XII
H.
Louis colocó el celular en uno de los muebles de forma que se pudiera ver toda la cama
— ¿Estás listo?— le pregunté antes de apretar el botón para que comenzara a grabar
Él asintió, oprimí la pantalla y celular comenzó a grabar. Louis me fue llevando a la cama sin parar de besarme, nuestros labios se devoraban, eran demasiado adictivos, no quería dejar de sentirlos.
— Joder, tus labios saben hacer maravillas— me dijo mientras me quitaba mi camiseta y dejaba un camino de besos por mi abdomen hasta llegar al cierre de mi pantalón
Dios, este chico hace unas mamadas realmente maravillosas así que esto será realmente increíble, aún ni siquiera había terminado de recuperarme del polvo anterior, pero no podía esperar a que Louis estuviera dentro de mi o yo dentro de él.
Saco mi miembro y comenzó a masturbarme de una forma muy lenta, lamía la punta de ves en cuanto lo cual causaba que me excitara mas, lo tome del cabello y baje su cabeza para que comenzara a chuparla aun mas.
Lo chupaba de la forma mas gloriosa que cualquiera pudiera imaginar, con su mano me iba masturbando poco a poco.
— Continua Louis, no pares carajo— dije jalándolo del cabello
Estaba por venirme, este vídeo será algo que realmente disfrutaré cuando lo vea.
Su boca cubría la mayor parte de mi miembro y lo que no se podía, su mano libre hacía todo el trabajo, de mi garganta salían algunos gemidos, agradecía demasiado el volumen alto de la música porque eso evitaba que cualquiera me escuchara. Aunque si era sincero, no me molestaría que alguien escuchara a Louis gemir mi nombre.
— Joder Louis— gemía— Haces maravillas con esa boca
No pasó mucho tiempo para que me viniera, una ola de sensaciones recorría mi cuerpo, podría catalogar a Louis como la persona que me había dado la mejor mamada de la vida.
— Ven aquí— dije subiéndolo a mi regazo
Se colocó sobre mis piernas y comenzó a restregarse contra mi, mas gemidos salían de nuestras bocas, sus movimientos eran la puta gloria, sus caderas se movían en circulo sobre mi, todo de una manera tan lenta y sensual.
Me recosté y coloqué mis manos en su cintura para acelerar la velocidad de sus movimientos, el cuerpo de Louis era toda una obra de arte, así que tenerlo sobre mi era una de las mejores escenas que podría ver en la vida.
De algo estaba seguro, disfrutaría demasiado esta venganza.
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