a la familia.
Eris por reflejo se acercó a James quien está más cerca al sentir la mirada penetrante de Walburga sobre ella, el chico siguió su mirada y al ver quién es rodeó su cintura acercándola más a él.
— Que buena bienvenida— dijo sarcástico Regulus y agarró la copa de un mozo que pasaba por ahí solo para alzar un poco y señalarle a su mamá con una sonrisa de lado.
— Hay que irnos otro lado — opinó James.
Todos asintieron de acuerdo y comenzaron a caminar a otra parte buscando un lugar donde no haya tantas personas. Sin embargo, un elfo se puso frente a ellos haciendo que se detengan.
— Disculpa, la ama Narcissa la llama señorita Eris.
— ¿A mí? — frunció el ceño confundida pero luego asintió — ¿Puedes llevarme con ella?
— Por supuesto.
La rubia se despidió de sus amigos quienes muy desconfiados la dejaron ir y apareció en una habitación y antes de siquiera poder agradecerle al elfo por traerla este desapareció.
— Por fin llegas, te juro que ya estaba harta de toda la falsedad de las demás y de mi mamá dándome una charla de como ser buena esposa.
Apenas la vio se quedó con la boca abierta del asombro y es que a sus ojos se encuentra bellísima con ese vestido largo blanco, el maquillaje, el peinado, en realidad toda ella de novia.
— ¿Qué pasa? ¿Estoy fea? — preguntó nerviosa.
— ¿Qué? Claro que no, es todo lo contrario, estás demasiado hermosa y wow..simplemente wow.
Narcissa sonrió aliviada y como pudo alzó su vestido y se acercó a ella abrazándola fuerte cerrando los ojos a lo que Eris de inmediato le correspondió el abrazo dando caricias en su espalda al sentir las emociones que la recorren, no precisamente de felicidad cabe aclarar.
— Si sabes que aún estás a tiempo para escapar ¿verdad?
— Lo sé.
— Entonces te ofrezco una vez más..¿Quieres escapar conmigo e ir a vivir en mi casa dejando todo esto atrás? — se separó del abrazo solo para verla.
No respondió al instante, esta era su última oportunidad y lo pensó detenidamente y por un momento deseo desde el fondo de su corazón aceptar la propuesta, pero no pudo, al final otra vez se sintió atrapada y debiendo continuar aunque no quiera.
— Lo siento Eris — susurró sintiendo un nudo en su garganta.
— Está bien — le sonrió triste intentando fingir que no le decepcionó recibir de nuevo esa respuesta — Entonces creo que ya es hora de que vayas allá y te cases.
— Sí...
Las dos se miraron fijamente transmitiendo todo lo que sienten con solo sus ojos y Eris por poco se lanza a llorar al sentir por doble, así que antes de hacerlo decidió huir de ahí dejando un beso en su frente y caminando hacia la puerta.
— ¡Espera!
— ¿Sí? — volteó al instante esperanzada.
— Yo..¿Puedes llevarme al altar?
— Oh..em..claro, pero eso no debería hacer tu papá — preguntó confundida.
— No hacemos lo mismo que los muggles, las novias entran solas, pero será como mi último acto de rebeldía ¿Aceptas?
— Por supuesto que sí Cissy — sonrió más contenta.
— Entonces no esperemos más y vamos, ya solo quiero ver sus caras al verme entrar contigo.
Ambas se miraron con una sonrisa traviesa y ya no dudaron ni un segundo más y fueron hasta el lugar donde se hará la ceremonia y en donde ya todos los invitados están sentados por órdenes. Y tal como supuso Narcissa la mayoría las observó desconcertados, en desacuerdo y su familia horrorizado pero a las dos ni les importó y siguieron su camino con una gran sonrisa hasta llegar a Malfoy quien está con una mueca de desagrado mirándole a Eris.
— Si le haces algo malo te busco y te lo haré pagar con sufrimiento, estás advertido Lucius Malfoy — habló tan seria como nunca antes.
Narcissa sonrió de lado negando ya acostumbrada a ese lado suyo que muy pocos conocen ya que a veces puede parecer inocente e incapaz de herir personas, pero es todo lo contrario cuando se trata de personas que ama, es capaz de defenderlos con ferocidad sin importar lo que implique. Después de todo cada ser humano tiene un lado bueno y también uno malo, nada más que Eris va más del lado del primero, pero eso no significa que no tenga lo otro por ahí escondido.
— Lo que sea, ya vete y déjame casarme.
— Está bien Eris, ve a sentarte y gracias por acompañarme — se acercó más a ella dejando un beso en su mejilla.
La rubia solo asintió y a duras penas fue a sentarse junto a los chicos deseando aún que ella se arrepienta y huya.
— ¿Podemos decir que nos oponemos? — preguntó en un susurro Sirius dado que había comenzando la ceremonia.
— No, no podemos, está más que claro que es decisión de nuestra prima casarse, ya no hay vuelta atrás — respondió Regulus bastante serio odiando también la idea de verla infeliz.
Y así siguió todo hasta que ambos dijeron el acepto de mala gana convirtiéndolos en esposo y esposa.
James le observó a Eris dado que está llorando silenciosamente y quitó el pañuelo del bolsillo de su traje pasándola.
— Ten — susurró.
— Gracias — susurró sorbiendo su nariz y limpiándose cuidadosamente las lágrimas con el pañuelo.
Nunca pensó que estaría llorando en una boda y no de felicidad, pero el problema no es solo como ella se siente al respecto, sino que también su prima, está sintiendo todo lo que ella siente como si fueran suyos y aunque intentó controlar su don para ya no sentir ese agobio tan enorme que logra asfixiarla un poco no pudo. Eso es lo malo de ese don que la convierte en una empática extrema.
Cuando los recién casados se fueron primeros todos se levantaron para ir hacia el lugar donde se va a festejar.
— Espero que ya sirvan la comida antes de que me desmaye — habló Regulus.
— Seguro hay algunos bocadillos para comer antes de servir la comida.
Los hermanos extrañamente se sumergieron en una tranquila conversación, mientras tanto Eris y James caminan uno al lado del otro en silencio, este último rozaba su mano de vez en cuando queriendo entrelazar con el suyo, la rubia en respuesta se acercaba más a él rozando a veces sus brazos, pero ninguno tomaba la valentía, o eso era hasta que James tuvo el valor suficiente para hacer lo que tanto deseaba y sonrió al sentir como le dio un ligero apretón en su mano en lugar de separarse.
— Aún no te lo he dicho.
Eris volteó a verlo confundida y más notando la sonrisa que tiene y eso ligero brillo en sus ojos.
— ¿Qué cosa?
— Lo hermosa que te ves.
El halago causó una sonrisa instantánea en ella y apartó rápido la mirada sintiendo sus mejillas arder.
— De hecho siempre te ves pero hoy particularmente..uf, creí que no podrías superar los límites de tu belleza hasta ahora que te vi.
— Ay cállate — susurró ya pareciendo un tomate a lo que James soltó una risita viéndola encantado — Tú también te ves muy guapo.
— No creo serlo más que tú.
═══════════════
El tiempo pasaba y ellos ya estaban deseando irse, pero antes de eso Eris se levantó y caminó hacia la pista de baile y pidió para bailar con Narcissa luego de verla hacer disimuladas señas para que se acerque.
— ¿Qué pasa Cissy? — preguntó mientras ambas bailan lento.
— Necesito que actúes normal, no muestres ninguna expresión, mírame solo a mí y haz como si estuviéramos hablando de algo interesante ¿entendido? — susurró.
— Entendido — respondió extrañada.
— Creí que Lucius y el resto me habían dejado invitarlos por cortesía pero todo es una trampa, ellos querían que tú vengas porque ya todos saben lo que eres y están planeando capturarte y llevarte con el señor oscuro.
— ¿Qué? ¿Cómo sabes eso? — preguntó asustada.
Intentó mirar a su alrededor aún con esa expresión así que Narcissa le dio una vuelta y fingió reír, la rubia entendió y sonrió forzadamente intentando no demostrar lo alarmada que se encuentra y sus ganas de huir ya mismo.
— Escuché recién por accidente y en unos minutos vendrán más mortifagos para acorralarte, así que quiero que vayas lo más disimuladamente posible hacia la chimenea con los chicos y se vayan de este lugar, mi elfo les dejó una gran cantidad de polvos flu en un cuenco.
La mayor la abrazó fuerte sintiéndose culpable de traerle en una trampa aún sin ella saberlo.
— Vete ahora — susurró soltándola.
— Gracias por informarme.
— Te quiero Eris — sonrió triste sintiendo como una despedida.
— Yo también te quiero Cissy.
Sin esperar más caminó hacia los chicos lo más tranquila posible y solo ahora se da cuenta de como la mayoría le sigue con la mirada y está segura que esas mismas personas tienen cierta marca en sus brazos y están esperando la oportunidad perfecta para atentar con ella.
— Levántense, nos vamos ahora mismo.
— ¿Qué pasó? — preguntó James al notar su expresión.
— Todo esto es una trampa, quieren capturarme y llevarme con Voldemort.
— Mierda — susurró Regulus y miró disimuladamente a su alrededor — Y yo que creí que nos miraban por estar en contra de sus creencias.
— Voy a luchar de ser necesario — habló Sirius denotando seguridad y tocando su varita.
— No seas un estúpido impulsivo — le retó al instante su hermano mirándolo mal — Por una vez en la vida ninguno de ustedes dos quiten su lado Gryffindor y piensen más y dense cuenta que nos superan en número, además ni siquiera podemos usar magia fuera de Hogwarts.
— No discutan y ya vamos — interrumpió Eris agarrando su bolsito colgando en su hombro.
Los tres asintieron y se levantaron poniéndose dos al lado de ella y uno atrás pareciendo sus guardaespaldas, y así caminaron hasta que al entrar en la casa Lucius se puso frente a ellos impidiéndoles seguir.
— ¿Ya se van tan pronto?
— Sí, ahora quítate de nuestro camino — habló seco James mirándolo mal y avanzando un poco hacia él pero la rubia lo detuvo por el brazo.
— Ya estoy cansada y por eso nos vamos, pero gracias por invitarnos Malfoy. Todo estuvo muy lindo — sonrió fingidamente sintiéndose tensa.
— No fue nada, Narcissa quería tenerlos acá y solo le cumplí su deseo — sonrió tan fingido como ella.
Regulus se acercó más a Eris notando que "casualmente" más personas entraron, hombres más que nada, esos mismos que sabe que son mortífagos dado que sus padres lo llevaron a una reunión de ellos una vez, lo peor es que todos tienen sus varitas en mano.
— Y espero que la trates como se debe — respondió seria notando lo mismo que su primo.
— Bueno, es momento de irnos — habló Sirius.
Agarró el brazo de Eris y la hizo caminar, pero de nuevo él se interpuso en el camino haciendo que los dos Gryffindors lo vean irritados aguantándose las ganas de hacer lo que los otros dos catalogarían como estupidez.
— Apártate de nuestro camino si no quieres tener un ojo morado.
— Siempre tan agresivo Black, tan decepcionante.
Y antes de siquiera poder responder el Black menor le agarró a Eris rápidamente y la bajó cubriéndole con su cuerpo esquivando apenas un hechizo que iba directo a ella, y ese fue el inicio del caos.
— ¡Corran! — gritó la chica.
Sirius aprovechó y le golpeó a Malfoy empujándolo luego con fuerza aportándolo del camino para comenzar a correr con el resto intentando esquivar los hechizos, pero viendo que los superan en número y que uno le rozó a Eris lastimándola ella decidió utilizó su don porque ya no hay razón para ocultarlo, así que creó un domo de energía que los cubre y protege a los cuatro haciendo que los hechizos reboten, pero no contaba con el hecho de que iban aparecer más de ellos haciendo que su fuerza se debilite ante la potencia de sostener tantos hechizos.
— ¡No se detengan hasta llegar a la chimenea! ¡No me esperen!
— ¡Ni se te ocurra Eris! — gritó James con miedo de que la atrapen.
Los tres chicos se detuvieron al igual que ella pero esta les obligó a seguir retrocediendo mientras los protege sintiendo ya que se debilita el domo de energía porque nunca antes había durado tanto.
— Por favor — los miró suplicante — Haré algo y no quiero que salgan lastimados.
— ¡Agárrenla de una vez! — se escuchó el grito de Bellatrix.
Regulus fue el único que asintió entendiendo que no hay posibilidad de ayudarla y que se puede cuidar sola, así que le agarró del brazo a ambos y prácticamente los llevó a rastras hacia la chimenea que ya está bastante cerca ignorando los insultos de parte de ambos por dejarla.
Por su parte Eris apenas vio que llegaron se detuvo y dejó de ejercer la protección.
— No me van a tener nunca — elevó un poco la voz con sus brazos acumulándose de una gran cantidad de energía entre azul, morado y blanco.
— Algún día te tendremos y ese será hoy — respondió uno tirándole un hechizo seguido por el resto.
Pero la lluvia de hechizos nunca llegaron a tocarla siquiera porque con un simple movimiento de brazos hizo que un gran expansión de energía saliera no solo de sus manos, sino que de ella misma haciendo que todos salgan volando por los aires ante la fuerza del impacto.
— Larontex...Yiza apha ngoku — pronunció un poco agotada.
Respiró hondo y lo llamó gritando su nombre viendo que algunos ya se levantaron y otros más se levantaron, así que retrocedió hacia la chimenea protegiéndose con la poca energía que tiene, pero se detuvo al ver esa imponente figura aparecer.
— Ufunani?
— Hlasela kodwa ungayibulali — ordenó alzando la cabeza para tener que verlo.
Este asintió y al instante arremetió contra todos pero sin matarlos y ninguno podía hacer nada ya que no veían lo que les estaba atacando, nada más podían ver como eran lastimados y escuchar los gritos de dolor provenientes de ellos, eso les asustó a algunos y desaparecieron antes de que los ataque.
— ¿Qué carajos está pasando? — preguntó James viendo asombrado y horrorizado a la vez.
Eris volteó al instante hacia atrás viéndolo entre sorprendida y confundida ya que pensó que estaba sola pero vaya que está equivocada, él estuvo todo ese tiempo viendo lo que sucede ya que huyó de los hermanos Black cuando intentaron llevarlo con ellos.
— ¿Qué haces aquí James? No importa, vamos ya para estar protegida y que Larontex no termine matándole a todos.
— ¿Qué es eso? ¿Quién es Larontex y por qué hay gente lastimada de la nada?
Ella no respondió y agarró su brazo y un poco de polvos flu tirando en la chimenea y diciendo su casa para luego meterlos. Apenas salieron de ahí varios brazos la rodearon y se quedó quieta de la sorpresa.
— ¡Estás viva!
— No debiste quedarte a enfrentarlos tú sola.
— ¡James maldito desgraciado!
Esos y más cosas se escucharon todos juntos y Eris tuvo que gritar para hacerlos saber que está bien, solo así se callaron y se separaron de ella viendo que son sus padres, Regulus y Remus que no tiene idea de cuándo llegó. Por otro lado Sirius le está abrazando a James no solo con sus brazos, sino que también rodeando su cintura con sus piernas, una imagen graciosa ya que las gafas del otro están todas chuecas.
— Ya bésense mejor — bromeó Regulus sonriendo de lado.
— Lo siento hermanito pero tu cuñado está justo a tu lado y le soy fiel.
Todos miraron coordinamente hacia ahí encontrándose con Remus quien rodó los ojos ante su chiste.
— Oh claro, tan fiel que no puedes ver personas atractivas porque ya te los coges.
— Puedo explicarlo — dijo rápidamente bajándose de James.
— No tienes porqué hacerlo, somos solo amigos, eres libre de meterte con quien quieras y además no siento nada por ti.
Si los corazones podrían romperse y escucharse Eris está segura que podría oírse justo ahora el de Sirius hacerlo, aunque no hace falta ni siquiera su don para saber cómo se siente, su expresión lo dice todo.
— Hm sí, yo tampoco siento nada, solo jugaba — expresó con mucho dolor.
— Ya luego tienen su charla niños, ahora solo quiero que me cuentes todo lo que pasó allá cariño — interrumpió Alhena mirándole preocupada a su hija.
— Habló un idioma raro y luego las personas comenzaron a salir lastimados — se adelantó James aún sorprendido de lo que vio.
— ¿Qué? ¿Cómo así? — preguntó confundido Marcus.
Antes de responder la rubia se sentó en el sofá suspirando del cansancio, cosa que suele pasar cuando utiliza en exceso su don principal, eso aún no maneja del todo.
Le observó a cada uno y comenzó a contar absolutamente todo lo que pasó.
— En cuanto a Larontex, es...no sé cómo lo llamaría..bestia, criatura o lo que sea pero él está a mis órdenes.
— ¿Al final te asociaste con uno de los seres? — preguntó un intrigado Regulus a lo que ella solo asintió.
— ¿Cómo se ve? — preguntó Remus bastante curioso.
— Es bastante alto, tendrá como tres metros o más quizás, también es muy corpulento, tanto que podría aplastarte como hormiga...
— ¿Entonces se ve como humano? — interrumpió Sirius.
— No exactamente, es decir tiene cuerpo humano, excepto su cabeza, pies y que tiene..— piensa una forma de explicar — no sé, son unas cosas que salen de su espalda, parecen serpientes o quizás tentáculos, lo que sea pero estos tienen vida y pueden llegar a alargarse incluso.
— ¿Y cómo se ve su cabeza y pies?
Todos la observan bastante intrigados, aunque los padres de ella se están cuestionando internamente si es seguro que su hija se alíe con una bestia, porque para ellos suena a eso si es que mata y por lo poco que describió sobre su apariencia.
— Tiene pies de caballo y en cuanto a su cabeza no tiene nariz ni boca, es todo liso pero si tiene cuatro ojo rojos brillantes y cuatro cuernos enormes..ah y su piel es todo oscuro y en algunas partes rojo. Tendrían que verlo para poder saber mejor cómo es.
— Ay merlín, suena horrible, me meo en mis pantalones si lo encuentro por la noche — habló Sirius haciendo una mueca de horror de tan solo imaginar como se ve — No sé cómo no puedes asustarte de esa cosa.
Eris sonrió un poco negando. A decir verdad si le asustó la primera vez que lo vio y más porque apareció de la nada mientras ella justamente estaba buscando seres que la ayuden, hasta creyó que la iba a matar e incluso se sorprendió cuando algo con esa apariencia accedió a protegerla y seguir sus órdenes cuando sea necesario.
— ¿Qué es ese idioma que hablaste? — preguntó James.
— Xhosa, es un idioma proveniente de Sudáfrica, Larontex proviene de ahí y fue creado porque siglos atrás había una simple leyenda inventado sobre él, pero fueron tantas personas que creyeron fielmente que existía que él se creó.
— ¿Cómo? — habló Regulus confundido — ¿O sea que si una gran masa de personas creen en algo este se creará?
— Mhm, los humanos son poderosos pero no están conscientes de ello ya que viven limitados por muchas cosas que impiden que despierten.
La sala se quedó en silencio mientras cada uno procesa toda la información y se preguntan varias cosas. Mientras tanto Eris cerró sus ojos deseando nada más estar en su cama durmiendo y olvidarse por un momento que andan detrás de ella con intenciones malas.
— ¿Desde cuándo hablas otros idiomas Eris?
— No lo hago papá — vio su cara de confusión y suspiró para luego explicar — Según Melania cuando hablo con otros seres me adapto a su idioma para poder llevar una conversación mutua, así que como Larontex habla xhosa yo también lo hago inconscientemente, pero si por ejemplo tú me hablas en ese idioma ahora mismo no te entendería nada ni tampoco podría hablarte.
— Es como tener una conexión solo con ese ser — aportó Remus dudoso.
— Exactamente.
— ¿Y qué le das a cambio de que te ayude? No creo que sea nada gratis.
— Mi completa creencia en él porque hoy en día muy pocos ya lo hacen y si dejan de creer en él va a desaparecer por siempre, además de eso debo alimentarle una vez a la semana atrayendo una criatura especial que come, él me indicó todo como atraerlo y ya lo hice una vez.
— Por merlín — susurró Alhena restregando su rostro— Todo esto es muy peligroso, primero te buscan los mortífagos por culpa del señor tenebroso y ahora interactúas con bestias que te pueden hacer quien sabe qué.
— Nos iremos del país estas vacaciones — le siguió Marcus bastante decidido.
— Pero no pueden hacer eso señor, por favor no se vayan — suplicó James.
— Tranquilo, solo nos iremos las vacaciones para que ella esté segura lejos de aquí y regresaremos unos días antes de que entren a Hogwarts.
Todos sus planes se habían arruinado con esa decisión, él esperaba invitarla en citas llevándola en varios lugares con el fin de conquistarla y tener más tiempo a solas porque en el colegio no siempre se puede. Sin embargo, se tragó toda su decepción y solo asintió suspirando, después de todo es más importante que esté segura.
— ¿Regulus va con ustedes? — preguntó Sirius.
— Por supuesto, él es parte de nuestra familia.
Remus no prestaba tanta atención a la conversación, sino más bien a su mejor amiga al estar preocupado por ella y pudo ver el momento exacto en que cayó de un lado con los ojos cerrados y se acercó rápidamente y lo primero que hizo fue tomar su pulso dándose cuenta que sigue viva para su gran alivio.
— ¿Qué le sucede? — preguntó al instante James acercándose.
— No sé si se desmayó o se durmió del agotamiento, pero lo mejor será llevarla en su cama para que esté más cómoda.
— Yo me encargo — se metió el papá acercándose y alzándola con cuidado — En cuanto a ustedes será mejor que vayan a su casa.
— ¿Cuándo se irán para venir a despedirnos?
— Mañana mismo si es posible.
Sin darles oportunidad para hacer más preguntas se dirigió rápido hacia la habitación de su hija para acostarla y su esposa fue tras él para cambiarla, no sin antes despedirse de los chicos y dejarle a Regulus a cargo de despedirlos en la brevedad posible.
— Ya lo oyeron, fuera de aquí.
— Tampoco seas tan agresivo hermanito — bromeó dándole un leve empujón.
— Me vuelves a decir así y te echo a patadas, tampoco me vuelvas a tocar que no te di autorización para que lo hagas.
— No sabía que debía pedir permiso para tocarte hermanito — resaltó a propósito lo último con una sonrisa traviesa.
Lo que no se esperó es que realmente le diera una patada y justo en su trasero haciendo que casi caiga al suelo ante el empujón si no fuera por James que lo sujetó a tiempo.
— ¡¿Qué te pasa?!
— Te lo advertí, ahora ya lárguense de una vez.
— Ya nos vamos, solo avísanos cuándo se van por favor.
— Lo haré Remus.
Este asintió y le obligó a Sirius a irse ya de ahí porque seguía con su drama, James por su parte se quedó mirándole a Regulus fijamente queriendo decir muchas cosas pero su expresión lo delata todo.
— La cuidaré Potter, no te preocupes, aunque sabes que ella podría patear traseros sin la necesidad de que un hombre intervenga.
— Créeme que lo sé pero de igual forma hazlo por favor, no sabría qué hacer sin ella en mi vida.
— Nadie lo sabría, ahora vete que ya quiero dormir y tú me estás reteniendo.
— Ay ya me voy, no hace falta que me eches.
— Ajá.
Cuando por fin se fueron todos caminó directo hacia su habitación.
Hoy definitivamente fue un día agotador y nunca creyó tener que huir de varios mortífagos y sus hechizos, pero lo que más le preocupa es Eris, también él mismo y el resto, y es que el señor tenebroso haría lo que fuera para tenerla con él, eso lo acaba de demostrar hoy y que mejor que atraer a alguien capturando a aquello que ama, ella iría directo hacia esa trampa conociéndola, pero ya solo queda rogar que nada malo pase, aunque ser optimista no fue parte de él y sabe que cosas malas se avecinan. Ya nada es seguro.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top