➹ Cap. 11

Después de descansar bien durante unas horas luego de romper el vínculo con la bruja, Hayley despertó mucho mejor de lo que había estado antes, sin dudas estar desvinculada de Sophie era agradable.

Le agradaba saber que su vida no dependía del bienestar de otra persona.

─ ¿Estás mejor, lobita? ─ la voz de Klaus hizo que Hayley mirara en dirección de la puerta.

Ay no. Hayley inevitablemente sintió vergüenza ya que acababa de despertarse, no estaba con su mejor porte.

Hayley asintió con timidez tragando saliva en el proceso, entonces Klaus avanzó entrando más en la habitación mirando a Hayley antes de soltar un suspiro.

─ ¿Pasó algo? ─ preguntó Hayley al verlo de esa manera.

─ No ─ contestó Klaus ─ mejor me voy ─ dijo saliendo de la habitación de repente.

Hayley abrió y cerró sus labios intentando decir algo pero se detuvo al ver que Klaus ya se había ido de la habitación.

─ ¿Y a esté qué le pasa? ─ susurró Hayley levantándose de la cama confundida por la actitud de Klaus ─ es Klaus siendo Klaus ─ se dijo así misma al recordar cómo era él.

Después de levantarse y asearse, Hayley fue a la cocina, allí se encontró con Rebekah.

─ ¿Cómo amaneciste? ─ preguntó Rebekah al verla.

─ Mejor que ayer ─ respondió Hayley sirviéndose un vaso de leche ─ ¿Y tú?.

─ Con mí drama familiar de todos los días, lo normal en mí vida ─ dijo Rebekah.

Hayley se rió sin poder evitarlo haciendo reír también a la original.

─ ¿Y los demás? ─ preguntó Hayley al no verlos ahí.

─ Elijah creo que está resolviendo un problema con una bruja y Klaus hace un momento estuvo aquí pero lo ví salir apresurado ─ respondió la original dándole un sorbo a su café.

Hayley asintió pensando en lo que Rebekah le acababa de decir, recién ese momento recordó a la manada de lobos del pantano, sin la ayuda de Celeste los lobos no podrían romper la maldición que tenían encima para volver de nuevo a su forma humana, por lo tanto si Elijah fue a matar a su ex novia, los lobos se quedarían atrapados con la maldición que tenían.

[...]

Elijah suspiró entrando a la mansión después de varias horas afuera intentando resolver unos problemas, fue directo a las botellas de bebidas alcohólicas, de un solo trago tomó un vaso de whisky sin dificultad.

─ ¿Estás bien? ─ preguntó Hayley mirándolo luego de escucharlo entrar en la residencia.

─ No ─ contestó Elijah sentándose en uno de los sofás de la sala.

Las cosas no habían salido tan bien para él en ese día, aunque intentó matar a Celeste al saber que prendía lastimar a su familia de alguna manera, no pudo hacerlo por dos razones, la primera porque si la mataba saltaría a otro cuerpo y para evitar eso necesitaba la ayuda de una bruja que aún no tenía y la segunda razón porque Celeste le había dicho que solo con su ayuda la manada de Hayley podría romper la maldición que había encima de ellos y si la mataba no podría.

Elijah no la mató por esa razones pero planeaba matarla cuando tuviera la oportunidad de hacerlo, solo necesitaba un poco de tiempo y hacer bien las cosas.

─ ¿Por qué si se puede saber? ─ preguntó Hayley con curiosidad.

Elijah se acomodó mejor en el sofá mirando a Hayley fijamente.

─ ¿Recuerdas la visión que nos contaste a Niklaus y a mí? ─ preguntó él.

─ Sí, de una tal Celeste ─ respondió Hayley fingiendo no saber mucho de ella.

─ Si, bueno, Celeste fue mi novia, creí que había muerto hace muchos años pero la realidad es que todo esté tiempo ha estado viva y saltando de un cuerpo al otro, ahora es Sabine, sé que ella planea algo contra nosotros, lo peor de todo es que no puedo matarla, sí lo hago saltará a otro cuerpo y no sabré quién es ─ contó Elijah.

─ Una bruja podría ayudarte con eso ─ mencionó Hayley.

─ Así es, pero necesito a una de confianza que haga el hechizo ─ dijo él.

─ Sophie podría hacerlo ─ murmuró Hayley sabiendo que si Elijah le daba su palabra a la bruja que la ayudaría a completar el ritual de la cosecha, Sophie lo ayudaría en ese tema.

─ Sí, pensé en Sophie pero no confío en ella, podría decirle y anticiparla ─ dijo Elijah.

Hayley suspiró, debía buscar una manera de convencer a Sophie para que ayudará a Elijah en ese tema y así evitar que Celeste tomé el poder de la cosecha trayendo consigo muchos problemas a los Mikaelson.

─ Podría ayudar con eso ─ susurró Hayley.

Aunque no le gustaba meterse en todo eso por miedo a morir, quería ayudar de alguna manera al saber cómo podría convencer a Sophie para que hiciera un hechizo y así evitar que Celeste saltase al cuerpo de otra bruja.

─ No ─ Elijah negó rápidamente al escucharla ya que no quería poner en riesgo a Hayley y al bebé.

─ Pero…

─ No, te lo agradezco pero ésto lo arreglaré yo mismo ─ dijo Elijah levantándose del asiento donde estaba sentado.

─ Está bien ─ asintió Hayley, claramente no le iba a hacer caso, cuando viera a Sophie hablaría con ella y la convencería para que ayudará en ese problema.

Elijah le dió una última mirada antes de irse de la sala dejándola ahí, Hayley pensó tranquilamente en las cosas que pasarían a futuro muy pronto, debía evitar de alguna manera que las brujas y el brujo que Celeste había traído de la muerte revivieran.

─ ¿En qué tanto piensas, lobita? ─ la voz de Klaus trajo nuevamente a la realidad a Hayley quien dirigió su mirada a la puerta donde él tenía su cuerpo recostado en la pared con sus brazos cruzados.

─ Estaba pensando en algunas cosas, por cierto ¿Qué pasó con Davina? ─ dijo Hayley.

─ Davina vivirá aquí ─ aclaró Klaus mirándola.

─ ¿Marcel lo permitió? ─ Hayley levantó sus cejas fingiendo sorpresa.

─ No tuvo opción ─ aclaró Klaus ─ con Davina de mi lado, tendré el control de todo el Barrio Francés ─ le dijo.

Si supieras… pensó Hayley al recordar que Davina debía ser sacrificada pronto ya que su magia estaría fuera de control.

─ Buena suerte entonces con tu plan de dominación ─ deseó Hayley.

Klaus formó una sonrisa en sus labios, con lentitud se sentó al lado de Hayley mirándola.

─ ¿Te gustaría salir a dar un paseo al Barrio Francés? ─ preguntó Klaus.

Hayley lo miró sorprendida al escucharlo ya que no pensó que Klaus le propusiera salir de la residencia.

─ ¡Si! ─ asintió Hayley con entusiasmo.

─ Bien, vamos entonces ─ Klaus se levantó estirando su brazo hacía Hayley.

─ ¡Vamos! ─ dijo Hayley tomando el brazo de Klaus saliendo de la residencia.

¡CAPÍTULO 11!

Después de mucho tiempo sin actualizar, aquí les dejo un nuevo capítulo, perdón por la tardanza. Espero que les guste.

¿Qué les pareció?

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