───CHAPTER SEVEN, informacion dorada

         Apenas entro al laboratorio Silco la recibió con una mirada ligeramente intimidante, Annika miro a su ojo malo, sonriendo al final acercándose a el con sus brazos detrás de su espalda.

───¿Estas molesto?───Pregunto queriendo asegurar terreno, Silco la miro antes de rotar su mirada a la ventana───Si, si estas molesto───Bufo recargando su peso en una pierna.

───No lo estoy niña.

───Bien, entonces puedo preguntar con todo el derecho del mundo que harás... ¿Que harás?───Pregunto al final sin borrar su sonrisa, Silco rodó sus ojos llevando una mano a los mismos y restregando en señal de frustración.

───No debe importarte, mejor dime, ¿como sigues con la practicas?.

───Responde mi pregunta y yo te responderé, socio───Se acerco a el hasta quedar a un lado sentada, Silco curvo un poco sus labios volviendo a verla.

───Ya se como vas en tus practicas, Annika.

Ahora ella rodeo sus ojos terminando de acostarse en el sillón, Silco no dejo de mirarla, analizando de pies a cabeza su estado.

───Pregunta lo que tengas.

───¿Viste cosas raras en este lugar, Annika?───Pregunto de inmediato.

───No───Respondió de igual forma sentándose───¿A que se debe la pregunta?.

───Vi algo raro en el laboratorio, parecía un cuerpo rodeado de algo. Niebla.

───Oh, no, no he visto nada raro Silco───Recostó su cabeza en su hombro dejando ir un suspiro───Definitivamente, tu ojo empeora.

───No creo que haya sido una alucinación niña.

───¿Ya inyectaste brillo en el ojo?.

───No───Nego después de unos minutos, Annika chasqueo su lengua, aliviada de escuchar eso.

───Allí esta la respuesta, Señor───Se levanto caminando al escritorio en el lugar, buscando la jeringa que siempre el mayor tenia cerca, al encontrar tomo un frasco del brillo y camino a el───No descuides el "tratamiento".

Puso la aguja justo encima de su pupila, cuando se quedo completamente quieta, inyecto el liquido y la dejo a un lado mientras Silco se quejaba por lo bajo antes de limpiar lo que había caído por su rostro.

───Creo que sera mejor revisar todas partes en este lugar.

───Ya te dije que no vi a nadie ni algo, confía en la palabra de una adolescente que se pasea por todo el edificio al no tener que hacer.

Su insistencia lo hizo sospechar por unos segundos, pero de inmediato descarto la idea de traición que su mente misma había creado e informado. 

───Pienso que lo mejor sera que empieces a salir como antes───Expreso mirándola a los ojos.

───...¿No quieres que este aquí?───Pregunto guardando la jeringa───De ser así, solo dímelo y tal vez vuelva a salir.

───Annika...

───Saldré, esta bien. Pero sera con los... Hijos de Vander───Dijo aumentando la velocidad, Silco duro unos segundos callado, analizando sus rápidas palabras hasta que entendió.

───No.

───Si, y no esta en discusión───Se acerco a el abrazando sus hombros───Ademas, ¿me regañarías si te digo que me llevo con las dos?───Pregunto separándose de inmediato y corriendo a la salida.

───¡Annika!───Grito y ella salio de inmediato corriendo a su habitación entre risas.

Una hora y media. Noventa minutos. Y en ese tiempo, en esos noventa minutos, no salio ni un segundo del cuarto, para nada, estaba aburrida y aun así solo leyó libros pequeños que había robado de Piltover, y uno que la pequeña Powder le había regalado.

───¿Sucede algo, querido mío?───Pregunto retirando su mirada del libro entre sus manos, una de sus sombras asintió acercándose un poco mas.

{ Un mocoso rubio esta con Silco y sus matones, no de la forma bonita. Sera el experimento }

───Eso me interesa───Sentencio sonriendo y caminando a el

{ No puede ir. Silco puso a dos matones en la puerta, orden clara "no dejen a Annika pasar" }

Annika rió por el fracasado intento de imitar la voz de Silco, aun así sabia que esa sombra lo hizo apropósito.

───En ese caso. Vigila lo que hace. Y aprovechando, ¿crees que alguno de todos va a querer ir a la isla de las sombras?.

{ Si esa es su orden, sera acatada. ¿Que desea de la isla? }

───Algún libro de los guardianes de las sombras.

{ El rey arruinado desapareció esos libros, muy receloso con su reino, eso es lo que sucede }

Annika asintió dando una sonrisa, la sombra se retiro quedando ella sola nuevamente. Su sombrita no aparecía, no sabia donde estaba y las demás menos, se fue sin decir nada y no entendía porque.

Volvió a quedar medianamente sola, no tomo de nuevo el libro, solo se dirigió a la ventana, observando el paisaje toxico de lo que ahora llamaba Zaun, miro al suelo sin saber que hacer, no volvió a tener sueños de lo que parecía una historia. En ellos eran protagonistas cuatro adultos, dos eran sus padres pero no sabia quienes eran las otras dos personas.

Se retiro de la ventana caminando a un cajón sacando un pequeño libro, paso hoja por hoja, leyendo cada párrafo sin descanso hasta llegar donde quería, una informacion de oro.

「 Aguas Turbias
es una ciudad portuaria muy particular enclavada en el archipiélago de las Islas de la Llama Azul. Alberga cazadores de serpientes, bandas portuarias y contrabandistas de todas partes del mundo. Aquí se puede hacer una fortuna en un instante, y los sueños de cualquiera pueden quedar hechos añicos con la misma rapidez.

Para quienes huyen de la justicia, las deudas o son perseguidos, Aguas Estancadas es una ciudad para comenzar de nuevo; a nadie le importa tu pasado en sus retorcidas calles. Pese a todo y día tras día, el alba revela los cadáveres de viajeros despistados flotando en el muelle con las carteras vacías y los gaznates cercenados...  」

Sonrío viendo pinturas representativas del lugar, y según una de estas, Annika confirmo que ese lugar es de sus sueños. Ya sabia donde debía ir en cualquier momento. Necesitaba respuestas para saber como actuar en el futuro, guardo el libro entre tantos que conservaba, ya teniendo una idea de que hacer.