XXV
H.
Louis estaba recostado en mi pecho mientras yo cambiaba el canal en la televisión, mientras acariciaba su cabello me puse a analizar lo que sea que voy a tener con él.
No era la primera vez que mantenía algo casual con alguien, pero eran cosas de una noche, tal vez dos, pero con él las cosas eran diferentes, agregando de que con otros hombres me limitaba a sexo, no a conocerlos, no a permanecer acostados viendo televisión. Louis era diferente a cualquier otro hombre con quien hubiera estado en el pasado y no sabía como sentirme por eso.
Mi mente viajó a cuando hablé con Keyla sobre él, yo le había dicho que lo que sentía por Louis era algo meramente sexual, ahora no me encontraba tan seguro de mis palabras y era algo que no quería sentir. Él me había aclarado que no podía mantener una relación, lo entendía, comprendía que necesitara tiempo para sanar lo que acababa de suceder, pero ahora que lo pensaba bien... esa punzada en mi corazón cuando dijo que podríamos ser amigos, me hacía entender que yo quería algo mas de él.
No quería aceptar tener esa clase de sentimientos por él, sabía que terminaría con el corazón roto y sería mi culpa, él siempre fue sincero con respecto a lo que quería y esperaba.
— Liam me acaba de textear, Melissa esta entrando a su edificio, abre la aplicación que te instalo en la tableta para que veamos su reacción— me dijo Louis levantándose un poco— Esto va a ser oro puro, jamás olvidaré este glorioso momento
Y como si fuera alguna clase de película romántica, un rayo de sol entró por mi ventana para iluminar a Louis, era una escena jodidamente cursi y cliché, pero podía jurar que era lo mas hermoso que mis ojos habían visto en toda mi existencia. Su cabello castaño brillaba por los rayos del sol, su sonrisa parecía tener mas luz que todas las estrellas que existieran en el universo, sus ojos eran tan profundos y bellos, me perdía en su mirada, era perfecto y me odiaba por sentir todo lo que estaba sintiendo.
— ¿Estás bien?— me preguntó al ver que no hacía nada— De pronto te quedaste en silencio
— Si... lo siento, trataba de recordar donde dejé mi tableta— mentí levantándome de la cama
Había varias razones que me decían que enamorarme de Louis no era una buena idea, pero sus besos, sus caricias, sus miradas, su voz... todo él hacía que ignorara todas y cada una de ellas.
— Gracias por decirme la verdad sobre Melissa— me agradeció con una sonrisa cuando le extendí la tableta— De verdad que tengo mucha suerte por conocerte, me alegra saber que te tengo en mi vida
— Una manera poco común de conocernos... pero también me alegra saber que te tengo— sonreí
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