24

CAPÍTULO VEINTICUATRO
• AMORTENTIA •

═══════════════

𝟷𝟾 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚛𝚣𝚘 𝚍𝚎 𝟷𝟿𝟽𝟽

— Hogwarts podrá ser muy seguro pero no tanto como para un apocalipsis zombie, sería el peor lugar y estaría lleno de estudiantes convertidos hambrientos por devorar sesos.

— Entonces tendríamos que agarrar una escoba y huir lo más rápido posible — dijo Eris esquivando a un alumno.

Ahí están Alexander y ella nuevamente, hablando de cualquier tema al azar, en este caso el chico sacó a relucir otra vez su afición por los zombis y ese es el tema actual, el quinto cambio mientras él la acompaña a su clase. Por lo general suele pasar eso, le acompaña para tener un poco más de tiempo con ella dado que al ser su último año ya casi no tiene tiempo libre y estos son casi los únicos momentos en que sí y debe aprovechar al máximo.

— Sí pero no sin antes robar comida de la cocina, y por cierto, te dejaré estar en mi equipo de supervivientes.

— Pero que considerado — rió negando y se detuvo al ver que apagó su cigarrillo — Espero no me dejes ser alimento de ellos.

— Nunca jamás dejaría que mueras, antes me muero yo por salvarte.

La rubia sonrió conmovida y entrelazó sus brazos comenzando a caminar otra vez y quitó un chicle de menta de su bolsillo pasándole, algo que se volvió costumbre, él fuma todo y ella se lo da, por eso siempre trae consigo.

— Sabes que no te dejaría poner tu vida por encima del mío, es más, la de nadie.

— Entonces mataré a quien quiera hacerte daño.

— Nooo, eso mucho menos — frunció el ceño sabiendo que puede ser muy capaz — Olvidemos eso, no estoy en peligro aún.

— ¿Cómo que aún?

La observó intrigado esperando una respuesta que nunca llegó dado que cambió de tema, aún así esa palabra se quedó grabado en su cabeza. A veces piensa que ella sabe más de lo que aparenta, que es como una caja de pandora guardando muchas cosas y que uno nunca terminará por conocerla completamente.

Los dos se detuvieron frente a la clase de pociones y se observaron mutuamente en silencio hasta que Eris lo abrazó y él ya acostumbrado a su muestras de cariño le regresó el abrazo.

— ¿Si podremos vernos mañana? — preguntó la chica.

— Creo que sí, igual que sea un rato en los descansos o si no puedo en la noche en el lugar de siempre.

— Está bien, mañana vemos entonces — se separó y tuvo que ponerse de puntas para darle un beso en su mejilla — Nos vemos luego.

— Hasta luego — sonrió de lado viéndola fijamente queriendo estar más tiempo con ella.

Los dos se miraron unos largos segundos hasta que Eris tuvo que entrar viendo que ya casi están todos los alumnos. Dio una repasada visual a su alrededor y al verle a Eloise y Remus fue junto a ellos sentándose en medio al estar vacío.

— Hola chicos — saludó recibiendo un saludo de ambos al mismo tiempo — ¿Saben qué haremos hoy?

— Por el olor ya puedo sospechar — respondió Remus haciendo una mueca en desacuerdo.

— Y dele con que hueles algo, yo ya no sé si mi nariz está todo taponado o qué pero no huelo nada — se quejó la morena — ¿Tú hueles algo Eris?

Hay un pequeño detalle que Eloise aún no sabe y eso es la condición de Remus, en realidad la única fuera de los merodeadores que sabe es Eris y aunque él no esté enterado también lo sabe Regulus al ser lo suficientemente observador para darse cuenta de todo, pero ese no es el punto, sino que el castaño puede oler eso que la mayoría no y vaya que está deseando huir de clases sabiendo lo que se vendrá.

— No huelo nada más que toda una mezcla de pociones y hierbas como siempre.

— Uf, que alivio, ya creí que estaba defectuosa.

— En realidad si estás defectuosa, no sé de qué hablan pero sí — se metió Sirius sentándose detrás de ellos junto a James y Peter.

— Jódete Black — se dió vuelta quitándole el dedo del medio.

— ¿Desde cuándo Slughorn pone incienso en su clase? — habló James confundido mirando a su alrededor y antes de poder decir el otro olor se calló al ver que entró el profesor.

Las dos Ravenclaws y Remus al instante le ignoraron a sus amigos y le prestaron atención al profesor que se puso enfrente mismo dando un saludo general y llamando la atención de todos mientras habla de la clase de hoy.

— ¿Alguien de aquí puede decirme qué es la Amortentia? — algunos alzaron la mano y entre ellos Eris — Señorita Macmillan, adelante.

— La Amortentia es el filtro de amor más poderoso que existe. Sin embargo, no crea amor real, sino que aquel que lo beba solo tendrá una obsesión y un intenso encaprichamiento por aquella persona que le suministró, por esa razón se considera una poción muy peligrosa. También cabe resaltar que su olor varía para cada persona según aquello que más lo atrae.

— Excelente señorita Macmillan, 5 puntos para Ravenclaw — sonrió avanzando hacia los calderos — Como bien dijo, la Amortentia no crea amor ya que es imposible imitar el amor y nunca nadie lo ha logrado hasta ahora — abre el caldero — Posiblemente este sea la poción más peligrosa y poderosa de todas las que hay en esta sala.

Muchas chicas se vieron más interesadas que nunca en la clase ansiando aprender a elaborarlo pese a lo que hayan dicho sobre la poción. Por otro lado Eris detesta la poción, no le gusta que exista algo que le obligue a las personas a amar en contra de su voluntad, es más, no considera que una persona sienta amor verdadero si es que está dispuesto a utilizar esa poción en alguien, sino que está obsesionado igual que el efecto de este.

— Todos arriba y pónganse en fila — habló el profesor nuevamente — Cada uno olerá la poción y dirá qué es lo que huelen. Dado que tú respondiste señorita Macmillan haznos el honor de iniciar.

La rubia suspiró pero avanzó entre los alumnos que ya están parados e interesado por oler, pero James más que nadie le está prestando atención a la chica deseando saber qué es lo que huele.

— Se viene el chismesito — dijo Sirius colocándose en la fila — Adoro el chisme y estoy seguro que Slughorn también y por eso nos obliga a decir lo que olemos.

Eris se acercó al caldero y cerró los ojos inhalando profundamente ante la atenta vista de todos los alumnos de la clase.

— ¿Qué huele señorita?

— Mm..es el olor a la naturaleza, también puedo oler cigarrillo y.. —Ay no, pensó al instante en que olió cupcake de vainilla conociendo a la única persona adicto a ello en su entorno — Eh..libros.

— Perfecto, siguiente por favor.

Eris se fue rápidamente a su lugar siendo un manojo de nervios y entrando en un gran estado de negación.
No puede ser, no James, pensaba intentando buscar cualquier excusa como que a ella también le gustan los cupcakes, aunque sabe perfectamente que no tanto como a él que a cada rato aprovecha para comer uno y exclama a los cuatro vientos su gusto por ellos gracias a su mamá que le cocinaba mucho antes volviéndolo un adicto. Pero eso no es lo peor, sino que también olió el cigarrillo por Alexander que fuma a cada rato.

— Incienso, shampoo de manzanilla y cupcake de vainilla— resaltó la voz de James.

— ¡Eris te hablan! — gritó Sirius para molestarle a su amigo.

Ella levantó la cabeza distraída viéndolo confundida sin entender nada ya que estaba tan metida en sus pensamientos que se perdió completamente de la clase y de la gente diciendo aquello que huelen.

— ¡Ignóralo! — gritó James alarmado de que se entere y le dio un zape a Sirius — Ya mejor grítalo a los cuatro vientos y que todos se enteren.

— No hace falta que grite, ahora ya todos sabemos aquí quien te gusta Potter — dijo un alumno cualquiera.

— Ves, es tu culpa Sirius — resopló frustrado y preocupado a la vez de que ella se entere — Mejor voy a sentarme..ya te escucho diciendo los olores de Remus — alzó la voz en lo último en venganza y se fue rápidamente sonriendo travieso.

El castaño escuchó todo pero decidió ignorar como siempre las especulaciones de Sirius supuestamente gustando de él, algo que no cree para nada y prefiere pasarlo por alto, además le conoce a su amigo, no le toma a nadie en serio.

— ¿Por qué tan seria Eris? — preguntó James sentándose a su lado.

Ella le observó al instante sintiéndose nerviosa ante su cercanía por primera vez, aún así intentó disimular, aunque James ni cuenta se dio de nada.

— Por nada, solo pensaba ¿por qué me mencionaron hace rato?

— Es que un chico dijo tus olores — inventó rápidamente.

— ¿Y cómo saben que dijo los míos?

— Es que tú hueles a shampoo de manzanilla y también a veces a incienso o flores.

— ¿Acaso me hueles todo el tiempo como para saber James?

— Sí..digo no, es decir, ya se te huele apenas te acercas y pues este chico supongo que también podía percibir eso, quizás hasta siempre intenta estar cerca tuyo y por eso ya sabe a que hueles y pudo olerte en su amortentia y cuando dijo el olor ya supe que eres tú porque pasamos tiempo juntos y puedo reconocer tu olor — habló tan rápido y atropellado que Eris apenas le entendió.

— Espera un rato, respira hondo y habla tranquilamente que no te entendí casi, solo que dijiste mucho sobre el olor.

James se sonrojó y apartó la mirada avergonzado de haber hablado tan rápido y es que no puede controlarlo, cuando se pone nervioso empieza con su verborrea.
La rubia colocó su mano en su espalda dándole palmaditas al percibir su nerviosismo.

— Tranquilo James, mejor dime quién es el chico que supuestamente gusta de mí.

— Hmm..— miró rápidamente a su alrededor y le señaló a un Gryffindor al alzar — Aquel, el rubio de ojos azules.

Eris le observó fijamente al chico que señaló y este al sentir una mirada buscó hasta encontrarla y ambos se quedaron mirando a lo que James ya estaba maldiciendo mentalmente, lo último que necesita es un Alexander dos que intente conquistarla.

— Ya deberías dejar de mirarlo, no querrás ilusionarlo ¿no? — intentó llamar su atención logrando eficazmente.

— Está guapo, pero no sé, no me gusta, o sea me fijo más allá del físico en una persona pero como que también tengo cierto tipo.

— ¿En serio? ¿Y cuál es tu tipo? — preguntó bastante interesado.

— Las personas morenas o que al menos tengan el cabello oscuro.

— Yo tengo cabello oscuro — dijo sin pensarlo con una gran sonrisa.

— Lo sé, eres guapo James — sonrió sinceramente.

El susodicho soltó un grito interno festejando y a la vez sintiéndose cohibido ante el halago, pero nada quitará su felicidad de que posiblemente es su tipo, y como no puede quedarse con la duda preguntó directamente.

— ¿Entonces si entro en tu prototipo de chicos que te pueden atraer físicamente?

Eris pensó antes de responder, aunque está más que claro que si entra en su prototipo y no solo hablando físicamente, tiene una personalidad encantadora y más que nada adora que la haga reír siempre con sus ocurrencias o que muestre verdadero interés en los temas que le suele hablar, pese que a veces divaga demasiado.

— Quizás.

Y antes de que él pueda decir algo vino Eloise rompiendo la burbuja de ambos sentándose a un lado de su amiga con el rostro horrorizado.

— Mátame Eris — suplicó abrazándola.

— ¿Y ahora por qué quieres morir? Ya hablamos sobre eso Eloise.

— Me vale verga todo, siempre quiero morir pero ahora más que nunca — suspiró soltando un quejido — ¿Por qué a mí?

— Ya deja tus lamentos de lado y cuenta lo que pasó — se metió James un poquito molesto por haber interrumpido su momento.

— Es que le olí a una persona que no debería.

— ¿A quién?

— Que te importa chismoso, solo le diré a Eris — le miró a la susodicha con desesperación.

— Conociéndote se me hace que estás engrandeciendo demasiado algo pequeño ¿es así? — le regresó el abrazó finalmente.

— Puede que sí pero igual es horrible enterarse que gustas de alguien que le gusta otra persona.

— Bienvenida al club de lo rechazados — bromeó el de gafas sonriendo de lado — Soy el presidente, un gusto.

— Iugh, no me uniré a tu club apestoso — hizo una mueca de asco.

— No seas así Eloise — le recriminó la rubia.

— Perdón — dijo inmediatamente y soltó un suspiro — Creo que voy a terminar con Florence.

Eris comenzó a darle caricias en su cabello y espalda en un intento de reconfortarla. Lo sabe, se dio cuenta antes de que la misma Eloise lo supiera, de hecho casi siempre se da cuenta de todo pero se mantiene callada siendo solo una observadora esperando que las cosas pasen por si solas.

— Aunque es triste creo que está bien, es injusto para Florence que sigan juntas teniéndole tú a alguien más en mente cuando ella está pensando que la amas incondicionalmente, y mientras más tardes más daño la harás. Igual incluso es injusto para ti misma estar engañándote de esa forma e intentar seguir con un noviazgo que ya no te hace sentir lo mismo, será como una obligación.

— Pero tampoco quiero quedarme solita.

— Pero es lo mejor Eloise, ahora lo que necesitas es estar sola un tiempo para aclarar bien tu mente. Ya verás que te hará bien, además nunca estarás sola.

La morena suspiró asintiendo sabiendo que tiene razón aunque no quiera aceptarlo del todo, por tanto se separó de ella dándole un beso en la mejilla.

— Gracias, te veo luego — sin importar que estén aún a hora de clase se escapó de ahí para ir a buscarle a Florence.

— ¿Sabes quién es? — preguntó James curioso.

Ella solo asintió y recargó su mentón en su mano mirando hacia el profesor pero sin prestar atención al estar pensando en sus propias palabras. Ahora ella tiene un problema parecido, la única diferencia es que por suerte no está de novia con ninguno de los dos y solo siente atracción por ambos, no amor...Aunque quizás podría convertirse en eso, pero ¿con quién de los dos será? ¿James o Alexander? ¿le querrá primero a uno y luego al otro o a ninguno de los dos?

═══════════════

Y ahí está Eris, acostada en una parte oculta cercano al lago, uno de sus lugares favoritos, pensando en tantas cosas que hasta ya le podría doler la cabeza, pero tiene tanto en mente y algunas encrucijadas que resolver también que la están ahogando, y el hecho de su reciente descubrimiento tampoco ayuda a mantenerla tranquila.

— Ahí estás, por fin te encuentro — apareció Regulus acercándose a ella — Mi abuela te está bus..¿Qué te sucede?

Con el ceño fruncido se sentó cerca de ella analizándola detalladamente. Sin embargo, Eris ni siquiera le regresó la mirada, aunque eso no signifique que no lo haya escuchado, es más, gracias a lo último recién se acordó que debe ir a su entrenamiento, pero sinceramente no tiene ni ganas.

— Varias cosas de las cuales algunos tengo prohibido contar, pero lo más reciente es que le olí a Alexander en mi amortentia...

— Eso no es nada nuevo — interrumpió más intrigado por lo primero que dijo.

— Y también a James.

— Eso si es nuevo pero ni me sorprende, ya se veía venir.

— ¿Cómo que ya se veía venir?

Finalmente dirigió su mirada a él teniendo un lindo panorama. Si bien es su pariente no puede negar que Regulus tiene unas facciones talladas por los mismísimos dioses, es bastante hermoso y ahora con esos dos rayitos de sol posados en su rostro lo hace ver digno de una obra de arte.

— Antes de que me respondas lo otro dime si puedo hacerte una sesión de fotos, es que tienes un rostro realmente bello.

— ¿Qué? — dijo confundido pero luego asintió — Está bien, puedes hacerlo pero ni se te ocurra mostrarle a otros las fotos.

— ¿Por qué no? Es más, cualquier agencia de modelaje te querría, incluso un artista para que seas su musa.

— Me da igual, solo no lo hagas y ya vayamos al punto de antes — habló cortante.

— Ay bueno, responde lo otro entonces.

Ya acostumbrada a su forma de ser tan fría a veces ni se sintió ofendida por su tono de voz y mejor se sentó frente a él cruzando las piernas viéndola interesada por lo que dirá.

— Desde la fiesta de tu cumpleaños ambos han estado pasando más tiempo juntos y él es bastante atento contigo, te trata bien, te escucha siempre con atención todo lo que dices sin juzgarte e incluso sintiendo curiosidad por aprender sobre lo que mencionas, también te hace reír con idioteces pero lo hace al fin y al cabo, además te suele guardar comida cada vez que llegas tarde o incluso te comparte de su táper con comida y ni hablar de que solo a ti te da de sus preciados cupcakes — se calló un momento pensando en otra cosa que haya visto— Ah, también es caballeroso contigo y te dice cosas lindas, y sé que te gusta esas cursiladas por culpa de leer romance.

Eris se quedó bastante pensativa rememorando todo eso que dice y más dándose cuenta recién de como él la trata realmente, ha estado bastante ciega como para no notarlo, aunque al parecer inconscientemente lo hizo y por eso comenzó a atraerle sin ella poder evitarlo.

— Yo veo que los dos son tal para cual, diferentes pero a la vez se complementan.

— Mm no sé...

— Y aunque no le soporte del todo ante su extravagante personalidad que me irrita en ocasiones puedo decir que él sería el chico perfecto para ti, se nota que te va a tratar como realmente te lo mereces — finalizó.

— ¿Qué hay de Alex? Él me gusta.

— ¿Te gusta él realmente o solo porque es como una versión tuya masculina? — al ver su rostro de confusión suspiró — Míralo de esta forma, tú nunca antes conociste a alguien que tenga prácticamente todos tus mismos gustos y también con el que te sientas libre de hablar de todo porque los dos piensan lo mismo, por ende, hará que las conversaciones nunca terminen.

Eris abrió la boca para replicar que justamente por eso le gusta pero Regulus alzó la mano interrumpiendo y hablando antes de que ella lo haga.

— Entonces dime..¿Qué sientes cuándo estás con él? ¿Solo sientes esa satisfacción de encontrar a una persona parecida a ti que te entiende o en verdad te causa miles de emociones incluso con el mínimo roce?

Ahí está el gran problema, ella no siente nada cuando lo toca, incluso cuando se besaron solo le gustó y ya, no sintió nada espectacular, así que supone que realmente le gusta solo el hecho de que es parecido a ella y porque la entiende como nadie otro, aún así se siente muy confundida.

— No sé, debo pensar bien en un lugar tranquilo, a solas y sin interrupciones para luego evaluar cada mínimo detalle de cómo me siento al lado de cada uno porque nunca estuve plenamente consciente de ello.

— Me parece bien, así no andas jugando en dos bandos porque eso siempre termina mal.

— Según los libros sí, detesto los triángulos amorosos por cierto.

Regulus sonrió un poco negando ya que siempre basa las relaciones amorosas con los libros cuando en la vida real no todo es como se pintan ahí, pero la entiende, nunca antes tuvo una experiencia romántica, igual él tampoco es un gran experto en eso.

— No todo lo es como en los libros Eris, pero en fin, mejor habla de romance con alguien más especializado en el área, yo solo intenté abrirte los ojos.

— Lo sé, gracias por intentarlo al menos hermano postizo — sonrió y lo abrazó fuerte.

— Ya te dije que no soy tu hermano.

— Ya te adopté como el mío así que sí lo eres y ya no hay vuelta atrás.

Regulus se aguantó la sonrisa que quería salir y es que a pesar de que se haga el duro y lo niegue si le gusta la idea de que lo vea como hermano porque secretamente él también la ve así.

— Como sea, ya vamos que te está esperando.

— Cierto, hoy practicaré por fin como controlar las visiones y que ya no me agarre de imprevisto.

La rubia lo soltó y se levantó más entusiasmada que hace minutos atrás y cuando Regulus se levantó ambos comenzaron a caminar.

— ¿Alguna vez viste algo sobre mí? — la chica apenas asintió pero él lo vio — ¿Qué cosa?

— No puedo contar, lo siento.

— Está bien..¿y cómo te hace sentir saber cosas del futuro que otros no?

— Terrible, lo peor de todo es que no puedo interferir en nada o podría haber consecuencias.

— Pero alguna vez deseaste cambiarlo sin importar que haya problemas como respuesta a ello.

— Todo el tiempo Reg — suspiró mirando el suelo — Hay ciertos sucesos que desearía cambiar pero aún así no he visto tanto que me incentive a cambiar todo sin importarme las consecuencias.

— Comprendo.

— ¿Cómo te hace sentir no tener los dones Macmillan?

— Feliz y aliviado, no soportaría tener ninguna clase de dones y tener que practicar luego, peor que me sigan para querer matarme por ello.

Eris hizo una mueca involuntaria ante lo último. Ya se le estaba olvidando el pequeño detalle de que seguro Walburga ya le comentó a Voldemort lo suyo y quizás ya anda en la mira, algo que le preocupa pero que tampoco puede hacer nada hasta que llegue el momento de que atente contra ella.

— Supongo eres un suertudo viéndolo de esa forma, yo quizás muera por tener esto, pero está bien, si mi destino es morir joven que así sea.

— No digas estupideces — volteó a verla con el ceño fruncido — No vas a morir.

— No lo sabes, y nadie puede ir en contra de la muerte, eso es algo que nadie puede escapar, tarde o temprano todos moriremos y hay que aceptarlo en lugar de vivir con miedo a que llegue ese día. Después de todo es el ciclo de la vida.

Antes de poder decir algo sintió como ella lo empujó haciendo que casi caiga y cuando la iba a reclamar supo porqué lo hizo. Una tarántula estaba en su camino y probablemente lo iba a pisar, lo más loco para él es ver que lo alzó sin miedo alguno observando fascinada la araña; a veces realmente le sorprende su amor por cualquier animal existente y de como respeta la vida, eso fue lo que más le llamó la atención cuando la conoció por primera vez.

— Deberías soltar eso, puede morderte.

— No lo hará — aseguró y aún así lo dejó nuevamente en el césped— Eres libre de ir y cuídate que cualquiera puede pisarte aquí, mejor ve hacia el bosque, estarás más seguro ahí.

— Ni siquiera te entiende— dijo sin pensarlo.

— ¿Quién dice que no? Nadie puede saberlo realmente — sonrió entrelazando sus brazos — Sigamos y ve con cuidado de no matar.

— Eso es imposible Eris, quizás pisamos hormigas sin darnos cuenta.

— Ve con cuidado dije.

— Agh, bien — bufó rodando los ojos.

Y así ambos siguieron caminando entre conversaciones y Eris obligándolo a mirar en el suelo de vez en cuando para ver si no hay nada o ella distrayéndose con cualquier cosa hablándole incluso de la historia de algunas cosas que ve, pero Regulus solo le seguía la corriente en la conversación o simplemente asentía como que le entiende cuando en realidad no.
Cuando llegaron frente a la sala de menesteres ambos se detuvieron.

— ¿Sirius sigue viniendo?

— A veces, es que sus dones no requieren de tanta práctica y él tampoco pone de su parte en ocasiones, incluso tres veces ya que tía Melania lo echa por andar jodiendo en lugar de centrarse.

— Típico de él.

— Alegra el ambiente, esa es su gran cualidad — sonrió soltándolo — ¿Quieres pasar?

— No, debo ir a hacer tarea, pero nos vemos luego.

Eris asintió y ambos se despidieron yendo cada quien por su parte, ella entró topándose solo con Melania sentada en un sillón.

— Llegas tarde.

— Lo siento mucho.

— ¿No dirás ningún justificativo por tu tardía?

— Solo estaba muy metida en mi mente y se me olvidó.

— Bien, hagamos rápido esto y luego me cuentas que te pasa si es que quieres.

Con eso comenzaron la práctica en donde no hubo un gran avance, aunque sí logró ver algo por cuenta propia, algo que no le agradó del todo. Sin embargo, ya está acostumbrada a ver más que nada desgracias futuras, algo que ahora anota todo para que no se le olvide pese a que no pueda interferir, pero quizás le sirva más adelante.

═══════════════

Holaa gente.
Me pueden ayudar a llegar a los 10k de votos por favor, solo deben votar en este capítulo y si es posible también en los siguientes que vendrán, no cuesta nada y en serio estaré bastante agradecida de que lo hagan.

Ayúdenme a que la historia crezca y en verdad gracias si lo haces <3

Ingrid.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top