Skylar
—Yo digo que vayamos con Pearl y aniquilemos al idiota que nos atacó anoche—Sugiere Damon mientras arregla el gran agujero en la pared que anoche unos de los vampiros que estaban en la tumba causaron al atacar a los Salvatore
—¿Y luego qué?—Inquiere Stefan—¿Volteamos con todos los vampiros y les pedimos perdón?
—No puedo creer que hicieras un trato con ella—Dice Elena cruzándose de brazos
—Mas bien fué un intercambio de información, no tenía opción, ella da miedo—Dice el ojiazul haciendo una mueca de terror—Además, me ayudará a que Katherine vuelva
—Claro que si—Se queja molesta la doppelganger—Damon obtiene lo que quiere, cómo siempre, sin importar a quién lastima
—No tienes que ponerte de mal humor—Digo rodando los ojos con fastidio
—Desperté esta mañana y supe que todos los vampiros salieron de la tumba—Exclama exasperada—Tengo derecho
—Yo también y no le gruño a todo lo que se mueve—Le recuerdo con obviedad—Mejor dicho, no le gruño a Damon
—Porque los dos son iguales—Dice mirandome mal—Extremadamente egoistas e impulsivos
—¿Hasta cuándo vas a culparme por convertir en vampiro a tu madre biológica?—Exclama harto el ojiazul antes de que pudiera contestarle a la perra, digo Elena
—No te culpo, he aceptado él hecho de que eres un psicópata egoista sin cualidad alguna—Dice irritada
—Esto no es muy productivo—Interviene el castaño—Necesitamos una manera de enfrentar a los vampiros
—La vamos a encontrar, ¿Cierto, Skylar?—Pregunta el pelinegro y yo asiento por lo que pone su mano en mi espalda baja y ambos nos vamos de la habitación mirando mal a Elena
Luego de que Damon y yo nos fuéramos a su habitación a pensar en una forma de vencer a los vampiros que quieren matarlos por alguna estúpida razón, Elena volvió a su cada y Stefan salió a cazar sus animales, se suponía que volvería pronto, pero se tardó más de lo habitual y cómo este no aparece, Damon está intentando llamar a Elena con desesperación, por muy extraño que parezca, está realmente preocupado por su hermano.
—A ti nunca va a contestarte—Digo obvia tomando mi teléfono para luego llamarle a Elena
—¿Qué quieres?—Pregunta molesta
—¿Stefan está contigo?
—No, ¿Por qué?
—Porque Damon y yo peleamos y estoy aburrida, no importa, adiós—Me despido para luego colgar
Lo mejor es no decirle nada para no preocuparla, ella no funciona muy bien bajo presión y sin importar que tan molesta esté con ella, no quiero que corra peligro. Damon y yo salimos fuera de la casa, nos subimos a su auto y él conduce hacia la casa en la que viven los vampiros que anteriormente estaban en la tumba
—Tú espera aquí—Ordena para luego bajarse del auto, e irse, los minutos pasan demasiado lento y cada vez me siento más preocupada sobre lo que pueda estar pasando dentro de la casa, veo la silueta de Damon caminar hacia dónde me encuentro, así que bajo del auto sin importar que haya un tormenta y me acerco a él—Lo tienen, no puedo entrar
—¿Por qué?—Pregunto confundida
—La dueña de la casa está hipnotizada para no dejarme entrar—Se queja
—Tú no puedes entrar, pero yo si—Le recuerdo tratando de avanzar hacia la casa pero me detiene
—No, no puedes.
—Claro que si—Ruedo los ojos e intento escapar, pero él es más fuerte y no logro hacer nada
—No pienso dejarte ir, no vas a entrar a una casa repleta de vampiros tú sola.
—¿Por qué hacen esto? ¿Qué es lo que quieren de Stefan?—Inquiero preocupada
—Venganza—Juro que escuché un trueno cuándo dijo eso—Ellos quieren venganza
—Damon, tenemos que hacer algo—Exclamo desesperada—Tenemos que sacarlo de ahí
—Lo sé—Afirma mientras toma mi rostro entre sus manos para calmarme y evitar que siga intentando escapar—Pero no se cómo sacarlo
—Si tuviera ayuda, ¿Me dejarías entrar?—Pregunto esperanzada
—¿Qué tienes en mente?—Inquiere curioso
—Conozco a cierto cazador vampiros con un anillo que lo vuelve prácticamente inmortal que nos sería útil.
—Si él acepta, te dejaré ayudar.
—No perdamos más tiempo entonces—Damon y yo volvemos a subirnos al auto y él conduce hacia la escuela para poder hablar con el profesor, al llegar a esta inmediatamente caminamos hacia el salón de historia con la intención de convencerlo—Te ves muy vivo
—No puedes lastimarme—Advierte el Profesor Saltzman
—Claro que puedo—Dice con una sonrisa malvada
—No, no puede—Interrumpo su hermosa plática—Necesitamos su ayuda, unos vampiros secuestraron a Stefan, lo tienen en una casa y Damon no puede entrar porque es vampiro y no fué invitado, yo iría pero...—Trato de explicar pero soy interrumpida
—Su vida si es valiosa—Dice el ojiazul y lo miro mal
—Vi lo qué pasó con el anillo, lo revivió, así que si entra no correrá peligro, por favor Profesor Saltzman, si su vida estuviera en riesgo jamás se lo pediría, en serio necesitamos su ayuda.
—Lo siento, Skylar, no es mi problema—Responde fulminando a Damon con la mirada
—Qué lástima, porque la mujer encargada de todo esto puede encotrar a tu esposa.
—No es cierto—Murmura desconfiado
—¿Eso crees? ¿Por qué no le preguntas tu mismo? Ya se, porque eres un cobarde, vamos, Sky—Damon me empuja hacia la salida, pero el profesor parece arrepentirse de su apresurada decisión, ya que vuelve a hablar:
—Esperen, los ayudaré—Dice sacando todas sus armas para cazar vampiros de abajo de su escritorio
—Profesor de día, cazavampiros de noche—Se burla Damon
—Eso te lo debo a tí.
—Bien, tu méteme y yo saco a Stefan—Le dice el pelinegro
—Que gran plan—Murmuro irónica tomando uno de los dardos tranquilizantes
—¿Qué estás haciendo?—Me preguntan al mismo tiempo
—Voy a ir con ustedes.
—Absolutamente no—Niega el pelinegro y lo miro mal
—Teníamos un trato, tengo poderes, puedo ser útil, yo entro, tú los distraes y saco a Stefan.
—Te van a matar.
—Voy a ir aunque no quieran y no pueden detenerme a menos que quieran que les cause un fuerte dolor de cabeza—Digo seria
—Si entras ahí no podré protegerte, Skylar—Exclama preocupado—No se cuántos vampiros habrá adentro y solo bastará un instante para que te arranquen la cabeza
—O yo a ellos, ya me han disparado, golpeado, lanzado y mordido, pero aquí estoy, viva, Stefan es mi amigo y le prometí a Lexi que lo cuidaría así que los espero en el auto—Salgo por la puerta antes de que alguien se queje, los tres repasamos el plan mientras que Damon conduce nuevamente hacia esa casa, al llegar, el Profesor Saltzman y yo tocamos el timbre para poder poner en marcha el plan
—Ah bien, alguien en casa—Dice feliz él humano a mi lado—¿Nos prestaría él teléfono?
—Nuestro auto se averió a unos kilómetros y es la única casa que vimos.
—Que suertudos—Dice serio el vampiro
—Si, eso pensamos—Afirmo con una sonrisa falsa—No hay problema, ¿O sí?
—Para nada—Responde haciéndose a un lado para que podamos entrar
—Muchas gracias, está lloviendo mucho afuera—Dice el Profesor Saltzman
—Billy muéstrale a los visitantes el teléfono de la cocina—Ordena a otro vampiro y este asiente para luego guiarnos hacia la cocina, dónde una mujer con mordidas en la muñeca prepara la comida
—Señora Gibbons, vinieron a usar su teléfono—Le explica a la pobre mujer, abro el grifo y dejo el agua correr mientras que Alaric toma un cuchillo y se lo clava al vampiro en el corazón
—¿Qué está pasando?—Pregunta asustada la señora
—Necesito que invite a un amigo a entrar—Pido mientras la tomo del brazo y abro la puerta trasera de la casa
—Ay que pena, él no puede entrar—Dice al ver al mayor de los Salvatore en la puerta, ruedo los ojos con fastidio y la empujo fuera de la casa, Damon le hace unas preguntas y luego le rompe el cuello
—Tenías que hipnotizarla—Se queja el castaño
—No funciona así—Se defiende el pelinegro
—Era humana—Dice molesto
—Y yo vampiro, no me importa, ahora lárgate—Ordena y el cazador sale muy molesto de la casa—Tú también
Ignoro a Damon y sigo caminado por él pasillo de la cocina, bajamos unas escaleras y llegamos a una especie de sótano vigilado por un vampiro al que Damon mata inmediatamente, abro la puerta y me acerco a dónde se encuentra un Stefan atado, debil y lleno de cortes y golpes en todo el cuerpo.
—Oh por dios—Exclamo tapando mi boca con mis manos
—¿Skylar?—Murmura debil—No deberías estar aquí
—No, pero es la persona más terca que conozco y posiblemente la más terca del planeta—Dice el vampiro a mi mado mientras trata de desatarlo—Verbena... Hazlo tú—Pide por lo que miro fijamente las sogas y estas caen al suelo—¿Puedes llegar al auto?—Me pregunta mientras salimos al pasillo del sótano y yo asiento mientras rodeo mis hombros con un brazo de Stefan porque aún está muy debil—Bueno, vete
—¿Qué vas a hacer tú?—Pregunto preocupada
—Tu rescata, yo distraigo, ese era el plan, ya vete.
—No mueras—Susurro casi inaudible y el ojiazul asiente, Stefan y yo subimos las escaleras y caminamos por unos pasillos hasta que logramos salir de la casa, ambos caminamos hasta el auto y lo ayudo a acomodarse en el asiento delantero, tomo las llaves de mi bolsillo para poder conducir, pero de repente un vampiro saca a Stefan por la ventana y comienza a golpearlo—Mierda—Murmuro abriendo la puerta y corriendo hacia los vampiros—¡No!—Grito desesperada cuándo el tipo le clava una rama en el estómago, corro hacia el sujeto y le clavo uno de los dardos que le saqué al Profesor Saltzman en el cuello—Lo siento, esto va a doler—Advierto acercándome a Stefan para luego sacarle la rama que tenía incrustada en el estómago, él castaño gime de dolor y se desmaya muy posiblemente por el dolor que le provoqué—¡Stefan! ¡Stefan despierta! Tengo que calmarme, tengo que calmarme—Respiro profundo y una idea se me viene a la mente
Me asusto un poco al ver al vampiro que secuestró a Stefan moverse, pero aún así miro fijamente mi mano y hago un corte profundo en mi palma con mis poderes, dejo caer unas gotas de sangre en la boca del vampiro, antes de que mi herida se cierre, y eso lo hace reaccionar, él abre sus ojos y al ver el líquido rojo aparta rápidamente la mirada, cómo intentando contenerse.
—Skylar... Por favor, corre—Suplica con preocupación, pero yo niego—Por favor
—Tienes que beber mi sangre, la necesitas para sanar—Afirmo y él niega intentando no ver—La última vez que un vampiro bebió mi sangre murió, pero esta vez va a ser diferente porque yo te dejo, Stefan
—No, tienes que huir—Dice tratando de evitar mirar la sangre
—No—Acerco mi muñeca, que ya no tiene nignuna herida, a su boca y él me mira indeciso—Confío en ti, Stefan
Toma mi muñeca entre sus manos y me muerde, en vez de sentir dolor, lo único que siento es miedo porque no quiero que le pase lo mismo que a Vicki, mientras succiona mi sangre me mentalizo en que él salga vivo de esta y no termine cómo la morena, Stefan separa mi muñeca de su boca con algo de brusquedad y luego mira tras de mi con molestia.
—Vé al auto—Ordena el ojiverde cuándo ve al vampiro tratar de atacarnos, su rostro adquiere unas oscuras venas bajo sus ojos y sus colmillos crecen notablemente, corre hacia el otro vampiro para luego tomar una rama del suelo y clavarle una rama repetidas veces en el corazón
—Stefan... ¡Stefan!—Exclamo su nombre con fuerza porque no parecía escucharme y el me mira confundido—Ya está muerto—Observa la rama entre sus manos y la lanza al suelo como si esta fuera su peor pesadilla para luego caminar hacia el auto, en el camino no decimos absolutamente nada, pero puedo ver en su mente el miedo de volverse un monstruo salvaje y herir a alguien
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