07

CAPÍTULO SIETE
• CONEXIÓN •

═══════════════

Esa mañana del domingo Eris despertó más temprano que cualquier estudiante y se levantó con su habitual buen humor agradeciendo por un día más de vida en que podrá disfrutar de las maravillas que le regala la tierra.
Las creencias de ella no rigen a ningún Dios o mago como Merlín, ella cree en un todo, en el amplio del universo y lo que ello ofrece, aún así jamás le criticaría a personas que tienen una fe distinta porque al final cada ser humano es un pequeño mundo aparte con pensamientos y creencias propias.

Luego de darse un baño se puso un vestido largo blanco con mangas largas que le queda flojo y unos converse, en el cabello solo se hizo una ligera trenza en donde escapan algunos mechones y no olvidó colocarse una pequeña pluma más sus collares que la acompañan en donde sea que vaya. Otra cosa de ella es que no le da tanta importancia a la vestimenta que utiliza, lo único que le importa siempre es estar cómoda, aunque si tiene su propio gusto y son las ropas holgadas ya que con ellos se puede mover con facilidad sin sentir la presión de una ropa ajustada.

Luego de unos minutos ya estaba fuera vagando por los pasillos disfrutando del agradable silencio que te da la seis de la mañana un domingo en Hogwarts, ni siquiera el sol ha salido del todo pero a esa hora es el único que podrá realizar lo que tiene en mente sin que otras personas la vean porque siendo sincera tiene un ligero trauma no sanado de que las personas van a molestarla como antes por las cosas que según otros es raro.

Bajó el sendero que lleva a una parte poco concurrida del lago y que está rodeado de mucha naturaleza, especial para centrarse solo en eso.
Lo que no se dio cuenta al estar tan metida en sus pensamientos es que un chico que debía hacer una broma la vio en los pasillos y decidió seguirla por curiosidad con la capa de invisibilidad puesto para que no le pille, obviamente eso no estaba en sus planes y más tarde sus amigos posiblemente se molestarían con él por no hacer lo previsto pero en ese momento no le importó ya que la rubia le causa más que nada curiosidad desde esa vez que hablaron.

Por su parte Eris se sentó en el suelo dejando su bolso de tela en el para luego desatar los cordones de sus zapatos y quitárselos dejando bien acomodado cerca de un árbol, estando descalza volvió a levantarse sintiendo la textura del césped contra las palmas de sus pies. Respiró hondo varias veces con los ojos cerrados percibiendo la tranquilidad que le rodea junto a los agradables sonidos de los pájaros, el agua moviéndose, las hojas de los árboles chocando entre ellos y el ligero silbido que emite el viento.
Ama la naturaleza y ama conectar con todo lo que le compone, y que mejor que tener contacto directo con su núcleo general, el suelo.

Empezó a caminar despacio enfocándose netamente en la naturaleza mientras que su vestido y cabello rubio danzan ligeramente con el viento siendo iluminada levemente por el sol que va saliendo entre las montañas, un panorama digno de apreciar, especialmente para el chico escondido que se quedó viéndola en un pequeño trance mientras la asocia directamente con un hada del bosque por la manera en que todo de ella parece encajar perfectamente.

En un momento dado la chica se detuvo abruptamente y volteó a ver justo en la dirección en que se encuentra oculto y su corazón latió fuerte por el temor a ser descubierto así que retrocedió lentamente esperando huir pero todo se vio arruinado cuando piso una rama emitiendo un fuerte sonido tras ser roto.

— Ya sé que estás ahí, solo sal.

Bastante nervioso se escondió detrás de un árbol y se quitó la capa dejando en el suelo cerca de ese mismo árbol para luego salir con lentitud mostrándole una sonrisa muy nerviosa y de culpabilidad.

— Nos volvemos a encontrar James Potter.

— Hola — saludó bastante tímido para ser el gran James sin vergüenza Potter.

— Ven aquí.

Ajustando su lente de los nervios se acercó a ella metiendo sus manos en su bolsillo tratando de reunir la seguridad que siempre tiene y que al parecer la chica hace que actúe de la forma que no quiere mostrarle a nadie.

— ¿Qué te trae por aquí? — le preguntó amablemente cuando se colocó frente a ella a una distancia considerable.

— No podía dormir — Eris rio en respuesta haciendo que él se confunda — ¿Qué?

— Estoy segura que ibas a hacer alguna broma, Sirius me contó sobre lo que hacen la mayor parte de los días.

— Por supuesto que no, yo no sería capaz de hacer esas cosas — bromeó sintiéndose más relajado.

— Haré como que te creo.

— ¿Tú qué haces? ¿No tienes frío en tus pies?

La verdad que le había causado curiosidad desde que se quitó los zapatos, más aún porque la mañana no es tan calurosa porque el verano cada vez se aleja más para darle paso al otoño.

— Es para conectar con la naturaleza, y no, no tengo frío. Deberías intentarlo.

— Pero...

— Vamos, no te pasará nada, pero si no quieres lo entenderé.

— Lo haré.

Quizás así logre entender más sus acciones, así que más seguro se sentó para quitarse los zapatos y las medias, luego se paró y movió los dedos de los pies un poco incómodo al sentir el césped. No está acostumbrado a esto, ni siquiera cuando era más pequeño corría descalzo como la mayoría de los niños, quizás por la forma en que le acostumbró sus padres ya que al ser hijo único lo cuidaron demasiado por miedo a que se enferme.

— Tranquilo, solo déjate llevar. Ven.

Avanzó hasta él y envolvió su mano con la suya notando la clara diferencia entre ambos. Eso le hizo olvidar al instante su incomodidad y se dejó llevar por ella sin replicar.
Eris lo llevó cerca del lago y sin soltarlo se detuvo frente a James conectando sus ojos, avellana contra celeste, una bonita combinación.

— Cierra los ojos y respira profundo — el chico le hizo caso ya que decidió dejarse llevar por el momento — Ahora siente todo a tu alrededor, utiliza todos tus sentidos.

Por un momento le costó concentrarse pero luego le hizo caso centrándose en todo a su alrededor, sintiendo la suavidad de su mano contra la suya, el viento soplando en su cuerpo, el olor del agua mezclado con la naturaleza y el shampoo con olor a manzanilla de Eris y por sobre todo el leve frío que siente en sus pies pero que al final no resulta tan desagradable. Todo ese conjunto le hizo tener una paz que nunca antes lo tuvo, tanto así que si logra estar por más minutos de esa forma se dormirá parado.

Mientras que él seguía con los ojos cerrados para suerte de Eris ella está en un trance teniendo una visión un poco borrosa ya que solo puede ver dos figuras abrazados en una cama mientras escucha la voz de James susurrar un Te amo, pero antes de poder escuchar la voz de la otra persona salió del trance volviendo en sí justo a tiempo en que los ojos del chico se abrieron.

— Eso se sintió increíble, por un momento sentí mucha paz en cada parte de mi cuerpo, incluso mi mente calló.

La rubia asintió aún sintiéndose un poco confundida ante su visión ya que nunca antes tuvo uno amoroso, por lo general siempre trata de muertes, cosas sin importancia que pasarán, sucesos felices, tristes o tragedias, pero decidió dejar para después y centrarse en el chico que tiene enfrente.

— Si eso te gustó lo hará aún más las meditaciones que te enseñaré más adelante si quieres.

— ¿Qué es una meditación y por qué no me enseñas ahora? — preguntó entusiasmado.

— Es otro tipo de conexión pero contigo mismo, aunque también conlleva a conectarse con lo que hay a tu alrededor como lo hiciste hace un momento. Y te enseñaré a su debido tiempo.

Eris se dio cuenta que sus manos aún están unidos y le soltó inmediatamente para no incomodarlo, aunque eso no estaba pasando.

— ¿Quieres caminar un poco? — sugirió para romper el silencio.

— Sí, pero ¿descalzos?

— Yo caminaré de esa forma, tú puedes ponértelos de vuelta si lo deseas.

James observó dubitativo entre ella y sus zapatos. Si alguien los viera creerán que están locos pero tampoco puede dejar que solo piensen eso de ella, así que mejor que piensen que ambos están igual de locos.

— Estoy bien así.

Eris le sonrió en respuesta y ambos empezaron a caminar lento observando a su alrededor y sintiéndose en paz con la compañía del otro, pero tampoco podían estar todo el tiempo en silencio por lo que la rubia pensó en algo que decir ya que no es buena elaborando conversaciones, por lo general solo sigue lo que el otro empieza.

— Cuéntame algo de ti para conocernos mejor.

— Me llamo James Fleamont Potter, mi cumpleaños es el 27 de marzo, soy hijo único ya que mis padres no podían tener hijos hasta que en una edad avanzada ocurrió un milagro y me tuvieron a mí, amo el quidditch y soy capitán del equipo...emm...me gustan mucho las bromas, me encanta el cupcake de vainilla, amo escuchar música y mis bandas favoritos son The Beatles y ABBA....

— ¿Te gusta ABBA? — preguntó sorprendida ya que por lo general a los hombres no les gusta porque según ellos es solo para mujeres, puras tonterías estereotipadas.

— Sí, pero no le digas a nadie — respondió avergonzado.

— Prometo no decir nada, aunque no deberías avergonzarte.

— Lo sé...A veces me siento toda una diva escuchando — bromeó y ambos rieron.

Eris se imaginó a un James con pequeñas pinzas de colores en el cabello, una bufanda con plumas rosas y un crop top mientras baila con fervor las canciones movidas como toda una diva y no pudo evitar reír ante el panorama imaginado.

— Deberíamos bailar como divas un día de estos — sugirió James.

— Podemos hacerlo ahora.

— Pero cómo si no hay música.

— ¿Quién dice que no?

Entusiasmada fue hacia su bolso dando saltitos hasta que llegó y se rebuscó rápidamente. Agarró la mini radio que siempre lleva consigo en todos lados y buscó el casete especial de ABBA, lo colocó y reprodujo, la primera canción que sonó fue Mamma Mía.
Se levantó con una sonrisa ya moviendo los hombros mientras se acerca a James quien ya está riendo, sujetó ambas manos y lo hizo mover lentamente mientras canta, y para sorpresa del chico canta muy bien, poco después le siguió cantando también aunque no tan bien, aún así los dos bailaban cantando y llegó un momento en el que se soltaron por completo y empezaron a cantar a todo pulmón mientras bailan descontrolados, con saltos, movimientos extraños del cuerpo, volteretas y más, sintiendo la libertad de que nadie les diga algo, solo estaban ellos y las diferentes canciones de ABBA que iban cambiando a medida que pasaban los minutos.

Quizás esa mañana no solo conectaron con la naturaleza, sino también entre ellos creando el inicio de lo que más adelante sería uno de los amores más puros.

═══════════════

A las once de la mañana ambos se despidieron y James fue a su sala común bastante sediento y caluroso luego de tanto bailar y cantar, pero valió la pena cada segundo porque ahora se encuentra lleno de felicidad y eso no le quitará nadie, tanto así que por primera vez le ignoró a Lily cuando pasó frente a ella quien lo observó sorprendida al igual que el resto de los merodeadores quienes están también en la sala, pero el primero en reaccionar fue Sirius quien se levantó del sofá de un salto mientras chilla para recibirlo con un efusivo abrazo de felicidad.

— Cuéntamelo todo.

— ¿De qué hablas? — preguntó haciéndose el desentendido.

— Lo sabes perfectamente amigo.

— Ilumíname la mente.

— Ya déjense de ridiculeces. Olvidaste el mapa y lo vimos todo — dijo Remus siendo tan directo como siempre.

— Que aguafiestas — susurró Black aunque igual fue escuchado por el chico quien lo miró mal — Lo siento Remusin...Ay ya, está bien, me calló pero no me mires así porque no sé si me da miedo o me pone caliente.

Los otros tres abrieron los ojos enormes de la sorpresa pero en segundos se relajaron e ignoraron. Ya todos saben que Sirius es bisexual abierto desde los catorce y nunca faltan esos comentarios sexuales a cualquier persona que le parezca atractivo, de hecho con cada uno de ellos ya coqueteó en broma pero lo hace más con Remus ya que espera que reaccione aunque sea una vez y se sonroje como ya lo hicieron James y Peter.

— ¿Te gusta Eris? — preguntó Peter.

— No, ni siquiera la conozco bien.

— Como si fuera que eso a ti te importa, un claro ejemplo es la pelirroja.

— Con Lily es diferente canuto, fue amor a primera vista — dijo soltando un suspiro como todo un enamorado.

— Sí, bueno, mejor cuéntame tu mañana con mi preciosa Eris.

James se sentó al lado del pelinegro y empezó a contarles desde el comienzo hasta el final ante las atentas miradas de los tres.
Al terminar el que no cabía de la felicidad es Sirius ya que su plan de emparejamiento está en proceso, ahora más que nunca debe ayudar a que tengan momentos a solas.

— Si que no se te quita lo acosador cornamenta — se burló Peter.

— ¡No la estaba acosando! Solo...solo la veía.

— A escondidas.

— Por largos minutos — le siguió Remus.

— Ya déjenle al pobre, solo es un ciervo curioso espiándole a su futura esposa — le defendió Sirius.

— No digas tonterías, no será mi futura esposa.

— ¿Quién apuesta a que sí? Yo apuesto 10 galeones y ser el padrino de su primer hijo.

— Yo apuesto 10 a que termina casándose con Evans — dijo Peter.

— 10 galeones a que se casa con Macmillan un año después de terminar Hogwarts — dijo esta vez Remus bastante divertido por la situación.

— Oh vamos...está bien, yo también apuesto y les daré 50 galeones a cada uno si no me caso con mi Lily-flor.

— Uy, ya puedo sentir los 50 en mi bolsillo — expresó contento Sirius.

Se miraron entre ellos y luego estallaron en carcajadas sin razón alguna porque en eso se basa su día a día, reírse y divertirse por tonterías. Después de todo son un simples adolescentes sin problema alguno e ignorantes de la guerra que se está formando y que ya se avecina.
Quizás es mejor que disfruten porque al terminar Hogwarts posiblemente todo empiece a desmoronarse y la realidad será un filoso alfiler que explotará su burbuja.

— Deberíamos terminar de hacer la broma ya que nuestro querido cornamenta se distrajo, pero te perdonamos porque pasaste el tiempo con la cerebrito.

— Mejor dejamos para mañana, hay que descansar lo que resta del domingo.

— Estoy de acuerdo — dijeron al unísono James y Peter.

═══════════════

— ¡¿Dónde estabas Eris Macmillan Selwyn?! — exclamó Eloise con una mano en la cadera apenas ella entró — Me desperté y no te encontré haciendo tus cosas raras frente a tu santuario o lo que sea que es eso. A lo que quiero llegar es que me preocupe.

— Tranquila, fui a tener un momento con la naturaleza, eso que te enseñé a hacer la otra vez.

— Y no me llevaste, que falta de respeto Eris, yo que creí que era tu mejor amiga.

La rubia negó divertida ante su dramatismo, ya está acostumbrada a tanto drama tras convivir con ella y Sirius, por lo que mientras sigue con su drama dejó su bolso en su cama y empezó a desempacar, al ver el casete sonrió al recordar el momento tan agradable que pasó con James, además no creyó que le seguiría la corriente en todo momento.
Lo que si no deja de pensar es en la extraña visión que tuvo y se pregunta quién sería la persona que él amaría, no sabe si es hombre o mujer porque no captó su figura, era tan borroso que solo reconoció por la voz del chico.

— ¿Con quién estabas?

— ¿Qué te hace pensar que estaba con alguien?

— No lo sé, tú dime.

Ambas se observaron fijamente sin parpadear esperando que alguien se rinda y Eris lo hizo ya que de todas formas le contaría o de lo contrario insistiría hasta que se canse y le cuente.

— Con Potter, estaba en el mismo lugar que yo fui.

— Como que estoy empezando a pensar que te acosa. Hoy mismo le iré a amenazar.

— Ni se te ocurra hacerlo, mejor dime si podrás soportar estar unos minutos junto a Reg, Cissy, Sirius y Remus.

— ¿Para qué?

— Les haré una limpieza energética antes de darles un regalo.

— Pero ya me hiciste el segundo día que estabas en Hogwarts.

Como olvidar ese día, Eloise sentía bastante curiosidad por todo el tema y Eris le explicó lo básico a lo que la morena le pidió que le haga una limpieza con el humo de las hierbas. Al terminar Eloise se estaba matando de la risa sin razón alguna y le contagió a su amiga, ese día les dolió la panza de tanto reír y se ganaron unos comentarios molestos por parte de sus compañeras que tienen dormitorios cercanos ya que era de noche.

— Sí, pero posiblemente ya acumulaste de vuelta energía negativa — dijo sabiendo que no es una suposición, sino que ella lo ve pero aún no está lista para contarle sobre sus dones.

— A la verga, debo dejar de ser tan negativa pero las personas y situaciones son muy estresantes y me pone de malas.

— Si quieres hacemos un baño con sales y algunas hierbas para que te relajes.

— ¿Las dos juntas?...Sí a todo — bromeó guiñándole el ojo sonriendo coqueta.

— Nos metemos juntas en la bañera si aceptas reunirte con el resto.

— Agh, está bien. Todo lo que tengo que hacer por ti.

Con el poco tiempo que llevan juntas Eloise ya se acostumbró bastante a ella e incluso la busca cuando no están juntas sintiendo su ausencia. Después de todo no tiene amigas ni amigos más que Eris dado a que ella se juntaba anteriormente con personas mayores que ya se graduaron, era como la hermanita de todos pero aún así se llevaban bien y pensó que este año estaría sola al no tener amigos de su edad pero le conoció a Eris y todo cambió.

— Opino que deberías pasar más tiempo con Reg.

— Es demasiado serio para ser mi amigo.

— Las amistades se basan en juntar diferentes personalidades y crear un lazo de opuestos pero que aún así es maravilloso. Solo intenta conocerlo.

— Por Dios, está bien, lo intentaré pero en la primera que se porta amargando le doy una patada en el trasero.

— Paciencia.

— Eso es lo que no tengo. Soy una chica muy susceptibles, todo me estresa.

— ¿Quieres pastel para tranquilizarte? Los elfos me están preparando uno de regalo.

— ¡Obvio que sí amiga! Eso no se pregunta. Vamos ahora mismo.

Le agarró del brazo y la llevó consigo mientras dice varias palabras por segundo mientras Eris la escucha atenta y opina en breves ocasiones. Por lo general en eso se basa su amistad, en Eloise hablando hasta por los codos y Eris aportando a veces su opinión, pero pese a todo ello la rubia está feliz de poder tener una amiga con el cual contar, más feliz aún porque no es la única que tiene, sino que conoció a otras personas tan diferentes pero geniales.
Se siente tan a gusto en Hogwarts que hubiera deseado estar aquí desde el primer año, pero quizás este era el momento adecuado y el universo la preparó para enfrentarse a algo más grande que ella misma.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top