𝐎𝟐. 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐨𝐬𝐚𝐥

+ 3O votos y 1O comentarios para desbloquear el siguiente capítulo.

✩*⢄⢁✧ --------- ✧⡈⡠*✩

Era algo demasiado raro y fuera de lo normal para aquellos dos adultos, quienes se encontraban sentados en la sala de estar junto a su amigo All Might. Ambos estaban algo extrañados después de oír la declaración del héroe número uno, cosa que les causó mucha curiosidad. Pues, Endeavor los había invitado a cenar ese día a su casa. ¿Por qué se les hacía raro eso? Se les hacía raro porque Enji era alguien que no hablaba mucho, solamente si era estrictamente necesario, como por ejemplo: las misiones. Ninguno de los dos había intercambiado alguna palabra fuera de temas de trabajo con él.

Por otro lado, Reiko despertó cierto interés en el héroe cuando escuchó que trabajó en equipo junto a su hijo, cosa que le alegro de cierta manera.

Al principio, él no pensó en tener otro hijo cuando Touya nació. Se dio cuenta que todo lo que quería para vencer a All Might lo tenía su primogénito. Era una copia exacta a él, y a pesar de no tener el don de su madre, era perfecto. Touya contaba con unas llamas más poderosas que las de él. No podía imaginar el excelente héroe que sería si dominaba su don al 100%.

Pero esa ilusión se vino abajo, cuando un día, Touya se quejó en uno de los entrenamientos. Se dio cuenta de forma inmediata que tenía un par de quemaduras en los brazos, las cuales estaban recién hechas. El menor le resto importancia al asunto; conforme las quemaduras eran más frecuentes, Endeavor decidió dejar los entrenamientos con Touya, así no le podría suceder algo peor. Esto lo llevó a tener otro hijo. Pero para su desgracia, Fuyumi nació solamente con el don de su madre. Luego nació Natsuo, quien tuvo la misma suerte que Fuyumi. Hasta que un día, nació Shoto, su prodigio y tesoro. Aquel niño había nacido con ambos dones. Ahora que tenía la perfección no necesitaba a los demás. Aunque para su parecer, sería una pérdida si dejara que Touya no fuera un héroe.

Ahora, aquí es donde entra Reiko.

Si pudieron trabajar juntos una vez, ¿por qué no podrían hacerlo de nuevo? A juzgar por el tono utilizado por All Might al contárselo, supo que lo habían hecho bien. La hija de Ren jugaría un gran papel como el complemento perfecto de Touya, aunque en el fondo no le agradará mucho, ya que para él, trabajar en equipo no es solamente más que demostrar que eres débil. ¿Por qué alguien necesitaría de alguien más si es lo suficientemente fuerte? Pero al final, todo lo hacía por Touya.

Preparó todo con sumo cuidado desde la noche anterior. Se tomó el tiempo de pensar en que decir y cómo actuar enfrente de los Nishimura para convencerlos completamente.

Ambas familias estaban emocionadas y expectantes por el encuentro de esa noche. Pero quienes estaban más emocionados por el encuentro eran Touya y Reiko. Aquellos dos pequeños estaban realmente impacientes por ver al otro. Touya no podía esperar para que aquellos ojos tan lindos, que transmitían paz infinita lo miraran de nuevo; Reiko no esperaba ver a Touya, ver su sonrisa y tener la oportunidad de abrazarlo nuevamente. A pesar de que se conocieron hace poco, ya se extrañaban. La conexión fue tan fuerte que ocasiona este tipo de cosas entre ellos.

Actualmente, la familia Nishimura se encontraba enfrente de la residencia de los Todoroki, esperando que alguien les abriera. No esperaron demasiado, debido a que la ama de llaves les abrió casi de inmediato. Les saludo con una reverencia, cosa que también la familia hizo. Luego, los guió hacia la entrada, en donde se encontraba la familia Todoroki. Endeavor los recibió de una manera cálida en la vivienda, estrechando manos con Ren y regalándo una reverencia a Reiko y Nara. Las susodichas esbozaron una pequeña sonrisa e hicieron una reverencia de igual manera.

Los ojos de la menor divagaron por el lugar, observando con detalle aquella casa. Era de estilo occidental, muy grande, con vegetación a cada lado y los colores que predominaban eran el blanco, gris y verde muy oscuro. La menor pensó en que tendrían una casa con un estilo moderno, pero al parecer, a ellos no les gustaba eso.

Pronto, Enji los invitó a pasar al interior de su morada. Reiko buscó con la mirada a Touya, emocionada por verle. Sus ojos no tardaron mucho en conectar con los del mayor, causando que una sonrisa algo tímida se dibujara en sus labios. De igual manera, Touya esbozó una sonrisa mientras miraba a la Nishimura. Su hermano, Natsuo, notó lo sonriente que estaba de repente, cosa que se le hizo rara. Siempre que venían visitas a casa, tendía a estar serio y sonreír de manera forzada. Otra de las cosas que noto era un brillo algo inusual en su mirada, de hecho, su mirada era inusual. Arqueo una ceja, pensando en si su hermano ya había conocido de manera previa a aquella niña, o simplemente fue amor a primera vista. Ahora iba a ser más observador, no iba a pronunciar palabra alguna.

Poco tiempo después, todos los presentes se encontraban en la mesa. Endeavor se posicionó en la cabecera; a su diestra se encontraba Rei, seguido, se encontraba Touya, Natsuo, Fuyumi y Shoto. A su zurda se sentó Ren, Nara y Reiko.

La mesa estaba lista, con los platos humeantes delante de ellos; entre esos, se encontraban estos platillos: takoyakis, onigiris, gyozas, soba y katsudon. También había cerdo deliciosamente cocinado con salsa agridulce y arroz. Los tazones estaban alineados de manera perfecta, junto a un par de palillos descansando encima de una servilleta.

—Buen provecho.—dijo el patriarca, juntando las manos y haciendo una pequeña reverencia a la comida. Todos los presentes hicieron lo mismo, comenzando a servirse y probar la comida que yacía enfrente de ellos.

Esa era una de las pocas veces que no había un ambiente tan tenso, sino que era uno más relajado. Ren mantenía una conversación con Enji sobre algunas misiones y villanos. Por otro lado, Rei y Nara hablaban de manera animada, compartiendo un buen tiempo. Los infantes presentes solo se limitaban a escuchar y disfrutar su comida.

Al terminar la deliciosa cena, el patriarca estaba dispuesto a hablar con los padres de la menor. Enji miró a Rei, y la albina sabía lo que tenía que hacer.

—Touya, cariño, ve a jugar con tus hermanos e invita a Reiko. Los adultos van a hablar de temas que los niños no pueden escuchar.—Rei dio la instrucción en voz baja, casi era como un susurro.

—Claro, lo haré.—acto seguido, Touya tocó el brazo de Natsuo, y con un movimiento de su cabeza le indico que se tenían que ir a otro lugar. El albino entendió de inmediato, avisándole a sus otros hermanos.

Los Todoroki se levantaron de la mesa; Touya se acercó hasta donde se encontraba Reiko, le extendió su mano y esbozó una sonrisa.

—Vamos a jugar. Te prometo que te vas a divertir.—Reiko, sin dudar en algún momento, tomó la mano de su amigo, entrelazando sus dedos y disfrutando de la calidez que transmitía el tacto. Así, ambos niños le siguieron el paso al resto de los Todoroki, dejando a solas a los adultos.

—Bien, ahora podemos hablar.—inició Enji—La razón por la cual los cité es por su hija y mi hijo. Me di cuenta que ellos trabajan bien en equipo, es decir, se complementan realmente bien. Touya, mi primogénito, cuenta con un don realmente fuerte, pero tiene ciertas…dificultades para controlarlo.—el héroe se sentía confiado; supo que captó la atención de los Nishimura—Así que, les propongo algo. Un par de días a la semana Touya entrenará junto a Reiko y All Might, así mismo, Reiko entrenará junto a mi y Touya. Si aceptan esto, le aseguraré la entrada a la UA a su hija cuando sea tiempo de que entre ahí. También tendrá el privilegio de que yo la reciba en mi agencia. No importa si su hija no tiene un don de fuego, igualmente la entrenare para que sea alguien fuerte.

Cuando el héroe terminó de hablar, un gran silencio invadió la habitación. Para Ren, era una muy buena oferta, y eso que sentía que ellos contribuyen muy poco en todo eso. Pero en el fondo, Ren quiere que su hija haga sus prácticas en su agencia, así la tendrá cerca y segura. No duda en la seguridad que le podría proporcionar Enji, sino, que simplemente no quería que estuviera con alguien más. Pero vamos, es el héroe número dos. Fácilmente Reiko podría ejercer de mejor y de una manera más rápida su carrera como héroe.

Volteo a ver a su esposa, buscando si aprobaba aquella oferta. Nara, al hacer contacto visual con su esposo, asintió, dando a entender que aprobaba aquello.

—Pueden pensarlo, no tienen que acepta-

—Lamento la interrupción, pero si aceptamos. Confío en tus habilidades como tú confías en que vamos a entrenar bien a tu hijo.

—Me parece perfecto, Ren. Espero que no te arrepientas.

—Nunca. Te lo agradezco.

Endeavor esbozó una sonrisa triunfante. Se sentía realmente orgulloso de sí mismo por haber conseguido lo que quería.

Los menores se encontraban en el patio trasero, el cual era bastante grande. Reiko quedó anonadada al verlo.

—Bueno, es tiempo de presentarnos. Apuesto que seremos grandes amigos, pero primero, debemos saber nuestros nombres.—Natsuo le regaló una sonrisa de oreja a oreja a Reiko, quien aún tenía su mano entrelazada con la de Touya. Al principio, Reiko podía ser algo tímida. Se sentía segura al lado del pelirrojo, y por eso, no se apartaba de su lado.

—Opinó lo mismo que Natsuo. Ya me canse de ser la única niña en casa. ¡Imagina si papá deja que vengas seguido! Sería genial. Nunca deja que alguna de mis compañeras venga a casa a jugar. Aguantar a estos dos es difícil.—habló con franqueza, cosa que causó que Reiko sonriera un poco.

—Bueno, como ya sabes, el es Natsuo.—Touya comenzó a introducir a sus hermanos—Ella es Fuyumi, y el bicolor es Shoto. Es algo callado como tú.

—Es un gusto. Yo me llamo Reiko.

—¡Lindo nombre!—exclamó Fuyumi, ganándose una sonrisa algo tímida de la contraria.

—Lo es.—añadió Touya, causando que Natsuo arqueara una de sus cejas. ¿Desde cuándo es así con las niñas? Suele ser serio y reservado con la mayoría.

Dejando eso de lado por un momento, decidió hacer algo con Reiko para no estar tan aburridos.

—¡Deberíamos hacer una pequeña demostración de nuestros dones! Te va a encantar el Touya. En mi opinión es el mejor además del de Shoto.

—Natsuo, no. Recuerda lo que nos dice mamá.

—No jugaremos con ellos, solamente los mostraremos.

—Para mi es lo mismo.

—No lo es.

—A mi no me molesta.—dijo la menor—Pero si no se puede…

—¡Claro que se puede! Fuyumi es algo aburrida…ya sabes.

—¡Oye!

—¿Qué? Digo la verdad.

—Bueno, basta.—intervino Touya—¿No les da pena pelear enfrente de Reiko, hija de los invitados de papá?—ambos albinos se miraron por unos momentos, guardando silencio—Si quieres, puedes mostrarnos, y si no, pues no lo hagas. Igualmente yo ya lo vi.—una pequeña sonrisa burlona apareció en sus labios al hacer contacto visual con Natsuo, quien frunció el ceño y le sacó la lengua.

—Lo haré, entonces. Hay algo que no has visto.—en ese momento, Reiko extendió su mano, y poco a poco pequeños destellos y constelaciones aparecieron en la palma de su mano. Mientras esto ocurría, su cabello se tornó tan oscuro como la noche que los rodeaba, y sus ojos reflejaban el firmamento de estrellas más brillante. Pronto, una estrella levitaba sobre su mano. Era de color turquesa y brillaba mucho. Era una nueva habilidad que desarrolló hace poco, pero que ha ido perfeccionando en secreto. Aún no sabe qué hacer exactamente con las estrellas. Lo único que puede hacer es cambiar el color. La hizo de ese color por los ojos de Touya.

—¡Es increíble! ¿Ese es tu don? ¿Crear estrellas?—el albino estaba anonadado al ver el don de Reiko.

—Puedo hacer otras cosas también.

—Me recuerda mucho a Supernova.—el albino hizo una pequeña pausa.—Realmente eres genial, ¡tan genial como Touya!

—¿Enserio?

—¡Si!—Natsuo volteo a ver a su hermano, teniendo una gran sonrisa en el rostro, claramente emocionado—¡Muestrale lo que puedes hacer, Touya!

—Es suficiente con el don de Reiko. Recuerda que el de Touya es de fuego.—dijo la albina, algo preocupada.

—No seas aguafiestas, Yumi. Solo será una pequeña demostración, además, Touya puede controlar sus llamas mejor que antes, ¿no es así?—el mayor asintió, dudando si debería hacerlo, ya que no quería quebrantar una de las reglas de casa. Pero todo eso se desvaneció cuando miro a Reiko, quien tenía una mirada de pura ilusión. No quería quedar mal…además, como dijo Natsuo, es una pequeña demostración.

Lo siguiente que realizó el mayor fue extender su brazo, abrir la palma de su mano y concentrarse en las llamas que iban a emerger de la palma de su mano. Una llama de mediano tamaño emergió de él, siendo una muy brillante y del color habitual de una llama. De pronto, aquellas llamas de color naranja comenzaron a intercalar con unas de color azul, haciendo de aquel pequeño acto un espectáculo único. El mayor aprovechó que tenía la atención de la menor fija en él, así que creó una estrella, tan similar a la de ella. Realmente era algo tan bonito. Reiko se emocionó al ver esto, sabiendo de inmediato que recreó algo que ella hizo.

—¡Touya, eres increíble! Vas a ser un gran héroe cuando seas grande.

—¿Verdad que sí? ¡Yo siempre se lo digo!

—Tienes un gran potencial.—añadió de último la menor. Touya sonrió, pero esta vez tenía una pizca de tristeza en su semblante. Realmente quería ser fuerte y por eso seguía entrenando. Pero a veces dudaba si en el futuro iba a lograr ser el héroe que tanto anhelaba ser. Ojalá fuera así.

—¿Dije algo malo?—la menor bajó la mirada, claramente apenada. Su intención no era hacerlo sentir mal, al contrario, quería hacerlo sentir bien.

—No, simplemente no sé si seré un héroe tan genial como dices. Aunque espero que sí.

—¿¡Cómo que no!? ¡Tienes un poder increíble!

—No aguanto mis propias llamas. Ayer lo pudiste ver.

Reiko sintió como su corazón dolía al ver a Touya triste. Siempre quería que sonriera. Sin pensarlo, se acercó a él, tomando sus manos entre las suyas y conectando sus miradas. Quería hacerle saber que siempre estaría para él, aunque no se lo dijera con palabras.

—Cree en ti mismo, Touya. Haré tiempo durante mi día a día para entrenar contigo, así podrás ser el mejor héroe de todos.—la menor lo atrajo a ella, rodeándolo con un dulce y acogedor abrazo. De pronto, un silencio cubrió el lugar. Los ojos de Touya se cristalizaron poco a poco, apretando sus labios para no llorar en ese momento. Abrazo a Reiko con todas sus fuerzas, sintiéndose seguro en ese momento.

Natsuo, Fuyumi y Shoto admiraron la escena. La albina fue la primera en acercarse, abrazando a su hermano de igual manera como lo abrazaba Reiko. Se dio cuenta que casi nunca le decía ese tipo de palabras a su hermano. Entonces, si no lo decía, al menos tendría que demostrarle que estaba ahí para él. Shoto se acercó de igual manera, aunque fuera raro de él. Por último, Natsuo, admiro la escena un poco más antes de hacer lo mismo que sus hermanos. Se dio cuenta del porqué Touya la miraba de esa forma tan especial a Reiko.

Los menores abrazaban al mayor mientras que la brisa nocturna acariciaba sus rostros y removía sus cabelleras. El mayor disfrutaba tener a personas dispuestas a estar para él, para apoyarlo durante su travesía a ser héroe. Abrazaba a Reiko con fuerza, apretando su agarre de manera leve, como si no quisiera que ella se separara de él. También sentía como una sensación cálida se instalaba en su pecho gracias a que sus hermanos también le abrazaban con un profundo cariño. Deseaba que este tipo de cosas nunca acabarán. Que todos los días fueran felices. Como desearía que su padre ya no fuera el bastardo que es, para que por fin, pueda vivir en paz junto a sus hermanos y madre.

Luego de ese momento algo melancólico, los menores decidieron jugar para pasar un buen rato.

—Hagamos competencias de figuras.—sugirió el albino, sonriendo ampliamente—Esta vez te voy a ganar, Touya.—mencionó, sonriendo de una manera confiada. Muchas veces jugaron eso, pero la mayoría de veces Touya ganaba.

—Bien. Pero esta vez, Reiko será la que elija quien lo ha hecho mejor.

—¡Si!—la menor sonrió, emocionada por el importante cargo que tendría.

—De una. Comencemos.

Así, ambos Todoroki comenzaron a crear figuras. Primero Natsuo decidió hacer un muñeco de nieve, algo simple pero bonito. No le llevó mucho tiempo realizar esto, ya que había practicado mucho esto. Realmente quería ganarle a Touya esta vez. Por otro lado, el mayor logro hacer una mariposa de color carmesí. Era una obra de arte. Logró que las alas de la mariposa revolotearan, gracias al manejo de sus llamas.

Nishimura estaba algo indecisa a la hora de elegir cuál era el mejor, ya que ambos le parecían increíbles. Natsuo agregó un par de detalles al muñeco de nieve, como una bufanda mini y un gorro navideño. Pero la mariposa de Touya era realmente bonita. Además, el insecto era una de sus cosas favoritas. Finalmente, dio su veredicto, apuntando a que Touya fue el ganador.

Por un poco más de tiempo, los menores se mantuvieron jugando de esa manera. La mayoría de veces Touya ganaba, y muy pocas veces Natsuo era el que lograba ganar. Un par de risas se escapaban de los labios de Shoto y Fuyumi al ver las caras tan graciosas que hacía su hermano al enojarse y tratar de ocultarlo.

—¡Para mí, había preferencia!—se quejó, cruzando los brazos y haciendo un puchero.

—No seas llorón, Natsu. Solo acepta que yo soy el mejor.

—Tus figuras también eran muy buenas. Pienso que los dos son muy buenos.—la menor se acercó a Natsuo, dándole un par de palmadas en la espalda—La próxima vez ganarás de seguro; no te enojes por eso.

—Bien.

Los menores continuaron jugando y compartiendo risas. Todos sabían que iban a ser muy buenos amigos. Hubo conexión casi inmediata entre todos ellos. Natsuo estaba en lo correcto al decir que iban a ser grandes amigos.

Al final de la noche, cuando el reloj casi marcaba medianoche, los Nishimura decidieron abandonar la morada de los Todoroki. La familia, de manera gustosa, los acompañó hasta la salida. Touya estaba enfrente de sus padres, simplemente para ver por última vez a Reiko ese día. Se despidió con una sonrisa, la cual fue correspondida con otra de parte de la menor.

Después de despedir a la familia Nishimura, los menores ayudaron a su madre a levantar la mesa y a limpiar los platos.

Mientras Touya recogía los últimos platos, Enji apareció.

—Acuéstate temprano hoy y asegúrate de descansar bien. Mañana temprano irás a entrenar con Reiko. Ahora entrenaras con ella un día, y otro ella vendrá a entrenar aquí.—al terminar la oración, el menor esbozó una pequeña sonrisa y trató de ocultar su emoción. No quería estropearlo todo, como por ejemplo: hacer creer a su padre que él gustaba de Reiko, para que después no le permitiera verla. Odiaba que su padre fuera así. Una vez le prohibió ver a una de sus compañeras—debido a que se enteró que él gustaba de ella—, solamente porque la vio como una distracción.

De igual manera, él no gustaba de Reiko.

Oh eso creía.

—Claro, padre.

—Espero que entrenes bien y no me dejes mal. Recuerda, vas a reflejar lo que te he enseñado.—el mayor recibió un asentimiento por parte de su hijo. Luego, Enji se retiró de la habitación. Cuando se fue, Touya se dio el lujo de sonreír ampliamente al pensar que verja a Reiko seguido.

Tendrá a Reiko al lado de él siempre. Claramente iba a disfrutar más los entrenamientos, de ahora en adelante.

























































Ojalá nunca te vayas de mi lado, Reiko.


Disculpen la tardanza, su querida escritora esta ocupada con el colegio 😔

Espero que les haya gustado<3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top