41 |¿Qué soy?|
Skylar
—Disculpen por la intromisión, no quiero hacerle daño a nadie—Asegura cerrando la puerta de la habitación a sus espaldas, cosa que me preocupa porque justo ahora está bloqueando nuestra única salida
—¿Por qué mataste a esos vampiros cuándo intentaron secuestrarme?—Pregunta molesta Elena
—Porque no quería que te secuestraran—Se limita a responder y ella lo mira extrañada, al contrario de mi que sabía que no iba a hacerle daño ese día ni quería que la hirieran—Klaus es el más temido y odiado de los originales, pero esos que le temen están desesperados por su aprobación, si se corre la voz de que la doppelganger existe, habrá una larga lista de vampiros dispuestos a llevarte ante él y no puedo permitir eso
—¿No es exactamente lo que estás tratando de hacer?—Pregunta confundida doppelganger
—Solo digamos que mi objetivo no es romper la maldición.
—¿Y cuál es tu objetivo?—Pregunto intrigada
—La paranoia de Klaus lo ha vuelto paranoico, es un recluso, solo confía en aquellos de su círculo más cercano.
—Lo que significa que tampoco confía en tí—Deduzco y el asiente—Y cómo no sabes dónde está, vas a usar a Elena para forzarlo a salir a la luz
—Exactamente, pero para hacer eso necesito que te quedes aquí y dejes de tratar que te maten—La regaña y yo sonrío porque es lo que hemos hecho todos desde que ha intentado atentar contra su vida
—¿Cómo sé que nos estás diciendo la verdad?—Inquiere desconfiada
—Bueno, si yo no fuera digno de confianza toda tu familia estaría muerta y te estaría llevando con Klaus ahora mismo, mejor dicho, a ambas—Tiene razón, él podría haber hecho eso y sin embargo está aquí teniendo una conversación civilizada con nosotras—En cambio, estoy aquí, y estoy preparado para ofrecerles un trato
—¿Qué tipo de trato?—Pregunto enarcando una ceja
—Necesito que no hagan nada y simplemente vivan su vida para luego, cuándo sea el momento correcto, me ayuden a atraer a Klaus—Bueno, si soy honesta eso no suena nada mal—Y yo me aseguraré de que sus amigos permanezcan sanos y a salvo
—¿Y luego qué?—Pregunta la morena
—Luego lo mato—Afirma con seguridad y ambas lo miramos sorprendidas
—¿Así de facil?—Pregunto asombrada
—Así de facil, soy un hombre de palabra, si hago un trato lo cumplo.
—¿Y cómo serás capaz de mantener a todos sanos y a todos sanos y a salvo? Sin ofender, pero no te veo nada parecido al Capitán América—Digo encogiéndome de hombros
—Noté que tienen una amiga, Bonnie, ¿Cierto? Ella al igual que tú posee el don de la magia, tengo amigos con dones similares y juntos podemos proteger a todos los que les importan—Explica acercándose a nosotras lentamente—Entonces, ¿Tenemos un trato?
—Necesito que hagas algo más por mi—Dice suplicante Elena
—¿Ahora estamos negociando?—Pregunta incrédulo
—Mi novio, Stefan, está atrapado en la tumba bajo la iglesia con Katherine, necesito que lo liberes, pero solo a el, no a Katherine.
—¿Por que no lo haces tú?—Me pregunta confundido
—Yo no puedo—Murmuro frustrada, ya que lo he intentado y no logré nada más que darle falsas esperanzas al vampiro
—Claro que puedes, tus poderes no funcionan cómo los de una bruja normal, es lo que te hace especial.
—Ni siquiera se cómo funcionan, pero tu si lo sabes, ¿Cierto?—Deduzco y el asiente—¿Me podrías ayudar? Prometo que cumpliré el trato, soy una mujer de palabra, tú me ayudas y yo te ayudo
—¿Entonces tenemos un trato?—Pregunta intrigada la morena
—Tenemos un trato—Dice seguro—Te espero abajo para que podamos liberar a tu amigo—Me dice antes de desaparecer a velocidad vampírica
—Supongo que esa es mi señal para irme también, nos vemos luego—Me despido
—Ten mucho cuidado, Sky—Dice preocupada y yo asiento antes de salir del cuarto y bajar las escaleras
Me despido de Jenna luego de decirle que no puedo quedarme a comer hoy porque tengo que terminar unas tareas y salgo de la casa Gilbert, encontrándome a Elijah parado a unos metros de la puerta con su indescifrable expresión, ambos comenzamos a caminar en completo silencio hasta que no puedo aguantar más mi curiosidad y decido hacerle la pregunta que ha estado carcomiendome la cabeza desde que tengo memoria
—¿Qué soy?—Pregunto de repente
—Eres La Trihibrida—Responde con una leve sonrisa, pero al ver mi cara de confusión frunce el ceño—No sabes lo que significa eso, ¿Cierto?
—No, las brujas dicen que debo descubrirlo por mi misma y ninguno de mis amigos vampiros que saben lo que eso significa quieren explicármelo—Me quejo y él sonríe divertido
—Y no creo que lo hagan jamás—Dice obvio—Yo podría contarte si es lo que quieres
—Por favor, necesito saber—Digo suplicante
—Hace muchos siglos, un grupo de vampiros comenzaron a ejercer temor en el mundo sobrenatural, estos eran tan inmortales que, sin importar que tanto intentaran sus enemigos acabar con ellos, no podían morir.
—Tu eras uno de ellos—Murmuro sorprendida y él asiente—Es por eso que no puedes morir
—Mi familia y yo no somos vampiros normales, somos más fuertes y nada puede matarnos a excepción de una cosa que nos encargamos de destruir hace mucho tiempo.
—¿Soy como tú? ¿Tan bien tenías poderes?—Pregunto intrigada
Una parte de mi siente emoción porque creo que esta vez estoy realmente cerca de descubrir que soy, pero la otra parte de mi siente mucho miedo de que lo que descubra no me guste nada.
—No, pero los dos fuimos creados de la misma forma: Por medio de la magia—
Explica con simpleza—Nosotros no éramos muy bien recibidos por la las brujas debido a nuestras acciones pasadas, ellas nos odiaban tanto que decidieron unir su poder y juntas suplicarle a sus ancestros para que estos les enseñaran una forma para destruirnos
—¿Con los ancestros te refieres a brujas muertas?—Pregunto confundida él asiente—¿Qué les dijeron los ancestros?
—Dijeron que la única forma de derrotarnos era dejando atrás sus rivalidades y aliándose a licántropos y a algunos de los muchos vampiros que creamos.
—¿Y lo hicieron?
—Temporalmente—Eso es muy extraño, creía que a las brujas no le agradaban los vampiros y hombres lobos—Los ancestros les ordenaron a las brujas que realizaran un ritual en él que se sacrificara a una persona de cada facción
—Eso suena horrible y extraño, ¿Por qué querrían hacer algo así?
—Porque cuándo murieran las tres personas en el ritual, el poder de ellas sería almacenado en un lugar o mejor dicho en una persona.
—¿Por qué almacenar su poder en una persona? Eso las debilitaría.
—Ellas sabían que la única forma de derrotarnos era renunciar a una parte de su poder, así que luego del ritual, él poder de las brujas, la inmortalidad de los vampiros y la maldición de los licántropos, fue destinado a esa persona que las ayudaría a destruirnos.
—Lo que intentas decir es que esa persona es mitad vampiro, mitad bruja y mitad licántropo, ¿Cierto?—Murmuro confundida y él asiente—¿Qué pasó después?
—Tiempo más tarde, las brujas empezaron a tener visiones sobre una chica que con ojos marrones que cambiaban a un tono "Azul eléctrico".
Dejo de caminar y me quedo helada en mi lugar al escucharlo decir esa últimaoración. Esto no puede estar pasando, yo no puedo ser esa chica...
—¿Qué?—Pregunto incrédula
—Con el paso del tiempo, las brujas esparcieron el rumor de que cuándo nacieras sería el fin para toda criatura sobrenatural que se atreviera a derramar una gota de sangre, ellas dijeron que serías el fin para los vampiros e incluso quizás para los licántropos —Por primera vez habla en primera persona y ahora ya no suena cómo un estúpido cuento de hadas, suena real y sé que lo es—
—Yo no puedo ser esa chica—Niego incrédula—Yo no quiero matar a nadie, casi todos mis amigos son vampiros y tú no pareces ser tan malo, he conocido vampiros malos pero también he conocido vampiros buenos a los que no me gustaría matar—Murmuro preocupada tan rápido cómo me es posible hablar
—No tienes que hacerlo si no quieres, puedes tomar tus propias decisiones—
Asegura aunque algo en su mirada me hace dudar—Ellas no pueden controlarte, tú tienes mente propia, puedes ser y hacer todo lo que quieras
—¿Cómo lo sabes?—Pregunto no muy convencida
—Lo poco que se sobre las visiones de las brujas es que estás destinada a ser una reina, lider de cualquier aquelarre de brujas, alfa de los lobos y la lider de los vampiros
—Puedo ser una reina o una asesina, ¿Qué a las brujas no se les pudo ocurrir algo mejor?—Me quejo indignada y él me mira divertido
—Ellas no lo decidieron, incluso antes de nacer, ya habias forjado tu propio destino—Dice seguro—El cuál se basa en que los vampiros te temerían, los licántropos te obedecerían y las brujas te respetarían y alabarían
—Ni que fuera Rihanna, a ella deberían alabar—Digo burlona pero él recuerdo de cuándo curé a Elena con mi sangre pasa por mi mente y me pongo seria—Mi sangre cura a otros humanos, ¿Eso quiere decir que si muero seré un vampiro?
—Si, y si matas a alguien, activaras tú maldición—Explica y yo asiento con tranquilidad mientras seguimos caminando, esto es demasiado para asimilar pero temo que si le muestro lo asustada que estoy, se irá corriendo
—¿Qué quiere Klaus conmigo?—Me atrevo a preguntar realmente aterrada por su respuesta
—Para todos eres una leyenda que se creó para asustar a los vampiros, especialmente a Los Originales, Klaus no sabe que existes pero ten por seguro que si se entera va a quererte muerta, es por eso que voy a necesitar tu ayuda para atraerlo
—Asombroso—Digo irónica—Ahora él vampiro más letal de la historia no solo quiere matar a Elena sinó que también quiere matarme
Avanzo un poco más y casi ruedo de cabeza por las escaleras de la tumba, si no hubiera sido por que el brazo de Elijah me sujetó, probablemente me habría roto un hueso o algo peor, ¿En qué momento llegamos a la tumba? Estaba tan metida en la plática que no me di cuenta de dónde estaba parada
>>Gracias—Murmuro mientras bajamos, esta vez camino lentamente cuidando de no caer bajo la mirada divertida del Original, debe estar burlándose de mi en su interior
Entramos y yo escuchamos unos ruidos, él se adelanta mientras que yo me quedo quieta en mi lugar porque quiero hacer una entrada épica cómo en las películas
—Elijah—Escucho que murmura Katherine realmente aterrada
—Buenas noches, Katerina, gracias por tener el gran sentido de estar asustada—Le dice completamente serio para luego posar su mirada en Stefan—Han pedido que te liberemos
—¿Qué? ¿Quién?—Pregunta confundido el ojiverde
—Tu novia y la increíble chica que tienes enfrente—Digo divertida colocándome frente a él
—Skylar y Elena son exigentes pero los tres pudimos llegar a un acuerdo pacífico—Asegura Elijah
—¿Cómo lo libero?—Le pregunto a Elijah cuándo Stefan iba a quejarse
—Solo siente que es lo que quieres hacer—Dice mirándome fijamente—Imaginalo en tu mente, imagínate liberando a tu amigo
—Bien—Murmuro intranquila, pongo mis manos sobre el muro invisible que retiene a los vampiros y imagino que desaparece—Creo que no está funcionando—Me quejo frustrada cuándo noto que no pasa nada
—Eso es porque no estás lo suficientemente concentrada, tus poderes no tienen límites, tienes el poder de cada bruja que ha existido dentro de tí, no te limites, tu puedes hacerlo—Asegura el Original
«Yo puedo» Me repito mentalmente
Imagino detelladamente lo que quiero que pase y comienzo a sentir él poder corriendo por todo mi cuerpo hasta la palma de mis manos, veo una especie de poder azul salir de estas y en menos de un minuto la barrera se desvanece
—¡Lo logré!—Exclamo emocionada
—Gracias—Murmura Stefan saliendo de la tumba
Katherine trata de escapar, pero Elijah se pone frente a ella impidiendole él paso.
—El trato solo incluía a Stefan, tú sin embargo no te irás de aquí hasta que yo te lo diga—Ordena mirándola fijamente a los ojos—Cuándo venga Klaus, querrá saber exactamente dónde estás
Stefan mira la situación un tanto asustado y sale de la cueva, ya que no se supone que un vampiro pueda hipnotizar a otro vampiro, cosa que es exactamente lo que Elijah acaba de hacer. El Original le da una última mirada a Katherine antes de salir de la cueva seguido por mí
—¿Hay alguna posibilidad de que ya nos hayamos conocido antes?—Pregunto de repente y él niega—Es solo que hay algo en ti que me resulta muy familiar
—Lo recordaría—Me observa atentamente antes de dedicarme una sonrisa ladeada y desaparecer a velocidad vampírica, cosa que aprovecha Stefan para salir de entre los árboles con una sonrisa divertida
—No digas nada—Ordeno cruzándome de brazos—Solo fué una pregunta
—No iba a decir nada—Levanta sus manos en defenza, pero la sonrisa no se borra de su rostro—Tú y Elena tienen que explicar mucho
—¿Crees que si corro podré evitar que me regañes?—Pregunto divertida
—No lo creo—Asegura divertido—Sería una perdida de tiempo así que deberías empezar a hablar
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