과거로 돌아가다 ━━━ 𝐃𝐄 𝐕𝐔𝐄𝐋𝐓𝐀 𝐀𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎

과거로 돌아가다 ━━━ 𝐃𝐄 𝐕𝐔𝐄𝐋𝐓𝐀 𝐀𝐋 𝐏𝐀𝐒𝐀𝐃𝐎

❝ 𝐓𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐳
𝐩𝐨𝐝𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫
𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐛𝐢𝐞𝐧
𝐞𝐧 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 ❞


Hyunjin sentía su sangre hervir como si se hubiera convertido en magna. Hoy cumplía de noviazgo unos siete meses con Minho, aunque, para ser exactos, el amor acabó muchos meses atrás (si es que alguna vez lo hubo).

Aquello no era amor. Se decían años más tarde, cuando lo tenían todo perdido.

Estábamos experimentando. Era la primera vez para ambos estando con una persona de su mismo sexo.

Hyunjin siempre creyó que lo conveniente era seguir luchando por la relación a diario, pues realmente pensaba que estaba enamorado de Minho hasta las trancas. Pero inevitablemente sus ánimos por seguir adelante con su relación iban decayendo con la actitud de Lee.

Era posesivo, frío, no sabía medir sus palabras o incluso sus acciones. Hwang, por el contrario, era intenso, afectivo y soltaba lo primero que se le venía a la cabeza. En definitiva, eran polos opuestos y precisamente no de esos que se atraen.

Peleaban a menudo por cualquier cosa, pues pronto comenzaban a ponerse a la defensiva por lo mínimo que el contrario hiciera. Los gritos no cesaban en el departamento del grupo Stray Kids y más pronto la pareja llegaba a los puños, importándole poco dañar al otro, pues ese se había convertido en su objetivo.

Ambos hicieron su relación pública casi por obligación, pues unos paparazzis habían divulgado fotografías de ellos besándose en el portal de su edificio. Y fue ese día, cuando cumplían siete meses, en el que Hyunjin vio como en redes sociales los felicitaban y los apoyaban y supo que debía luchar aún más por su relación.

A pesar de que no solía ser muy detallista, ya que tampoco es que a Minho le gustaran las sorpresas, preparó toda una cita completa y clásica con una tarde en un parque de atracciones, después un cine y, para terminar, una cena romántica. Incluso le pidió ayuda a Felix y a Jeongin para organizarlo todo. Este último, resentido consigo mismo, ayudó a la persona de la que gustaba a volver a enamorar a otro miembro que no era él.

El que tenía el cabello largo y rubio en ese entonces, buscó por el departamento —el cual se encontraba solitario— a Minho, para comentarle dicha cita que le había preparado. No lo encontró por ninguna parte, ni siquiera estaba en la habitación que compartían.

Frunció su ceño cuando creyó escuchar unos jadeos provenientes de la habitación de Jisung y Jeongin, pero pudo reconocer que se trataba de Han. Se acercó un poco a la puerta escuchando los gemidos de este y esbozó una mueca.

Agh, Jisung es un puto pajero —murmuró para sí mismo.

Dispuesto a marcharse pensando que tan sólo era Jisung masturbándose como todo un necesitado, otros gemidos le hicieron frenar. Y ese no era el de mejillas regordetas, claro que no; podía reconocer esos gemidos en cualquier parte.

Abrió un poco la puerta con sumo cuidado hasta que pudo divisar lo que se había temido: Minho sostenía a Jisung de las piernas, follándoselo contra la pared.

Pero lo que más le dolió a Hyunjin fue que Minho le repitiera a Jisung una y otra vez:— Te amo, Hannie.

Volvió a cerrar la puerta con el mismo cuidado de antes y salió corriendo de allí. No estaba llorando, la rabia lo había cegado por completo. ¿Por qué se había marchado? Porque no iba a dejarlos escapar tan fácilmente; en este caso, él iba a salir ganando, fuese el precio que fuese.






Seungmin volvió a robarle un beso a Felix en el estudio cuando Changbin y Bangchan salieron por unos cafés.

—Minnie, te he dicho que aquí no, podrían vernos —le dijo un tímido Felix.

—No pasará nada, en cualquier caso solo podrían vernos nuestros hyungs.

—¿Y crees que les hará gracia?

—Si piensan que seremos como Minho y Hyunjin, claro que no —Kim se encogió de hombros.

Como se quedaron en silencio, Seungmin agarró la mano de Felix para entrelazar sus dedos.

—Me gustaría que hiciéramos lo nuestro oficial —soltó de repente.

—Y... ¿qué somos? —Felix, con algo de tristeza, separó ambas manos.

No eran nada en aquel momento, sólo unos besos tontos aquí y allí, caricias torpes a escondidas y actuando distantes frente a otros. Sin embargo, no querían solo experimentar, si no mucho más, porque se estaban enamorando, pero ninguno creyó que sería para tanto.






—¿Estás nervioso por esta noche? —le preguntó Chan entre risas nerviosas.

—Sí, y mucho —admitió Changbin, acomodándose la gorra—. Creo que nunca he tenido tantos nervios por un comeback.

—Se siente como si vaya a ser el más especial —halagó el líder con una felicidad extrema.

No se equivocaba, iba a ser el más especial de la misma forma que también iba a ser el último.






—Minho... —llamó Jisung viendo cómo su amante terminaba de colocarse las prendas.

El mayor caminó hasta él al escuchar el tono triste y apagado que había utilizado para dejar un casto beso en sus labios y sentarse a su lado.

—¿Qué ocurre?

—Deberíamos... Ya sabes, decírselo a Hyunjin —Lee suspiró saturado.


—Hannie, ¿qué te he dicho sobre pensar en eso? Cada vez que estoy contigo soy el hombre más feliz del mundo y si me hablas de Hyunjin me vengo abajo.

—Pero deberías entenderme —se quejó—. Todo el mundo piensa que tú y Hyunjin son la pareja feliz que aparentan ser y yo no quiero estar siempre a la sombra. Minho, si no quieres decirle a Hyunjin, creo que lo nuestro debería terminar aquí, no es porque no te quiera. Es más, te amo, pero no quiero decepcionar a nadie si esperamos más tiempo —Lee agarró las mejillas de su amante.


—Está bien, terminaré con Hyunjin, solo dame unos pocos de días, ¿vale? Después de eso podremos ser felices.






Jeongin tuvo que limpiarse las lágrimas corriendo cuando Bangchan tocó a la puerta del servicio por octava vez, diciéndole que ya se encontraba la cena servida en la mesa y lo estaban esperando.

—Innie, si no te encuentras bien dime qué te ocurre, ¿te duele el estómago? —preguntó tras la puerta.

—N-no, ¡no! —dijo más fuerte para ser escuchado— Estoy bien hyung, ya salgo.

Se miró en el espejo para darse de golpecitos en la cara con sus dedos.

Él no te quiere ni te va a querer, asúmelo y deja de llorar de una buena vez, cobarde.

Salió del baño con la cabeza gacha para que no se notaran sus ojos hinchados. Sus miembros ya se encontraban en la mesa, cada uno a sus asuntos, aunque faltaba Hyunjin. Pero tan rápido como llegó esa cuestión a su cabeza, la puerta principal se abrió dejándolo ver. Se quitó la chaqueta que llevaba puesta y, con una expresión seria, la tiró por algún lado para sentarse en la mesa, justo al lado de Jeongin y frente a Minho y, como no, Jisung.

Comenzaron a cenar como habitualmente, a excepción de HyunJin, quien se mantuvo mirando a aquellos dos frente a él, ajenos al mundo y ajenos a él.

¿Como no me he dado cuenta antes? Los tenía delante todo el tiempo.

Cansado y con ansías de iniciar su plan de venganza, tecleó en su teléfono y, segundos más tarde, el teléfono de todos sonaron al mismo tiempo. Extrañados no pudieron evitar mirar de qué se trataba.

Hyunjin esperó por la expresión de cada uno de ellos, acabando más que satisfecho al ver como las manos de Jisung temblaban y su rostro estaba rojo. Además de su novio, cuya cara se había arrugado debido al enfado y también se había tornado rojizo.

—¿¡Pero qué mierda haces!? —gritó golpeando la mesa, asustando a algunos en el lugar.

—Eso debería de preguntarte yo a ti, ¿cuándo me lo ibas a decir? —Hyunjin preguntó tan sereno que incluso podía asustar.

—Minho, Jisung, esperamos una explicación —se entrometió Chan mirando a sus menores.

—¿Y tenías que hacernos esto? ¿Qué necesidad había? —cuestionó pasando de la petición del líder.

—Oh, Minho —Hwang soltó una carcajada—. Esto solo acaba de empezar.

El nombrado, totalmente extrañado, sintió la mano de Jisung agarrando su brazo con fuerza e hincando sus uñas en él.

—Hyunjin... —susurró—. Se... Se lo ha pasado a la prensa —murmuró aguantando el llanto, sus redes sociales estaban colapsadas de notificaciones debido a que Hwang le pasó a la prensa aquella fotografía íntima, volviéndose viral en segundos.

Minho solo tardó unos segundos en abalanzarse al cuello de Hyunjin, comenzando una pelea en la que los fuertes golpes no faltaban por parte de ninguno de los dos.

—Eres un hijo de perra —le dijo Minho sobre él, dándole un puñetazo en la mejilla, haciendo que sus dientes se tiñieran de rojo.

—Aquí no soy el malo —escupió sobre el contrario, invirtiendo posiciones.

Bangchan debía hacer algo, tal vez todo se estuviera desmoronando allí afuera con la repentina noticia, pero dentro del departamento todo estaba en llamas —metafóricamente hablando—. Intentó separarlos, pero recibió unos golpes que no iban para él.

—Chan hyung, ¿estás bien? —le preguntó Changbin posicionándose a su lado.

El líder desvió su mirada a la mesa, donde Felix intentaba calmar a Jisung mientras este parecía querer arrancarse el cabello de cuajo. Por otro lado, Jeongin miraba la escena de aquellos dos peleándose boquiabierto, como si no pudiera creerse todo lo que estaba pasando.

Estamos arruinados. Era el único pensamiento de Chan.

Seungmin también falló en el intento de separarlos, pues un empujón por parte de Hyunjin lo apartó de aquel meollo. El siguiente en interponerse fue Changbin y, oh, ojalá nunca haberlo hecho.

Se colocó detrás de Minho con el objetivo de quitarlo de encima de un Hyunjin ensangrentado. Sin embargo, Lee levantó su brazo con tanta rapidez para pegarle al otro, que acabó dándole en la sien a Seo. Debido al fuerte impacto, tropezó con las piernas de Hwang y toda su cara se estampó con un mueble, más concretamente con el pico de este.

Chan se levantó rápidamente y corrió hasta Changbin

—¡Binnie! —intentó reincorporarlo colocando su mano por la nuca de este. Tenía una gran herida en la frente y su mandíbula y parte de la mejilla se encontraban rojas por el golpe.

No le importaba lo más mínimo Hyunjin o Minho, no cuando su Changbin estaba medio inconsciente y necesitaba urgentemente un hospital.

—¡Innie! —vociferó, sacándolo del trance— ¡Llama a una ambulancia! —gritó y el menor, sumiso y con mucho miedo, obedeció.

El otro par siguió peleando ajenos a lo que habían causado. Hwang, cuando consiguió quitarse al castaño de encima por unos segundos, agarró el bate de béisbol que se encontraba en su habitación. Y cuando Minho estaba de espaldas a él en un intento de ponerse en pie, el rubio alzó el bate.

—¡No! ¡Hyunjin, no! —le gritaban Felix o Seungmin, no pudo reconocer quien de los dos era.

Pero no pensó en nada más que en la venganza cuando bateó sobre la rodilla de Minho, cuyo crujido del hueso rompiéndose se escuchó por todo el vecindario, seguidos de los sollozos del herido y la risa escandalosa de Hyunjin.

Queriendo seguir moliendo a Minho con el mismo bate de béisbol, Seungmin lo abrazó entre sollozos suplicándole que parase. Ahí fue cuando reparó en todo el daño que había causado, ¿de verdad valió la pena? Destrozó la vida profesional de Minho y Changbin para siempre, destrozó la estabilidad emocional de Christopher y Jisung, destrozó lo único que tenían Felix y Seungmin. Pero, lo peor de todo, es que dejó un corazón destrozado que pertenecía a su pequeño Jeongin.

Y todo por actuar con crueldad excesiva, es decir, Sevicia.









𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃











Muchas gracias por leer esta historia, les agradezco el apoyo <3

Tengo una pregunta para ustedes: ¿quién creen que es el verdadero culpable aquí?

Si les ha gustado, los animo a leer otra de mis muchas historias de skz (vean la siguiente parte) <3

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