◇25

Cuatro días han pasado, Jimin bebía una taza de rico chocolate con un pan de mermelada, ayer había tenido una de las mejores tardes y noches de su vida.

Después del lago, ambos se cambiaron y fueron a la habitación haciendo el amor otras tres veces más, Jimin sabía que estando embarazado más tenía ganas y más descarado se volvía; lo bueno que su alfa lo comprendía y estaba feliz de complacerlo.

También cenaron en el balcón bajo la luces, sus síntomas de mareo y el vómito fue disminuyendo, fueron al médico que lo atendió diciendo que tiene casi el mes de embarazo lo cual le alegró mucho al rubio. Le recetó algunas gotas para mantener fuerte a los cachorros.

Ahora se encontraba solo en la mansión de sus suegros, su alfa fue a comprar algunas cosas y cuando llegara saldrían a ver la hermosa ciudad de Edimburgo por la noche. Terminó su chocolate y subió arriba con la intención de dormir un poco, ya que con el embarazo le daba mucho sueño últimamente.

Subió a su habitación, pero noto la recámara de su alfa cuando era pequeño. No había podido verla o echarle un vistazo al menos. Fue ahí mirando el bonito letrero decorado con plastilina que decía «Gigi» con las estampas de Iron Man pegadas.

Se le hizo tierno, así sin más abrió la puerta con cuidado. Se adentró mirando lo hermosa y grande que era, tenía muchos juguetes los cuales estaban perfectamente ordenados.

Detallo todo, su cama era linda, la pared es verde pintada de hojas algo selváticas. Su armario pequeño con ropa diminuta de su esposo, había de todo, era como entrar aún bosque o selva, combinaba perfectamente con todo. En la cama noto un enorme braquiosaurio, lo tomo abrazándolo, era muy cómodo y suave.

No lo soltó y siguió mirando todo lo demás, miro un mueble que parecía su tocador, abrió el primer cajón mirando algunas fotografías en ella. Dejo el dinosaurio a un lado tomando aquellas fotografías.

Una de ellas es YoonGi vestido de dinosaurio con una enorme sonrisa, no pudo evitar sonreír ante lo tierno que se miraba. Después pasó la otra mirando a su esposo abrazado con su padre, definitivamente sacó los genes de su padre, se parecían mucho.

Pasó la otra y está era con su madre, parecía en su cumpleaños con un enorme Iron Man en sus bracitos y su madre mirándolo con amor. Cambio a la siguiente, pero con un YoonGi un poco más pequeño estaba alado de una niña pelirroja de ojos azules, paso la siguiente y estaba otra vez con esa niña de ojos azules, pero ahora abrazados y se miraba un YoonGi muy molesto.

La otra era igual sólo que tomados de las manos, ella sonreía y él miraba a otro lado con su entrecejo fruncido; no parecía muy cómodo con ella. Terminaron las fotografías y Jimin se sintió muy confundido, jamás su esposo le había mencionado alguna otra amiga, según su esposo le dijo que su único amigo fue Taehyung, no mencionó a la niña pelirroja.

Le preguntaría después.

Dejó las fotografías en el cajón, tomó el dinosaurio recorriendo la habitación otra vez. Miro los marcos con las fotografías de YoonGi con sus padres, otras con el empleado Fermín, otras con sólo su padre, le parecía tierno y entendía por qué le dolía tanto haber perdido a sus padres en aquel accidente.

Un gran mareo lo azotó sosteniéndose del pequeño estante de juguetes, odiaba los mareos, pensar que esperaba más de un chorro lo aterraba un poco, él quería dos, un niño y una niña. Fue poco a poco hasta la cama de su alfa donde se recostó un rato, se abrazó al dinosaurio en lo que el mareo se le pasaba.

Termino durmiendo. El olor a menta en esta habitación le daba paz, le daba tranquilidad y con esos pensamientos terminó durmiendo profundamente.

YoonGi, quien entró con varias bolsas de compras, miró a las mucamas quienes limpiaban las escaleras.

─¿Han visto a mi esposo?

─Subió hace un momento a su habitación señor Min, quiere que vaya a hablarle.

─No está bien, iré yo arriba.

Subió las escaleras con las bolsas en sus manos, había comprado varias cosas para su esposo entre ellas un hermoso conjunto para esta noche. Llegando a su habitación notó que la puerta de su vieja recámara estaba abierta. Dejó las bolsas aun lado y entró mirado a su hermoso Omega totalmente dormido, abrazado a su viejo braquiosaurio.

Tomó asiento a su lado sólo mirando lo hermoso que se veía dormir en lo que alguna vez fue su cama, muchos recuerdos le traía este lugar, aquí compartió grandes cosas con sus padres, aquí se la pasaba todas las vacaciones, amaba estar aquí, le daba mucha paz.

Jimin se removió al llegar el olor a menta fresca más potente, YoonGi beso su frente con cariño mirándolo estirar su cuerpo.

─Lo siento me quedé dormido, está cama es muy cómoda y suave.

─Lo sé, por eso no salía de mi habitación. Estoy envidiando ahora mismo a mi dinosaurio, lo abrazas más que a mí.

─No seas tonto ─se ríe─ ¿Estás celoso de un peluche?

─Si lo estoy, así que si me disculpas Dino, quiero abrazar a mi Omega.

Aparta el dinosaurio dejándolo aun lado para el recostarse sobre el pecho de su Omega, Jimin lo abrazo acaricio sus cabellos negros y largos dejando besitos en su frente.

─Estar aquí me trae muchos recuerdos. ─empieza a decir.

─¿Cómo cuáles?

─Me la pasaba jugando aquí de niño mucho tiempo, con cada juguete, yo jugaba solo, no me gustaba compartir con nadie lo que era mío. Mis padres siempre solían invitar a niños a la casa, pero estos se iban cuando no les prestaba algo, siempre fui muy posesivo con mis cosas.

Lo abrazó más a su cuerpo sin dejar de acariciar el cabello de su alfa.

─¿Y conmigo si compartes tus cosas?

─Por supuesto cariño. ─besa el dorso de su mano─ Contigo comparto todo, eres mi Omega, el dueño de todo lo que tengo y el dueño de mi corazón.

Jimin olfatea su cabello abrazándose más él como si eso fuera posible. En ese momento sólo querían ser ellos dos y el resto del mundo para ellos no existiera. Se quedaron abrazados. El Alfa sonrió más cálido que nunca, con su esposo abrazando su cuerpo, sintiendo los latidos de su corazón; latidos que le pertenecen.

─Cuando nuestros cachorros nazcan, podremos decorar una habitación como está, si es niño. Y si es niña podremos decorar de blanco con tonos púrpuras, tengo muchas ideas en mente.

Le dice su Omega rompiendo el silenció.

─¿Crees que serán gemelos?

─No lo sé, tal vez sean tres o cuatro, me da un poco de miedo porque no lo sé, cuatro cachorros a la primera es algo increíble.

─¿Tener una manada te da miedo?

─¡Por su puesto! Yo soy el que los almacenará en su vientre por nueve meses.

─Pero estaré ahí ayudándote, dos conmigo y dos contigo.

Imaginar aquello hizo teñir sus mejillas de rojo, quería ya tener a sus bebés si es que son varios, no le molestaría que sólo fuese uno.

─Amor.

─¿Si? ─responde el rubio.

─Tenemos una salida pendiente, después podemos comer algo por ahí.

─¿Salida?

─Quiero mostrarte lo hermoso que es Edimburgo por la noche, te fascinará. Además quiero crear nuestra propia historia de amor.

─¿Historia de amor? ─cuestiona.

─Mis padres crearon la suya, yo quiero crear la mía contigo. Suena cursi y algo tonto, pero siempre admire su amor como una historia maravillosa, una que siempre soñaba con tener algún día.

─No es cursi Yoonie, es muy hermoso. Que quieras crear algo tan lindo y puro como el amor de tu madre y padre es algo... Maravilloso, estoy honrado de ser parte de esta historia de amor.

YoonGi se eleva un poco ahora siendo él quién pone en su pecho a su Omega, Jimin sintió ese calor de su alfa, esa protección.

─Yo soy el honrado de permanecer a tu lado, de crear esto contigo, de ser una familia.

─Entonces empezamos está historia de amor, juntos con nuestros cachorros en camino.

─Así es, nuestra historia de amor con nuestros cachorros. ─Elevó su mentón besando los labios de su alfa.

Un beso que profundo lleno de todos los sentimientos del mundo, si definitivamente YoonGi pretendía tener su hermosa historia de amor como la de sus padres, pero sin aquel accidente. El sonido de algo cayéndose interrumpe su momento romántico, ambos fijan su vista al avión que cayó del pequeño ventilador, se rompió dejando a los pequeños y pasajero regados por todo el piso de madera.

─Rayos, mi avión favorito. ─se levanta tomándolo del piso.

Jimin hace lo mismo.

─¿Se puede reparar?

─Es de madera supongo que sí. Fue regalo de mi padre, pero después lo mandaré arreglar. Vamos, compre algo para ti para está noche.

─¿Me puedo llevar el dinosaurio? Es muy cómodo.

─Claro que sí, pero no lo abraces más que a mí.

─Tranquilo lobito no estés celoso de un peluche.

Pasó por su lado burlándose de sus celos y YoonGi lo fulmina con la mirada. Lo sigue, dejando el avión roto en la estantería saliendo de ahí.

La noche llegó y ambos estaban listos para su salida, dejó estacionado el auto y miro un tumulto de personas sonriendo y tomados de las manos.

─¿Qué es esto amor?

─Tienen fiesta, es una festividad tradicional de parejas y pues por eso te he traído aquí.

El frío se sintió y se abrazó al cuerpo de su alfa, caminaron entre las personas mirando las hermosas luces y las parejas divirtiéndose en los puestos de juegos. Jimin estaba fascinado, le gustaba mucho estar en este lugar.

Caminaron hasta llegar aún puesto de banderillas y papas fritas, compro una y la comió riendo por qué su alfa no suele comer esas cosas, fue gracioso ver sus gestos. Después se quedaron mirando el baile que hacían entre parejas, Jimin quería bailarlo, pero se veía complicado.

Era un momento agradable para la pareja, bebieron un ponche muy delicioso, probaron comida tradicional y miraron algunos arlequines contar chistes muy malos. Jimin sabía perfectamente inglés, ya que tuvo que aprender para los comensales en aquel restaurante que trabajaba, le sirvió de algo.

Se fueron a un lugar más romántico donde las parejas se besaban y les entregaban un corazón de cristal grabado con sus nombres. Eso era muy romántico y hermoso, y Jimin quería hacer eso para contar su historia de amor.

─Amor y si vamos a hacer eso, se ve muy romántico.

Le propone.

─Lo que tú quieras.

─Eres el mejor. ─le robo un besito.

Se formaron en una pequeña fila esperando su turno, después les tocó a ellos. Los unieron con un collar de flores rojas no sabía qué tipo de flor era, pero era muy hermosa. Les dieron el corazón de cristal y dijeron algunas palabras en nombre del amor de alfa y Omega, fue hermoso de escuchar, fue como casarse otra vez.

Pasaron a dónde grabaron sus nombres y un infinito pequeño en medio, brillaba en un color rosa.

─Si se rompe, su amor correrá peligro, así que protéjanlo con su vida. Que el amor y la diosa luna los proteja y su amor sea hasta el fin de su tiempo en esta vida y se encuentren en las siguientes.

Jimin al oír aquello un escalofrío le recorrió el cuerpo, tomó fuertemente el corazón de cristal para no dejarlo caer.

─No creerás en esas cosas ¿verdad amor?

─Obvio sí, soy muy supersticioso con ello. Hasta me creo lo de las galletas de la suerte chinas.

Hizo un puchero que fue besado por su alfa.

─Tranquilo que no dejaremos caer ese corazón, jamás te alejaría de mi lado.

Se paran bajo la luz del faro, Jimin mete el corazón de cristal en el abrigo que su esposo le compró.

─Por si la dudas.

─¿Quieres ir a cenar algo?

Negó el rubio.

─Estoy bien, sólo quiero ir a... ─Fue interrumpido por una voz de mujer.

─¡Min YoonGi, no me lo puedo creer!

Esa voz, ese olor a petunias, joder ella no.

Ambos esposos se voltean, Jimin mira una hermosa Omega de cabello rojo de ojos azules venir con alguien más. Parecía feliz de ver a su alfa.

─¿Mariela?

Miren que ser más hermoso♡♡

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