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SIMPLES PALABRAS

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──"Max contra Warren. Ganador: Warren" ─escuche a Sora leer aquello.

──"Vijeeter contra Nab. Ganador: Nab" ─ahora era Happy quien hablaba leyendo las runas. ──"Laki vence a cuatro. Macao contra Wakaba, ha comenzando"

──¡Ya es suficiente! ¡Detenganse, mocosos! ─mire a el maestro comenzar a enfurecerse. 

──Las runas han sido situadas en toda la ciudad, y aquellas que queden atrapadas están obligadas a luchar.  ─comenté mirando a otro lado.

──Esta es la "Battle of Fairy Tail" de la que habla Laxus. ─dijo Sora.

──¿Por qué? ¡No lo entiendo! ─expresó Natsu enojado, todos lo miramos.

──Natsu... ─susurró Happy al verlo.

──¡Yo también quiero participar! ─trato de salir pero no funcionó.

──¡¿Por eso te enojas?! ─le gritamos todos.

──Idiota. ─le di un golpe en la cabeza. ──En serio nunca cambiaras, ¿verdad?

──¡¿Qué es esta puta pared invisible?! ─decía tratando de pasar por ella.

──¿Y que planeas hacer uníendote a ellos? ─el viejo estiro su brazo pegándole en la cabeza. 

──¡Es un torneo para ver quien es el más fuerte! ─le di otro golpe.

──¿Quien dijo que era un torneo, idiota? ─le grité. ──Es solo un plan de Laxus para que nuestros compañeros se derroten entre si.

──Si no logramos vencer a los Raijinshuu en el tiempo limite. ─el viejo miro a las estatuas. ──Erza y las demás serán convertidas en arena. Todas hacen lo posible para prevenir eso.

──¿Tú no eras una estatua Natsumi? ─preguntó Natsu. ──¿Cómo pudiste volver en si?

──No lo se, cuando Eve nos miro deje que una pequeña capa de agua comenzará a mojar la piedra y al escuchar las palabras de Laxus me hicieron enojar y logre salir. ─me lleve mi mano a mi ojo izquierdo. ──O puede que mi ojo artificial también ayudo con eso.

──Natsumi. ─sabia que cuando el maestro me llamaba por mi nombre era algo serio. ──Creo que tú eres la única que puede hacer reaccionar a Laxus sin tener que pelear.

Mire a otro lugar sabiendo que era cierto.

──Lo sé, es solo que no se que decirle una vez que este al frente suyo.

──Yo se que algo se te ocurrirá, todos sabemos que entre ustedes se entiende mejor que nadie. ─suspire rendida a no ir.

──Ve con esa ropa así puede cambiar de opinión más rápido. ─mire con enojo a Natsu.

──Idiota. ─me cruce de brazos mirando a otro lugar. ──Quedan 2 horas y 18 minutos. ─fije mi vista en Sora. ──Iré sola, tendremos una larga conversación.

──Lo comprendo te estaré esperando.

──Te lo dejo, Natsumi. ─asenti mirando a el maestro. 

Camine lentamente hacia la puerta hasta que sentí mi cara estampar contra la pared invisible.

──¡¿Tú también?! ─gritarón todos.

──¡¿Por qué mierda no puedo pasar tampoco?! ─golpe la pared con agua en mis puños pero esta seguía intacta. 

──¡Los que tengan más de 80 años no pueden pasar esta barrera! ─gritó Natsu. ──¡¿Eso significa que Natsumi y yo tenemos más de 80 años?! 

──No creo que sea eso. ─le dice Happy.

──Talvez Sumi no pudo pasar porque ella era una estatua antes. No veo otra explicación a eso. ─hablo Sora volando a mi altura.

──Puede ser, aunque lo dudo. ─dije en susurro.

Miramos las runas donde apareció otro ganador.

──"Evergreen contra Elfman. Ganador: Evergreen" ─leyó el viejo. 

──¡No puedo creer que Elfma haya sido derrotado! ─comentó el neko azul.

──¡Gray esta peleando contra Bickslow! ─exclama Natsu. ──¡Yo tambien quiero pelear!

──Reedus y Freed igual están luchando. ─habló Sora mirando las runas.  

Después de un tiempo apareció el resultado y el vencedor fue Freed.

──¡Me lo esperaba de Freed! ¡Haberlo logrado! ─le di un golpe a Natsu.

──¡No deberías de estar impresionado, idiota!

──Sumi tiene razón, ahora no podemos ser ayudados por Porlyusica-san. ─termina de hablar Sora.

──Ni que la necesitaramos. Es obvio que eso de convertirlas en arena es falso. ─hablo despreocupado.

──¿Crees que estoy mintiendo, Natsu? ─me estremeci al escuchar su voz detrás mio. 

──Laxus. ─me giré.

──Una proyección mental. ─musito Sora. 

──¿Por qué sigues aquí, Natsu? ─se acercó a lo que retrocedí cruzando mis brazos mirando a otro lado. ──Eso va para ti también, Natsumi. ─lo mire de reojo.

──No tengo interés alguno en combatir con mis compañeros y tampoco tengo nada que ver contigo. ─este sonrió arrogante.

──Eso lo dices ahora, pero se que en unos minutos me iras a buscar. ─me susurro en el oído y aunque es una proyección se sintió como si estuviera detrás mío. 

──No estes tan seguro. ─gire mirándolo hacia arriba ya que la diferencia de altura es mucha.

──Creme linda, se que lo harás. ─inclino su cabeza hasta llegar a la altura de la mia. ──Siempre lo haces.

Me quede callada pues era cierto siempre lo buscaba era como si tuviéramos imanes que nos hacen sentir una especie de atracción para terminar juntos, eso siempre ha sido desde que nos conocimos. 

──Laxus. ─él miro a el viejo.

──Tus compañeros... no, los llamas hijos, ¿no? ─dijo el rubio. ──Apuesto que no soportas ver a tus hijos pelear entre ellos. Natsu y Erza no podrán unirse y dudo que Natsumi participe. No hay nadie que pueda vencer a mis Raijinshuu. ¿Te rindes?

──¡Gray sigue allí! ─exclamó Happy. ──¡Es igual de fuerte que Natsu! ¡No perderemos contra los Raijinshuu!

──¡Igual que yo! ¡¿Él?! ─le reclamó Natsu disgustado.

──¡Pero si es verdad! ─le dijo.

──¿Gray? ─el rubio comenzó a reír. ──Yo no confiaría mucho en ese mocoso. 

──¡No subestimes a Gray, Laxus! ─él me miro con el ceño fruncido al defenderlo y más al gritarle con enojo.

──Es muy inusual de tu parte que me grites por alguien que no sea mujer.

──Tengo todo el derecho de gritarte para defender a las personas que quiero. ─este gruño para mirar las runas.

──Gray fuera del combate, quedan 28. ─leyó Laxus. 

──¡¿Qué?! ─mire las runas quedándome sin palabras pues sabia que Gray no era débil.

Él solo río.

──¿Ven? ¡Se los dije!

──¡Mentira! ¡Seguro que usaron algún truco sucio! ─le grito Happy.

──¿Ahora a quien derrotará a los Raijinshuu?

──¡Gajeel! ─él, al escuchar mencionar su nombre de mi boca lo molesto, pues apretó sus puños.

──Qué lastima. Al parecer no esta participando. De hecho no creo que a él le importe mucho el gremio.

──Talvez no le importe mucho el gremio aún, pero por lo menos él me ayudo aquella vez. ─me acerque más a él. ──Y confío en él, y se que en cualquier momento peleará. ─le di la espalda. ──De otro modo yo lo haré y olvidaré por completo nuestra amistad si así quieres llamarlo.

Todo quedo en silencio, sentía su mirada en mí y aguante mis ganas de mirarlo, si lo hacía ya estaría recapacitando de mis palabras echandome para atrás.      

──¿Segura de tus palabras?

──Sí. ─murmure por lo bajo.

──Quiero que me mires a los ojos y me lo digas de frente.

Cerré mis ojos respirando muy profundo para tomar el valor y mirarlo a los ojos.

──Estoy muy segura, Laxus. Sí no detienes esto, yo lo haré. ─él se acerco.

──¿Por qué lo detendría? ─me quede un rato en silencio.

──...Por mí. ─sentí un nudo en mi garganta. ──Todavía estas a tiempo Laxus, ¿qué pasa si lo que tienes en mente no se logra? Sabes que el viejo puede echarte del gremio. ─él solo me miraba. ──No quiero que eso pase... no quiero perderte. ─susurré lo último.

Él solo se quedo callado procesando mis palabras. 

──Comprendo ya. ─habló el viejo. ──Me rindo.

──¡Abuelo! ─exclamó Natsu.

──Ya detén esto, Laxus. No quiero ver a una de mis hijas rogarte cuando se que no te detendras, no hasta que yo me rinda.

──Viejo... ─lo mire.

──No puedo. ─habló. ──El gran maestro de Fairy Tail no puede rendirse en un momento así. Y unas simples palabras sin importancia no me detendrán tampoco.

Me sentí tan humillada al saber que mis palabras ni nada que yo haga influirán en su corazón, incluso sentí mi corazón romperse.  

──¡Oye! ─le hablo Natsu enojado. ──¿Cómo puedes decir que las palabras de Natsumi son sin importancia? ¡¿Sabes que ella siempre se preocupa por ti?! ¡Cuando tú la atacaste ella no te culpo! ¡Todos los días te buscaba para saber si estabas bien! ¡Y tú solo dices que sus palabras no tienen importancia!

Ganas de llorar me invadieron pero le prometí a Gildarts el dia que lo conocí que jamás iba a volver a llorar.

──Metete en tus asuntos Natsu, lo que pase entre nosotros no te incumbe. ─yo solo me limite a no verlo.

──¡Ella es como mi hermana así que si es de mi incumbencia lo que pasa entre ustedes! ─él siempre me defendía como un hermano, desde que lo conocí y se enteró que también fui criada por un dragón se volvió unido a mí en algunas cosas.

──Déjalo Natsu. ─lo pare. ──Da igual, estoy bien. ─sonreí falsamente. ──Y esta es mi ultima advertencia, Laxus. Sera mejor que detengas esta idiotez.

──No puedo, pero si insisten. ¿Qué te parece si me das el puesto del maestro? ─todos nos quedamos sorprendidos ese era el verdadero objetivo de esto.

──¿Deja eso Laxus? ¿Acaso me tienes miedo? ¿Ah? ─el rubio ignoro por completo a el rosado.

──Maldito... ─exclamó el viejo. ──¿Esto es lo que deseabas del un principio?

──Solo falta una hora y media para que las estatuas se rompan. Si te vas a retirar utiliza los parlantes del gremio para que toda la ciudad te pueda escuchar. ¡Di "Le doy mi puesto de maestro de Fairy Tail a Laxus"!

──¡Desaparece! ─le hable enojada.

──Piénsalo bien. ─iba desapareciendo de poco a poco. ──¿Qué es más importante? ¿Tu puesto o tus compañeros?

──¡Ya basta! ─Natsu salto para golpear pero solo lo traspaso ya que era una proyección, en fin termino chocando con un pilar. ──¿Cómo es eso de que eres el más fuerte si ni siquiera luchas contra mí? ¿Cómo puedes ser el maestro? ─Laxus ya había desaparecido pero lo más seguro fue que escucho las palabras del rosado.

──No me importa dejar de ser maestro.  ─no le preste importancia a el viejo.

Me acerque a una banca sentandome  al frente de la barra escuchando sus palabras en mi mente.

Unas simples palabras sin importancia...

¿Simples palabras? ¿Sin importancia? Realmente es lo que piensa sobre todo lo que hemos pasado o solo soy yo que esta sintiendo algo que no debí sentir.

La voz de Happy me sacaron de mis pensamientos.

──Pero si seguimos así, Lucy y las demás se convertirán en arena.

──Alguien debe vencer a Laxus y a su gente... ─Sora se quedo callada cuando escuchamos un ruido proveniente de la barra justo al frente mío.

Mire una cabellera negra salir debajo de la barra comiendo hierro seguramente de el lavaplatos.

──¿Gajeel? ¿Ahí estabas? ─preguntó Natsu.

──¡No te comas el lavaplatos! ─gritó Happy.

──¿Irás? ─ante la pregunta del maestro él me miró, yo solo mire a otro lado sin ganas de nada.

Él salto la barra justo a un lado mío.

──Tengo que encargarme de cierto cabron. ─recargo su codo en mi cabeza.

──Gajeel... ─él me miro.

──Dejenmelo a mí. ─camino a la puerta con determinación hasta que choco con la pared invisible como nos paso a Natsu y a mi.

Todos gritamos con los ojos en blancos.

──¡¿Tu también tienes 80 años?! ─gritó el idiota de Natsu.

──¡Obvio que no! ─le grito de vuelta el pelinegro.

──¿Dicen que solo quedan 3? ─el viejo leyó las runas.

──¿Por qué tu tampoco puedes salir? ─le gritó Natsu a Gajeel, yo estaba en medio de ambos así que el rosado me dejo sorda de mi oído izquierdo. ──¡Deja de copiarme!

──¡Y yo que sé! ─grito dejándome sorda ahora en mi lado derecho.

──¡Ahora tengo hambre, cabrón!

──¡Pero de verdad no lo sé!

Tome la cabeza de ambos e hice que se golpearan la frente fuertemente.

──¡Cállense o los mato! ─estos se abrazaron temblando.

──¡A-aye! ─dijeron los dos a la vez.

Mi estomago rugió logrando que todos me miren, yo mire a otro lado un poco avergonzada.

──¡Sumi! ─mire a Sora quien abrió una manguera a nuestra dirección. ──¡Comida!

Y como si nada hice que el agua viniera a mi dirección comenzando a beberla pero para mi era comida, cuando mi estomago estuvo satisfecho volví a mi misma con una sonrisa.

──¡Estoy llena! ─Natsu y Gajeel me miraban seguramente porqué para mi el agua era como su hierro y fuego. ──¿Qué ven?

──Nada. ─se abrazaron ante mi mirada. 

──¿3? ─miramos a el maestro. ──¿Son ustedes 3? ─gritó

──¿Y a nosotros dos no nos contaron? ─exclama Happy llorando, mire a Sora quien estaba deprimida en una esquina.

──La traición, la decepción hermano. ─balbuceo la neko.

──No hay más magos que puedan luchar... ─habló serio el maestro. ──¿Hasta aquí llegamos?

──Que se le puede hacer. Reviviré a Erza. ─miramos a Natsu.

──¿Que? ─dijeron el viejo, Sora y Happy.

Mire a Gajeel, él a mí para después observar a Natsu caminar adonde se encontraba Erza. 

──Justo cuando pensé que seria una gran oportunidad de enfrentarme a Erza. ─murmuró.

──¡Espera un momento! ¿Qué harás? ─habló el maestro. 

──¿No se derretirá si la caliento? ─nos mira. ──La coraza y eso...

──¡No lo hagas! ─grita el viejo.

──¡Erza y las demás han sido petrificadas completamente! ─exclama Happy.

──No lo sabremos hasta intentarlo, ¿no? ─todos nos encontramos alrededor del cuerpo de Erza que estaba acostada en el suelo.

──¡No lo hagas! ¿Quieres matar a Erza? ─le preguntó el abuelo.

──¡Si la caliento así! ─sus manos con fuego estaban a unos centímetros de los pechos de Erza, este tenía una cara pervertida.

──¡¿La masajearas con fuego?! ─gritó el maestro.

──¡¡Baka!! ─le di una patada alejándolo de ella. ──¡¿Quieres que ella te mate después?!

──Además, oye, no seas un pervertido. ─le dijo Gajeel.

De repente de la parte de la frente de Erza se hizo una grieta asustandonos a todos comenzando a gritar menos Gajeel y yo que nos encontrabamos sin palabras.

──¡Mierda, se rompió! ─Natsu la tomó de los hombros levantandola un poco. ──¡Pegamento, pegamento! ¡Happy, Sora, traigan pegamento! ─gritaba desesperado.

──¡Aye sir! ─solo paso volando sobre nosotros asustado.

──¡Baka! ¡¿Crees que eso lo arreglara?! ─le grite.

──¡Natsumi, tiene razón! ¡Calienta mi metal con tu fuego y la soldamos! ─su mano se convirtió en hierro.

──¡Idiotas! ─nos grito el maestro.

Entonces la grieta se expandió por todo el rostro.

──¡Lo siento! ¡Lo siento! ─Natsu se disculpa una y otra vez. ──¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento!

Hasta que se rompió dejando ver a Erza dejándonos sorprendidos y aliviados a la vez.

──Hace calor... ─susurró.

──Fue Natsu. ─lo apunte, está cambio su mirada a una enojada.

──¿Qué estabas haciendo? ─le gritó dándole un fuerte golpe llevando consigo también a Gajeel.

──¡Erza revivió! ─exclama Happy con los brazos arriba. 

──Menos mal... ¿pero cómo? ─preguntó el maestro.

──No lo sé... ─se llevo su mano a su ojo artificial. ──Quizás fue por mi ojo derecho.

──Tal vez por eso tu y Sumi son las únicas que se libraron de ello. ─me lleve mi mano a mi ojo izquierdo a las palabras de el viejo.

──Erza, ¿sabes en la situación en la que estamos? ─Sora voló a su altura. 

──Sí, aunque estaba petrificada podía escuchar sus voces.

──Tal y como yo. ─susurré.

──¡Ve! ¡Es hora del contra-ataque! ─habla el maestro.

Miramos las runas.

──Restantes: 4. ─leyó Happy.

──Con mi resurrección el numero de restantes cambio. ─habló la pelirroja. ──Que elaborado. 

──Esos cuatro son Natsu, Natsumi, Gajeel y Erza, ¿no? ─dijo Happy.

Entonces el numero cambio.

──¿Restantes: 5? ─leyó Sora yo por mi parte sonreí pues sabia quien era.

──¿Subió? ─hablo Gajeel.

──¿Quién? ─miraron las chicas pero no eran ninguna de las estatuas.

──Todavía hay uno más, ¿recuerdan? ─me miraron. ──Fuera de la ciudad.
 
──Acaso es... ¿"Él"? ─preguntó Natsu.

──¡Mentira! ─dijo Happy.

──¿Quieres decir que volvió? ─preguntó el maestro.

──Me parece que la verdadera guerra esta por comenzar. ─sonreí. ──Esto se pone interesante.

──¿De quién están hablando? ─pregunta Gajeel.

──Otro candidato al "más fuerte de Fairy Tail! ¡Mystogan!

Erza salió directo a pelear, solo espero y encuentre a Freed y logre vencerlo  para deshacer las runas.

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