𝐸𝑙 𝑒𝑗𝑒𝑟𝑐𝑖𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑉𝑖𝑐𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎

Las vacaciones habían llegado de nuevo. Las familias normales iban de vieje, hacían fiestas, iban de compras pero ¿quién dijo que los Cullen eran normales?

Ahora a lo que se dedicaban era entrenar y perfeccionar sus movimientos de lucha.

Estaban totalmente entretenidos viendo la paliza que le daba Jasper a Emmett, esperando la llegada de la manada para poder iniciar así su adiestramiento.

── ¡Otra vez!

Darcy no era buena con el entrenamiento físico, sin embargo sus habilidades iban más allá de eso. Si bien no solía usar su don para batalla, no le sería complicado jugar con la mente de sus enemigos.

De entre los árboles surgió la manada Quileute, mostrándose a la defensiva y rechinando sus dientes. Eran lobos enormes, del tamaño de un humano y eran fuertes. Habían aceptado dar lucha al gran ejército que pensaba azotarlos, pero con el único fin de cuidar a Bella y a su comunidad.

── No tienen la confianza para mostrarse en su forma humana.

── Vinieron, es lo importante.

── Bienvenidos... Jasper tiene experiencia con neófitos, nos dirá como vencerlos.

── Quieren saber porque son diferentes los neófitos.

── Son mucho más fuertes que nosotros porque aún hay sangre en sus tejidos.

── Los nuestros siempre serán más peligrosos en sus primeros meses de vida.

── Ellos tienen razón, por eso son creados. Un ejército de neófitos no necesita tantos como un ejército humano y no hay ejército humano que pueda contra ellos.

── Uno, no permitan que los rodeen con sus brazos, romperán sus huesos y dos, no hagan las maniobras conocidas, las estarán esperando y ustedes perderán. ¡Emmett! No te contengas.

── Esa es mi especialidad. ── Respondió burlonamente.

El clan dio una gran demostración de sus habilidades en batalla, haciéndoles saber a los caninos que debían hacer y que no.

Por su puesto que Darcy se desanimó un poco al ver su poco progreso, temía que en el campo ella no fuera de mucha ayuda.

── Tal vez deba ser yo quien custodie de Bella mientras ustedes se ocupan de Victoria.

── ¿Por qué piensas eso?

── Tal vez debería aprender Kung fu ¿qué opinas? ── dijo haciendo un movimiento con la mano simulando un golpe.

── ¿Y que unos humanos te ganen? A mi me daría pena.

── ¡Emmett! No sé ni para que te cuento.

── Sólo bromeo ── contestó riendo ── Mira, eres pequeña y rápida, si eres inteligente sabrás utilizar tus habilidades a tu favor. Ellos podrán ser fuertes pero son estúpidos, no saben pelear.

── Yo tampoco.

── Para eso tienes un hermano que te va a enseñar.

𝗗𝗮𝗿𝗰𝘆 𝗛𝗮𝗹𝗲

Perfume de lobo. Era la estrategia para mantener oculta a Bella en medio de las montañas. Estaba nevando y sin duda alguna, para la humana sería difícil aguantar toda la noche en medio del frío y Jacob estaba extasiado por ello, tal vez encontraría la forma de sacarle provecho a la situación.

Esa misma mañana, Alice y yo decidimos hacer una visita en la casa Swan con la intención de engañar a Charlie. "Iremos de campamento con toda la familia". Eso fue lo que dijimos. Lo que Charlie no sabía es que estábamos salvándole la vida a su hija y por consecuencia a él.

Esa noche la familia saldría a cazar y a preparase para lo que estaba por venir. El día siguiente sería el quinto día, fecha límite que habían dado los Volturis y el día en que los Cullen acabaríamos de una vez por todas con Victoria.

En el campo, mi misión era camuflar. Esperando la llegada de los neófitos, siendo totalmente invisibles ante sus ojos. Los lobos acechaban desde el oscuro bosque detrás de nosotros, cada uno cuidando la espalda del otro.

Cuando los recién nacidos llegaron al campo lo encontraron vacío, estaban desorientados buscando meticulosamente entre los troncos. Antes de que uno pudiera accionar, la familia se aproximó a ellos dejándolos vulnerables.

Pedazos de porcelana volaron por todas partes; saltando sobre ellos y separando su cabeza de su cabeza de su cuerpo, mutilando y quemando a cada uno reduciendo así a la plaga. Pero Victoria y Riley no estaban ahí.

Un grito de dolor proveniente de la misma montaña en la que se encontraba la humana me alertó. Me acerqué a un cadaver inmóvil notando su melena roja esperando que se tratara de Victoria, pero estaba equivocada. Le informé al patriarca y éste le hizo una seña a uno de los lobos para que ayudara a la pareja que aún no regresaba.

── ¡Ya casi llegan! ── Alertó la vidente.

── ¿Cuánto tiempo?

── Unos minutos, tal vez diez.

── Bien, terminemos con esto.

── La manada debe irse, los Volturis no honrarán el tratado con ellos.

Uno de los sobrevivientes que quedaba, salió sin previo aviso con intenciones de atacar a Leah. Jacob fue más rápido, mordiendo y arañando el frío cuerpo del hombre. Sin embargo el neófito fue más ágil envolviendo con sus brazos y triturando gran parte de sus huesos.

── ¡Jacob!

── Aguanta, Carlisle te va a ayudar.

── Tiene gran parte del cuerpo fracturado.

── Idiota, ya lo tenía.

── ¡Leah!

── Jacob aquí estoy.

── Llevenselo, no ganaremos la pelea contra los Volturis.

La manada levantó el cuerpo desnudo del metamorfo y lo posicionaron sobre sus hombros para llevarlo de vuelta a la reserva.

── ¡Ya vienen!


Cuatro imponentes figuras se hicieron presentes. Era imposible no admitir el gran poder que transmitían. Su forma de caminar tan delicada y sus ropas elegantes que claramente gritaban ser de otra época. Bajaron sus capuchas con coordinación dejando ver sus rostros neutros y su mirada desinteresada.

Jane estaba extrañada al ver al clan intacto, sin haber perdido a alguno y tampoco lucían heridos. Fue así como se dio cuenta de que no lo habíamos hecho solos.

── Nunca había visto a un clan escapar de un ataque con éste.

── Tuvimos suerte.

── Eso lo dudo.

La rubia escaneó fríamente a cada uno de nosotros tratando de encontrar cualquier fallo para usarlo en su contra, luego arrugó su nariz como si percibiera algo.

── Parece que nos perdimos una buena buena pelea.

Presté mi atención hacia el chico, mirándolo con desconfianza luego de su sutil broma y después a Jane. La primera vez que la ví en Volterra no le dí mucha importancia, aunque ahora la notaba. Era chiquita, parecía ser un poco más alta que ella, además tenía un gran parecido a Alec y su voz era dura a diferencia de la de su hermano que era más tranquila. Su rostro era aterradoramente angelical y sus ojos rojos la hacian ver digna de una película de horror.

── Sí, no con frecuencia somos innecesarios.

── De haber llegado hace media hora habrían cumplido con su propósito.

── Que pena. Les faltó una. ── Sonrió con suficiencia al encontrar una nueva víctima.

── Le ofrecimos asilo si se daba por vencida.

── Tu no puedes ofrecer eso... ¿Por qué viniste?

La chica se encontraba muy asustada como para responder, ésto colmó la poca paciencia de la Volturi. La desconocida vio la sonrisa aniñada de la rubia y de pronto cayó al suelo agonizando de dolor, pidiendo ayuda y suplicando que se detuviera.

Desvíe la mirada hacia Carlisle con pena, pero no teniamos permitido hacer nada, únicamente esperar a que Jane terminara para poder auxiliar a la chica.

── No tienes que hacer eso, te dirá todo lo que quieras saber.

── Lo sé.

── Riley no nos lo dijo... dijo que nuestros pensamientos no eran seguros. ── Dijo con dificultad.

Jasper y yo la tomamos por los brazos para ayudarla a ponerse de pie, entrelazamos nuestras manos y formamos una barrera frente a ella para que no fuera vista.

── Por favor, permitan que se quede con nosotros y nos encargaremos de educarla. No causará problemas.

── Dale la oportunidad.

Mis ojos se encontraron con los del gemelo y supliqué con la mirada, aún con la esperanza de que le perdonaran la vida a la recién nacida.

── Los Volturis no dan segundas oportunidades téngalo en mente. A Caius le encantará saber que sigues siendo humana.

── Se eligió el día.

── Felix, encárgate. Quiero ir a casa.

── Jane ── su hermano puso una mano adelante ── nuestro trabajo aquí ha terminado. El ejército ya fue aniquilado.

Jane lo observó con rabia en sus ojos, le había llevado la contraria y se sintió humillada. No tuvo tiempo de decir nada, Felix volvió a su lugar dándole así una oportunidada Bree Tanner.

𝗡𝗼𝘁𝗮:
No podía permitirme matar a Bree luego de leer "La segunda vida de Bree Tanner". Me gustaría dedicar un capítulo para darle profundidad no sólo a su historia sino también a formar la relación con la familia Cullen.

Por cierto, ¿cuál es su película de Crepúsculo favorita? La mía justamente es Eclipse.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top