◇23

Tras llegar a Edimburgo Escocia. La pareja tomó el taxi para ir a la casa de los Min, donde los recuerdos llegaron al alfa quien sentía una pequeña pesadez en su pecho.

Mira a su esposo observando los edificios y casas como la cosa más maravillosa del mundo, y claro que para él era algo maravilloso porque jamás había salido de Seúl. Entendía por qué no dejaba de preguntarle por cada cosa que miraba.

El Alfa se sentía totalmente feliz de compartir su vida y una cosa tan íntima como lo es esa casa de sus padres, ni siquiera Taehyung había pisado la casa, era muy íntima para el Alfa. Que ahora la comparta con su esposo significaba que Jimin sería el primero en saber sus recuerdos más hermosos, recuerdos antes del accidente.

Recorrieron el largo camino rocoso con muchos árboles alrededor, una hermosa mansión victoriana deslumbró al rubio quien tenía la boca un poco abierta al ver lo grande y antigua que era. El portón de metal se abrió, el taxi dio la vuelta para dejarlos cerca de la puerta.

Pudo observar el bosque alrededor y fresco del lugar, amara estar aquí en su luna de miel.

Bajaron y la brisa del aire algo frío hizo sentir escalofríos al Omega.

─¿Esta es la casa de tus padres, amor?

Se acerca a su Alfa quien bajaba las maletas con el del taxi, le pagó y se fue después dejando sola a la pareja frente a ella. Jimin pudo observar los árboles alrededor, el sonido de cómo se movían rozando unos con otros; es hermoso.

─Es la casa de mis padres. Ellos junto al arquitecto diseñaron esta enorme casa cuando se casaron. Mi madre tenía mucho gusto por las cosas antiguas, decidió hacer una mansión victoriana como las de los años antiguos sólo que con moderna a su gusto.

─Pues es muy hermoso y grande.

─Todo este terreno es de ellos, tenemos mucho que explorar y ver porque hay cosas que cuando era un cachorro descubrí. ─tomó su mano para girarlo, y tomó sus labios en un dulce beso─ Entremos, hace frío y no quiero que te resfríes.

Tomaron sus cosas y en eso la puerta se abrió, dejando ver a tres personas, dos tenían un uniforme de mucamas y uno con un esmoquin mirándolos firmes. «¿Qué es esto, una especie de película antigua»? Se preguntó Jimin.

─Señor Min, que bueno que ha llegado.

Saludo el hombre del traje haciendo una reverencia ante él al igual que las mujeres detrás.

─Fermín, que gusto me da verte, anda levántate.

El Alfa lo hizo y miró al rubio a su lado.

─Omega Min, un honor conocerlo al fin.

─El placer es todo mío... ¿Señor, Fermín? ─miró dudoso, pero su alfa le guiño el ojo.

─Que bueno que han llegado, pasen, ustedes mujeres traigan el equipaje de los señores Min.

Ellas se asienten y rápidamente tomaron sus maletas. Entraron a la hermosa mansión donde Jimin se quedó totalmente impresionado al ver semejante casa. Joder su alfa no mentía cuando dijo que tenía toques antiguos y modernos, sentía que estaba viviendo en esas películas que miraba con Jungkook, sólo faltaba que de esas escaleras bajara Leonardo Dicaprio.

Detallo cada cosa, como la escalera de madera con esa alfombra roja, el color de la madera marrón, la sala moderna en color blanco y el gran ventanal a lado con la vista al jardín. Era muy grande, demasiado para su gusto.

Había muchas puertas por la casa, quien sabe que es cada una, seguro se perdería.

─¿Te gusta, amor?

Interrumpió sus pensamientos.

─Sí, es... Hermosa. Parece un palacio antiguo, me gusta mucho.

Sintió el beso en su mejilla y fue llevado hacía sofá donde tomaron asiento y las mucamas les dejaban dos tazas de chocolate caliente con galletas, Jimin con el hambre que tenía encima no dudo en tomarlas y comerlas.

YoonGi lo miró curioso.

─¡¿Qué?! Tengo hambre.

YoonGi le miró divertido, su hermoso Omega glotón.

─La cena estará servida en unos momentos, amo Min, me retiro.

Se va la mujer y Jimin pensó que hablo como robots además que no se dio cuenta de que ellas en ningún momento miraron al rostro de su alfa, ¿Se los prohibió antes?

─Que bueno que regreso amo Min, han pasado muchos años desde que pisó la casa de sus padres. Permítame presentarme Omega Min; mi nombre es Charcoski Fermín. Encantado y a sus órdenes.

Volvió hacer una reverencia cosa que incomodaba al Omega; jamás se acostumbrara a esto.

─Fermín por favor levántate.

Volvió a repetir el Alfa.

─Lo siento, es la costumbre. Usted es un Alfa real y no me permitiré faltarle al respeto. Me alegro de verlo y con su Omega por supuesto.

─Han pasado años desde que pisé este lugar, aún huele a madera fresca, la cuidas bien.

Jimin seguía comiendo y bebiendo como glotón mientras escuchaba la conversación. Tenía tanta hambre, sus minis Mins le hacían comer de más, no quería engordar, pero le era tan inevitable no poder hacerlo, no sabía cuántos estaban creciendo dentro de su vientre.

Alimentarlos bien era su prioridad.

─Nunca dejaría de cuidar este lugar, sé lo importante que es para usted, así que lo hago con todo el placer del mundo.

─Y lo agradezco Fermín, tu hija ha crecido mucho. ─menciona.

─Si las estoy entrenado para que cuiden bien este hogar, la más joven está ahorrando para sus estudios así que la traje aquí, ella limpia rápido y lo hace bien. Tengo que enseñarles a ganarse el pan de cada día.

─Tiene al mejor con ella. Te daré el retiro con una buena paga.

El Alfa ríe negando. ─Aún soy un roble, que dice.

Ambos se ríen.

Jimin bebió su chocolate, después la cena fue anunciada y los esposos no tardaron en ir a cenar antes de dormir. Había platillos típicos de Escocia en la gran mesa, Jimin pensaba que a lo mejor su esposo era un príncipe «Aunque en parte lo era» Porque el gran comedor era gigante, casi como para una fiesta.

─Adelante amor, come todo lo que quieras.

─Se mira delicioso. ─le echó el ojo al pollo y la carne de res.

─Los platillos de Edimburgo son muy deliciosos.

─Se nota, así que provecho.

Empezó a comer como si no lo hubiera hecho en años, lo cual le provocaba risas al mayor por su forma de comer. Lo había notado extraño esos días, comía más de la cuenta, se miraba más pálido que nunca y aunque le preocupaba su Omega, quería que le contara más adelante que le pasaba.

Cenaron y después de casi terminar con todo, fueron a su habitación, dónde el rubio se quedó aún más impresionado por lo grande que era.

─¿Esta es nuestra habitación?

─Si amor, es nuestra habitación.

─¿O sea es tu habitación de cachorro?

Negó el Alfa.

─Mi habitación de cachorro está a lado de la de mis padres ¿Quieres ir a verla?

Jimin estaba admirando la grande habitación, era muy hermosa y la vista era sorprendente desde las ventanas que daban al frondoso bosque.

─Me gustaría, pero estoy cansado. ─se gira mirando a su alfa y no dudó en abrazarse a él, escondiendo su rostro en su pecho─ Quiero dormir con mi esposo.

YoonGi lo abrazó de vuelta tomando su mentón dándole un beso lento y hermoso.

Se separaron mirándose uno con el otro con ternura y amor, Jimin sentía esa gran calidez cada vez que miraba sus ojos, y el cómo destapó su rostro ante todo el mundo por él. Definitivamente tiene el mejor alfa del mundo, no cualquier alfa hace esto por sus omegas.

─Este es el inicio de nuestra luna de miel, en la casa de mis padres donde de cachorro fui muy feliz.

─Gracias por traerme aquí mi amor, es muy hermosa la casa de mis suegros. ─ríe leve─ hasta pienso que eres un príncipe y me lo ocultas.

Min le sonríe acariciando su mejilla carmesí.

─¿Soy tu príncipe? ─dice divertido.

─Si lo eres, ahora me iré a dar una ducha para dormir, estoy muy cansado y sólo quiero dormir contigo.

─¿Solo dormir? ─pregunta coqueto.

─Sólo dormir Alfa goloso. Ya me tendrás gimiendo mañana, hoy solamente quiero dormir.

Le dio un pico en sus labios y se fue a su maleta para sacar ropa y ducharse. Mientras tanto YoonGi sonreía como tonto enamorado recordando las cosas que había pasado con su Omega. Salió de la habitación y se dirigió a la de sus padres, el olor a durazno y Pino inundó sus fosas nasales.

Todo seguía de la misma manera como la dejaron sus padres cuando se fueron a Seúl, las fotografías en esos grandes cuadros, la cama perfectamente tendida y los cosméticos en su mueble personal de su madre. Tomó una de las fotografías dónde sus padres posaron en día de su aniversario, miles de recuerdos invadieron al Alfa, los extrañaba, los quería de vuelta con él.

─Mamá, papá... Les he traído a mi Omega, es un buen chico que ha pasado mucho como yo lo he pasado. Él es el Omega más maravilloso, lo mejor que pudo pasarme después del infierno al que me aferraba.

Sentía un gran nudo en su garganta, no era fácil para él saber que sus padres ya no están, todos en algún momento extrañamos a alguien importante y aunque pasen los años seguimos teniendo ese dolor de quererlos vivos o al menos verlos una vez más.

─No sé si están decepcionados de mí por lo que hice en mi pasado, sólo quería alejarme de lo que me hiciera daño, y ahora estoy completamente enamorado, me quite mi propia máscara, baje esa barrera gracias a él. No saben cuánto lo amo.

Se ríe soltando una pequeña lágrima que cayó en la fotografía. Jimin quien salió de la ducha y al no ver a su esposo salió afuera, no sabía dónde buscar, pero miro la puerta principal abierta y supuso que su alfa estaba ahí.

Iba a entrar, pero escucho lo que hablaba su esposo y su corazón dolía un poco por lo triste que debe ser para él perder a sus padres, quedar marcado y que las crueles personas se burlen de él. Su alfa estaba en un infierno, pero Jimin se encargó de sacarlo para empezar de cero.

Fue a su habitación de nuevo buscando algo en su maleta, lo compró antes de venirse a Edimburgo. Lo tomó y fue al baño para al fin hacerse la prueba para darle la noticia a su alfa. Pasaron unos minutos y cuando dio las dos rayitas sonrió como tonto.

Ya lo sabía, estaba seguro de que esperaba ya cachorros, pero su alfa aún no se daba cuenta de ello y que mejor regalo para su alfa que saber que venían un par de cachorros a su vida.

Su luna de miel apenas comenzaba y una gran felicidad los esperaba.


Muchas gracias por el amor que le están dando a esta Adaptación♡♡

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