◇19
Después de aquel desagradable momento, Jimin y YoonGi estaban arreglándose para ir a una fiesta de gala importante. Jimin tenía puesto una camisa de vestir color azul, pantalón negro ajustado, sus botines y las joyas adornando su cuello y sus dedos.
Perfumado y con un poco de maquillaje salió porque su Alfa lo esperaba, YoonGi sonríe al verlo, en sus ojitos se iluminaron el sólo ver tanta hermosura. Es que de verdad Jimin es tan hermoso sin siquiera intentarlo, es perfecto ante su vista.
─Amor, te miras hermoso.
Jimin se sonroja tomando su mano.
─Gracias mi amor, también te miras super hermoso y sexy con ese traje.
Su Alfa tiene puesto un elegante traje gris, sin corbata dejando ver un poco su pecho, sus tatuajes adornando su piel palida, su máscara negra que no le gusto porque a pesar de todo no podía lograr que la quitara.
Le daría un tiempo más.
─¿Listo mi amor?
─Listo Yoonie.
Entrelazan sus manos saliendo del apartamento, bajan y entran al auto dando marcha a la fiesta. Al llegar miles de fotógrafos, y prensa esperaban por la gente famosa que también estaría en la fiesta de gala. Jimin tomó aire porque aún no se acostumbraba a esto, sabía que esto se daría en varias ocasiones, bueno muchas. Llamar tanto la atención no era su estilo.
Salieron y pronto como lo hicieron los fotógrafos se abalanzaron contra ellos, por suerte los de seguridad lo impidieron, pero estaban muy cercas. Les pedían entrevistas, sólo que YoonGi los ignoró y entraron.
─Eso fue de miedo. ─musitó Jimin un poco más tranquilo.
─Son como buitres, te lo había dicho, por suerte no tenemos la obligación de hablar con ellos.
Caminaron hasta el salón el cual lucía demasiado elegante, había mucha gente que no conocía el rubio, sabía que sería una larga noche. Las omegas empezaron a ver a su Alfa mordiéndose los labios, Jimin se molestó por eso lo impregnó de su aroma a frambuesas.
Viejas zorras.
YoonGi ríe levemente por aquel olor, jamás se fijaría en aquellos omegas, tiene al Omega más hermoso a su lado, marcado y comprometidos.
Tomaron asiento en una mesa donde les entregaron sus comidas, menos la de YoonGi. Jimin cada vez que esto pasaba se sentía mal por su Alfa, si él no comía él tampoco.
─¿No tienes hambre cariño? ─le pregunta.
─Estoy bien, me comí un ramen antes de salir, así que no.
─¿Estás seguro?
Asiente el rubio tomando su mano grande, besó sus nudillos, acto que sorprendió al Alfa.
─Seguro, amor. ─le regala una sonrisa sincera.
La fiesta de gala transcurre bien, había música en vivo, personas pudientes, como en las fiestas a las cuales ya había asistido. Algunos alfas se pararon en la mesa de los Min, saludaban y hacían reverencias ante su Alfa y a él con mucho respeto.
Había oído que la fiesta era para recaudación para los niños huérfanos, Jimin estaba feliz de ver a su Alfa donar mucho dinero para ayudarlos. El rubio tenía al Alfa más increíble del mundo, no sólo lo amaba, sino que se preocupaba mucho por otras personas.
Al final se donó una cantidad de 8 millones dólares para aquellos niños. Jimin casi escupió de su bebida ante tal cantidad, uno de los orfanatos destinados a ese dinero, fue al que asistió de niño, se alegró de saber que esos niños tendrían un mejor hogar en donde vivir.
Su Alfa hablaba con otros alfas y Jimin moría por ir al baño, la última vez que pasó aquello nada salió bien por culpa de esa Omega hija de puta, pero estaba seguro de que no pasaría de nuevo.
─¿Amor?
YoonGi lo mira.
─¿Pasa algo, cariño?
─Voy al tocador un momento, ahora vuelvo.
─Sabes dónde está. ─asiente el menor─ No tardes, amor.
Asintió el rubio y fue directo a los baños los cuales son muy elegantes y bonitos. Entró al cubículo e hizo pis, terminado salió lavándose las manos y fue a la puerta para ir con su alfa. Sin embargo un aroma a rosas que él ya conocía lo hizo girar mirado ahí a la ex de su Alfa.
Ella le sonrió, estaba muy elegante y hermosa, pero no quitaba él hecho de que ella fue la causante de la pelea que tuvo la última vez con su Alfa.
─Vaya, que sorpresa verte aquí. Creí que fuiste listo y tomaste mi consejo de irte. ─bebió su champagne sonriendo algo arrogante.
Jimin se cruzó de brazos mirándola con rencor.
─No me iré de la vida de mi Alfa, y no tomaría tus consejos ni de chiste.
─Eres tan tonto, porque insistes en quedarte con alguien que aún me ama. Estás tan enamorado de él que no te das cuenta que no eres su Omega, porque ese rol es mío.
Dice muy segura de sí misma, miró de pies a cabeza al rubio, tenía un olor peculiar que ella no logró descifrar.
Jimin iba a disfrutar esto.
─Si estás tan... Segura de que tú eres su Omega, ¿Por qué aceptaste el dinero del abuelo de YoonGi? ¿Por qué no te quedaste a su lado con toda su fortuna? Es mucho dinero teniendo en cuenta que es multimillonario.
Pregunta sorprendiendo a la Omega.
─No soy Omega de un sólo alfa. Admito que me equivoqué con él, dejarlo por dinero fue un error, y si quiero recuperarlo lo haré sin problema alguno. Deberías tener cuidado, podría darte una gran sorpresa.
─La que debería tener cuidado eres tú, ¿Y sabes por qué?
─¿Por qué?
Jimin bajó un poco su camisa mostrándole su marca, Jihyo abrió los ojos de par en par, su copa de champagne cayó en el piso salpicado un poco su vestido color blanco. El rubio sonrió satisfecho ante su reacción, puede que no se pudo defender cuando ella fue al apartamento de su Alfa, pero ahora sí lo haría, no dejaría que una víbora venenosa como ella le quiera venir a advertir las cosas.
─Si eres muy lista sabrás que cuando un Alfa marca aún Omega en celo, hay un 90% de que quede embarazado, no dudo que yo lo esté ya.
─No... No puedes ser tú...
Tartamudea sin poder creerlo, estaba hecha un lío.
─Si puede ser, soy su Omega destinado y estoy marcado por él, es el amor de mi vida y lo amo con toda mi alma. Espero que sepas guardar el secreto de los cachorros, quiero decírselo personalmente.
Al no ver respuesta de la omega Jimin sólo palmeó su hombro.
─Discúlpame, tengo que irme con mi Alfa. ─recalca lo último.
Se dio la vuelta dejando a la Omega sin poder hablar, le quitó las palabras de la boca, él estaba marcado por su ex. Más humillada no pudo sentirse, él nunca le dio ese anillo y a ese Omega corriente si, el marco su cuerpo reclamándolo como suyo, y a ella jamás le hizo lo mismo.
Nunca fue la correcta, y ella lo sabía.
Estaba demasiado enojada. Miro como el rubio y su ex se tomaron de las manos saliendo de la fiesta, ahora ella se había arrepentido de haberlo dejado, o más bien su fortuna.
Cuando la pareja llegó a casa, Jimin quitó la máscara y beso a YoonGi el sólo cerrar la puerta. No lo dejo ni hablar en el momento, sólo quería hacer el amor.
Enfrentar a JiHyo le hizo sentir mucha adrenalina recorrer el cuerpo.
YoonGi no perdió el tiempo olfateando sus feromonas de su Omega, su ojo se puso color violeta. Dejó al menor sobre su cama, se despojaron de sus ropas besándose con lujuria y mucha pasión.
Volvieron a tomar sus labios, YoonGi no tardó en chupar su pezón, acariciar cada parte del cuerpo de su Omega. Se miraron un momento a los ojos mirando aquel amor que los dos se tenían, Jimin le sonríe para volver aquellos besos que le robaban el aliento, les faltaba el aire, todo fue muy intenso con esos besos.
Entro de una sola estocada en su rubio, arqueado la espada rasguño su espalda de su alfa sin pudor. Los embistes eran fuertes, las marcas en su cuerpo pálido se harían moretones al día siguiente, pero qué importaba, hacer el amor en forma ruda era la mejor experiencia para ambos; alimentando esa sed en sus lobos quienes hacían de las suyas.
Jimin gritaba tras la mordida en su clavícula, YoonGi lo tenía doblado a la mitad profundizando más su pene en su lubricada entrada, parecían no tener suficiente. Hicieron varias posiciones, la cama estaba hecha un desastre, estaba seguro el rubio que el cuerpo le dolería totalmente en la mañana.
Si en esos seis días de celo sintió que moriría de placer, justo hoy podría sentir esos seis días en una sola noche.
Ambos gruñeron ante el éxtasis del orgasmo, se corrió el rubio manchando las sábanas negras de su cama, YoonGi se corrió dentro de su Omega dejando que el nudo se deciciera. Cuando al fin terminó, estrechó en tres sus brazos a su Omega el cual estaba muy agotado y mordido por todo el pecho, ni que decir de YoonGi, ya que estaba igual.
─Joder amor, eres muy intenso. ─le dice el menor al alfa quien toma su barbilla besando esos labios rotos.
─Soy un Alfa de la realeza, amor. Mis instintos son muy salvajes, no me puedo controlar.
─Aun así amo como me tocas, amo sentirte dentro de mí. ─deja un pequeño besito en su pecho acercándose a su lado.
Min olfatea su aroma a frambuesas y feromonas de su Omega, mira su marca besado aquella zona donde lo volvió a morder.
Sus cuerpos sudorosos, recuperaban el aliento, las ventanas abiertas colándose el aire frío por ellas.
─Tengo sueño amor. ─murmura soñoliento el Omega.
─Descansa cariño ─besa su frente─ Te amo mi lindo Omega.
Susurra dándose cuenta de que su omega ya dormía tranquilamente, él no pudo dormir, pero se quedó ahí en su cama notando que su vida dio un gran giro tras la llegada de su Omega.
Verse así acurrucado con alguien, compartiendo palabras lindas y hermosas, y volviendo a la vida prácticamente. Enamorarse no estaba en sus planes, no después de lo de Jihyo.
Dieron las 4 de mañana y no podía conciliar el maldito sueño, siendo cuidadoso se levantó para no despertar a su Omega, quien abrazó la almohada en lugar de su Alfa: algo tierno que le gustó a YoonGi
Se puso su ropa interior junto con un pantalón deportivo negro y salió de la habitación, bajo las escaleras llegando a la cocina donde tomo un vaso de fría agua. Después se fue a la sala donde miro la laptop de su prometido, la tomó abriéndola mirando todo sobre la boda.
Cada cosa elegida por su Omega le gustaba demasiado, está era otra de las cosas que él nunca creyó que pasaría. Planear su boda.
Sonríe al ver unas fotografías de novios compartiendo el pastel, o unos cruzando sus copas de champagne para beber juntos y sus sonrisas hermosas. Entonces se dio cuenta de la realidad.
El día de su boda no podría hacer nada de eso con su Omega, ni siquiera compartir el pastel ni las copas de champagne. ¿La razón? Su máscara. Cerró la laptop tamborileando sus dedos sobre ella, no quería casarse con la máscara puesta, ni siquiera se podrían dar el primer beso como esposos.
Era un día importante en su vida, a lado de su Omega. Tenía miedo a mostrar su rostro y ser víctima de burlas, «Pero eso no debería ser importante, sólo debería importante tu Omega» Le respondió su YoonGi interno.
Mordió sus labios, miro la hora notando que son las 5 de la mañana, dejó la laptop a un lado y subió de nuevo a su habitación. Su Omega aún dormía, parecía un ángel entre las sábanas negras con esa piel pálida que tiene, su cabello rubio y mejillas abultadas.
Lo admiro un buen rato, él merecía lo mejor de lo mejor, así que sin pensarlo más, tomó su decisión.
─Mañana todo el mundo mirara mi verdadero rostro, sólo por ti mi amor. Mi Park Jimin.
JiMin
El traje de YoonGi sería algo así
Jihyo
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