𝐸𝑠𝑐𝑎𝑝𝑒

Siempre estaría agradecida con los años que pasó con aquella familia. Todos esos significativos momentos que compartieron y que dejarían una huella en ella para siempre. Por todas las anécdotas que guardaría en lo más profundo de su ser, cada oportunidad que le fue dada y el apoyo que recibió en el pasado. Después de todo, aunque diera su mayor esfuerzo, no podía odiarlos. ¿Cómo odiar a quienes le permitieron formar su historia? Ellos habían sido el inicio de todo.

Se llevaba lo mejor de todos y cada uno, como una bella experiencia que había dado por concluida. Seguiría sus buenas enseñanzas sin importar a donde fuera.

En alguna otra época se habría echado para atrás en el momento justo, pondría su lealtad por encima todo y seguiría el camino que le es dictado. Y eso era lo que estaba haciendo, pero su lealtad ya no pertenecía a los Cullen, sino en donde se encontraba su corazón.

Sobó su garganta buscando alguna fisura en su piel, suspirando al no encontrar nada similar. No podía describir el sentimiento que la recorría ante lo que acababa de suceder. Luego de que ambos Cullen decidieran hacer aparición, las cosas no resultaron bien para nadie.

Lo último que recordaba eran los ojos dorados de su hermana observarla con una mezcla de rencor y dolor. Sus manos se abalanzaron hacia su cuello, tomándola y apretando de forma feroz. En una fracción de segundo, una ráfaga alejó a la chica de su cuerpo, dejándola en medio del campo mientras digería todo. 

A través del humo y aún desorientada, pudo visualizar a Alice intentando zafarse de las garras de Demetri, quien parecía susurrar palabras que no logró entender en ese momento ante tanta impresión. Por otro lado, estaban Felix y Jasper en medio de una reñida pelea por someter al otro.

La impetuosa colisión de los cuerpos de piedra y la opaca tiniebla no pasaron desapercibidos. A unos kilómetros, la disputa retumbó en los oídos de los invitados.

Los Denali intercambiaron miradas preocupadas con los novios, y estos hicieron lo mismo con el patriarca. Carlisle buscó a sus hijos entre la multitud, obteniendo un decepcionante resultado. Con disimulo, hizo un gesto hacia Rosalie y Emmett para que salieran en busca de los demás miembros de la familia. Manteniéndose en la ignorancia, con una sonrisa tranquilizadora explicó que todo se encontraba en orden y continuaron con la fiesta.

A lo lejos observó a Rose y Emmett perderse entre los árboles, yendo en busca del origen de aquel tormento. Soltó un suspiro intranquilo y se sobó la sien esperando que solo se tratara de otra discusión de su revoltosa familia. Sin siquiera imaginarlo, a partir de esa noche, el futuro de su clan cambiaría de manera drástica.

• • •

Darcy sintió unos fuertes y largos brazos sostenerla por detrás. Estos la arroparon de manera protectora y la levantaron del suelo, obligándola a poner los pies sobre la tierra y la mente despierta. Fue entonces cuando salió del trance y se dio cuenta de lo que sucedía a su alrededor.

Una grande rama casi chamuscada por completo, se deprendió de un pino por encima de su cabeza, pero nunca llegó hasta ella. Aquella mano la jaló haciéndola retroceder.

── Salgamos de aquí antes de que terminemos incinerados también. ── Habló fuerte, para que los otros dos escucharan.

Felix levantó la cabeza y observó a la persona detrás de Darcy con el entrecejo fruncido. Sus dos fornidos brazos sostenían a Jasper, que con todas las fuerzas de su cuerpo, intentaba luchar en vano. El más grande pasó su mano por la garganta del rubio echándola hacia atrás, hasta que el craqueo de la porcelana se hizo notar.

Los ojos de Alice se agrandaron y soltó un grito horrorizada. Por otra parte, Darcy observó el panorama sin intención de moverse un centímetro, no porque quisiera que Felix cumpliera su trabajo y terminara no sólo con Jasper, sino con los vampiros restantes; simplemente se contuvo de involucrarse. Ella ya había hecho un trato. Y ante sus ojos, ella dio lo mejor de sí para hacerlo a su manera, sin embargo sus planes se vieron distorsionados.

El encapuchado alejó la mano que reposaba en el hombro de la Cullen y se dirigió a Alice con pasos fuertes y notablemente molestos. Tapó su boca, aún forcejeando y le hizo una seña a Demetri. Obediente, el chico caminó hasta Darcy y la tomó de la muñeca sobresaltado.

── Vámonos, ellos se harán cargo. ── Sus oscuras cejas se arrugaron con amargura.

Darcy intercaló su vista entre los Volturi y los Cullen. Un sabor ácido inundó su boca y la inseguridad se apoderó de ella. No iba a retroceder, no ahora. Pero tampoco quería irse dejando un gran lío.

Demetri notó su rostro decaído, se paró frente a ella forzandola a ignorar lo que sucedía a sus espaldas, colocó una mano sobre su mejilla y la observó detenidamente con una pizca de comparación.

── Todo estará bien. Ambos le hicimos una promesa a alguien, ¿lo recuerdas? ── Su voz salió suave, cosa que sorprendió a ambos.

La rubia sacudió la cabeza alejando cualquier mal pensamiento y dejó caer esa carga invisible que le impedía continuar. Ambos asistieron con complicidad y se dispusieron a salir de la escena.

Acelerando sus pasos, esquivaron a toda costa las llamas que se expandían con gran rapidez, pero parecía imposible encontrar una salida. El bosque se iluminó a sobremanera. Buscaron un atajo y poco antes de cruzar el tronco qué le daba inicio al terreno, un par de figuras se dejaron ver.

Rosalie, con su precioso vestido lila y su cabello perfecto, como era costumbre, hacían contraste con la expresión abatida sobre su rostro. Emmett observaba sin terminar de entender. Lucían desilusionados, sin embargo, no estaban sorprendidos, pues sabían que tarde o temprano sucedería.

── Rose, Emmett...

── No te detendré. ── Comenzó la chica con un notable amargor en su voz. ── No seré egoísta y te obligaré a volver, porque aunque desearía que fuese así, no te privaré de tu felicidad.

── ¿Entonces no me guardarán rencor si decido abandonarlos? ── Retrocedió con un pequeño paso desconfiando de ellos.

── ¿Abandonarnos? ── Emmett negó con la cabeza y sonrió débil. ── No es la palabra que yo usaría. Simplemente has escuchado tu corazó y estoy tan feliz por ello. Siempre serás nuestra hermanita, sin importar el punto geográfico en el que te encuentres o el camino que decidas tomar. ── El chico envolvió sus manos con dulzura. ── Darcy... vive, tienes derecho a hacerlo. Conoce el mundo, arma y desarma tu vida a tu gusto; equivocate, enmiéndalo y aprende. A partir de ahora las consecuencias serán solamente tuyas.

── Si es esto lo que quieres, entonces nos moveremos de tu camino, pero promete algo.

Darcy miró a la pareja con el ceño fruncido, algo dentro de su pecho dolía pero mantuvo una postura firme y asintió ante las palabras de la rubia.

── No te metas en problemas. ── La menor se quedó en blanco. No tenía una respuesta para ellos.

Rosalie y Emmett se movieron en direcciones contrarios dejando el camino libre. Con la cabeza en alto, los nuevos compañeros de clan continuaron con su camino; Darcy sin saber a donde se dirigían y Demetri como guía. La chica echó un último vistazo hacia atrás y se detuvo.

── ¿Entonces todo está bien entre nosotros? ── Emmett pasó un brazo por encima de los hombros de su esposa y asientieron con una sonrisa caída. ── ¿Nos veremos otra vez... algún día?

── Sólo espero que sea en mejores circunstancias. ── En ese momento, la máscara de irrelevancia se resbaló del rostro de Darcy y se abalanzó hacia ambos sintiendo por última vez, la calidez de un abrazo familiar.

── Por favor, dale esto a Bree de mi parte. ── Se alejó como si tuviera prisa de hacerlo. ── Mi corazón es débil y yo una cobarde. ── Depositó un pequeño sobre en las manos de la chica.

── Estará devastada.

── Lo sé. ── Observó por encima de su hombro, aún escuchando el escándalo de Alice. ── ¿Estarán bien?

── Nos encargaremos. ── Rosalie sonrió con dulzura, sonrisas especialmente dedicadas a su pequeña hermana.

La joven asintió evitando las miradas, le hizo una seña a Demetri, tomando su brazo para entrelazarlos y sin más interrupciones, emprendieron su camino.

── ¡Rosalie! ── Retumbó la voz furiosa de Alice a escasos metros.

── Alice, detente. Relájate y regresemos con Carlisle. ── Rosalie se plantó frente a su hermana, evitando que diera un paso más.

── ¡Dense prisa, el territorio de los lobos está cerca y ellos no están muy felices por ello! ── Emmett hizo señas para que huyeran de una vez por todas. No sin antes dar una última mirada cargada de recelo hacia Demetri. ── Ten una buena vida.

── ¡No permitan que lo haga!, ¡no es lo correcto! ── Ladridos y gruñidos reclamaron entre la oscuridad del bosque.

El Volturi y la rubia se escabulleron, evitando a toda costa el fuego dejando atrás la pelea. Aunque Darcy fingió ignorar más palabras de la pelinegra, en su mente resonaba una y otra vez sus palabras.

── Vamos, haz eso que hiciste esa vez en Claro contra los neófitos. ── El chico dio un codazo insistente.

── ¿De qué hablas?

── Ya sabes... ── Darcy se mantuvo seria, aún sin detener el paso. ── Vamos, ¿de qué te sirve tener un don si no lo vas a usar?

── Cierra la boca y camina.

── Ciérrala tú.

── No es el momento. ── Felix y su acompañante aparecieron detrás y los tomaron con fuerza por la ropa, arrastrándolos con ellos.

Cada vez iban dejando más atrás el territorio Cullen y por asociación, Forks. La nube negra a causa del incendio era levemente visible a lo lejos, las estrellas se veían con menor intensidad y los primeros rayos del sol amenazaron con aparecer desde el este. Se dieron prisa y tan solo a pocos kilómetros se encontraron con el aeropuerto.

── Ahí esta Chelsea, andando.

Darcy permitió que el grupo se adelantara, dio un último vistazo sobre su espalda admirando lo que alguna vez fue su hogar. Guió su mano hasta cuello arrancando con firmeza la gargantilla que lo adornaba. Se trataba de un sello del clan Cullen. Sin pensarlo demasiado, dio un último adiós, despidiéndose de manera permanente y renunciando a ese estilo de vida. Cerrando esa hermosa pero dolorosa etapa, finalmente lo dejó caer sobre el asfalto.

𝗡𝗼𝘁𝗮:
Se nos dice que estos son días son para pasarlo con las personas que queremos, intercambiar buenos momentos y disfrutar. Hace solo unos meses comenzaba a escribir, algunos han estado conmigo desde entonces y otros recientemente llegaron aquí, de cualquier modo, estoy agradecida con todos y cada uno de ustedes: por su amabilidad y paciencia, por su apoyo y buenos comentarios. Les deseo una feliz Noche Buena y Navidad. 🤍


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