𝙘𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙣𝙞𝙣𝙚𝙩𝙚𝙚𝙣, hindrance
───CHAPTER NINETEEN, obstáculo
Jinx no estaba.
Annika reviso cada rincón del bar y no la encontró por ningún lado, preocupada pregunto a Chuck, incluso a Sevika que simplemente se encogió de hombros respondiendo con un 'mejor que se pierda la mocosa'.
Camino por el lugar, siguiendo a la sombra que se había ofrecido para guiarla, llegando al lugar que menos espero, y que desearía ya no existiera mas. El refugio de Powder y los demás hace años.
Entro en silencio, viendo los vidrios esparcidos por el suelo, recordando al hombre que había sido lanzado, vio el juego de disparos en el que Jinx era muy experta cuando niña, y viendo los otros juegos a un costado, sonriendo con amargo por los recuerdos que invadían su perturbada mente.
Odiaba estar allí. No había pisado ese lugar desde hace muchos años, y pensar que Jinx estaría allí solo la hizo escarmentar por el muy probable ataque que agarraría por los recuerdos.
Las luces a un lado se encendieron, vio a Jinx frente a la maquina de golpear, no se acerco mas, simplemente recostándose a la baranda para ver mejor a su novia.
Jinx la había notado, estaba segura cuando dejo unas balas en la baranda sin mirarla, estaba demasiado perturbada, y sabia que la vocesitas de Mylo o Claggor hablaban, peor cuando de seguro recordaba todo y sin poder hacer nada para evitarlo, la vio escarmentar violento, hasta que su mirada fue de inmediato al frente y golpeo el plato de metal con la cara dibujada ya desgastada de Mylo.
Golpe tras golpe, esquivaba los guantes con una mirada rabiosa, desprendida de la realidad dejándose llevar por la ira.
Miro las numeraciones, viéndola subir poco a poco, pasando a Mylo y Claggor y ahora estando al su puntaje en rivalidad con el de Violet. No vio las lagrimas ni los sollozos mínimos que dejaba salir hasta que Jinx grito dando el golpe final, dando pasos atrás agotada y viendo el puntaje final. Un punto mas abajo que la pelirosa, con al menos dos puntos y ya la habría pasado.
Miro a Jinx, quien empezó a respirar con fuerza antes de sacar su ama y disparar al platillo, una y otra vez hasta que quedo completamente abollado.
───¡Maquina inservible!, ¡Estúpida maquina de las mil mierdas!.
Se dirigió hasta ella, sin decir nada la rodeo con sus brazos acercándola a ella mientras dejaba besos en la linea de su mandíbula, escuchando su respiración calmar y rendirse ligeramente entre sus brazos.
───¿Te sientes mejor?.
───No tanto───Respondió vaga, Annika asintió tomando el rostro cansado de la menor y dejando un beso en sus labios.
───Vamos, podemos quedarnos en cama hasta mañana.
Jinx sonrió volteando y entrelazando sus brazos alrededor del cuello, atacando su boca. Sus manos pasaron a su cadera, elevándola y haciéndola sentar en la baranda sin separase. La menor rodeo la cintura de la castaña con sus piernas sosteniéndose de los hombros cubiertos y moviendo las para quitar la chaqueta que cargaba, le permitió hacerlo, escuchando como caía alejado de ambas mientras los dedos exploraban su piel y rasguñaban sus brazos hasta llegar al dobladillo del top que cargaba y Annika sosteniéndola con un brazo paró las intenciones de Jinx, pasando el brazo por detrás de su espada y dejando solo un brazo para sostenerse de ella.
───Creo que deberíamos volver───Murmuró al separarse para tomar aire, Jinx bufo antes de reírse sola.
───No quiero volver aún.
───Yo tampoco, pero estamos a pie de guerra.
───Lo ocasionamos nosotras───Dijo feliz acercándose a ella───Celebremos.
───¿Celebrar en qué terminó?.
───Ya sabes───Jinx tomo de nuevo el beso, está vez luchando por abrir su boca e invadirla, Annika se separó sonriendo antes de soltar su brazo y simplemente sostenerla para bajarla de la baranda.
───Vamos───Termino alejándose de ella.
───Oh, tendré mi venganza. Será dulce, dulce y satisfactoria───Murmuraba para ella sola, riéndose de vez en cuando antes de correr a Anilla y saltar encima de su espalda, obligándola a cargarla hasta llegar a casa.
───Cariño, me dio mucha pena lo de Vander y los niños. Horrible.
───Al parecer, nadie aquí abajo movió un dedo para detener a Silco.
───Algunos lo intentaron. Pero Silco tiene el poder y el dinero, aparte de no estar solo.
───¿Quien mas esta con el?.
Babette quedo pensando, mirando a la pelirosa mientras suspiraba, resignada.
───Annika───Respondió simple───La pequeña Annika se unió a el desde el primer momento.
───Nos traiciono───Murmuro apretando sus manos, Babette caló el cigarro antes de soltar el humo.
───No puedes culparla, hace lo que sea para sobrevivir.
───Si, claro. Ahora me dices que sigue ayudando a tanto ve en frente───Dijo sarcástica, viendo a la yordle mirar a otro lado con una sonrisa───¿Crees que la pueda convencer de que este conmigo?.
───No lo se, Violet───La mujer suspiro volviendo a verla───Se apoderó de la ultima gota.
───Si lo vi.
───Las cosas han cambiado desde que Vander no esta.
───¿Sabes donde está Powder?, creo que Silco la tiene───Babette se removió ligeramente, no sabiendo que decirle por lo que se limito a negar───Debo encontrarla. Tal vez Annika sepa donde está.
───La mano derecha de Silco viene siempre───Le comunicó al ver a Violet levantarse dando unos pasos a la salida───Puedo hacer que Miguel te diga donde encontrarla.
───Te debo una.
La yordle la vio irse, su mirada fue a la bolsa de monedas oculta en su escritorio, suspirando antes de hablar.
───¡Niña!───Llamo esperando a que apareciera otra vez, y así fue, Violet apareció esperando a que hablará───Annika viene de vez en cuando. Pero, no para lo que piensas───Dijo al ver los ojos grises abrirse completo───Si aparece por aquí te lo haré saber.
───Se burlo ligeramente.
───Solo me debes uno.
Porque quería hacerla abrir los ojos. Annika debía abrir los ojos.
Ya pensaba seriamente en no irse del bar ni un segundo. Annika miraba el techo aburrida esperando a que Silco apareciera o Jinx, pero ya llevaba poco mas de una hora esperando, y de no ser por Charlotte que llegó para avisarle sobre la situación hubiera estado mas tiempo en la oficina. Sabía que Silco haría algo para apaciguar a Jinx, por lo que interferir en esos momentos sería inútil.
Con la pequeña sombra encima de sus piernas y otra recostada a un lado en su hombro no hacía mas que acariciar cada tanto a ambas, sin dejar de leer las cartas que habían llegado de diferentes personas, dentro y fuera de Zaun. El viento volaba sus cabellos que poco a poco tomaban cada vez, mas color negro, no le interesaba detener el avance, ya había convencido a Silco sobre el teñirse poco a poco el cabello, con ayuda de Jinx.
Porque la pelo azul era la única que conocía su secreto.
Aprovechaba el tiempo en el que Silco no estaba, tomando uno de sus cigarros y disfrutando, dejo ir el humo mientras sonreía por el pedido grande de brillo para Jonia, tres cartas de pedidos de brillo, y otros para beneficios monetarios. Orgullo era lo que sentía.
Movió su cuello haciendo a la sombra moverse, le sonrió levantándose igual y estirando su cuerpo camino a la orilla antes de dejar ir lo que quedaba del humo en su boca.
───Ya llegaron.
| Y nos dejas por ellos, que agradable |
───Lo se───Dijo saltando hasta la oficina de Silco, entrando y viendo como preparaba la sustancia para cubrir la cicatriz.
───Hola, niña.
───¿Jinx?.
───Trabajando.
───Bien, muy amable de tu parte. Hola y adiós, padre.
Dio media vuelta, caminando a la guarida y entrando sin siquiera tocar, viendo a Jinx con lo mismo de hace unas horas, siguió hasta estar tras ella, apoyándose de la silla y notando como no le prestaba ni la mas mínima atención.
───¿Como te fue?, ¿mataste a alguien con Silco?───Pregunto con una sonrisa, pero Jinx no respondió y siguió en lo suyo───¿Jinx?.
───No necesito distraerme.
Frunció el entrecejo por sus palabras se movió hasta sentarse en la orilla de la mesa buscando su mirada, pero no obtuvo nada, ni siquiera una sonrisa, nada.
───¿Sucedió algo?, ¿Silco hizo algo?.
Vió a Jinx para su trabajo, poniendo los lentes en su frente y mirándola, molesta.
───No hizo nada, ¿ya te puedes ir?, me distraes.
Se levantó, sin siquiera responder a las advertencias de las sombras y se inclino buscando algo que indicara que Jinx estaba bromeando, pero solo vio molestia en sus ojos.
───Vaya───Fue lo que dijo después de unos segundos───¿Te distraigo?.
───Si.
───Nunca dijiste que te molestaba───Murmuro acomodandose en la silla
───Ya lo dije. Ademas, Silco dijo que eliminará todo lo que me hace débil, te agradecería no traigas a Charlotte.
Estorbo. Fue la palabra que paso por su mente.
Traición. Fue la siguiente pensando en Silco.
Asintió viendo las cosas en el escritorio, sin volver a mirar a Jinx que seguía viéndola.
───Bien, sigue con tu trabajo───Comento tomando su chaqueta, tomando algo del bolsillo y tendiéndoselo con brusquedad───Suerte con tu mierda, Jinx. Ya no te voy a estorbar.
Salió de allí sin mirarla o volver a hablarle, sin titubear al caminar, y cuando estuvo por salir escucho a Jinx llamarla repetidas veces, casi suplicando.
Negó con su cabeza, amenazando a la sombra que se le acercaba.
───Dile que no volveré, no quiero distraerla en su lindo trabajo───Terminó cerrando la puerta. Caminando directo a la oficina de Silco hecha la mayor rabia.
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