◇O6
Revistas, noticias, en redes sociales hablaban del matrimonio del alfa Min YoonGi
Jimin no se podía creer que toda la noticia estaba dando vueltas por todo Corea. En la mañana despertó como siempre, le preparo el desayuno a su prometido y después miró su móvil, donde se enteró de que el Alfa se casaría con un desconocido Omega.
Obvio la noticia lo impactó demasiado, porque ese Omega es él.
Jungkook lo llenó de preguntas de quién era el Omega, obvio Jimin no le contó nada porque tenía miedo a su reacción. Ni siquiera pudo ir a ver a la señora Jeon cuando fue operada, más los interrogatorios de Sooyoung.
Estos días al lado del alfa se dio cuenta Jimin que no podía vivir con alguien como él, era súper frío, distante y cuando quería era amable.
Dejo salir un suspiro mirando las maletas. Sí maletas. Tenían un viaje a Daegu por la mañana. Según lo que le contó el Alfa fue que visitarán al abuelo del Alfa en su mansión. Quería conocer al Omega con quién se casará su nieto, le daría la aprobación.
Tenía un poco de miedo el rubio, conocer a la familia era aterrador. No se sentía preparado para ello, temía regarla en grande, no es un Omega de alta alcurnia, es sólo Jimin.
─¿Por qué estás cosas me pasan a mí?. Espero al menos llevarme bien con él. ─Siguió en lo suyo recordando para qué sirve cada cubierto.
YoonGi estaba con su mejor amigo en su oficina, ya casi era hora de cenar así que se puso de pie para ir a hacer algo rico para los dos alfas. Eso lo distraía de su mundo caótico.
TaeHyung negaba ante lo que su mejor amigo le decía, le parecía algo cruel retener al rubio a su lado para siempre.
─Él ya aceptó, ¿por qué me reclamas? ─Toma su pluma firmando los papeles que les quedaban.
─Creo que es injusto, tanto para él como para ti. Escucha. Sé que tienes miedo a quedar solo y quieres la familia que crees que no conseguirás, pero no es así. Encontrarás el amor, a tu Omega destinado.
─Cállate. ─En tono de advertencia le dice.
─¿Qué tal si encuentras a tu omega destinado y ¿qué harás con ese rubio?, ¿lo desecharas como basura?
Deja los papeles para mirar a su mejor amigo.
─Si lo llego a encontrar, no creo que se quede conmigo. Sólo mírame. Soy horrible. ─ Le señala el rostro─ Si no tienes nada más que decir será mejor que te vayas, no quiero hablar más del tema.
El Alfa castaño se negaba a los pensamientos de su amigo, no quería que fuese infeliz y menos ese rubio que parece tenerle miedo.
─Está bien, me voy. Aun así pienso eso, haz lo que quieras, pero si es al revés y ese Omega encuentra su destinado, se irá de tu vida así lo pongas en una jaula. Cada día te pareces más a tu abuelo.
─¡Lárgate! ─gruñe gritando el Alfa.
TaeHyung sabía que cruzó la línea al decir eso, más no se arrepintió. Tomó sus cosas y salió de ahí. El Alfa olió el delicioso olor a comida, realmente sus tripas gruñeron del hambre, pero no iba a quedarse a cenar. No después de la discusión que tuvo con su mejor amigo, por su culpa.
La voz del Omega detuvo su andar.
─¿No se quedará a cenar?, prepare pasta con albóndigas con crema de elote.
Taehyung niega, abriendo la puerta.
─Gracias, pero cenaré en mi casa.
─Está bien, que tenga una linda noche. ─ No insistió más.
Suspiro el Omega caminando a la cocina. El Alfa sabía que ese pobre Omega sufriría mucho con su mejor amigo, estaba seguro de que esto era una mala idea, aun así no quiere meterse si su amigo no quería entender, con su abuelo sería suficiente.
Jimin noto su seriedad, había oído el grito hasta la cocina, no supo qué pasó ahí, algo serio debió pasar. Suspiró poniendo los platos dejando la comida ya servida, subió al piso de arriba para visar al Alfa que ya está la cena.
Tocó recibiendo Pase, entró mirando al pelinegro muy serio mirando esos papeles.
─Señor... YoonGi, la cena está servida. ─el Alfa le había dicho que dejará de decirle señor Min, que comenzará a llamarle por su nombre, le era tan difícil.
─En un momento voy Park, pero antes de que te vayas ven aquí.
Lo llama. El rubio se acerca lentamente adónde el Alfa, olfatea su aroma a menta fresca, cosa que le asustaba un poco porque a su lobo le gustaba su olor.
Min toma su mano pequeña sentándolo en su regazo, cosa que asustó al rubio e incómodo. Acaricia su mejilla donde dejó sus garras clavadas, no debió hacer eso y él lo sabía. El cuerpo del Omega temblaba, ver ese ojo gris y el ojo ciego le daban escalofríos, le recordaron cuando fue ahorcado por él, donde miro odio mucho odio.
─¿Me tienes miedo?.
Le pregunta sin quitar la mirada del Omega. Él niega lentamente.
─¿Por qué no me respondes?, ¿es mi rostro?, ¿es por eso? ─Volvió a negar el rubio.
Para nada era su rostro, no lo miraba feo o algo si, sólo que lo que le hizo es algo que no puede borrar fácilmente de su cabeza. No supo qué responderle, tenía miedo.
─La.. La Cena se enfriará. ─Fue lo único que logro decir.
Estaba seguro el Alfa que sonó como una excusa para no responderle, estaba seguro de que le parecía un monstruo al Omega. Lo quita de su regazo poniéndose de pie, abre el cajón izquierdo tomando una cajita de terciopelo color púrpura.
Era exactamente lo que faltaba para hacer esto más oficial.
─Mañana iremos a ver a mi abuelo ─comienza a decir, mirando fijamente la cajita─, mi abuelo es alguien muy especial y no me refiero que signifique mucho para mí. ─abre la cajita dejando ver un hermoso anillo de diamantes─ Este anillo que adornará tú dedo anular de hoy en adelante. Mi abuelo es listo, y sabrá que algo extraño pasa, con ese anillo no dudará más.
Le entrega una hoja de papel y le coloca el anillo sin ningún tipo de tacto. El rubio lo miro y la verdad para él, es muy hermoso. Si dedo tiene un anillo hermoso, sonríe feliz.
─¿Qué es la hoja?.
─Son cosas que debes saber de mí, yo sé todo de ti en parte lo que investigue. Quiero que te aprendas eso para mañana, al menos algunas.
Eran muchas las cosas, sin embargo tampoco era algo difícil.
─Entiendo.
─Nos iremos a las 7 de la mañana, no quiero tráfico. Ahora vamos a cenar, que muero de hambre.
Se retira. El rubio mira el anillo en su dedo con la hoja de papel con toda la información. Tenía un mal presentimiento de aquella visita a Daegu.
Siempre las tenía y tal vez no estaba tan mal.
A la mañana siguiente el alfa como el Omega dieron camino a Daegu. Jimin tenía sueño, mucho sueño, ya que casi no durmió bien por repasar la hoja. El Alfa tenía tantas cosas que le gustaban y no le gustaban, aun así logró aprenderse las suficientes.
Durante el camino no dijeron nada, Jimin miraba su anillo el cual era muy hermoso jamás había visto una igual. Se sentía especial de alguna manera, Aunque todo esto era a la fuerza, ni siquiera se lo pidieron cómo era debido, sólo le puso el anillo como si no valiera nada.
Mínimo esperaba una cena romántica y que le propusiera un lindo matrimonio, pero no fue como lo llegó a imaginar, nada fue como llegó a imaginar.
Al llegar el rubio estaba dormido en el asiento recargado en el hombro del alfa, cosa que dejó pasar, el Omega se miraba tierno dormido. El auto estacionó en la gran mansión, los guardias abrieron las puertas para qué salieran no sin antes saludar a Alfa con una gran reverencia.
Jimin seguía dormido.
─Cariño, llegamos. ─Las palabras cariñosas no eran lo de él, pero tenían que fingir bien.
Jimin bosteza mirado que llegaron, miro la mansión fíjate frente a él, parecía como los k-dramas que miraba con Jungkook, era totalmente enorme.
Bajan del auto y YoonGi lo toma de la mano, eso hizo sentir al Omega una sensación extraña en su vientre. Los empleados estaban en una sola fila, hicieron reverencia cuando avanzaron. La mirada gacha y con un mismo uniforme; dios mío parecía estar en una novela de las Netflix. Las puertas se abrieron dejando ver una mansión... muy terrorífica.
Madera vieja, un toqué victoriano, las fotos, el piso de cerámica agrietado pero muy elegante. Los angeles bebés en estatuas pequeñas adornadas de flores cercas, daba un poco de miedo.
Al frente estaba un anciano en silla de ruedas con una mujer detrás, era rubia muy bonita. Dios si no era porque está sosteniendo la mano del alfa, se iría corriendo; parecía una escena de la película del terror el títere.
YoonGi suspira mirando a su abuelo con aquella beta, hace una reverencia ante él al igual que Jimin.
─Mi nieto al fin se digna a verme.
Su voz hizo estremecer al rubio, era una voz seca apenas audible pero profunda.
─Abuelo, qué gusto verte de nuevo. ─Finge.
Se acercan más a él, Jimin apretó más su mano, no podía ni ver el rostro de su alfa por la mascarilla con las gafas, pero estaba seguro de que no fue una respuesta muy convincente de su parte.
─Al fin tienes un omega contigo, eso me tomó por sorpresa. ─Le dice mirando de arriba abajo al rubio─ Es pálido, cabello rubio, tiene lindo porte y un lindo olor a frambuesas. ¿Cómo te llamas jovencito?
Traga saliva intentando no titubear.
─Me llamo Park Jimin, es un placer conocerlo. ─hace otra reverencia ante el anciano, no parecía mala persona después de todo.
─Levántate jovencito, yo soy Min Yoon Hyunk, el abuelo de tu prometido. ─miró el anillo de compromiso en el dedo del Omega─ Ella es Min Yunseo, mi esposa.
La beta saluda sonriente. Jimin quedó sorprendido cuando dijo esposa. Era muy joven para él.
─Porque no dejamos las formalidades y vamos a desayunar algo, deben de estar muriendosé de hambre. ─interrumpe la beta.
─Tienes razón querida, vamos ella preparó algo delicioso.
Ella lo lleva en su silla de ruedas al gran comedor, Jimin respira un poco mejor, al menos no fue tan malo como pensó.
Llegando a la mesa, YoonGi como todo un caballero le retira un poco la sillaá¹ sentados, las empleadas comienzan a poner la comida en la mesa, se retiran todas y el Alfa quita su mascarilla y gafas.
Cosa que le pareció extraña al rubio. ¿Será que la beta ya había visto su rostro? Comenzaron a desayunar, eran rollitos de panqueques con chocolate glaseadas con azúcar en polvo, fresas a lado y un jugo de naranja. Un desayuno peculiar.
El silenció en la mesa era algo preocupante, se oían nada más los utensilios golpear los platos. La beta le daba de comer en la boca al anciano, se miraba muy joven para el Alfa, ella es muy bonita.
Todo era muy extraño para él Omega, incluso que YoonGi se quitará la mascarilla con toda confianza. Observa a los lados notando que nadie del servicio se miraba; ¿será que todos se van cuando el Alfa hace esto?
─Dime, Park Jimin ¿Desde cuándo conoces a mi nieto?
Pregunta. Jimin bebe su jugo para responder.
─Hace 4 meses, señor. ─responder sin titubeos.
─Muy poco para comprometerse ¿no crees?.
─Mi Omega y yo nos conocemos lo suficiente para llevar esto más lejos abuelo. ─Habla al fin YoonGi─ Es mi destinado, lo amo y por eso lo decidí.
Jimin al oír «Mi Omega y amor» le dio unos escalofríos recorrer su cuerpo, a su lobo le gustó oírlo; es un traidor.
─¿Por qué no me dijiste sobre el Omega?, la última vez que me dijiste eso fue con esa Omega de pacotilla, estaba seguro que con ella te casarías.
¡¿Espera?!, ¿Omega?, ¿Había otro Omega que ya había venido aquí?. No supo porqué, pero eso no le gustó al rubio, algo le molestó.
YoonGi mira a su abuelo fijamente, le había dicho eso intencionalmente. Siempre era lo mismo con él.
─Ella no era mi destinada, por eso no funcionó, además que mi Omega ─Toma su mano sobre la mesa─, es mucho mejor que ella.
Le dice orgulloso, si había elegido a Jimin era porque él no era como los demás. Eso relajo a Jimin por completo.
Volvió el silencio otra vez a la mesa. Jimin se sentía molesto porque las palabras del ansiando no sonaron muy amables que digamos, miro a YoonGi de reojo notando que su rostro expresaba ¿rencor?. Estaba más confundido que nunca con el Omega.
Joder, donde se había metido.
─Acompáñame a mi despacho, quiero hablar contigo en privado. Dile a tu omega que se dé una vuelta por el lugar.
La beta se lleva aún pasillo más oscuro que toda la casa, en serio daba miedo toda esta mansión, parecía las típicas casa abandonadas, o en su caso mansión.
─Espérame aquí, o si gustas puedes ir al jardín a ver el cultivo de fresas que hay en la parte de atrás, recoge algunas para mí ¿quieres?
Asiente el Omega, pero tenía un mal presentimiento.
─Está bien.
Besa su frente con delicadeza haciendo que las mejillas de Jimin se colocaran rojas. El Alfa se retira dejándolo solo, suspira mirando la mansión. Únicamente le faltan las telarañas para que sea una casa de sustos.
Abrió la puerta del pasillo que es de cristal, camino adónde un gran jardín le daba la bienvenida, era hermoso, grande y verde. Los empleados rocían agua en los arbustos, otros cortaban las hojitas que sobresalen, y alguno podaba el césped.
Olía delicioso el pasto recién podado, no a muchos les gustaba. Camino adónde parecía el cultivo de fresas, miró aún anciano cortarlas, sonrió tomando una, se miraba jugosa y lista para comer.
─Yo que tú la desinfectarla primero, jovencito. Podría hacerle daño.
─Lo siento es que se miraba muy rica. ─musita apenado.
─Y lo es, las fresas en este lugar son muy ricas por eso yo me encargo de cultivarlas para la mansión, aunque ya nadie las come más que el amo Min YoonGi. ─Informa─ Perdón por ser tan descortés, soy el señor Wong, soy el jardinero.
Le saluda al rubio.
─Mucho gusto señor Wong, soy Park Jimin el prometido de Min YoonGi.
Hace una reverencia el anciano ante él, baja la cabeza, el rubio se apena algo por su extraño comportamiento tan de repente.
─Levantase señor, ¿qué hace?
─Lo siento por mi imprudencia amo Park, pero nuestro jefe tiene una regla y es no mirar a la cara a los Min y como usted es el prometido del amo Min, no quiero meterme en problemas.
Joder esto sí que era extraño e incómodo.
─No hace falta que lo haga, de verdad. A mí no me molesta que me mire, por favor.
El hombre alfa alza la mirada mirando al lindo omega, sonríe más tranquilo.
─Muchas gracias, joven Park. ─se coloca su sombrero sosteniendo mejor la canasta de fresas─ ¿Dígame qué puedo hacer por usted?
─Me podría dar algunas fresas, mi... Alfa me pidió algunas y quiero prepararle algo. ─Le costó decir, mi Alfa.
─Claro, por supuesto joven. ─Le entrega la canasta─ tomé todas estas, espero que sean suficientes.
─Creo que sí, muchas gracias. ─miro sonriente la canasta.
El jardinero sonríe, estaba contento que al fin su joven amo tuviese un Omega a su lado. Alguien lindo y amable, no como la otra Omega creída.
─Felicidades por su compromiso, espero que vivan muy felices y en especial por elegir al amo Min. Sé que puede ser algo prepotente, pero es una buena persona, en especial que no le importe su cicatriz.
Menciona tomando otra canasta.
─Suele ser muy enojón, pero no me importa su cicatriz, me gusta como es. ─Y era verdad, no le importaba su marca en su rostro, él seguía mirándose guapo de todos modos, lo que le aterraba era su temperamento.
─No es su culpa ser así. Desde que era un cachorro vino a vivir aquí con su abuelo. Cuando su madre y padre murieron en aquel accidente él quedó muy solo; mi patrón no lo trataba del todo bien, lo discriminaba por cómo quedó su rostro, le pegaba y una vez casi lo golpea con su bastón de plata. De no ser porque yo me interpuse no sé qué habría pasado.
─¿Le golpeó a usted?. ─cuestiona.
Quito su guante dejando ver una fea cicatriz en su mano, lo había atravesado, ¡¿pero qué carajos?!
─Me atravesó el bastón, me dolió demasiado, pero no golpeó al cachorro Min. Creo que lo hubiera matado, aún que si soy sincero, el amo Min lo hubiera preferido.
Eso causó escalofríos en él Omega, no sabía mucho del abuelo de su prometido y menos lo de sus padres, eran cosas que no venían en la hoja que le dio.
─Que horrible.. ─murmuró.
─¡Jimin, amor!
Oye la voz del alfa, lo mira parado en medio del jardín. El rubio le da las gracias al jardinero caminado dónde el Alfa.
─¿Son muchas fresas no crees?
─Creo que sí, quiero preparar algo con ellas, ¿puedo?
El Alfa asiente.
─Si, pero antes tengo que ir aún lugar, no tardaré. Quédate en la habitación hasta que vuelva.
─¿No puedo ir contigo?, me da miedo la mansión.
─Regresaré pronto, no salgas de la habitación. Miranda te dirá donde nos quedaremos.
Le señala la mujer detrás de él, el rubio termina aceptando.
─Vamos, prometo que no tardaré nada.
─Está bien.
Camina junto a su alfa quien se despide de él con un beso, uno muy corto y pequeño que apenas se sintió en los labios del rubio. Jimin otra vez se sonrojó, sentía algo extraño en su ser y su lobo cada vez le llenaba más la atención el Alfa.
Lo miro irse y él subió a su habitación. Era bonita, pero aun así daba un aura de miedo, miró el gran ventanal con la vista al jardín, era muy hermoso afuera, mejor que adentro.
Recorrió el lugar un poco. Busco en los cajones, pero sólo encontró cosas como hilos y botones. Se dejó caer en la gran cama mirando al techo, las palabras del jardinero retumbaron en sus oídos y pensamientos.
La muerte de los padres del alfa, el que su abuelo sea un maldito loco, ahora entendía por qué YoonGi era como era. Jamás tuvo amor en esta gran y oscura mansión.
Estaba comenzando a sospechar cosas, cosas que quería descubrir, teniendo en cuenta que se metería en un lío.
Miró su móvil jugando un jueguito cualquiera, unos minutos más tarde le dio sed, más no sabía si bajar o esperar a que el Alfa llegará.
Le daba miedo bajar y ver al anciano, pero moría de sed, no tardaría mucho, sólo iba y venía rápido. Dejó su móvil aún lado y abrió la puerta lentamente, bajó las escaleras y aún que no quería hacer mucho ruido la madera rechinaba. Ya estando abajo camino a la cocina, tomó él vaso llenándolo de agua fría, lo bebió rápidamente y su intención era volver, de no ser por el Alfa anciano que lo llamó.
─Park Jimin. Al fin podemos hablar un poco tú y yo.
Se gira el rubio tragando el agua. Mira al anciano con aquella beta sonriéndole extraño, daba mucho miedo ¿cómo es que YoonGi creció en este lugar?.
─¿Sobre qué quiere hablar conmigo?.
El anciano le hace una señal con el bastón a la beta, quien deja un maletín en la mesa de la cocina.
─¿Qué es eso? ─preguntó curioso.
─Ábrelo y verás. Adelante ábrelo.
Se estaba poniendo extraño esto, el rubio se acercó a abrirlo. Abrió el maletín mirando fajos de billetes, estaba repleto de ellos en todo el maletín.
─¿Qué es todo esto? ─murmuró mirando al alfa mayor.
─Es dinero. Quiero que lo tomes y te vayas de la vida de mi nieto. ─le dice─ Has lo que la otra Omega hizo, ella fue lista y creo que tú también deberías hacerlo.
─¿Por qué quiere que me vaya de la vida de su nieto?, ¿esto es un chiste?. ¡Por supuesto qué no!, no haré tal cosa.
El Alfa ríe
─Sé que no lo amas, se te nota en el rostro. Pero no te culpo, quién querría esa cosa por esposo. Toma el dinero y lárgate si sabes lo que te conviene.
Le dice severo. Pero si piensa que Jimin haría una cosa tan estúpida como esa, está muy equivocado. Tal vez al principio quería huir de todo esto, de mandarlo al diablo, sin embargo ahora la cosa era muy diferente.
O tal vez sea sólo el enojo, no lo sabía.
Tomó el maletín y lo tiró al piso con todos los billetes al piso. El Alfa se molestó por ello riendo como tal maniático.
─¡Eres un estúpido Omega!. Tomar el dinero será la mejor decisión de tu vida. Él es un monstruo, no puede ni mostrar su cara ante el público por lo asqueroso que es. ¡Toma el dinero y lárgate!
Advierte, pero el omega niega furioso.
─Ya le dije que no, y es mi última palabra. YoonGi no es feo él es alguien hermoso, él hecho que tenga una cicatriz en su rostro no lo hace menos. ─le grita como suma molestia─ No puedo tomar su dinero, menos dejar a mí ¡Alfa!. Usted aunque tenga todo el dinero del mundo, es alguien repugnante, alguien podrido que no merece absolutamente nada. Tan sólo véase, postrado en una silla de ruedas, amargado y con alguien bonita a su lado por su dinero porque dudo que sea por amor.
El Alfa puso sus ojos violetas, tal como YoonGi cuando se enojaba. Podía intimidar a cualquiera con ellos, pero el rubio ya había visto algo peor que eso. Miro como le alzó el bastón queriendo golpear al rubio, Jimin espero el golpe pero nunca llegó.
Abrió los ojos mirando a YoonGi sostener el bastón, mirando con esos ojos violetas a su abuelo.
─No te atrevas a ponerle la mano encima a mi Omega, o te dejaré peor que la última vez. Y las sillas de ruedas será una camilla en el hospital, contigo en coma.
El anillo
Kim Tae Hyung
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