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CAPÍTULO CATORCE
• CONFLICTOS Y GOLPES•
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Esa tarde del viernes Eris estaba haciendo su recorrido matutino aprovechando la hora libre. Si bien le gusta estar con sus amigos también necesita tiempo a solas para ella misma, es como si llegase un momento en donde su capacidad de socializar se agotase y necesita un largo momento a solas para recuperarse y no sentirse abrumada, por eso llega un momento del día en donde se aleja de todos y hace su recorrido, al principio sus amigos no entendían hasta que ella amablemente les dijo que necesita de su soledad para no sentirse agobiada, entonces entendieron a la perfección, Sirius no tanto ya que desde que se enteró que ella es su prima prácticamente vive pegado a ella como chicle, algunas veces incluso le pidió que espere un momento mientras él se mete con alguien, algo que fue tan incómodo la primera vez que se convirtió en el último. James a veces suele bromear con ella sobre que le quitó a su mejor amigo y Eloise lo dice directamente sin tono bromista.
Eris estaba tan inmersa en sus pensamientos y mirando la estructura del castillo que no se dio cuenta que a lo lejos está un grupo de Slytherin, o como lo dice su abuela, lo siguientes mortífagos, este se encuentra conformado por Carrow, Avery, Dolohov y Mulciber, los causantes de mucho terror en algunos alumnos tras utilizar la magia con fines oscuros y practicar en personas. Dumbledore suele decir que Hogwarts es un lugar seguro pero la realidad está muy lejos de serlo cuando se tiene alumnos como ellos que hacen el mal a otros y no se le dice nada, dándoles así acceso libre para sus cometidos.
— Pero mira que tenemos aquí, la loquita de Ravenclaw — se burló Mulciber.
La rubia detuvo su caminata ya que los cuatro se pusieron frente a ella impidiéndole el paso y al instante se sintió muy incómoda al percibir tanta maldad del grupo, por ende, retrocedió un paso a lo que ellos sonrieron asociando a que es por miedo.
— ¿Necesitan algo? — preguntó educadamente.
— No lo sé...¿Necesitamos algo de ella chicos? — volvió a hablar el mismo poniendo una falsa expresión de duda.
— ¿Qué podría darnos una inútil como ella? — preguntó Dolohov mirándola de pies a cabeza con una sonrisa pervertida — Mmm...Quizás diversión.
Avery se acercó a ella mirándola de la misma forma y sujetó un mechón de cabello llevándolo a su nariz. Eris se estremeció y su corazón latió con fuerza empezando a sentir el miedo de tener a cuatro hombres acorralándola en medio de un pasillo desierto y con claras malas intenciones. Lo peor de todo es que se olvidó su varita en su habitación, lo que significa que está completamente desprotegida frente a sus posibles abusadores.
Llevada por la incomodes y miedo le dio un manotazo al chico que sujeta su cabello alejándose de él y este se colocó serio mientras sus amigos ríen.
— Al parecer no es tan buenita como aparenta — se buró Carrow.
Eris retrocedió con la intención de huir pero Avery se puso atrás de ella, Mulciber y Dolohov a sus costados y Carrow enfrente encerrándola así.
Algunos recuerdos de su anterior colegio vinieron poco a poco como flashbacks y el pánico empezó a hacerse presente sintiéndose asfixiada con ganas de correr lo más lejos posible pero cada vez que lo intentaba ellos se acercan más a ella dándole empujones y riéndose.
— Aléjense ahora mismo — habló lo más segura que pudo pero su voz temblorosa la delató.
— Y si no ¿qué?
— Una mujer inútil no podría vencernos.
Su vista se volvió borroso cuando las lágrimas fueron acumulándose en sus ojos y lo único que alcanza a ver son sus horribles sonrisas maliciosas cargadas de perversión.
Saltó del susto cuando Avery puso sus manos en su cintura empezando a acariciar esa zona y Carrow hundió su cabeza en su cuello, eso fue suficiente para que empiece a moverse bruscamente dando golpes a diestra y siniestra gritando lo que les enojó y la sujetaron más fuerte tirándola incluso del cabello y toqueteándola en el proceso.
— ¡Suéltenme! ¡Ayuda!
Y como si fuera un milagro todos los cuerpos se alejaron de ella y lo siguiente que pudo ver fue una gran batalla de golpes entre los cuatro merodeadores con el otro grupo.
— ¡No la vuelvas a tocar nunca en tu puta vida! — gritó James furioso dándole un puñetazo tan fuerte a Avery que lo derribó pero que ni aún así fue suficiente y se subió encima suyo dándole más golpes.
Por otro lado Sirius le había noqueado a Dolohov con tan solo tres puñetazos y fue a ayudarle a Peter quien está siendo derribado por Carrow mientras que Remus le da patadas a un Mulciber tirado en el suelo. Todos están cegados por la rabia y al no ser la primera vez que golpean de esa manera tienen una gran ventaja por los otros que nunca en su vida se habían peleado físicamente con nadie, pero si siguen así podrían matarlos y eso a Eris ya le estaba empezando a desesperar porque no puede hacer nada para separarlos.
— ¡Chicos, basta! ¡Los van a matar!
Y todo fue peor cuando Mulciber logró levantarse y le derribó a Remus poniéndolo debajo suyo y golpeándolo tan fuerte que pudo escuchar el sonido del hueso de su nariz rompiéndose, algo que la desesperó tanto que corrió hacia ellos y le dio un fuerte patada en la cara al Slytherin quien se detuvo anonadado por unos momentos pero luego se levantó con la mirada furiosa yendo hacia ella con el rostro lleno de sangre.
— Lamentarás eso maldita perra.
Eris retrocedió asustada y cerró los ojos esperando el inevitable golpe pero este jamás llegó así que abrió los ojos viendo que esta vez James y Remus lo están golpeando.
El pasillo era toda una masacre con sangre en el suelo por los golpes en donde ya habían algunos alumnos mirando y alentando la pelea, otros están aterrorizados de presenciar aquello en donde por primera vez una pelea en donde los merodeadores participan es tan agresivo, parecen tener la cabeza consumida por el enojo y la verdad es que en lo único que piensan es en hacerlos pagar por haber querido aprovecharse de Eris.
— ¡Deténganse en este instante jóvenes! — gritó el profesor Flitwick quien llegó recientemente.
Pero ninguno le hizo caso y Eris se empezó a morder las uñas de los nervios con ganas de largarse a llorar ante tanta agresividad y la vista de sus amigos con sangre, así que hizo lo primero que se le ocurrió, se centró en los cuatro y controló su mente, o más bien dicho sus emociones transmitiéndoles una gran dosis de tranquilidad y con eso se detuvieron bastante confundidos mirando todo a su alrededor y a tres de los cuatro Slytherins tumbados en el suelo desmayados tras recibir tantos golpes que le dejaron el rostro demacrado y quizás con algunos huesos rotos, el único aún despierto pero igual de desastre que el resto agarró su varita con dificultad y le señaló a Remus, Eris corrió hacia él a medida que Mulciber pronuncia la maldición asesina.
— ¡Avada Keda....
Justo en ese momento Eris se colocó frente a Remus pero la maldición nunca fue dicha del todo ya que McGonagall llegó justo a tiempo para tirarle un Expelliarmus.
— ¡¿Qué está pasando aquí?! — gritó molesta y a la vez anonadada de ver el panorama.
Eris volteó para verle a Remus preocupada quien la ve sorprendido de lo ocurrido ya que estaba dispuesta a dar su vida por el suyo, pero antes de poder formular palabras James corrió hacia ella abrazándola con fuerza.
La profesora avanzó hasta ella deduciendo que la causa de todo fue por ella al ver como los chicos la ignoraron para ir con la rubia, así que avanzó hasta el grupo que parecen salido de una película con el rostro un poco magullado pero la sangre de los otros cubriendo sus camisas, además de sus nudillos rotos, entre los cuatro el que más lastimado está es Peter quien no sabe pelear tanto pero que aún así se unió para defenderla.
— Señorita Macmillan ¿Me podrías decir que sucedió?
— ¡Esos imbéciles intentaron abusar de ella! — respondió un molesto Sirius.
— Dije Macmillan, señor Black.
Eris soltó un suspiro y se separó del abrazo de James pero este inmediatamente sujetó su mano sin ganas de querer separarse de ella.
— Estaba caminando sola por el pasillo y ellos me acorralaron diciéndome algunas cosas, yo intenté huir pero al parecer eso les molestó y...y creo que si los chicos no hubieran llegado ellos....
Se calló sin poder continuar imaginando lo que hubiera pasado si sus amigos no llegaban, existe dos alternativas, o la violaban o ella explotaba dando a conocer sus dones a las personas menos adecuadas, cualquier opción sigue siendo horrible pero no más que la primera y no pudo evitar pensar que posiblemente ya le han hecho lo mismo a muchas chicas que no tuvieron personas que la salven y luego se callaron por miedo.
— Está bien, no es necesario que sigas, mejor acompaña a tus amigos a la enfermería — le dijo lo más dulce posible pero cambió su expresión al verle a los chicos — En cuanto a ustedes tendrán un severo castigo por su comportamiento.
— ¡Es injusto! ¡Solo la defendimos! — exclamó el pelinegro otra vez molesto.
— Ellos son los que deberían recibir un castigo, o mejor la expulsión de colegio.
— Nos haremos cargo de eso señor Potter. Ahora vayan a que revisen sus heridas.
Eris fue la primera en dar el paso y por ende también James ya que sus manos están unidos, así que los demás también los siguieron en silencio mirando los cuerpos tirados en el piso, solo uno sigue desmayado y los otros tres ya están despiertos mirándolos con rabia, una clara mirada de que van a vengarse por tal humillación, algo que obviamente los merodeadores estarán dispuestos a enfrentarse con ellos nuevamente, pero....¿quién dice que la venganza irá contra ellos?.
Unos minutos después llegaron a la enfermería semi vacío siendo atendidos rápidamente por una escandalizada Madame Pomfrey ante el panorama de sus alumnos.
— ¡¿Qué les pasó?!
— Si tan solo le vieras a los otros — se burló Sirius con una sonrisa que le dolió ya que tiene el labio inferior partido.
— Siéntense todos en una camilla, y tú chiquilla ven a ayudarme.
La rubia se separó del resto y fue con Poppy quien le entregó unos frascos desconocidos y una vez equipadas las dos volvieron a los demás y la mujer fue directamente a Peter quien es el peor informando después que aparte de sus heridas en el rostro tiene una costilla rota.
— Usa esto con el joven Black y ayuda también a Potter, yo me encargo de Remus.
Le entregó algunos trapos, alcohol y uno de los frascos mientras ella iba hacia Remus luego de dejarle a Peter acostado y somnoliento por la poción.
Eris primero fue con Sirius colocándose frente a él para luego destapar el alcohol y untarlo en un trapo. El único daño que tiene el chico es su labio y sus nudillos partidos.
— ¿Estás bien? — le preguntó preocupado.
— Esto te arderá — dijo no queriendo responder.
Antes de que el otro pueda decir algo la rubia colocó suavemente el trapo en sus labios escuchando sus leves quejidos pero no le hizo caso y continuó limpiando, no solo ahí, sino también todo su rostro lleno de sangre dejándolo limpio, luego procedió a destapar el frasco y al olerlo supo que es para hacerlo dormir y al parecer Sirius también lo supo y se negó rápidamente.
— No quiero esa mierda.
— Pero Poppy dijo...
— No me importa lo que diga.
— Está bien. ¿Tienes tu varita?
— Ajá — lo quitó de su cintura y se lo pasó — ¿Para qué quieres?
Eris no respondió y solo lo agarró para luego agarrar también su mano izquierda apuntando con la punta de la varita sus nudillos y realizó el hechizo Episkey sin pronunciar palabras haciendo que el pelinegro se sorprenda.
— ¿Desde cuándo sabes hacer magia no verbal?
— Desde los catorce, casi quince.
— ¿Qué? ¿Cómo? — preguntó más sorprendido que a tan corta edad lo sepa.
— Mi abuelo es especialista en esto y me lo enseñó por las dudas con todo esto de la guerra.
Hizo lo mismo con su otra mano y luego con su labio partido sanando así toda herida y volviéndolo como antes.
— Deberías enseñarnos.
— Tal vez lo haga.
Sin ganas de continuar hablando fue directo a James quien no ha apartado su mirada de ella en ningún segundo percatándose de que está fingiendo muy bien que se encuentra tranquila pero algo que no puede explicar le hace saber que está mal y no es para menos luego de lo que casi pasó. Justamente por eso no dijo nada cuando ella empezó a curarle de la misma forma que a su amigo, solo esperó a que termine para poder abrazarle ya que se nota que necesita más eso que una conversación.
— Listo.
Tuvo la intención de volver con la enfermera pero el azabache agarró su mano y la tironeó hacia él para luego refugiarla entre sus brazos. Ambos corazones latieron con fiereza ante la cercanía y como James tiene mucha fuerza ante los constantes ejercicios que hace la levantó sin problema y la sentó a su lado para poder abrazarla mejor.
— ¿Qué haces? — susurró la rubia.
— Sé que quieres llorar y te estás haciendo la fuerte por nosotros pero créeme que no es necesario. Desahógate si es lo que necesitas.
El cuerpo de Eris empezó a temblar levemente recordando el momento y su mente le hizo una mala jugada imaginando un escenario falso en donde ellos lograron su cometido y fue como volver a todo el miedo, desesperación y más como hace minutos atrás.
— E-Estaba tan asustada y...y creí que...que me..
No pudo continuar ya que rompió en llanto dejando salir todas las fuertes emociones que le causaron lo ocurrido.
Rodeó sus brazos en la espalda de James y escondió su rostro en su pecho apretando su camisa en un puño mientras que él chico solo continuó abrazándola y acariciando su largo cabello buscando desesperadamente consolarla pero no sabe cómo así que solo hace lo que puede.
— Está bien, ahora estás segura — susurró dándole un beso en su cabeza.
Estuvieron de esa manera por incontables minutos hasta que la chica se quedó dormida entre sus brazos y James la acomodó mejor acostándola encima de sus piernas pero sin dejar de abrazarla del todo, solo se quedó mirándola fijamente mientras continúa acariciando su cabeza y ahora también su mejilla.
En el momento en que la vio en el mapa cerca de los Slytherin's corrió hacia ella con el resto siguiéndolo sabiendo perfectamente de lo que ese grupo es capaz; nunca antes se había sentido tan asustado y desesperado por llegar a un lugar mientras rogaba mentalmente por que llegar a tiempo y cuando la vio acorralada entre ellos y tocándola simplemente enloqueció dejándose llevar por toda la rabia, y quizás si no fuera porque extrañamente se calmó hubiera continuado hasta matarlo.
Remus y Sirius quienes decidieron no tomar la poción para dormir los estaban viendo ya desde hace rato y como si estuvieran sincronizados se miraron entre ellos entendiéndose perfectamente, ambos están de acuerdo que nunca antes le habían visto a James de esa forma, tan descontrolado y con eso se dieron cuenta que realmente le gusta Eris pero él sigue cegándose ante la realidad.
El castaño le hizo un seña disimulada para que le hable y Sirius quiso refutar pero luego solo soltó un suspiro rendido asintiendo.
— James.
— Hm — murmuró levantando la cabeza para verlos.
— Debes admitir de una vez por todas que te gusta.
— No sé de qué hablas, solo es mi amiga.
— Ay por favor, no me vengas con esa mierda cornamenta. Desde que llegó prácticamente te la pasas hablando de ella, de lo fantástica que es, de como te entiende, de sus lindos ojos, de su hermosa forma de ser y más, ni siquiera ya no hablas tanto de Lily como antes, incluso estos últimos cuatro días la has ignorado por completo y ni hablemos de los celos que te da verle a Eris junto a Rosier.
Sabe que es la verdad pero se niega a toda costa que ella le gusta y sigue aferrándose a los sentimientos que tiene por Lily para tapar sus recientes sentimientos por otra persona, aunque como bien lo ha dicho la ha estado ignorando desde esa vez en que Eris le conoció a Rosier, anda más ocupado observando como ambos se llevan bien y pasan más tiempo juntos que con él. Pero es porque se siente desplazado, molesto, triste y todo un caos de emociones, aunque ella nunca lo dejó de lado, solo pasa menos tiempo con él y los demás ya que ahora debe dividir otra vez su tiempo en otra amistad que por cierto no interactúa jamás con el resto y la posibilidad de que lo haga es completamente nula.
— Deja de decir tonterías Sirius, ya te dije que...
— Joder, basta James — interrumpió Remus ya harto de su falta de aceptación — No sé si tienes miedo o qué pero si sigues reprimiendo todo eso lo único que pasará es que te dañes a ti mismo viviendo en una mentira en lugar de experimentar cosas nuevas que te harán feliz. No puedes desaprovechar una nueva oportunidad que se te da.
— Y si lo sintiera ¿qué?, no habría ninguna diferencia porque a ella no le gusto ni un poco y se nota bastante.
Antes de que los otros chicos hablen Alexander entró en la enfermería con esa seriedad que lo caracteriza y recorrió sus ojos en cada uno hasta detenerse unos largos segundos en Eris durmiendo en brazos de él, pero no dijo nada al respecto.
— ¿Qué quieres? — preguntó groseramente James cambiando por completo su actitud.
El Slytherin lo ignoró y fue directo hacia Remus a quien le considera el único tolerable entre el grupo y le pasó un libro, este bastante extrañado lo agarró con duda viendo la portada negro con plateado y sin ningún título que lo pueda guiar para saber de qué trata.
— Me enteré de lo que pasó. ¿Cómo está ella?
— Emm...bien — respondió aún confundido — Le diré que viniste a verla.
— No es necesario, solo entrégale el libro y ya lo sabrá. Dile que mire la página 93.
— Está bien.
Y así como apareció silenciosamente se fue de la misma forma dejándole a los tres desconcertados mirándose entre ellos.
— Que tipo más raro — opinó Sirius para luego voltear hacia Remus — Ve lo que hay en la página que dijo.
— No lo haré, debe ser algo privado entre ellos.
— Vamos lunático, hazlo — insistió James sintiendo también curiosidad.
Remus negó rindiéndose y buscó la página sintiendo como si estuviera invadiendo algo privado entre ambos, pero al toparse con la página se quedó muy confundido viendo que solo están subrayados algunas palabras.
— ¿Qué dice? — preguntó el chismoso pelinegro.
— Están con resaltador las palabras, verde, escondido, alto y gris.
— Lo vuelvo a decir, que tipo más raro.
— Parece ser una clave.
Madame Pomfrey se acercó a ellos y los amenazó con echarlos si no se callan ya que ni siquiera deberían estar ahí, excepto Peter, ya que los cuatro están en buen estado, pero los dejó por insistencia de Remus y aunque ella no lo admita es su consentido tras pasar tantos años y meses curando sus heridas.
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Horas después los chicos están en sus castigos respectivos y Eris iba sola hacia el campo de quidditch rogando por no encontrarse con ningún agresor, aunque en este punto en donde todo el colegio ya se enteró no cree que nadie se atreva a hacer algo, más aún con la expulsión de Mulciber por el casi uso de la maldición asesina, el resto solo recibió un castigo pero mucho peor que los merodeadores y más duradero.
La rubia se adentró bajo las gradas de Ravenclaw y a lo lejos ya le pudo ver a Alexander fumando como es de costumbre mientras lee un libro muggle.
— No era necesario que pongas toda una clave, le hubieses dicho simplemente que te encuentre aquí.
— ¿Y arriesgarme a que tus amigos nos acosen? No gracias.
— De todas formas cómo sabías que estaría dormida.
— No lo sabía pero de igual manera lo previne por las dudas.
— Inteligente.
No es la primera vez que se reúnen ahí para más privacidad por lo que Eris entendió en segundos la clave. En el campo verde de quidditich, escondido bajo las altas gradas de Ravenclaw, por eso el color gris.
La chica se sentó frente a él y abrió su bolso quitando todo lo necesario para hacer su tarea mientras él está entretenido con su libro.
— ¿Tarea de qué es?
— Defensa Contra Las Artes Oscuras.
— ¿Necesitas ayuda?
— No, me queda poco para terminar.
Y con eso ambos se sumergieron en lo que están haciendo. Por lo general sus encuentros son así, en donde simplemente se hacen compañía y hablan solo cuando es necesario, aún así a los dos les gusta estar con el otro, más aún porque entienden bien los términos que utilizan entre ellos y no necesitan estar explicando todo en detalle para que el otro comprenda. Ambos son tan iguales y a la vez diferente que parecen estar hecho de lo mismo, pero solo son dos personas con muchísimo en común, por eso disfrutan los momentos juntos.
— Hey...
— ¿Sí? — preguntó levantando su cabeza de su pergamino para verlo.
— ¿Estás bien?
— Ya estoy mejor, no te preocupes.
La verdad es que le tomó varios minutos para eliminar ese miedo y la horrible sensación de haber sido tocada sin su consentimiento, pero pese a todo continúo adelante y lo superó, aunque no del todo.
— No lo hago.
Eris rio bajo negando y volviendo a su tarea sabiendo que miente por querer parecer un chico frío sin sentimientos pero la verdad es que por dentro es blando y muy emocional.
— Solo para aclarar, no todos los Slytherin somos como ellos.
— Lo sé — él solo asintió — Es una pena que por pocos así le cataloguen a toda una casa de malvados, es injusto.
— La vida misma es injusta, no hay nada que hacer.
— Podríamos hacer un cambio.
— No haríamos mucho siendo solo nosotros dos cuando existen millones de magos con la misma creencia. Además eres Ravenclaw, no Slytherin.
— ¿Y eso qué? Todos los grandes cambios vienen de masas pequeñas pero de grandes mentalidades.
— Igual no quiero hacerlo, que aburrido.
— Pero quizás cambiemos algo.
— Me igual, lo único que quiero hacer es terminar el colegio en un bajo perfil y pasando desapercibido por muchos.
— Está bien.
Por más que quisiera no puede obligarle a hacer algo que no quiere. Si dijo no, entonces es un no, no le insistirá de nuevo, a menos que él cambie de opinión.
— De igual manera ¿Cuál es tu gran plan pequeña genio?
— No sé, aún no lo pensé, pero ya vendrá a mí la iluminación.
Y ocurrió. Por fin lo vio sonreír y acertó completamente en su teoría, definitivamente se ve aún más atractivo de lo que ya es, incluso se le forman unos adorables hoyuelos y Eris no pudo evitar quedarse en un mini trance viéndolo un poco embobada, y para qué mentir, le atrae, tanto su físico como su forma de ser pese a que es un poco frío, pero no pasa más que eso, no cuando no lo conoce tanto aún.
El chico al notar como se le quedó viendo dejó de sonreír y miró otro lado, ese gesto fue suficiente para que Eris aparte la mirada y se centre en su tarea sintiéndose levemente nerviosa, por lo que solo se puso a agregar otro mini dibujo en la esquina de su hoja, eso es algo que en mayoría de sus tareas lo hace y al principio los profesores le llamaron la atención pero luego lo dejaron pasar cuando se dieron cuenta que lo hace inconscientemente, además siempre entrega las tareas perfecto y bien detallado sobre el tema pedido, unos pequeños adornos no hacen la gran diferencia.
— Cuando se te venga la iluminación me avisas.
— ¿Para qué? Si no vas a participar.
— Quizás en ese entonces cambie de parecer.
Eris dejó de dibujar para verlo con una gran sonrisa de emoción.
— Podríamos pedirle ayuda también a mis amigos.
— Toda mini posibilidad de ayudarte se acaba de eliminar con eso.
— ¡Oye! Son buena onda, deberías darle una oportunidad.
Alexander rodó los ojos y arrugó la nariz por breves segundos demostrando su desacuerdo. No es que no les caiga bien, más bien le da igual sus existencias, solo que sabe que no va a congeniar con ellos y por eso no quiere perder el tiempo, además está que le gusta mucho su soledad.
— Son demasiados ruidosos e hiperactivos para mí.
— Está bien, no te insisto. Mejor dime cuándo vamos a hacer rituales.
— Cuando te vea lista, tú sigue leyendo los libros que te di y ahora céntrate en tu tarea que falta — miró su reloj — 10 minutos para tu siguiente clase.
La rubia asintió e hizo lo que dijo ya que realmente debe terminarlo porque después ya no tendrá horario libre, además ya ha faltado suficiente hoy a sus clases por lo acontecido como para fallar. Para suerte de los cinco Dumbledore les dio la autorización de faltar, ventajas de que sus favoritos sean los Gryffindor's y aunque Eris no lo sea la dejó de igual forma, entonces se la pasaron en la enfermería, aunque ella más dormida y luego los chicos faltaron a clases otra vez para realizar su castigo correspondiente, excepto Peter que está aún reposando en la enfermería. Y sobre los otros estudiantes siguen en la enfermería ya que su situación es más grave.
Los siguientes minutos siguieron sumergidos en sus quehaceres hasta que llegó la hora y ambos fueron directo a la clase de Herbología que le toca a Eris ya que como Alexander no quería dejarla caminar sola decidió acompañarla para asegurarse de que llegue bien y sin ningún inconveniente de por medio, por lo tanto, ahora mismo están teniendo una breve pero interesante conservación sobre teorías conspirativas, por lo general sus temas de conversaciones son cosas como esas, dan su opinión teorizando hasta lo más mínimo y casi nunca hablan sobre cosas que se catalogan normales como qué persona les gusta, qué hicieron, cómo se llevan con sus padres y más, aunque eso no signifique que no han hablado sobre eso, lo hacen pero menos frecuente.
Cuando estuvieron frente a la clase dieron por finalizada su conversación y Eris le agradeció por acompañarla poque así se sintió más segura, y cuando quiso entrar Alexander la detuvo.
— Eris...
— Sí.
— ¿Te gustaría ir conmigo el sábado en Hogsmeade?
Por un momento ella se lo quedó mirando fijamente con la mente en blanco sin saber qué decir por la sorpresa de que le haya invitado y una duda creció así que no dudó en exponerlo.
— ¿Es una cita?
— Como tú lo prefieras.
— Entonces es una cita — le dijo sonriendo y él solo asintió como siempre sin expresión alguna.
— Genial. Nos vemos luego.
— Hasta luego — se despidió entusiasmada.
Entró rápidamente para ir con Eloise y contarle pero se encontró a ella con hablando con los merodeadores, aún así se acercó a ellos con una gran sonrisa ya que tendrá su primera cita, algo que le emociona porque nunca tuvo la oportunidad de vivir su adolescencia como otros.
— ¿A qué se debe esa felicidad? — le preguntó Remus.
— ¡Tengo una cita en tres días! — respondió dando un saltito.
— ¡¿QUÉ?!
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Holaa...¿Cómo están?
Quizás la mayoría ya quiere ver una relación entre James y Eris pero en este acto me quiero centrar netamente en el desarrollo de la vida de ella viviendo experiencias que antes no podía por el maltrato que recibía y también en él teniendo un conflicto interno al experimentar nuevos sentimientos por alguien que no es Lily como está acostumbrado, así que todo se dará a su tiempo. Además me gusta que en las historias los personajes poco a poco se vayan dando cuenta de sus sentimientos y que no surja todo tan repentino sin desarrollo previo. En fin, espero tengan paciencia, y con eso no me refiero a que faltarán una gran cantidad de capítulos más para que pase algo entre ambos.
Nada más quería informarles eso por las dudas y espero que no se harten de esperar.
Y no se olviden de dejar sus votos por favor.
Hasta la próxima 💜
Ingrid.
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