◇32

Tal vez cuando alguien importante en tu vida muere, tu mundo se pone de cabeza y no sabes qué hacer o expresar al momento de la noticia. La desesperación de perder un ser querido es un sentimiento horrible, y siempre te preguntas el porqué se fue esa persona, porque irse tan pronto de este mundo.

Pero cuando es alguien quien te atormentó toda tu vida, no sabes cómo reaccionar, si alegrarte o simplemente ignorar lo que te han dicho.

Justo así es como YoonGi estaba, le habían llamado diciéndole que su abuelo había muerto de un infarto ayer en la mañana. Su abuelo fue su peor pesadilla, quien lo hizo sentir el monstruo en el que siempre creyó que fue. Jamás podría perdonarle todo lo que le hizo, desde sus golpes y humillaciones, al grado de querer alejar a las personas que más amaba por dinero.

Jihyo fue una de ellas y Jimin también, pero él jamás lo dejó, jamás se apartó de su lado por más que le ofreció. Se había sacado la lotería con él, es puro de corazón y lo amaba con tanta intensidad.

Está en el funeral de su abuelo, había mucha gente alrededor. Hipócritas; como solía decir su abuelo. No eran más que personas que sólo van a dar su pésame para aparentar que fueron amigos cercanos a la familia Min.

Puras apariencias.

Jimin quien después de saber que el abuelo de su esposo falleció, no pudo sentir más que lástima por él. Era una mala persona, lastimó a su esposo en su infancia y lo hizo creer algo que no era, no podía sentir otra cosa que no fuera lástima.

Se fueron en tren hasta Daegu para darle último adiós aquel hombre que le insultó y soborno cuando lo fue a conocer por primera vez. Miraba a toda esa gente en el gran jardín de abuelo Min, todos dándole sus condolencias a su Alfa, y también mirándole el rostro como si fuera un fenómeno de circo.

Odiaba que lo vieran de esa forma, más los murmullos maliciosos a su persona. A su Alfa no le importaba pero a él sí. Soltó un suspiro y fue por un vaso de agua, no debía alterarse por su estado de embarazo delicado, pero lo era tan imposible de hacer.

Bebió agua, refrescando su garganta. Miro a muchas personas tomando asiento, ya que la misa estaba por empezar. No obstante unos tacones sonando por el pasillo lo sacaron de sus pensamientos, volteo para ver quién se aproximaba notando que era la mujer que era la esposa del abuelo Min quien cuidaba de él.

Ella le sonríe muy amable y Jimin le devuelve el gesto. Ella nunca fue mala con él, porque debía ser grosero con ella.

─Park Jimin. Me alegro de volver a verte después de lo que sucedió la última vez. ─Menciona ella, dejando una caja de terciopelo en el mesón.

─Fue un encuentro muy poco agradable.

Recordar ese momento no fue muy grato de parte del abuelo Min.

─Lo sé, era un viejo terco y frío.

─Si era tán frío, ¿por qué estaba con él? ─pregunta, sonando un poco metiche.

Ella sonrió levemente como si esa pregunta fuera la del millón.

─Aunque no lo creas, yo le amaba. Dirás ¿por qué una joven como yo estuvo con alguien como él?, ¿fue por su dinero? Mi respuesta es no. Min Yoon Hyuk fue alguien que me salvó de la calle, alguien que me demostró su lado amable. Él sabía que por dinero no podría enamorarme de él como muchas de las que entraron en esta casa. Tal vez YoonGi pensó eso cuando me miró por primera vez aquí y lo comprendo.

Empezó a contar, tomó un vaso de agua. Jimin no sabía el porqué ella le estaba contando su historia, pero tampoco la detuvo, quería saber más.

─Mi Alfa miro en mí, lo que el Joven Min miro en ti. Puede que no te suene lógico y no sean las mismas circunstancias, pero ambos venimos de un mundo muy diferente al que ellos crecieron. ─suspira cabizbaja, tamborileando sus dedos en la caja que traía, Jimin la miraba atento.─ Una mujer como yo con un hombre cruel, las apariencias engañan y él jamás dejó que nadie leyera quién era en realidad. En fin. Mi difunto esposo dejó esto para ti, como una disculpa por su mal comportamiento.

Le entrego la caja de terciopelo, él Omega la tomó muy confundido.

─¿Qué es?

─Ábrela.

No entendía por qué alguien como el abuelo Min, le dejó algo a él. Lo abre lentamente mirando un enorme collar de corazón lleno de diamantes, acompañado de un anillo púrpura del mismo color que el collar, era precioso. Lo tomó entre sus manos mirando como brillaba ante la hermosa luz que entraba por las ventanas de la cocina.

─Dios mío, qué hermoso. ─dijo impresionado.

La Omega sonrió.

─Coeur violet des voeux: Collar púrpura de deseos. Es un hermoso collar que ha estado en la familia de los Min por siglos. El anillo representa el amor entre Omega y Alfa, su color púrpura se torna color rojo cuando alguno de los dos corre peligro. Puede que no creas en la magia, pero este collar te hará cambiar de opinión, puedes pedirle un deseo al collar y te lo cumplirá, sólo si es de corazón y no por ambición.

Le informa.

─¿Él lo dejó para mí? ─ella asintió.─ ¿Por qué?

─Él me contó que siempre lo conservó, ya que ninguna Omega fue digna o dignó de él hasta que llegaste tú. Supo de su matrimonio, de los bebés que llevas en el vientre y también que te llevó a la mansión de sus padres. YoonGi no haría eso por nadie que no le importara tanto como tú. Además de tu marca en tu clavícula, fue lo que lo llevó a sus últimos momentos a heredar su más valioso regalo. Tómalo y cuida de ellos, son únicos y raros y cuando sea el momento de partir de este mundo, puedes heredarlo a unó de tus hijos o tus nietos.

Jimin no creía mucho en la magia, tampoco es que haya escuchado algo así tan semejante. Pero tampoco descarta que pasara, después de todo el mundo era un gran misterio lleno de cosas hermosas.

─No sé qué decir, es hermoso. ─dijo muy contento.

─Lo sé. Cuídalo muy bien. Te dejo solo, iré a la misa está a punto de comenzar. ─Hace una reverencia ante el Omega y se retira dejándolo con ese hermoso collar.

Jimin estaba sin poder creerlo, algo tan importante entre manos, además lo caro que se veía.

─¿Jimin? ─Le llama su alfa a lo que el rubio cierra la caja del collar.

─Aquí estoy.

Min entra a la cocina mirando a su esposo y la caja.

─Te estaba buscando ¿qué es eso amor? ─señala.

─Es un regalo de herencia que me dejó tu abuelo; su Omega me dijo que es como una disculpa por lo que pasó la primera vez.

El alfa lo toma abriéndolo, miro el collar y el anillo.

─El collar de la familia, me sorprende que lo haya dejado para ti. Jamás me dejó tocarlo, es más dijo que sería para mí persona indicada pero jamás creí que te lo diera a ti después de lo que le dijiste esa vez.

Le recordó.

─A mí también.

YoonGi lo cerró y después tomó la mano de su esposo, miró su pancita abultada para luego sonreír un poco.

─Crecen muy rápido ¿No crees?

Jimin no entendió su cambio de tema pero asintió.

─Sí, crecen mucho. ─tocó su vientre el cual ya estaba grande y muy notable. ─Llevar cuatro cachorros sí que me dejara como pelota.

Eso hizo reír al alfa quien acaricia su vientre con amor.

─Ya me imagino el dolor de cabeza que me darán esos cachorros, pero también quiero que lo hagan, les daré lo mejor de mí, algo que jamás tuve por culpa de mi pasado. ─suelta un resoplido y continua─, estar aquí me trae malos recuerdos, nunca fui feliz y si no fuera por Taehyung no sé qué hubiera pasado conmigo.

─El pasado se queda en el pasado amor, tú serás el mejor padre del mundo y eso lo sé. Ya estamos a unos cuantos meses de ser padres, tus hijos te amaran tanto que luego no podrás con ellos. ─El imaginarse eso le sacó una sonrisa al Alfa. ─La misa ya empezará, vamos.

─No vayamos a casa, no quiero estar más aquí.

─Pero aún no se entierra.

─Ya fue suficiente con venir y despedirme de él y hacerle las reverencias necesarias. Nos vamos cariño, además aún no estás bien y ni loco dejaré que algo malo te pase.

Beso sus labios para luego tomar sus abrigos e irse al auto. Jimin no protestó pues bien sabía que en esa mansión nunca fue feliz, que ese señor fue su peor pesadilla en vez de convertirse en una protección que su Alfa debió tener de niño.

Se abrazó a su esposo en lo que el largo viaje los llevaba a casa.



Al llegar la pareja quedó totalmente cansada; bueno Jimin estaba cansado, los mareos y los antojos no lo dejaban en paz. Pero estaba feliz porque sus cachorros estaban sanos.

─¿Quieres algo en especial de cenar, cariño? ─le dice YoonGi quitando su abrigo dándole estos a la mujer del servicio.

─Creo que un festín de todo un poco no me haría mal.

─¿Un festín? ─cuestiono Min.

─Si, tus hijos quieren un festín, así que por favor quiero algo de todo y de postre quiero helado de fresa con muchas cerezas ¡Ah! Y también quiero helado de galleta con oreos con chocolate derretido y varillas de KitKat por los lados y...

─Alto nene, joder no pienso que todo eso quepa en esa pancita. ─Le dice divertido Min.

─Pero tus hijos lo quieren. ─pucherio

El alfa terminó aceptando.

─Les diré que te preparen algo rico amor, ve a dormir un rato mientras tanto.

El rubio asintió contento con eso, besó a su esposo para irse a dormir un poco. YoonGi sonrió ante el comportamiento de su omega, le pidió a una de las empleadas que le hiciera algo rico de comer a su esposo, ellas asintieron.

YoonGi se dirigió a su oficina atendiendo algunas cosas de su empresa, últimamente ha estado muy ocupado con los nuevos modelos de teléfonos. Se puso a trabajar un poco sobre ello. Pasó un rato cuando su puerta fue tocada, pensó que era una de las mujeres del servicio, pero era su lindo y amado esposo.

─Alfa, la cena está lista. ─cierra la puerta para posteriormente sentarse en sus piernas y empezar a besar su cuello.

─¿La cena está lista y me comerás a mí? ─dijo divertido mientras su travieso esposo se restregaba sobre su ya dura erección. ─Joder, nene... Estás muy atrevido.

─Quiero sentir a mi alfa, te necesito. ─murmuró muy sonrojado con sus ojitos brillando de lujuria.

─Amor detente, no podemos hacer esto, estás muy sensible y sabes lo rudo que puedo ser contigo amor.

Trato de apartarlo, pero su Omega insistía y su cuerpo se estaba poniendo muy caliente.

─Estoy bien Gigi, quiero... Quiero sentirte.

Su voz era tan adorable que su lobo quería y pedía hacer suyo al Omega, su dulzón olor a frambuesas se extendió y fue ahí donde Min perdió el control.

─Muy bien nene, ábrete para mí. ─lo sentó sobre su escritorio apartando algunos papeles de ahí, beso su cuello dejando mariquitas. Jimin no sabía ni que rayos le pasaba, sólo había despertado con ganas de sentir a su alfa y nada más, no había otro motivo.

Se abrió de piernas dejando ver su mojada entrada donde su Alfa no dudo en entrar, un gran gemido dejó salir el rubio cuando sintió el grueso pene de su esposo. Se aferró a sus hombros dejándose penetrar por su Alfa. YoonGi se sentía en la maldita gloria, la estreches de su esposo lo recibía bien.

Tomo su pene y comenzó a bombearlo para otorgarle más placer a su Omega, Jimin mordió su hombro encajando sus colmillos, eso causó un gruñido por parte de su Alfa quien torno su ojo en color violeta; penetrando una y otra vez a su Omega rubio.

Al terminar su momento mágico, ambos se arreglaron y limpiaron para salir a cenar, después fueron a la recámara para volver a repetir lo de la oficina. Su lazo se hizo más fuerte y ellos más enamorados que nunca, sus momentos como esposos eran los mejores y Jimin quería que siempre fuese de esta manera.

Pero lejos de lo que él quería, alguien ya venía en camino a Seúl pero siendo arrestado por los oficiales. La verdad se acercaba y también el peligro que esto los llevaba

El collar

El anillo

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