◇O5

─¿Qué? No puede pedirme eso, no quiero ser su esposo, no me obligue.

Le imploraba Jimin a su jefe, pero este parecía no hacerle caso, al contrario le estiró la pluma para que firmara su sentencia de muerte con él; así lo sentía el Omega.

─Firmas y aceptas. De lo contrario te vas de aquí sin nada, nadie te dará empleado en este lugar por mucho que lo intentes, la escuela de música a la cual quieres ir jamás te aceptará, vivirás como un triste Omega pudriéndose en las calles. ─Sus palabras eran tan crueles─ Tú decides Park. Conmigo tendrás todo lo que quieras, podrás entrar a la escuela de música que más te guste, a cambio de que te cases conmigo y me des hijos.

─¿Hijos también? ─exclamó.

─Si también hijos.

─Cómo puede pedirme eso, no pienso darle cachorros si es lo que cree, ¡está loco!

─No estoy loco, sólo quiero algo simple como eso, ¿quieres cumplir tus sueños? ─le dice─ entonces firma el contrato y nos casaremos la próxima semana, entre más rápido mejor.

Le entrega el contrato, esto le parecía una pesadilla al pequeño Omega, aun así él rechazó la oferta que el Alfa le dio. Se levantó de su escritorio mirando desafiante al alfa mayor, no quería darle cachorros y menos pasar toda su vida con él.

─No acepto y es mi última palabra, así que le pido que me deje ir ahora mismo, no quiero verlo en mi vida.

El Alfa se sentía furioso al no recibir un SÍ, de parte del Omega, pero haría de su vida un infierno cuando saliera de estas cuatro paredes. Nadie le dice que no a un alfa como él.

─Muy bien ahí tienes la contraseña de la puerta ─la toma el rubio rápidamente─ en cuanto salgas de aquí Park, déjame decirte que tu vida será una pesadilla de la cual te arrepentirás, ¿estás seguro?

Apretó sus puños muy decidido.

─Sí, estoy seguro.

El Alfa se rindió. ─Muy bien, entonces vete, las puertas te esperan, pero antes de que te vayas ─se detiene el rubio mirando al alfa─, te daré una pista de lo que lamentarás y esa cosa es tu mejor amigo. Ya te puedes ir.

Corrió rápidamente a la salida para ir a dónde su mejor amigo vive, tenía miedo de sus palabras, ¿en serio sería capaz de hacerle algo a su mejor amigo? No lo sabía, pero tenía mucho miedo.

Subió al bus dando marcha hacia la casa su amigo Jungkook, cuando llegó bajó rápidamente tocando su puerta casi derrumbándola por lo fuerte que tocaba. Abrió Kook quien tenía los ojos hinchados; si algo malo le pasó.

─¿Kookie, qué fue lo que pasó?, ¿por qué lloras?─ Pregunta mirando muy mal a su amigo.

─¿Qué haces aquí Jimin, y el trabajo?

─Eso no importa, ¿dime qué tienes ─Tenía miedo a su respuesta.

─Me despidieron de mi trabajo ─le cuenta─ sólo me sacaron de ahí sin decir nada más. No sé por qué fue, pero ya no tengo trabajo y ahora no sé qué hacer.

Se derrumbó en el hombro del rubio Omega, «está debió ser obra del señor Min» estaba más que seguro de ello.

─Tengo que ayudar a mi madre con su tratamiento y lo sabes mochi, mi otro hermano es un vago y no creo que él le ayude, soy el único con el que cuenta y ahora ya no tengo empleo y ahí me pagaban muy bien.

Jimin se sentía muy mal porque en parte fue su culpa, el Alfa se lo había advertido, no era una mentira sus palabras. La madre de Jungkook está enferma de un riñón y necesita un trasplante, su mejor amigo había ahorrado mucho para pagar los tratamientos y buscar un donador, pero aún no encontraban uno.

Si está era la primera prueba del Alfa. Tenía miedo de lo demás.

─Lo siento Kook, pero haré que te devuelvan tu empleo, lo prometo.

El Omega castaño lo mira limpiando sus lágrimas.

─¿Cómo harás eso?, si apenas y me hicieron caso ─su voz sonó muy triste.

─Haré que me escuchen lo prometo, me tengo que ir, pero vendré a hablar contigo y te contaré todo.

─¿De qué hablas Jimin?, ¿Por qué tienes esos rasguños y marcas en tu cuello? ─le dice preocupado.

El rubio se le olvidó que tenía esas marcas, no le diría que fue al Alfa por qué no quería llamar la atención de nadie, no le diría nada a su mejor amigo.

─Después te cuento, me tengo que ir, nos vemos en la noche, o quizás mañana no lo sé.

Obviamente no sabía. Aceptar el contrato del alfa puede que no le permita salir mucho, esto se ponía muy mal para él.

─¡Jimin espera!

Le grita, pero el rubio ya se había ido, tomó de vuelta el bus para volver de dónde huyó. Quería llorar, gritar, porque esto no debería estar pasándole a él, un matrimonio forzado y darle cachorros a ese Alfa, era horrible. Si no hay amor, como es que habrá una familia.

¿Ahora que haría?, no había salida alguna de las garras de ese Alfa, en primer lugar ni siquiera sabía el rubio porque lo quería a él y no a otro Omega. Bueno, fue porque quitaste su máscara, por eso.

Es verdad.

Llegando al hotel subió al último piso, antes de tocar el timbre del apartamento limpio algunas lágrimas sé sus mejillas, se condenaría a un Alfa que no ama y no es su destinado por ayudar a su mejor amigo, pero así como él le puso condiciones, él pondría los suyos.

Tocó el timbre, Min lo miro desde la pantalla sonriendo triunfante, lo deja pasar mirado el rubio muy furioso dirigiéndose hacía él.

Tan humillado como espero verlo.

─¿Firmarás? ─Musita en burla.

─Sí pero con una condición. ─lo mira a los ojos, esos ojos que miraba con miedo.

─Tú no pones las condiciones sino yo, aunque quiero saberlas de todos modos, ¿te escucho?. Estoy de buen humor.

Se sienta en el sofá bebiendo una taza de café, Jimin se pone al frente muy decidido a lo que exigiría.

─Primero quiero que le devuelva su trabajo a mi mejor amigo. ─el alfa asintió─, segundo quiero que mande reparar a melody mi violín ─Vuelve a sentir el Alfa─ y por último y lo más importante, quiero que me ayude a encontrar un riñón, un riñón para la madre de mi mejor amigo quien lo necesita con urgencia. Si acepta mis condiciones en especial la última yo... No dudaré en darle cachorros y vivir toda la vida a su lado.

Eso sí que le agrado al alfa oír, dejó la taza de café aun lado, se puso de pie acercándose al rubio quien dio un paso atrás. Tocó su mejilla levantando su mentón mirando esos ojos marrones. El Omega se sintió muy nervioso.

─Todo lo que me has dicho te lo puedo conseguir en un chasquido de dedos, te daré absolutamente todo lo que quieras Park Jimin, los cachorros son mi prioridad con eso estoy más que complacido, al igual que me abrirás las piernas cuando yo quiera.

Asintió el rubio, pero algo turbio las palabras del alfa. Eso lo hizo sentir como si fuese su puta personal, tenía que dejar en claro esto también.

─Acepto entonces, más no seré su esposo trofeo, no quiero que me lleve a esos eventos sólo de adorno.

─Me acompañaras a cenas y fiestas, nada más.

─A eso mismo me refiero, no quiero ser de esos omegas que sólo los ven como algo inútil, yo soy más que eso.

Sonríe el Alfa aspirando su aroma, su lobo cada segundo le gustaba su olor, lo disfrutaba demasiado.

─Trae tus cosas a mi apartamento, iré por el contrato y en cuanto los firmes serás mío para siempre. Te reitero que te daré todo, si no quieres ser de esos omegas, me harás caso.

Sólo asintió el Omega.

Se aparta de él corriendo a su habitación donde todo inició, la puerta se cerró dejándose caer al piso con una fuerte opresión en pecho, tendría la ventaja de no pasar por más carencias, ayudaría a su mejor amigo con su madre y eso valía la pena su sacrificio.

Aunque ¿a qué costo? Estaba condenado a una vida sin amor, con hijos que dependen de él, esto tenía que ser una pesadilla, una muy mala. Tanta mala suerte no podría acompañarlo.

Dejando sus cosas en el apartamento firmó el contrato donde aceptó términos y condiciones, tendría su propia habitación para él solo en lo que empezaba el rubio Omega a sentirse cómodo con el Alfa, eso lo agradece mucho el Omega.

Su mejor amigo, le mandó un mensaje donde le informaba que tenía su trabajó devuelto, que su madre recibió la noticia del trasplante de riñón. El rubio se puso feliz por lo de la señora Jeon, quien lo quiere como un hijo más, tenía la oportunidad de vivir un tiempo más en este mundo.

Ese tipo de cosas que para muchos eran pocas, alegraban el corazón del Omega, al menos hizo algo bueno por su mejor amigo y madre.

Miro al Alfa quien hablaba por teléfono, él estaba sentado en el sofá con su violín roto entre sus piernas. Dándole vueltas y vueltas a los que estaba pasando en su vida. Un día estaba buscando trabajo para llevar comida a su hogar, y al otro se compromete con un Alfa multimillonario.

Se sentía como en el cuento de la bella y la bestia; así comenzó su historia de amor.

─Adiós mañana te veo para la reunión. ─Cuelga, mirando al Omega─ ¿Ese es el violín que me has dicho?

─Si es ella, se llama Melody.

─¿Por qué, Melody? ─pregunta.

─No creo que lo entienda.

YoonGi rueda los ojos tomando el violín, lo mira totalmente en mal estado, apestaba un poco a basura.

─Hace cuánto que no le cambias las cuerdas, y el puente está roto, le falta la clavija.

El rubio se lo arrebata.

─Hace mucho, un día estaba tocando en el parque y un policía me persiguió, aventó mi violín a la basura y me arrestó ─frunce el ceño cuando le cuenta─ cuando fui por él estaba todo roto y feo.

─Vaya, por lo que sé dé ti fuiste arrestado un par de veces, un Omega rebelde; me gusta. Aun así mañana un amigo mío que es experto en reparar instrumentos vendrá por él, la reparará.

Los ojitos de Jimin brillaron al oír eso, su lobo saltó de felicidad.

─¡¿En serio?!

─¿Tengo cara de jugarte una broma Park?.

─No, pero muchas gracias por eso, Melody es muy importante para mí, gracias. ─Le sonríe haciendo que sus ojitos se hicieran una hermosa línea.

Los dos se miran uno con el otro sin saber que estaba pasando con ellos, hace unos minutos el rubio quería matarlo por obligarlo hacer algo que no quería y ahora estaba aquí feliz de la vida con el Alfa por lo de Melody.

─Como sea. ─Se levanta─ Mañana irás con Sooyoung a comprar cosas para tu persona, si serás mi esposo no quiero que alguien te vea con esas fachas. También irás conmigo a una cena importante con los inversionistas de mi empresa. ─comunico.

─Está bien, ¿a qué hora?

─Será a las 8, llegaremos puntuales y no me digas señor Min, tutéame, eres mi prometido de ahora en adelante.

Pasa por su lado subiendo las escaleras rumbo a su oficina, el rubio suspira mirando contento su violín, por lo menos estaría como nueva. Esto apenas comenzaba para el rubio Omega, se casaría con el Alfa en una semana, para algunos puede ser un golpe de buena suerte, pero para Jimin no.

─Prefiero ser pobre y feliz, ahora tendré todo, pero infeliz ─musito entrando a la cocina, llevado a melody con él.

En la vida todo tiene un motivo del porqué pasan las cosas, y pronto se dará cuenta de ello el Omega.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top