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CAPÍTULO VEINTITRÉS
• FIESTA DE
CUMPLEAÑOS •

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𝟸𝟺 𝚍𝚎 𝚎𝚗𝚎𝚛𝚘 𝚍𝚎 𝟷𝟿𝟽𝟽

Eris salió de su habitual entrenamiento de dones y comenzó a caminar sin rumbo alguno pensando en la lección de hoy. Con el tiempo logró aprender ya varias cosas gracias a Melania y hoy en día puede manejar todo mucho mejor, aunque ciertamente el de poder ver todo aquello que es invisible ante los ojos de los demás es el que más le abruma dado que ahora que puede escuchar y entender cuando le hablan ha estado siendo más perseguida, es como si entre ellos el chisme corriera rápido de que ella tiene ese don en particular, y por supuesto que no todos con los que se ha topado son agradables; durante estos días casi ya le mataron tres veces por ella andar distraída, pero luego logró defenderse y salió todo bien, si se podría decir así porque dos veces salió lastimada.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al haber chocado contra alguien y se disculpó rápidamente y solo al escuchar la voz conocida levantó la cabeza encontrándose con dos de los merodeadores, James y Sirius.

— Mañana cumples diecisiete años — habló primero el de gafas.

— Um sí ¿y eso qué? — les observó confundida.

— Que venimos a invitarte exclusivamente a tu fiesta de cumpleaños mañana en la noche en la sala común de Gryffindor.

— Y no te preocupes de nada, nosotros ya organizamos todo, lo único que necesitamos es tu presencia — le siguió James.

Eris se sorprendió de que le hagan una fiesta, incluso hasta de que se hayan acordado de que cumple años dado que hace mucho que les contó, aún así le emociona la idea ya que nunca festejó su cumpleaños como se debe, es decir, cuando estaba en Beauxbatons se la pasaba encerrada en un escondite ese día y cuando no estaba en el colegio solo estaban sus padres y un pastel.

— No tenían que hacer eso chicos — sonrió.

— Pero queríamos hacerlo Eris.

— Y además te lo mereces — le siguió esta vez Sirius — Tú solo encárgate de divertirte lo máximo posible mañana.

— Está bien, iré — se acerca a ambos y los abraza por la cintura— Gracias por esto.

— De nada cerebrito — acaricia su cabeza sonriendo.

— No lo organizamos solos, Remus, Peter y Eloise también ayudaron, y créeme cuando te digo que la fiesta será genial, nosotros nunca defraudamos.

La rubia asintió separándose con una gran sonrisa ya deseando que sea mañana, nunca había querido tanto que sea su cumpleaños como ahora.
Ambos chicos se contagiaron de su emoción haciendo que sonrían de igual forma. Ver su felicidad les hace feliz.

— Ya estoy ansiosa de que sea mañana — se mordió el labio brevemente y luego se puso en medio de ambos enroscando sus brazos con los suyos — ¿Quieren acompañarme a la cocina? Hace rato que ya tengo hambre.

— Yo no puedo — dijo al instante Sirius deshaciéndose del agarre con una intención detrás — Pero vayan ustedes dos solos, es más, ya llegó tarde. Adiós.

Sin esperar respuestas se fue corriendo antes de que Eris pregunte una razón de la cual no existe, nada más quería dejarlos a solas.

— Siempre intenta dejarnos a solas — negó suspirando dándose cuenta claramente de cual es su intención. No es tonta, sabe que quiere emparejarlos, pero nunca dice nada al respecto — En fin..¿vamos?

— Claro — dijo contento de tener tiempo con ella.

Ambos emprendieron rumbo a la cocina y cuando llegaron se pusieron a comer entre risas y conversaciones hasta que llegó la hora de la siguiente clase y tuvieron que separse yendo cada quien por su lado, pero sin duda pasaron un momento agradable como siempre.

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A la mañana siguiente Eris despertó exaltada al oír que le cantan a gritos un feliz cumpleaños e incluso casi cayó de la cama si no fuera porque alguien la volvió a acomodar.

— ¿Qué sucede? — dijo adormilada restregándose los ojos aturdida ante tanto ruido — ¡Ya cierren la boca! ¡No me dejan dormir en paz!

— Uy, alguien despertó de mal humor — susurró Sirius.

— Se los dije, podrá ser toda una inocente palomita pero la despiertan y se convierte en el anticristo.

— Te estoy escuchando Eloise — rodó los ojos molesta tapándose hasta la cabeza con ganas de echarle a patadas a todos.

— Era la intención amor — sin importarle nada se tira encima suyo — ¡Feliz cumpleaños vieja!

— ¿Qué es un anticristo? — le preguntó James en un susurro a Remus a lo que este lo ignoró para ir hacia Eris — Gracias por decirme, que buen amigo.

La rubia comenzó a quejarse cuando su amiga la abrazó fuerte dejando varios besos en su rostro y maldijo fuerte cuando Sirius se tiró también encima suyo gritando un "feliz cumpleaños cerebrito".

— ¡Me van a matar malditos! — intentó apartarse pero fue en vano ya que ahora los dos la abrazan fuerte — ¿Es que no pueden ser normal como el resto de los chicos?

— Já! Eso tres no tienen nada de normal, que no te engañen — habló Sirius intentando peinar su cabello que está desastre.

— ¡¿Qué?! Pero si yo soy lo más normal que existe — exclamó James indignado pero luego cambió su semblante a uno bien sonriente — Feliz cumpleaños Eris, que Dios te bendiga hoy y siempre..así es ¿no?

— La religiosa soy yo idiota, no Eris — se rió Eloise.

— Aún así gracias James.

— Ahora mi turno — habló el hombre lobo quien lleva el pastel favorito de la chica— Feliz cumpleaños Eris, espero que si comas el pastel porque casi me caigo mientras traía.

— Gracias Rems — sonrió viendo el pastel — Te aseguro que sí lo comeré, es más, los dos lo haremos.

— Y ya viene su favorito de los cuatro a sacarle una sonrisa fácil — se cruzó de brazos el de gafas bufando.

— ¿Celoso Potter? — se burló Eloise.

— Yo sí que estoy celoso de que aludan que lunático es su favorito cuando claramente soy YO — interrumpió Sirius resaltando lo último.

La rubia los empujó a ambos y se sentó en la cama viéndole a Peter quien se mantiene alejado de todos.

— Ven aquí Peter, no te quedes ahí — extendió su mano.

Él se acercó con una tímida sonrisa sintiéndose un poco cohibido ante tantas personas extrovertidas siendo que él no es.
Agarró su mano dándole un apretón y viéndola con una leve sonrisa.

— Feliz cumpleaños. Te traje un regalo — la soltó y metió la mano en su bolsillo quitando una pulsera de hilo con un dije de sol extendiéndole— No es mucho pero lo hice yo después de mucha práctica.

— ¡Te salió finalmente! — chilló emocionada y se puso de rodillas abrazándolo— Muchísimas gracias, me encanta en serio.

Durante un mes entero Eris le estuvo enseñando a Peter a hacer esa clase de pulseras a petición suya, a él le costó bastante aprender así que ver ahora que hizo uno tan perfecto como ella le enseñó le llena de orgullo y felicidad. Podrá no ser mucho como el rubio lo dice pero tiene un gran valor, algo que es más importante.

— De nada Eris — sonrió regresándole el abrazo — Le puse un sol porque tú eres tan radiante como uno.

Sonrió enternecida y le dio un beso en la mejilla para luego extenderle pidiéndole que le ponga y cuando lo hizo miró encantada la pulsera. Por otro lado el resto se mantuvo en todo momento en silencio apreciando el momento, los merodeadores más que nada estaban feliz de verle a Peter tener una amiga aparte de ellos ya que suele ser tímido con el resto.

— Todo muy bonito pero tengo hambre — habló Sirius levantándose de la cama — Me voy al comedor y ya luego te doy tu regalo Eris.

— Yo voy contigo.

— Y yo — le siguió Peter.

Al final los cuatro terminaron saliendo dejándole a solas a las chicas, pero la rubia fue directo al baño para darse una ducha rápida y luego ir a comer también que tiene mucha hambre, mientras Eloise se quedó comiendo el delicioso pastel.

— ¿Ya está todo listo para la fiesta de hoy? — preguntó James.

— Todo listo — respondieron los tres al unísono.

— Está bien, debe estar todo perfecto para mi futura esposa.

— ¿No que tienes que casarte con una pelirroja por la maldición? — preguntó Peter viéndolo confundido, no estaba al tanto de que ya le gusta demasiado Eris.

Al parecer he salido dañado porque la maldición Potter no es para mí, yo prefiero a las rubias.

Nunca creí vivir para escuchar salir eso de tu propia boca — sonrió entusiasmado Sirius.

— En realidad no te gustan las rubias, mejor dicho te gusta solo Eris — comentó Remus mirando atento las escaleras no queriendo caer como ya lo hizo algunas veces.

— Como sea, ahora el punto es que mi atención está en Eris.

— Ay recuerdo perfectamente aquella clase de Slughorn en donde tú regresaste de la lechucería tras verle a Eris y me dijiste que jamás olvidarías a tu "hermosa Lily-flor", y aquí estás, loquito por la cerebrito — contó Sirius limpiándose una falsa lágrima — Cuanto has crecido mi niño.

— Tonto — sonrió dándole un empujón — No sabía de lo que hablaba.

Y con eso entre los tres le hicieron recordar todos los momentos en que James se negó o dijo cosas parecidas riéndose por ello a lo que él solo negaba sonriendo.

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Apenas Eris llegó al comedor se vio interrumpida por un fuerte abrazo que casi la tumbó pero que logró equilibrarse sorprendida y al notar la cabellera rubia supo de quien trata y más cuando habló.

— Feliz cumpleaños años cariño— saludó Narcissa con una gran sonrisa mientras las hace moverse de un lado a otro.

— Gracias linda — sonrió regresándole finalmente el abrazo.

— Ya tienes diecisiete, ha pasado tan rápido el tiempo y parece ayer cuando te ganaste mi aprecio por querer salvarle a ese bicho en el tren, y como olvidar cuando le hiciste frente a Lucius también, ahí supe que quería pasar el resto de mi vida a tu lado siendo amigas y primas a la vez. Te amo mi pequeña.

— Ay me vas a hacer llorar Cissy — murmuró conmovida, aunque de hecho ya se le aguaron un poco sus ojos.

— Hey no, no y no — se separó sujetando su rostro viéndola fijamente — Hoy no se llora, solo tienes permitido que tus ojos lagrimeen por estar muy ebria.

— Pero no quiero embriagarme — sonrió divertida.

— Pero lo harás, aunque estaré ahí para cuidarte por las dudas.

— Eso dijiste la última vez y...

— Shuu, no lo digas — susurró mirando a su alrededor.

Algo que las dos no olvidarán, aunque tres porque Remus también estuvo involucrado, y vaya que mucho más que Eris. Resulta que los merodeadores, Eloise y ella fueron a una fiesta en Slytherin hace siete días atrás y pues todos terminaron ebrios, aunque Eris no y se suponía que era Narcissa la que no se iba a embriagar para cuidarla y al final terminó borracha y teniendo sexo con Remus, pero eso no fue todo, sino que Eris tuvo que distraerle a sus amigos para que no los descubran ya que casi lo hicieron, por ende se terminó subiendo a una mesa a bailar, algo que jamás en su vida haría pero no le quedó de otra, todo para que no se arme un desastre. Desde ese entonces los tres guardan muy bien ese secreto y han hecho como si nada hubiera pasado.

— Dijimos que no lo diríamos — susurró la mayor.

— Lo sé, Sirius se enojará contigo si se entera — repitió lo que dijo con frecuencia Narcissa al día siguiente que por poco le da un ataque al recordar bien con quien se metió — Igual los dos no están juntos, cada quien puede meterse con el que quiera, de hecho Sirius se la pasa teniendo sexo con varias personas, Remus también tiene derecho.

— Pero es prácticamente traición considerando que sé sobre sus sentimientos hacia él — miró disimuladamente hacia su primo y amigo que justo se sentaron uno al lado del otro — De todos modos no importa, ya pasó y claramente no volverá a pasar, ya se lo dejé bien en claro que fue un error.

— No debiste decirle eso, pensará que lo dijiste por su aspecto, él es bastante inseguro.

Narcissa hizo una mueca ahora sintiéndose culpable, no había pensando en ello, es más, lo dijo sin pensarlo ya que lo único que tenía rondando por su cabeza es que podría perderle a su primo y ahora que volvieron a ser unidos como cuando era niños no desea eso.

— Hm..hablaré luego con él, ahora olvidemos eso y centrémonos en que es tu cum...Uy, Rosier a la vista, nos vemos luego para darte tu regalo linda — besó su mejilla y se alejó rápidamente yendo directo a la mesa de Gryffindor para aprovechar y hablar con cierto hombre lobo.

— Pero..— suspiró ya que la dejó abandonada y volteó topándose con el chico — Hola Alex.

— Hola Eris, seguro ya debes estar cansada de que te digan los mismo pero feliz cumpleaños — sonrió de lado entregándole una cajita — Recuerdo que me dijiste que nunca tuviste un collar de ese cristal ya que no lo conseguiste y pues..ahí lo tienes.

La rubia agarró la cajita abriendo y sonrió al instante de ver que efectivamente lo es, pero lo que más le encantó son los detalles de plata simulando ser hojas alrededor del cristal.

— Me encanta, gracias Alex.

Sin dudarlo se acercó y lo abrazó fuerte con una sonrisa, sonrisa que se borró al instante y cerró rápidamente los ojos escondiendo su cabeza en su pecho al sentir que una visión viene.
Observó a su alrededor percatándose inmediatamente que se encuentra en un cementerio ante la cantidad de lápidas en hileras que hay, pero eso no es todo, el mismísimo Alex se encuentra parado frente a una lápida observando fijamente con lágrimas retenidas en sus ojos. Lleva un traje negro y en sus manos una maceta con flores blancos; y de hecho no son las únicas flores que hay, sino que en el suelo cercano a esa lápida hay varios más por lo que supuso que se le enterró recientemente a la persona.
— Te amaré siempre — susurró agachándose y dejando la maceta.
Por curiosidad se acercó más e intentó ver el nombre grabado en la lápida pero antes de poder hacerlo todo se volvió oscuro.

¿Estás bien Eris?

Se separó al instante frotando su frente por el ligero dolor y se mantuvo aún con los ojos sintiéndose bastante confundida por lo que acaba de ver y miles de dudas surgieron en su mente.

— Eris — sujetó sus hombros viéndola preocupado — ¿Necesitas que te lleve a la enfermería?

No, estoy bien — abrió los ojos topándose con el verde de los suyos — Solo me mareé un momento, aún no desayuné, quizás sea eso.

El pelinegro la analizó detalladamente en busca de alguna mentira pero lo dijo tan normal que no se dio cuenta de nada.

— En ese caso mejor ve a comer algo, ya no te retengo más — soltó sus hombros.

— Sí, por cierto, estás invitado para la fiesta que me harán hoy en Gryffindor — intentó sonreír aunque su mente solo está en esa visión.

— Ahí estaré, ahora ve — le dio un ligero empujón hacia enfrente sonriendo leve como siempre.

La rubia asintió y se acercó poniéndose de puntas besando su mejilla en despedida y luego fue rápido hacia la mesa de Ravenclaw no queriendo hablar con sus amigos en estos momentos, justo por eso hizo como que no escuchó los llamados de James y Sirius y se sentó dándoles la espalda, aunque su paz no duró ni medio segundo cuando algunos de su casa comenzaron a felicitarla y ella se vio forzada a agradecer con una fingida sonrisa.

— Ven conmigo — habló Regulus apareciendo y sin esperar respuesta le agarró del brazo llevándola fuera del comedor.

— ¿Por qué me quitas? — dijo ya cuando salieron dejando que él la guíe quien sabe donde.

— Porque se te nota a kilómetros que algo te pasa y además conozco bien cuando finges. Mejor agradece que te quite de ahí porque ambos sabemos que eres muy buena como para pedirles que se callen.

Ella solo asintió en respuesta no sabiendo que decir y menos ahora que tiene cosas en mente porque hay hilos sueltos a través de sus visiones que está dispuesta a unirlos, cree que por algo ve sucesos en específicos.

— Feliz cumpleaños por cierto, ya te daré tu regalo más tarde.

— Todos dicen lo mismo, ya estoy comenzando a pensar que mienten.

— Pues no sé el resto pero yo sí te tengo un regalo, nada más me olvidé en mi habitación y ya me da pereza hacer todo ese tramo para ir a buscar, así que te daré en la noche.

— Está bien, igual no hace falta.

— Claro que hace falta, además todos queremos regalos, incluso tú, admítelo.

— Puede que sí — sonrió un poco.

Entre conversaciones llegaron a la cocina en donde los elfos los recibieron encantados y más que nada a Eris que siempre habla con ellos como si fueran sus grandes amigos ganándose así el cariño de todos. Y así pasaron el tiempo comiendo y hablando de distintas cosas para luego cada quien ir rápidamente a sus clases respectivas dado que se saltaron el primero sin darse cuenta.

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— Te ves bellísima — comentó Narcissa viéndola detalladamente.

— Realmente hermosa — le siguió Eloise.

La tres se prepararon juntas para la fiesta y ambas se encargaron de ayudarle a Eris en arreglarse, Eloise le ayudó en maquillarla y Narcissa en peinarla, además de que le regaló muchas ropas y entre ellos algo para la ocasión, y para terminar Regulus le regaló varios accesorios de las cuales algunos combinan con su vestimenta ya que se puso de acuerdo con su prima.

— Gracias por todo chicas — sonrió mirándose al espejo gustándole el resultado — Y ustedes también se ven hermosas.

— Lo sé, pero gracias — dijo Eloise sonriendo de lado.

— Sí, como sea, es momento de irnos.

Eris asintió de acuerdo y agarró la pluma que la protege encogiendo y metiendo en su brasier ya que tiene miedo de que se caiga si lo cuelga en su cabello como de costumbre, en realidad ya hasta está pensando en pedirle a Melania que le haga una pulsera como el de Sirius, de esa forma es más fácil llevarlo.

— Vamos.

Las tres comenzaron a caminar hacia la torre de Gryffindor sin parar de hablar entre ellas, tanto que el camino se le hizo corto y se detuvieron frente al retrato diciéndole la contraseña y apenas entraron la fuerte música las recibió al igual que varias luces de colores que hace visible los globos que hay de decoración, pero lo que le quitó una sonrisa a Eris fue ver una pancarta colgada que dice "FELIZ CUMPLEAÑOS PRECIOSA ERIS" acompañados de dibujos de corazones y flores.

— Atención gente, llegó la cumpleañera y está en la entrada — informó Sirius por un micrófono y subido en una mesa — Canten malditos que para eso se les invita y no para divertirse nada más.

La rubia soltó una risita negando pero pronto se sintió avergonzada cuando todas las miradas se posaron en ella y se sonrojó completamente cuando todos comenzaron a cantarle, aunque la voz que más resaltaba eran la de Sirius y James que andan cantando juntos desde el micrófono.

— Ahora aplaudan inservibles — y con eso todos comenzaron a aplaudir y algunos a silbar — ¡Viva Eris! — en respuesta la mayoría dijo lo mismo — Se te quiere cerebrito...Ahora sigan la fiesta y por favor usen protección si van a tener sexo, no queremos bebés en Hogwarts, que horror.

Con eso se bajó de la mesa y junto al resto de los merodeadores se hicieron paso entre la gente hasta que llegaron a ella e hicieron un abrazo grupal.

— En verdad los adoro — dijo Eris alzando la voz por la fuerte música.

— Lo sabemos — respondió Sirius.

Todos se separaron y Eris le dio un beso en la mejilla a cada uno en agradecimiento sin poder borrar la enorme sonrisa que lleva plasmado en su rostro, algo que hizo que los chicos sonrieran inmediatamente sintiéndose contagiados por su felicidad, aunque puede que sea por el hecho de que la rubia no está controlando su don y sin querer transmite la emoción.

— ¡Ahora vamos a divertirnos! — exclamó James agarrando su mano y llevándola hacia la mesa de bebidas siendo seguido por sus amigos.

— Hoy vas a tomar Eris y no queremos escuchar un no de respuesta — habló Sirius apenas llegaron.

— No pueden obligarla — comentó Remus negando.

— Está bien Rems, puedo hacer la excepción por esta vez, además es mi cumpleaños, debo divertirme — sonrió viendo lo que sea que James le sirve.

— ¡Esa es la actitud!

— Yo también quiero tomar — dijo Peter acercándose a la mesa a buscar algo de beber — Hoy planeo emborracharme.

— Todos Peter — le entregó el vaso a Eris — Si no te gusta avísame y te cambio.

— Está bien, gracias James — le sonrió y dio un sorbo arrugando su nariz al instante — Es fuerte.

— Si quieres te cambio — pese a que haya negado se quedó mirándola fijamente apreciando lo más que puede su rostro con esa poca luz y solo cuando recibió un empujón salió del trance y carraspeó incómodo — Um..¿y si nos vamos a bailar todos?

— Por supuesto — respondió de inmediato Sirius con dos intenciones ocultas — Todos queremos bailar, vamos ya.

Agarró la mano de Remus y Eris arrastrándolos a la pista ignorando las quejas del primero con no querer bailar, pero no le importa, esta noche como sea debe bailar con él y hacer que la rubia baile con James, ya no piensa tener que soportar ver como el hombre lobo se besa con alguien más en alguna fiesta y está seguro que James tampoco quiere verle a su amiga con Alexander o cualquier otro chico. Por tanto, cuando llegaron más al centro hizo que todos bailen en círculo primero para disimular y ya luego de a poco irá alejándose dejándole a Eris con James y él llevándole a Remus.

Y tal cual fue, estuvieron bailando, riendo y disfrutando entre los cinco varias canciones, el primero en retirarse fue Peter ya que una chica lo invitó a bailar, los siguientes fueron Sirius y Remus, el primero los fue alejando de a poco y el castaño solo creyó que era un plan para dejarle a sus amigos a solas, no para que ellos también lo estén.

— Ya lo lograste, ahora voy a sentarme — le informó elevando la voz y acercándose a su oreja.

— ¡No! Déjame bailar contigo un rato — al ver la mirada extrañada que le dirigió pensó rápido en una excusa — Es que ya casi no pasamos tiempo de amigos a solas.

— Mm está bien — respondió dudoso notando claramente lo nervioso que él está, ni parece ser su amigo de siempre.

Sirius sonrió enorme de la felicidad y ambos comenzaron a bailar, aunque el pelinegro llevaba más el control del baile. Por otro lado, poquito antes están James y Eris que notaron que ya todos sus amigos se fueron.

— Bueno, nos hemos quedado solos — habló James elevando la voz y le extendió la mano — ¿Me concedes el honor de bailar conmigo su majestad?

— Por supuesto que sí caballero — sonrió pasándole la mano sintiendo como le dio una vuelta al instante sacándole una risa.

— Te advierto que te quedarás deslumbrada por los tremendos pasos que daré su majestad.

— Entonces sorpréndeme con esos tremendos pasos.

James soltó su mano sonriendo feliz y a propósito comenzó a bailar de formar rara y que posiblemente lo avergonzaría pero no le importó nada cuando le vio a Eris comenzar a reír, así que continuó haciendo pasos mientras hace algunos gestos graciosos.

— Estoy realmente sorprendida con esos pasos que enamoran caballero — bromeó la chica soltando una risita cuando hizo como una pose de diva.

— Así que te enamoran, entonces seguiré dando todo de mí hasta que quedes completamente enamorada de mí — sonrió diciendo esas palabras fuera de broma, realmente daría todo para que ella se enamore.

— Ah no, antes déjame mostrarte mis asombrosos pasos también.

— Adelante su majestad — hizo una corta reverencia.

Tal como James comenzó a bailar de forma graciosa haciendo que de inmediato este suelte varias carcajadas y pronto se le unió y los dos siguieron bailando raro mientras ríen sin importarle las miradas que reciben, aunque ambos están tan encerrados en su burbuja que no se dan cuenta.
Y así continuaron bailando de todas las formas posibles quién sabe por cuantas horas mientras toman de la botella de whisky que en un punto James fue a traer.

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El tiempo había pasado y a ese punto la sala común ya estaba casi vacío y hecho un caos, ya solo quedaban los merodeadores, Eris, Eloise, Lily, Narcissa, Regulus, Florence, Marlene y tres personas desconocidas, no está demás decir que todos están completamente ebrios.

James y Eris siguen juntos como lo han estado toda la noche. Ahora mismo los dos están abrazados cantando a todo pulmón la canción de fondo simulando que una botella es un micrófono, a cada tanto se ríen sin razón alguna y se tambalean por la ebriedad, incluso una vez ninguno pudo equilibrarse y cayeron al piso.

— Ellos dos van a terminar juntos — habló Eloise arrastrando las palabras aferrada a Sirius como jamás lo estaría estando sobria.

— Obvio que lo van a estar Elo, pero ya es muy lento, quiero ver beso...quiero besarle a Remus — dijo de la nada mirándole al susodicho que está bailando con los otros dos Black y Lily.

— ¿Y si jugamos a la botella y nos besamos entre todos?

— Amo la idea — ambos chocaron los cinco y caminaron hacia el que equipo de música bajando más el sonido llamando la atención de los presentes — ¡Jugaremos la botella! ¡¿Quién se anima aparte de nosotros dos?!

— ¡Yo! — gritó de inmediato Marlene.

Poco a poco fueron uniéndose y al final todo el grupo terminó sentándose en una ronda con una botella en medio teniendo tanto alcohol en su sistema que no piensan correctamente.

— A ver, pongamos reglas — habló Eloise llamando la atención — Regla uno, nadie puede negarse al beso con quien le toque a menos que sean hermanos o primos, eso va para los Black que aunque sabemos que son incestuosos no quiero ver eso. Regla dos, el beso debe durar al menos treinta segundos. Regla tres, de momento todos estamos solteros, no importa si están realmente en algo. Regla cuatro...ya no se me ocurre nada así que hagámoslo.

La botella dio la vuelta y los primeros en tocarle fueron Peter y Florence, la segunda le dio el beso un poco reacia ya que claramente no le gustan los hombres y además está de novia con Eloise, por tanto, no duró tanto.

— Siguienteee.

La botella giró tocándole a Remus y Regulus, algo que Sirius abrió la boca molesto con la botella por equivocarse de Black.

— Pero..

Antes de poder siquiera oponerse ya le vio a los dos besarse y estaba durando más de lo previsto a lo que la mayoría comenzó a silbar y reír.
Sirius ya no pudo soportar y se levantó separándolos.

— Ya pasó el tiempo, sigamos — le miró mal a su hermano y este sonrió burlón yendo a sentarse.

Lo siguientes fueron Marlene y James pero el beso no duró tanto al no gustarles y ambos se separaron como si nada volviendo a sus lugares.
La botella volvió a girar y primero cayó en Eris quien observó nerviosa la botella que volvió a moverse y soltó un suspiro de alivio al ver que le tocó con Lily, al menos le tiene confianza y no será incómodo.

— Oh por merlín, esto se pondrá bueno — le susurró Sirius a Eloise ya que ambos saben que la pelirroja se gusta de ella.

— Eso si que es tener suerte con quien te gusta.

Las dos se levantaron deteniéndose una frente a la otra y Lily bastante nerviosa y emocionada a la vez acercó lentamente su rostro al suyo pero fue Eris quien rompió la distancia besándola suavemente a lo que la pelirroja por poco hasta se le olvida como besar pero aún así le siguió como puede poniendo una mano en su mejilla.

— ¡Tu paraíso James! — le molestó Sirius al ver como está.

El nombrado se encuentra con la boca ligeramente abierta mirándolas fijamente sintiendo todo un revoltijo de emociones, aunque también está celoso deseando tomar el lugar de Lily, y fue un gran alivio cuando ambas se separaron y como ya hay una luz prendida pudo notar claramente el rostro sonrojado de la pelirroja y el como le mira a Eris y todo pareció encajar. Nunca le hizo caso porque le gustan las mujeres y peor aún ahora le gusta la misma chica que a él.

— ¿Estás bien? — le preguntó Eris cuando volvió a su lado notando su expresión de sorpresa.

— ¿Qué? Ah..eh sí, solo pensaba.

— Hm bueno — dijo no tan convencida pero no le prestó tanta atención cuando vio que le tocó a Sirius y..— James, es tu turno.

— Como los viejos tiempos amigo— dijo un divertido Sirius acercándose a él y sin dudarlo sujetó su rostro besándolo.

— Esto me trae recuerdos de cuando en segundo año se besaban para practicar — contó Peter causando risas en los presentes.

— Eso no debías contar Peter — habló James cuando se separó — Igual quien no se ha besado con un amigo.

— Yo no — dijo Eloise mirándole a Eris y esta lo captó al instante — Deberíamos besarnos para reforzar la amistad.

Hagámoslo.

La morena se sorprendió ante su fácil aceptación sabiendo como es pero claro está que el alcohol influye, aún así sin dudarlo se acercó a ella gateando deteniéndose cerca y besándola sin preámbulos a lo que Eris le correspondió.

— ¡Remus! — le llamó Sirius — Deberíamos..

— No.

Las dos tuvieron que separse para reír al oír la respuesta inmediata de Remus.

— Auch, eso debió doler — se burló Eloise y luego le guiñó el ojo a la rubia regresando en su lugar — Sigamos.

Y como si el mundo estuviera en contra de Sirius le tocó otra vez a Remus pero con el Black equivocado, o sea Narcissa.

— Oh vamos, es en serio — se quejó bufando y más al ver como se besan con ganas — Tampoco se traguen frente a todos...Me siento traicionado por mi propia familia, nada más falta que lo haga con E...

Se calló al sentir unos labios chocar contra los suyos, pero no duró ni diez segundos cuando volvió a dejar de sentir para notar que fue Remus.

— Ahí lo tienes, ya cállate y deja de quejarte.

Se fue a sentarse en su lugar dejándole a Sirius todo calladito y sorprendido deseando más.

— Vaya lunático ¿Qué afición tienes por los Black? — sonrió divertido James — El destino te une a ellos y ya no te falta ninguno por besar.

— De hecho le falta Eris — soltó Eloise sin recordar que es un secreto y ya tarde se dio cuenta — Oh mierda, eso no debí contar.

— ¿Cómo que Eris?

— ¿Son familiares? — preguntó esta vez Lily bastante confundida.

— Um sí..sorpresaa..— alargó la última letra Eris — Soy prima de ellos.

Todos menos los que sabían la observaron bastante asombrados y James entendió porque tanta unión a ellos, especialmente por lo rápido que encajó con Regulus y Narcissa, ambos que no le dejan a casi nadie formar parte de su círculo.

— Wow, eso no lo esperaba, y yo que pensaba que Sirius y tú están enamorados en secreto — mencionó Marlene.

— Obvio que lo estamos ¿verdad preciosa? — bromeó guiñándole el ojo a Eris — Ni el ser primos detiene nuestro amor.

— Hey, búscate otra mujer Black, Eris es mía— bromeó Narcissa.

— Estos chistes son muy turbios — habló Eloise haciendo una mueca asqueada — Mejor dejemos estos amores prohibidos y sigamos que el plan de hoy es besarnos entre todos.

Y tal como lo dijo, en algún punto todos llegaron a besarse entre ellos, excepto entre primos y hermanos al igual que dos personas que parecía que la botella no estaba a favor de James ese día porque ya le besó a cada persona de la ronda menos a la que más quiere.

— Y bueno, ya que se cumplió el objetivo yo me retiro — dijo Marlene levantándose y casi cayendo por su estado de ebriedad— Ay carajo, todo me da vueltas.

— ¡Esperen! Faltan dos personas y luego ya podemos irnos — habló rápidamente Sirius al verle levantarse también a su hermano y Florence.

James le observó a su amigo con una sonrisa contento sabiendo a que se refiere pero luego esa sonrisa se borró al verle a Eris dormitando en el hombro de Peter. Al parecer no se iba a poder, por más que desea no le gustaría que el primer beso de ambos sea estando ebrios y posiblemente sin acordarse al día siguiente.

— Es mejor que no.

— Claaaro que sí, por ustedes empezamos esto — arrastró las palabras Eloise y gateó hasta su amiga moviéndola — Te toca besar a James.

Eris abrió apenas los ojos más dormida que despierta y como si fuera un robot en modo automático se acercó a James dejando un corto beso en sus labios y luego lo abrazó ya no pudiendo ni con su propio peso. El de gafas suspiró sabiendo que lo hizo obligada y que seguro ni sintió nada por tener la mente nublada, todo lo contrario a él que esos breves segundos se sintieron magníficos.

— Mejor la llevo en el cuarto para que duerma.

Intentó pararse con ella y al no tener tanto equilibrio casi cae si no fuera por un Remus ya no tan ebrio lo sujetó diciendo que los ayudará a subir, él se dejó y al final terminaron subiendo también Sirius, Peter, Eloise y los primos Black para dormir ahí. ¿Cómo entrarán todos? Ni ellos saben pero los intrusos no pueden ni caminar hasta sus respectivas habitaciones.

Y así fue como todos terminaron ebrios, James y Eris durmiendo juntos, Remus en una cama solo y semi desnudo, Sirius con su hermano y prima todos apretados en la misma cama, aunque poco después ambos lo empujaron de la cama, y finalmente Peter y Eloise vomitando en el baño, pero la chica a diferencia del rubio fue a dormir en la cama vacía mientras él se quedó dormido en el piso del baño. Posiblemente todos van a despertar con una resaca enorme pero todo valdrá la pena porque la pasaron muy bien y Eris no pudo estar más que contenta en su día recibiendo cariño y atención más que en cualquier otro cumpleaños pasado.

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Holaa gente.
Les aviso que estaré saltando el tiempo con el fin de llegar al séptimo año de ellos, pero estaré poniendo la fecha y mes al inicio hasta llegar al tiempo que quiero.

También si es que quieren leer un fanfic de Remus publiqué uno nuevo y pueden encontrarlo en mi perfil, se llama "ETERNO".

Y eso es todo, hasta la próxima <3

Ingrid.

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