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REGRESO

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Miré al cielo por décima vez en este día, tenía un pésimo presentimiento y lo peor era que lo sentía cada vez más fuerte cuando me acercaba a el gremio.

──¿Qué sucede, Sumi? ─mire a Sora, quién estaba volando a un lado mío. ──Llevas muy pensativa desde que tomamos el camino de regresó.

──Tengo un pésimo presentimiento. ─comenté mirando a lo lejos. ──Hay que volver a casa lo más rápido posible.

──Hai.

Espero y estén todos bien, y que mi presentimiento solo sea una imaginación. ─pensé caminando más de prisa hasta el gremio.

Había estado unos meses lejos del gremio completando una misión que el abuelo me había pedido, y ahora que por fin regreso... siento que las cosas están mal.

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──¿Qué demonios...? ─solté al ver aquello.

──No puede ser... ─murmuró Sora.

Nos quedamos observando nuestro gremio siendo atacado por otro que estaba enfrente de ellos, literalmente, otro gremio estaba al frente de Fairy Tail.

Miré a mis compañeros estar agotados mientras peleaban con unas sombras.

──Phantom Lord, ¿por qué ellos atacan Fairy Tail? ─Sora estaba sorprendida de eso.

Apreté mi puños.

──Lo vamos averiguar. ─mi mirada se oscureció. ──Andando Sora.

──Hai.

Me tomó de la espalda volando adonde se encontraban todos, con un movimiento de mi mano una ola de agua acabó con los fantasma de sombra.

Sora me dejo en el suelo quedando al frente de ellos quienes miraban con sorpresa.

──¿Esa magia?

──No hay duda alguna, es...

──¡¡Natsumi!! ─gritaron todos felices y aliviados a la vez de verme. ──¡¡Y Sora también!!

──Natsumi. ─Mirajane se acerco a mí dándome un abrazo que correspondí. ──Me alegra ver que llegaste. ─susurró.

──Mira... ─me sorprendí de verla de esa forma, su sonrisa de bienvenida no estaba en su lindo rostro.

Gray junto a Elfman, se acercaron con una pequeña sonrisa.

──Estas de regreso en un momento oportuno. ─escuché a Gray.

──¡Regresar es de hombres!

──Pero es mujer. ─le corrigió Sora.

──¿Qué esta pasando? ¿Por qué Phantom Lord ataca a el gremio? ─pregunté queriendo saber.

──Quieren llevarse a Lucy. ─miré a Gray un tanto extrañada.

──¿Lucy?

──Es nueva en el gremio, su padre le ofreció una gran cantidad de dinero a José para que lleve a Lucy a él. ─entre cerré mis ojos.

──¿Por qué haría algo así? ─preguntó Sora sobrevolando a el peliazul.

──No lo sabemos, pero Lucy es una de nosotros ahora y no permitire que se la lleven. ─le sonreí a los chicos. ──Por cierto, ¿dónde el viejo? ─Mirajane me abrazo con fuerza. ──No me digas que... ─pensé lo peor.

──Aria lo ataco dejándolo gravemente herido. ─mis ojos cayeron en el hombre sin ropa. ──Él es uno de Element Four. ─comentó.

──Y el único que falta de ser derrotado para que Júpiter no se active. Erza detuve en primer ataque quedando mal herida. ─me separe de Mirajane al escucharla hablar, camine lejos de ellos directo a el gremio enemigo. ──¿Natsumi?

La escuché al verme.

──Nadie ataca a mi familia y sale ileso. ─cinco picos de agua se formaron destruyendo lo que según es Júpiter, estaba enojada y eso los demás lo notaron. ──Yo me encargo de el último Element Four.

Busque el olor de Natsu y con ese me guie llegando a el lugar donde se encontraba peleando con ese tal Aria.

Corrí dándole una patada liberando a Natsu de su agarre, esté se camufló perdiéndose de mi vista pero no de mi olfato.

──¡Natsumi! ─Happy celebró de verme. ──¡¡Sora!! ─gritó mirando a la pequeña.

──¡Natsumi! ¿Cuándo llegaste? ─preguntó Natsu, sin embargo los mire de reojo con enojo.

──¡Natsumi esta enojada! ─exclamó Happy abrazando a Natsu.

──¿Él es quien le hizo eso a el viejo? ─pregunté, él apareció detrás de el pelirosa.

──¿Natsumi Atwater? Qué triste. ¡Para mí no solo la cabeza de Salamander sino también la de Anfítrite! ─balbuceo como estúpido.

──Así que tu eres el bastardo que pusó las manos sobre el viejo. ─apreté mis puños. ──¡El es un padre para nosotros!

──Natsumi. ─Natsu se sorprendió de verme más que enojada.

──Ya que tengo que enfrentar a Natsumi... supongo que no tengo otra opción que luchar seriamente. ─se quito la venda de sus ojos dejando ver un color rosa fuerte con una x. ──¡Ven Anfítrite! ¡Activando el Airispace de la muerte, Zero, no podrás hacer nada!

El polvo comenzó a levantarse alrededor nuestro debido a el poder mágico que incrementaba en él.

──Este Airirspace consumirá toda vida que encuentre. ─el poder aumentó más.

Yo seguí con mi pose firme mirándolo con mi ceño fruncido.

──¿Cómo...? ¿Cómo te atreves a tomar la vida de las personas tan fácilmente? ─hablé apretando más mis puños. ──¡Bastardo!

──¡Ahora, disfrutemos esto! ─fue lo único que dijo antes de dar su ataque.

──¡Natsumi! ─gritaron los dos preocupados.

Corrí a directo a él con mi puño envuelto en una gran cantidad de agua formando picos.

──Suiryu no Tekken. ─y eso basto para que cayerá al suelo derrotado.

──¡Ella lo derroto con un solo golpe! ─exclamó Happy asustado.

──¡Natsumi es más peligrosa que Erza, eso es seguro! ─le siguió Natsu.

──Los tipos como tú nunca deberían haber sido capaces de derrotar a el viejo en condiciones normales. ─lo mire sobre mi hombro fríamente. ──Jamás podrás decir que eres lo bastante bueno como para ganarle, así que tus días de gloria terminaron aquí.

──L-la tristeza... ─dijo antes de caer inconsciente.

El castillo comenzó a moverse bruscamente, indicando que Júpiter se desactivó.

──Todos los de Fairy Tail. ─se escuchó la voz de José. ──Por favor, escuchen atentamente esta voz.

Se escucho el grito de una chica, supuse que era la chica llamada Lucy.

──Hemos capturado a Lucy. ─comunicó el bastardo. ──Así que hemos logrado uno de nuestros objetivos. Aún así queda un ultimo objetivo final por cumplir. ¡Eliminarlos de la faz de la tierra! ¡Inútiles mocosos!

──¡Maldito! ─exclamó enfurecido Natsu.

──Natsu. ─me miró. ──Libera tu poder y protege a Lucy. Ire detrás de ti. ─él junto a Happy se fueron en su búsqueda. ──No deberías de estar aquí. ─me cruce de brazos mirándola. ──Erza.

──Sumi, me alegro de verte de nuevo. ─me acerque envolviendola en agua la cual era curativa. ──Gracias.

──Mirajane me dijo que detuviste a Júpiter en la primera ocasión. ─la hice sentar en el suelo. ──Y todavía estas mal herida deberías de descansar.

──Estoy bien. ─mire preocupación en sus ojos y sabía lo que me diría. ──Sumi...

──Iré. ─me miro confundida. ──Se que quieres que vaya a rescatar a Lucy para que no se vea involucrada en la pelea de Natsu. ─me levanté. ──Conozco todas tus miradas, Erza. Y no te preocupes, pondré a Lucy a salvó y ayudaré a Natsu si es necesario.

──Gracias.

Con ayuda de mi olfato llegue a el lugar donde estaban todos, me di cuenta de que Natsu peleaba con otro Dragón Slayer, lo sabía por su olor.

──¡Natsumi! ─me acerque a Happy quien estaba a un lado de una chica rubia.

──Happy. ─mire a Natsu pelear con un pelinegro. ──Es un Dragón Slayer de... ─ambos me miraron, olfatie sientiendo el olor a Hierro. ──Hierro. ─el soltó una risa un tanto extraña.

──Tu olor me dice que eres un Dragon Slayer.

──¡¿Qué?! ─gritaron tanto Lucy como los tipos que estaban con el.

──Por el momento tú no me interesas, además estas peleando con Natsu no veo porque intervenir. ─mire a la rubia. ──Tu debes de ser Lucy.

──¡H-hai! ─contesto tímida. ──Etto, tú eres Natsumi Atwater, ¿cierto? ─pregunto tímida.

──Si, otras personas me conocen como Anfítrite ya que soy un Dragón Slayer de Océano. ─ella se encontraba muy mal herida, deje que agua de mi mano la en volviera, se asustó ante eso.

──Tranquila Lucy, es agua curativa para tus heridas. ─le explicó Happy tranquilizando a la rubia.

En cuestión de unos segundos estaba como nueva.

──Fue un placer conocerte y lamentó no en buenas circunstancias. ─la tome de la mano. ──Adiós. ─la lanze por la ventana antes de que hablara.

──¡¿Eh?! ─miró a los lados percatándose de que estaba en el aire. ──¡¿Pero qué te ocurre?! ─antes de que cayera Sora la tomó sosprediendola. ──¡Otro gato!

──Sora llévala con los demás, iré en cuanto me deshaga de los estorbos. ─mire de reojo a los que estaban mirando sin hacer nada. ──Happy ve con ellas.

──¡Aye sir! ─se fue.

──Bien, es hora de pelear. ─trone mis nudillos mirando a esos chicos que sudaron frío.

━🍃

Me pare sobre el agua observando el castillo del gremio caer, la pelea del pelirrosa fue muy dura ocasionando aquello. Natsu venció a si mal recuerdo su nombre era Gajeel, ambos estaban tirados en diferentes partes mal heridos.

──Tú ganaste, pero ambos parecen derrotados. ─el agua los envolvio curando sus heridas.

──G-gracias Natsumi. ─Happy y él son los únicos que no me dicen Sumi, ya que mi nombre completo tiene su nombre al inicio.

Sentí el olor de el viejo peleando contra José, de repente el agua comenzó a moverse bruscamente ante el hechizo que el maestro estaba por hacer. Rayos junto a el agua del mar, eran lo que se movían inquietamente alrededor nuestro.

──¡¿Ahora que estas haciendo Natsumi?! ─gritó llevando su mano a la boca ante el brusco movimiento.

──¡Yo no soy idiota! ─le proporcione muy a penas un fuerte golpe en su cabeza intentando no vomitar por el mareo.

Una luz amarilla resplandecía desde el centro de las ruinas del castillo, conformé pasaba los segundos la luz se hacia más grande envolviendo todo el gremio de Phantom Lord. Sabia que se trataba de Fairy Law quien acaba con quienes son considerados enemigos.

La luz se disperso y con ellos los enemigos también.

──¡Si! ¡Derrotamos a Phantom! ─escuche el gritó eufórico de todos.

El viejo se pusó al frente de todos.

──La victoria no es solo por el poder, pero sí la victoria de toda la familia. ─habló mirando a sus hijos.

──Sabia que podías hacerlo, abuelo. ─mire la radiante sonrisa de Natsu.

──Nuestro viejo puede con esto y más. ─sonreí cruzando mis brazos.

Permanecimos en un gran silencio unos segundos.

──Hey, ¿puedes escucharme, Gajeel? ─habló Natsu.

──No puedo escuchar nada.

──Si hablaste es porque si lo haces. ─lo miré de reojo.

──Hey, ¿dónde has aprendido magia de Dragón Slayer? ─pregunta el pelirosa.

──¡Dije que no podía escucharte! ─me senté en una roca escuchándolos hablar.

──Nunca había conocido a alguien además de Natsumi que pueda usar la misma magia que yo. ─aclaró. ──¡Podrías al menos decirme más!

──Oh, cállate. ─me reí ante la cara de Natsu ante la respuesta de el azabache. ──Metalicana. ─me quede callada mirándolo. ──La Dragon de Hierro, Metalicana.

──¡¿Que?! ─Natsu cayó hasta al suelo quedando a un lado suyo.

──Así que fue hembra la que te enseño. ─murmure con una leve sonrisa. ──La mía era Mizu. La Dragón del Océano, Mizuliana. ─sonreí con nostalgia.

──¿A ustedes también? ─nos miró un poco sorprendido.

──¿Y dónde esta ahora? ─preguntó el chico fuego.

──Quien sabe. ─ante eso, ambos miramos a otro lado.

──¡¿Dónde esta ahora?! ─gritó Natsu en nuestros oídos.

──¡¡Te dije que no sé!! ─le gritó de vuelta Gajeel.

Ambos chocaron frentes, tome su cabeza separándolos para chocarlas fuertemente.

──¡Cállense! ─los dos me miraron con miedo sobando su golpe. ──O los mató. ─ante mi mirada tragaron grueso.

──Desapareció. ─dijo después de unos segundos. ──Un dia, Metalicana se desvaneció. Sin decir ninguna palabra. Vamos... ¡que idiota egoísta!

──Espera eso no fue hace 7 años el siete de julio, ¿verdad? ─Gajeel giró hacia Natsu.

──Espera... ¿Sabes dónde esta Metalicana?

──Imposible... estoy buscando a Igneel el Dragón de Fuego. ─ambos me miraron esperando que supiera algo.

──¿Qué me ven? Yo tampoco se nada de Mizu. ─escuche su suspiro. ──Ella también desapareció hace 7 años el 7 de julio.

──Hace 7 años... año 777, mes 7, dia 7. ─murmuró Gajeel. ──Ese dia tres dragones desaparecieron.

──¡¿Qué significa un montón de sietes alineados?! ─Natsu pego su frente con la de él.

──¡¿Cómo diablos debería de saberlo yo?!

Tome la cabeza de los dos volviendo hacer que chocaran fuertemente.

──¡Cállense! ─los dos se sobarón la cabeza. ──O los mató. ─y como antes, tragaron grueso ante mi fea mirada.

──No es como si me importe de todos modos. ─dijo después de un rato.

──Si te vas, lárgate de una vez. ─habló Natsu dándole la espalda.

──¡Este es nuestro gremio! ¡Ustedes son los que deberían de irse!

──Vamos, ¿por qué eres tan quisquilloso? ─lo ayude a levantarse del suelo.

──Ya váyanse. ─los dos comenzamos a caminar haciendo caso a sus palabras.

──Dime si encuentras algo acerca de Igneel, ¿sí?

──¿Por qué diablos debería de ser amable con ustedes, ¿huh?

──Porque los tres somos Dragon Slayer. ─comentó mirando a el pelinegro.

──¡No me digas esa basura! ─gritó. ──¡La próxima vez que te vea te patearé el trasero! ¡Y a ti también! ─me señalo. ──¡Se los garantizo! Asegúrense de decir sus plegarias.

──Eres peligroso, ¿sabias? Pensé que podíamos llamarlo un empate y reconciliarnos...

──¡Ustedes son los peligrosos! ¡Miren como dejaron nuestro gremio!

──¡Ustedes destruyeron el nuestro primero! ─solté un suspiro al verlos gritar.

Tome dos piedras lanzándole una a cada uno.

──¡Cállense o los mato! ─los dos temblaron a mi mirada.

━🍃

Tanto Natsu como yo, habíamos llegado junto a todos los demás escuchando a el maestro hablarle a la rubia.

─Lucy. Cosas divertidas, cosas tristes, no podemos compartir todo, pero lo que podemos deberíamos compartirlos. Eso es lo que significa estar en un gremio, la felicidad de una persona es la felicidad de todos, la ira de una persona es la ira de todas, las lagrimas de una persona son las lagrimas de todos. No tienes razón para sentirte culpable.

Sora llego a un lado mío escuchando las palabras del viejo.

──Lucy, deberías ser capaz de decir como nos sentimos todos... ─tenia escondida su rostro en sus manos cabiz baja. ──¡Levanta tu cabeza! Eres parte de la familia de Fairy tail.

Sonreí al verla soltar sollozos, Levy fue abrazarla y consolarla.

──Nee, Lucy, ¿quieres ver un hermoso espectáculo de agua? ─ella dejo de llorar al verme.

──H-hai.

──Bien todos vista al frente, nadie se puede poner en mi hermosa y deliciosa agua. ─dije con una pequeña sonrisa.

Levante mis manos creado pequeñas hadas de agua dirigiendolas hacia Lucy quien estaba encantada de verlas, algunas hadas pasaban por los demás del gremio para finalmente hacer un hada grande quien impulso el gremio de Phantom llevándolo muy lejos.

Hice que la hada grande volara hasta quedar encima nuestro deshaciéndose dejándonos caer el agua como si fuera llovizna.

──¡Esa es nuestra Sumi! ─todos me abrazaron, hacia meses que había ido a una misión y apenas regresaba.

──Tadaima.

──¡Okaeri! ─dijeron todos a la vez.

Sonreí.

Esta es mi familia y no la cambiaría por nada del mundo.

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