85 |Me gustas|
Skylar
Klaus me escolta al gran salón dónde suena una canción lenta y allí vemos que hay dos filas por lo que nos formamos detras de una pareja, siento la penetrante y muy fija mirada del híbrido sobre mi así que volteo a verlos mientras entrelazamos nuestros brazos, damos algunos pasos hasta que las filas se disuelven y las parejas forman un círculo alrededor de la pista
Soltamos nuestros brazos y el toma mi mano derecha para hacerme dar una vuelta y después atraerme a su pecho quedando cara a cara, pone su mano derecha en mi espalda baja y yo pongo mi mano izquierda sobre su hombro mientras nos movemos en sincronía alrededor de las demás pareja.
Doy un vistazo rápido alrededor observando a las demás parejas: Elena está bailando con Damon, Caroline con Stefan, Matt con Rebekah, Elijah baila con una morena que si no me equivoco se llama Keyla y por último veo a mi "adorada" madre bailando con un hombre que debe estar hipnotizado, dudo que alguien aceptara ser su cita sin estar bajo control mental. Ella nota que la estoy fulminando con la mirada y me sonríe
—¿Sucede algo?—Pregunta Klaus al notar mi repentino cambio de humor
—Sucede que le voy a borrar esa sonrisa de un golpe—Respondo molesta y el voltea a ver a dónde miro
—¿Quién es?—Pregunta intrigado
—Lamentablemente es mi madre—Digo molesta—¿Sabes qué? No pienso arruinar esta noche pensando en ella, distraeme
—Muy bien, hablemos de lo hermosa que te ves usando ese vestido—Halaga con una sonrisa seductora y todo el mal humor que tenía hace un segundo ha desaparecido
—Apuesto que no me vería tan bien si no me hubieras dado un vestido tan asombroso—Digo divertida
—Eso no es cierto, siempre te ves hermosa—Asegura y yo sonrío por sus palabras—¿Sabes? Eres una muy buena bailarina
—Tomé algunas clases, fuí Miss Mystic Falls un año antes de Caroline.
—Lo sé—Murmura y lo miro sorprendida, no creí que hubiera investigado sobre mi vida antes de conocerlo
Llega el momento de cambiar parejas por lo que el me hace dar una vuelta, choco contra el pecho de un moreno que creo que ya había visto antes pero no puedo recordar dónde
—Skylar Jones, supongo—Dice mientras bailamos—Soy Finn Mikaelson, nos vimos el otro dia pero no tuve la oportunidad de presentarme
—Es un placer—Digo con una leve sonrisa
—A mi madre le gustaría agradecerte en persona tu ayuda para su regreso, dijo que te prometio algo—Me dice frunciendo el ceño no muy seguro de si eso fue lo que me dijo
—¿Está ocupada ahora?—Creo que estoy cerca de recuperar mis recuerdos y no puedo esperar
—De hecho no, te está esperando—Explica y yo asiento—Sígueme
El Original se separa de mi y sale de la pista para poder guiarme hacia Esther. Subimos las escaleras y caminamos por los pasillos de la gran casa hasta llegar a una puerta, la cuál abre, dejando ver a su madre.
—Es un placer volver a verte, Skylar—Dice con una sonrisa mientras que su hijo abandona la habitación—Supongo que debes tener un millon de preguntas para hacerme—La verdad es que tengo demasiadas pero justo ahora solo quiero hacer una-Por favor, sientate—Me señala un elegante sofá de color beige y yo me siento en este con cuidado de no dañar mi vestido
—¿Que es eso?—Pregunto con curiosidad señalando la extraña hierba que está siendo quemada en un recipiente
—Es solo salvia, la puse para que podamos hablar con tranquilidad sin ser escuchadas
—¿Cómo es que está viva?—Pregunto de repente, ella me pidió que la ayudara a abrir el ataúd pero no entiendo cómo hizo eso para revivirla
—Cuándo mori la bruja Ayana preservó mi cuerpo con magia, era una amiga muy cercana y ancestro de tu amiga Bonnie.
—Por eso solo ella y su madre podían abrir el ataúd—Murmuro comprendiendo el motivo de su petición
—Completan el linaje Bennett, yo tomé el poder de ellas y de sus ancestros que están en el otro lado.
—¿El lugar dónde nos vimos era el otro lado?—Pregunto confundida y ella asiente—¿Estuviste allí por mil años?
—Si, pero gracias a ti estoy aqui otra vez—Me dice con una sonrisa
—Hablando de eso... ¿Puede devolverme mis recuerdos?
—Claro que puedo, es un hechizo bastante simple pero para eso necesito un poco de tu sangre y la de tu amiga Elena.
—Eso no será tan facil—Digo suspirando—No estamos en muy buenos términos y dudo que quiera ayudarme.
—Ella vino a verme antes y me la dió voluntariamente, solo falta la tuya—Me extiende un tazon con un líquido rojizo junto con un cuchillo y la miro desconfiada. Se que mi sangre es especial y podría usarse para cualquier cosa cómo matar a un vampiro, supongo que después de esto voy a tener que darles permiso o lo que sea a todos los vampiros del pueblo menos a Elise en caso de que sus intenciones no sean las correctas—Una sola gota bastará.
Corto un poco la palma de mi mano derecha y dejo la sangre caer en este hasta que la herida se cierra, me da un pañuelo blanco para poder limpiar mi mano y lo hago.
—¿Qué sigue?—Pregunto confundida
—Para lo que sigue no es necesaria tu ayuda, mañana en la noche tus recuerdos volverán.
—Gracias, de verdad aprecio lo que está haciendo por mi—Digo con sinceridad
Le dedico una gran sonrisa antes de salir de la habitación deseando ya recuperar mis recuerdos. Camino por el gran pasillo en el que casi me pierdo cuándo Klaus me trajo luego de que me desmayara hasta que me encuentro con Elijah que me mete dentro de una habitación.
—Skylar, hola—Saluda con una leve sonrisa que yo le devuelvo
—No es que no quiera hablar contigo, pero, ¿Puedo preguntar por qué me trajiste aquí?
—Te diré, pero antes necesito que hagas algo.—Dice suplicante antes de encender una vela como la que tenía Esther—Se la quite a mi madre, es...
—Salvia, lo sé.
—Tengo entendido que mi madre quería hablar contigo.
—¿Sucede algo?—Pregunto preocupada por su actitud extraña
—Su habilidad para perdonar a mi hermano de lo que ha hecho contra mi familia me resulta algo extraña. Me hace preguntarme cosas que jamás pensé que me preguntaría, ¿Te importaría decirme de que hablaron?
—Ella me pidió que le de mi sangre para hacer un hechizo que se supone que me devolverá mis recuerdos—Explico con sinceridad y el me mira sorprendido—También le pidió a Elena su sangre
—No se necesita tu sangre para que recuperes tu memoria y mucho menos la de una Elena, solo que pases tiempo con Niklaus. Aunque si lo que quieres es acelerar las cosas, una vez me dijiste que pusiste tus recuerdos en un objeto, uno que jamás perderías y que siempre tienes contigo.
Creo que acabo de ser engañada por una bruja de mil años a la cuál ayudé a revivir y que voy a tener que buscar el objeto porque no creo que ella me ayude a recuperar mi memoria.
—Dijiste que te di permiso para beber mi sangre y a Klaus, ¿Quién me falta de tu familia?-—Interrogo con preocupación y algo de culpa
—Solo Finn, el ha estado en un ataúd por 900 años, así que lo conociste como humano, no como vampiro—Asiento antes de intentar salir de la habitación, pero me toma del brazo con suavidad—Por favor, no le digas a Niklaus de esto, el suele ser bastante impulsivo y lo último que necesitamos es una masacre
—No diré nada, lo prometo—Aseguro y el asiente antes de soltar mi brazo y salir de la habitación seguido por mi
Luego de alejarme de Elijah que vuelve inmediatamente a la fiesta, de una forma nada inesperada veo a mi peor pesadilla acercarse hacia mí con una macabra sonrisa en el rostro. Intento ir hacia el lado contrario, pero es más rápida y me toma del brazo, observandome tan fijamente que el miedo se apodera de mi aunque finja que no es así.
—Hola, niña—Saluda intensificando su agarre en mi brazo. Intento separarme, pero no puedo—¿Te estás divirtiendo con los hermanos Mikaelson? Te he visto muy amorosa con el peor de todos, teniendo conversaciones con el que siempre está elegante que por alguna no se pueden escuchar aunque te pares frente a la puerta y también, bailando con el rarito hasta que se desaparecieron.
—¿Que insinúas?—Pregunto molesta
—Insinúo que deberías escoger a uno solo. El rarito es atractivo, pero sigue siendo muy extraño. El que siempre parece preparado para ir a una fiesta o un velorio es muy hermoso, pero demasiado bueno para ti y por ende, muy aburrido. Pero el híbrido… El puede jugar contigo y fingir que le interesas, pero ambas sabemos que será tu destrucción porque en el momento en que te permitas confiar en el te destruirá.
—Yo no necesito tomar ninguna decisión porque no estoy interesada en ninguno.
Miento descaradamente porque si tengo que ser honesta conmigo misma, aunque lo niegues y cubra nuestra relación con hostilidad, me gusta Klaus. Se que está completamente mal por todas las cosas horribles que ha hecho, pero algo en él me atrae y a su vez me asusta porque la conexión inexplicable que tenemos no la he sentido nunca con nadie.
—Esta bien, entonces acuéstate con los dos. No serías la primera en hacerlo y eso demostraría que eres una zorra y no mereces los poderes que se te han dado porque aunque lo niegues, los quieres.
Esa última oración es la gota que rebalsa el vaso y hace que me suelte de golpe de su agarre para luego empujarla lejos de mí. Furiosa, tomo valor para tomarla del cuello y estamparla contra una pared.
—Eres una simple vampira, yo siempre voy a ser la Trihibrida y por lo tanto el triple de fuerte que tú. Te prometí que iba a llegar el día en que te iba a hacer sentir lo que me hiciste sentir y ha llegado porque ya no soy esa niñita asustada que te rogaba que dejaras de torturarme.
De un momento a otro, la situación se invierte y ella, con una mano me sujeta del cuello y con la otra, siento como absorbe mis poderes, haciéndome gritar de dolor.
—Eso en tus ojos, esa ira con la que cubres la tristeza es lo que me motiva. Siempre vas a ser la niña débil y triste aunque intentes ocultarlo.—Asegura con esa horrible sonrisa malvada—Me voy a lamentar toda la eternidad el haber tenido una hija como tú.
Veo como alguien con una velocidad sobrehumana la estampa contra una pared.
—Vuelve a tocarla y te juro que te voy a matar de la forma más lenta y dolorosa posible—Amenaza el castaño de una forma que asustaría a cualquiera
—¿Entonces agregamos otro Mikaelson más a la lista?—Inquiere burlona—Este tiene agallas, pero sigo pensando que el híbrido es la mejor opción para que sufras.
—Vete al infierno, Elise.—Exclamo furiosa
—Lo haré, no tengo dudas de eso. Pero te juro que te voy a arrastrar allí conmigo.—Amenaza haciendo que el original intensifique su agarre
—Intentalo si te atreves, pero ella tiene el apoyo de toda la familia Mikaelson y no dudaremos en hacer que desees estar muerta.
—Eres una cobarde, refugiándote en las bestias que debías asesinar.—Es lo último que dice antes de empujarlo para liberarse y desaparecer a velocidad vampírica.
—¿Estás bien?—Pregunta el vampiro acercándose hacia mí y yo asiento—No nos han presentado, mi nombre es Kol
—Soy Skylar—Digo con una leve sonrisa observando el gran parecido que tiene con su hermano Elijah—Gracias por salvarme.
—No me agradezcas, no confío en ti porque eres lo único en la tierra que podría llegar a matarme. Pero mi hermano Nik lo hace porque lo salvaste y nadie había logrado eso antes.
—¿Si no te agrado por qué me salvaste?
—No lo sé, simplemente necesitaba dejar de ver cómo te lastimaba—Asegura con sinceridad antes de que comenzaríamos a caminar de nuevo hacia la fiesta.
Al volver a estar entre las personas, un muy confundido Kol se aleja de mi. Acción que aprovecho para acercarme a Finn que se encuentra solo en una punta del salón.
—¿Ya hablaste con mi madre?—Pregunta interesado y yo asiento
—Me hizo una petición algo extravagante, así que... Finn Mikaelson te doy permiso de beber mi sangre.
Y sin darle tiempo a decir algo, camino hacia la salida para poder tomar aire y aliviar el sentimiento de que fuí utilizada y falsamente ilusionada por una loca que podría querer asesinar a sus hijos.
Escucho el característico sonido de caballos y sonrío para luego caminar al lugar dónde están, los veo en unos establos que no tenia idea que estaban y prácticamente corro para poder acariciar su suave pelaje
—Desapareciste—Escucho la voz de Klaus y sus pasos acercándose hasta que llega a mi lado y puedo observar su rostro—¿Te gustan los caballos?
—Los amo, son mis animales favoritos-Confieso admirando los hermosos animales frente a nosotros—¿Sabes? Los caballos son diferentes a las personas, son leales pero aún así pueden ser bastante salvajes, hay algo en ellos que cuándo los veo me hace sentir libre
—Mi padre me cazó por mil años y lo más cerca que estuvo de hacerlo fué cuándo mato a mi caballo favorito, le cortó el cuello con su espada para darme una advertencia.
—Eso suena horrible—Digo horrorizada por el hecho de que haya asesinado a un pobre e inocente animal solo para dar una advertencia—Mi padre era un idiota y me quitó la felicidad muchas veces pero jamás se atrevió a hacer algo así
—Creí que es tu madre quien quiere destruir tu felicidad—Afirma sorprendido—¿Tu padre también quería arruinar tu vida?
—Mi padre comenzó el trabajo antes que ella, el me despreciaba y hasta llegué a creer que me odiaba pero aún así quería que fuera perfecta, algo que nunca pude ser—Murmuro bajando la mirada. Después de las cosas que me dijo la última vez que lo vi, no estoy muy segura si esa era su intención pero aun así arruinó mi infancia—Sin contar que cuándo no me ignoraba y me hacia sentir inservible, era un tanto... agresivo
—¿Te golpeaba?—Pregunta con brusquedad y volteo a verlo, está molesto, lo sé porque tiene la mandíbula apretada al igual que sus puños
—No directamente, a veces lanzaba cosas como botellas, platos o lo que sea que estuviera en su camino y me lastimaban, tenía un carácter bastante fuerte y explosivo... Cómo todo licántropo, supongo—En eso soy bastante parecida a el, la diferencia es que si tuviera una hija jamas la trataría cómo el me trato a mi. La única vez que se me viene a la mente que si me lastimó directamente fué cuándo trató de enseñarme a disparar y cómo me negué, terminó apuntandome con un arma a la cabeza pero obviamente no voy a decirle eso a Klaus y posiblemente a nadie—Se siente bien poder hablar con alguien de esto que me entienda y que no crea que estoy inventando la historia
—¿Alguien creyó que esto es mentira?—Pregunta sorprendido y la verdad yo también lo estaba cuándo mi propia psicologa creyó que lo inventaba para llamar la atención
—Mi padre era muy cruel conmigo pero para las demás personas era un héroe, fué un oficial de policía que salvó y protegió a muchas personas, traté de contarle estas cosas a una persona y no me creyó así que me guardé todo esto y decidí no decirselo a nadie—Justo ahora estoy bajando el muro que construí específicamente para evitar que me juzguen por mi pasado, no se cómo termimé contandole esto y me asusta que pueda utilizar la información que sabe de mi y crea que soy debil, odio que crean que soy debil, por eso es que no le cuento mis cosas a nadie—Lo siento, no quiero deprimirte con mis traumas de la infancia
-Mi infancia también fué terrible así que —supongo que nada de lo que digas podría deprimirme más que lo que viví—Lo veo abrir sus ojos con sorpresa por sus palabras y creo que también acaba de hablar demás-Mejor cambiemos de tema
—¿Por qué me invitaste?—Pregunto con curiosidad
—Tu me gustas—El aire abandona mis pulmones de repente y siento mi corazón latir tan rápido que parece que se va a salir de mi pecho—Eres bella, joven, estás llena de luz pero también de oscuridad—Dice acercándose lentamente a mi hasta que el espacio entre nosotros se vuelve casi inexistente, acaricia mi rostro con suavidad con una de sus manos y cuándo creo que me va a besar, acerca su boca a mi oido—La verdadera pregunta es si yo te gusto a ti—Susurra y el sentirlo tan cerca hace que mi corazón lata aún más rápido
—Yo...—Murmuro sin saber que decirle o cómo decirle lo que siento, nunca fuí muy buena expresando sentimientos que no tengan que ver con el enojo, Caroline siempre me ayudó con esa parte pero ahora ella no está cerca y debo descubrir que siento por mi misma
—Es hora del brindis.
La voz de Rebekah hace que nos separemos rápidamente. La verdad agradezco mucho que apareciera porque debo pensar lo que debo decir, las veces que soy impulsiva y tomo decisiones precipitadas y sin pensar (Cómo darle mi sangre a la bruja Original) termina saliendo muy mal.
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