◇12
Las cosas que ella dijo tenían razón, no conozco nada sobre él, pero su mirada, la forma en la que él me besaba y nos tocamos no podría ser fingida. Sin embargo me sentía agobiado, confundido, y derrotado.
Pensaba Jimin mirando la televisión, estaba demasiado desanimado, comió muchos dulces y helado como si alguien hubiera destrozado su pobre corazón. « Aunque en parte se lo rompieron »
La puerta se abrió dejando ver al Alfa, detrás de él venía Sooyoung quien hizo una reverencia ante él. Pero después de tras de él, llegó otra chica, una muy guapa y joven quien miraba hacia el piso.
─Sooyoung por favor explícale las cosas, Jimin cariño ven aquí.
Miro el desorden que el rubio dejó en su sala, Jimin camino hacia él.
─Cariño, te presento a la nueva limpiadora, ella se encargará de limpiar el apartamento de ahora en adelante.
─¿Qué?
─Lo que escuchaste. Ella limpiará de ahora en adelante.
Sooyoung le dice todo a la beta, ella asintió de acuerdo con todo lo que Omega le dijo. Jimin no estaba feliz, tomó la mano del Alfa llevándolo a la cocina.
─Yo puedo hacerme cargo de todo, no tiene que limpiar y todo esto.─ le reclama.
YoonGi suspira cansado.
─Vas a hacer mi esposo Jimin, no puedes limpiar como un cualquiera. ─Le recuerda.
─No soy un inútil y creo que le dejé claro que no seré su esposo mueble. Yo puedo solo y me gusta hacerlo, no la quiero aquí.
─Deja tus dramas Jimin, ella sólo limpiará y se irá a la habitación donde dormías antes, no está a discusión.
Jimin bufó.
Estaba decidido, no estaba feliz después de la visita que dejó muchas dudas en él. YoonGi iba a decir algo, pero el olor a rosas que él conocía muy bien lo percibió.
─¿Por qué huele a rosas?
Su voz sonó algo rasposa, Jimin trago grueso. Jugó con sus deditos tratando de calmar sus nervios, ahora como le decía.
─Vino una Omega llamada Park Jihyo.
El sólo nombrarla hizo que el Alfa se pusiera rígido, tomó fuertemente la muñeca de Jimin estampando su cuerpo en la pared de la cocina.
Le saco un gemido de dolor al rubio.
─¡Sooyoung sal de aquí ahora mismo con esa beta!
Sooyoung escuchó su voz de enojo y tomó a la beta para salir corriendo de ahí.
El Omega tembló en su lugar, su lobo se hizo bolita ante su voz potente y fría, además del fuerte golpe en su espalda.
─¡¿Qué fue lo que vino hacer aquí?! ¿Qué te dijo?
─Me estás lastimando YoonGi. ─Su mirada daba miedo, mucho miedo a través de esa máscara.
─¡¿Dime qué rayos te dijo?!
Le grita con voz de alfa hasta hacer temblar al menor quien soltó lágrimas rápidamente. YoonGi no estaba para sus tonterías, estaba enojado, furioso y su lobo por dentro gruñía. Ese maldito olor estaba en el Omega, lo que le daba asco, su ojo se puso violeta, su mandíbula tensa apretando su agarre haciéndole daño al menor.
─Suélt... Suéltame, me haces daño.
Suplico comenzado a llorar, no entendía su comportamiento y su trato hacia él. Su bipolaridad lo estaba enloqueciendo, si está sería su vida para siempre prefería morir a seguir con él.
YoonGi se dio cuenta de lo que pasaba, se dejó llevar por su rabia lastimando al Omega quien se miraba como un cordero a punto de ser comido por lobo. Lo soltó lentamente hasta que lo miro caer al piso abrazando sus piernas, lloraba sin parar, y se sintió jodidamente mal.
─¿Dime a qué vino, Jihyo aquí?
Volvió a preguntar. Jimin trató de calmar su dolor, su miedo. Limpia sus lágrimas con su camisa y mira al Alfa quien ya no tenía esa máscara, pero que lo miraba intrigado.
─Me dijo que fuera listo y que te dejará. ─comenzó a decir —Que tomara el dinero de tu abuelo, tal como ella lo hizo. ─YoonGi tenso la mandíbula al oír aquello─ Me dejó claro que era tu ex. Que yo no te conocía como ella a ti. Que sólo me quieres para procrear hijos, los cuales ella nunca te quiso dar.
Sorbió sus moquitos. No hubo respuesta del Alfa y Jimin prosiguió.
─Dijo que sólo eras un monstruo, yo le respondí que no eras nada de eso, que eras una buena persona, pero veo que me equivoqué. Ella tenía razón, sólo me quieres para eso. No te conozco de nada, ¡solamente soy un tonto niño enamorado de alguien que nunca me amara!
Sollozando término. YoonGi sentía la irá de nuevo en él, su temperamento no podía ser controlado. Miro la jarra de agua con los vasos sobre el mesón, sin pensarlo los aventó furioso al piso sobresaltado al omega.
─¡¿Crees que soy un monstruo?!
Le pregunta, su tono se volvió profundo otra vez.
Jimin se puso de pie mirando al alfa, sus piernas temblaban, le dolía el pecho y el nudo en su garganta quemaba como acero hirviendo.
─No lo eres por fuera, pero si por dentro.
Se dio la vuelta corriendo hacia su habitación cerrando la puerta con seguro, se echó a llorar otra vez haciéndose bolita tratando de controlarse.
YoonGi tomó su móvil marcando a Sooyoung.
─¿Sí señor?
─Despidela.
Fue lo único que dijo y colgó. No quería que nadie viera el desastre que eran como prometidos, se pasó las manos sobre su rostro tratando de calmarse. No ayudaba en nada ponerse así, la visita de Jihyo sólo trajo más desastre a su vida, pero era lo que ella quería.
Al ver el anillo que tenía Jimin adornando su dedo, supo que iba en serio. Ese anillo era de su madre, algo muy preciado para el Alfa, jamás se lo dio a ella porque era tan importante que no se sentía preparado para dar ese paso con ella, por eso le compró otro anillo.
Fue el detonante para ella, por eso dijo todas esas cosas que de seguro tuvieron efecto sobre el Omega.
Y vaya que si funciono, pues Jimin lloraba y YoonGi volvía a beber.
Durante todo el día el Omega no había salido de la habitación, lloro tanto hasta que se quedó dormido. Sus ojitos estaban hinchados, su garganta seca, y su pobre corazón hecho pedazos.
Ni siquiera sabía cuándo fue que empezó amar tanto ese hombre engreído, bipolar, lunático y arrogante.
Miro por la ventana apreciando la noche y los edificios alumbrando, suspiro, su pancita gruñó ante el hambre que tenía. Se sienta al borde de la cama, se levanta para ir al baño y mojar un poco su rostro.
Dejando pasar su gran malestar con un baño.
Tenía sus ojos rojos, su carita con las marcas de las sábanas de la cama. Echó agua hasta refrescarse, suspira derrotado para salir, no quería ver al Alfa, no quería verlo después de lo que le dijo en la tarde sobre que él era un monstruo; de seguro que se enojó con él por eso.
Abrió la puerta con cuidado, no había señal del Alfa así que a pasos sigilosos bajo las escaleras. Miró su desastre de la tarde de todos los dulces que comió, mañana limpiaría esa beta que contrató el Alfa. Llegó a la cocina, estaba descalzo, no recordó los vidrios que el Alfa tiró clavándose uno de ellos en su pie.
─¡Aaaaahhh... Mierda!
Gritó saltando mirando la sangre salir, un chorro de sangre escurría por su pie, le dolía demasiado soltó un par de maldiciones. YoonGi al oír el grito del Omega su lobo se preocupó rasguñando sus adentros.
Salió corriendo de su oficina hasta llegar a la cocina, miró a Jimin cojear y luego la sangre.
─¿Jimin, estás bien?
Negó el rubio llorando.
─Me... Duele, creo que atravesó mi pie.
YoonGi mira el chorro de sangre y coge a Jimin entre sus brazos estilo princesa, lo lleva hasta el sofá donde miro el vidrio clavado, estaba profundo y era grande.
─Mierda...
─Me duele Yoon.
Llora el rubio ante el dolor, YoonGi rápidamente, fue por su mascarilla y lentes y trajo un trapo limpio para limpiar la sangre de rubio. Lo crudo se le quitó rápidamente.
─Lo siento Jimin, esto fue mi culpa.
Se disculpa, cosa que impresionó al Omega.
─Fue mía, no recordé sobre los vidrios. ─hace gestos de dolor.
YoonGi eleva su cabeza mirando los ojitos hinchados de su Omega, su lobo le imploraba que lo consolara o perdería la cabeza. YoonGi era muy orgulloso, estaba enojado con el Omega, más no se negaría a lo que él también empezaba a sentir por él.
─Vamos te llevaré al hospital, podría ser algo grave si no dejas de sangrar.
Asintió Jimin sin protestar, cargo su cuerpo hasta bajar por elevador. Por suerte no había nadie en el lobby, entraron al auto dando marcha al hospital. Al llegar YoonGi bajó rápidamente, una enfermera miró al Omega sangrar y lo atendió rápidamente.
─Espere aquí por favor le avisaré de su estado, Alfa Min.
Dijo respetuosa.
─Muy bien. Jimin cariño estaré aquí no me iré. ─Le dice para calmarlo.
Miro a Jimin ser llevado en silla de ruedas hasta perderse en el pasillo, YoonGi estaba muy preocupado, todo fue su culpa, si no hubiera roto esos vasos de vidrio, su Omega estaría bien y hubieran arreglado el problema que tenían.
Esperó una hora en la sala de espera, YoonGi miraba su móvil con los mensajes de Taehyung diciéndole que iría lo más pronto posible. Estaba arreglando el asunto de Alice las cuales al final perdió y su reputación se fue a la mierda junto con sus restaurantes.
Una victoria más para Min YoonGi.
El médico con la enfermera que atendió a su Omega al fin salieron, se puso de pie rápido esperando buenas noticias.
─¿Mi prometido está bien? ¿No fue grave?
─Él está bien Señor Min, por suerte el vidrio no se clavó más adentro sin embargo, no podrá caminar en un par de semanas, no recibió puntadas por suerte, pero la herida podría abrirse y no queremos eso, así que lo mejor será que lo cuide y no se mueva mucho.
Le informa.
─No se preocupe, lo cuidaré muy bien, ¿puedo pasar a verlo?
Asintió el médico.
─Sígame por favor.
Lo condujo a la habitación de Jimin, abrió la puerta mirando en su cama al rubio quien miraba por la ventana. Ya que su prometido lo llevó al mejor hospital de Seúl, una habitación privada con todas las comodidades a su disposición.
La venda en su pie hizo que su lobo quisiera consolarlo, y no era el único pues también YoonGi.
─¿Jimin?
Le llama. Él Omega lo mira y sus ojitos no tardan en ponerse acuosos otra vez, YoonGi cerró la puerta abrazando su cuerpo con fuerza, quitó su mascarilla, tomando sus manos y dejando besitos en ellas.
Algo muy tierno de su parte.
─Lo siento, de verdad lo siento tanto.
Jimin se aferró a él, ni siquiera sabía por qué lloraba tanto, él hecho de su pie le dolía o fueron las cosas que se dijeron horas atrás.
Todo era confuso y doloroso.
─También lo siento, no quise decirte que eras un monstruo.
─Lo soy ─confirma. Pero Jimin niega.
─No lo eres. ─al fin lo mira─ sé que eres buena persona, pero tienes miedo abrir tu corazón conmigo y eso me lastima porque ya te confesé mis sentimientos, yo... Yo quiero saber de ti, tu pasado, tus miedos, tus sueños. Pasaremos toda la vida juntos y no quiero que sea de esta manera, tú gritándome causando temor en mí, porque no es sano ni para ti, ni para mí.
Le suelta todo lo que sentía, ya no podía más con esto atorado en su garganta y corazón. El Alfa sabía que el Omega tenía razón, él le confesó sus sentimientos sólo que él no porque no sabía como expresar lo que siente después de ser lastimado.
─Es complicado.
─¿Es por esa Omega? ¿Aún la amas? ─decirlo dolió.
─¡No! ─niega rápidamente tomando con ambas manos el rostro de Jimin. ─Quiero que te quede algo bien claro Jimin, yo no amo más esa mujer.
─¿Entonces por qué te pusiste así cuando te conté que ella fue al apartamento?─ reclama.
Decir estás cosas del pasado el Alfa prefería evitarlas, su lobo aceptaba al omega, lo quería, amaba su olor a frambuesas. Hace tiempo atrás detesto a cualquiera que se le ofreciera, Omegas y Betas. Pero desde que llegó Jimin a su vida, su lobo y él sintieron algo a primera vista al verlo.
Salir lastimado no estaba en sus planes, quería evitar aquello a toda costa. Jimin era alguien diferente, en pocas semanas le demostró que valía la pena confiar en alguien, lo protegió cuando esa Omega le quitó la máscara, hirió a alguien por él y esas cosas no las haría Jihyo.
Jimin al ver su silencio pudo comprobar que aún sentía algo por ella, ¿cómo llegó a pensar que un Alfa como él se enamoraría de alguien como él?. Se apartó del Alfa, pero este no lo soltó.
─En su tiempo la, ame. ─comienza a decir─ fue la primera Omega que creí que se interesó en mí por quién era yo por dentro, no por mi dinero. Desde que era pequeño siempre estuve solo, las burlas hacía mi rostro no paraban, el único amigo de verdad que tuve fue Taehyung. Pase mi vida con esa máscara, creí que nadie me amaría por mi cicatriz hasta que ella llegó a mi vida.
Jimin sintió una pizca de celos al saber que ella fue la primera, siguió escuchando su historia.
─La amé como jamás creí amar, ella miró mi rostro y no huyó, dijo que no le importaba, que así me amaba, únicamente fingió. ─Una sonrisa amarga salió─ Después de presentarla a mi abuelo le ofreció lo mismo que a ti cuando fuimos. Ella lo tomó sin pensarlo. Me dejó y me destrozó la vida con ello. Me dijo Monstruo. Me sentí un total idiota por no darme cuenta de que solamente buscaba mi dinero, la ame, la puse un maldito altar y me segué en ella.
El recordarlo le daba mucho coraje y su lobo gruñía.
─Me dejó y cerré mi corazón para cualquier persona. Me humilló como Alfa y es algo que jamás he permitido hasta ahora.
─¿Por eso no quieres que yo entre en tu corazón y en tu vida?
─Es lo mejor para ti Jimin.
Niega el rubio.
─Yo no soy ella, tu cicatriz no es un motivo de ocultar quien eres, no debería darte vergüenza mostrarla, sé que es difícil tomar en cuenta las burlas crueles de esos niños. Pero no deberías sentirte un monstruo por ello, a mí me gustas así y no estoy fingiendo como ella jamás podría hacerlo.
─Jimin...
─Sólo dime qué no me enamore de ti más de lo que ya lo hago, y te prometo que me alejaré de tu corazón y seré ese mueble que quieres que sea en tu vida.
Esas palabras sorprendieron al pelinegro, no quería que Jimin fuera un esposo mueble, no quería que él se sintiera de esa manera. Él no sabía cómo se sentía por él Omega, su corazón se había partido en pedazos por culpa de esa Omega que le jodió la vida.
No tenía claro cómo expresar lo que sentía por el Omega rubio «Al menos inténtalo» se dijo así mismo.
Miró el anillo de su madre en su dedo anular, ni siquiera a Jihyo se lo entregó porque en su mente y corazón sabían que ella no lo merecía a pesar de amarla tanto.
Tomo su mano donde el anillo, beso su dorso causándole escalofríos al omega.
─Si quisiera que fueras un mueble más de mi apartamento, jamás te hubiera dado el anillo de mi madre.
Fijó sus ojos en el anillo Jimin.
─Jihyo, jamás tuvo ese privilegio de que ese anillo adornará su dedo. Pero tú sí. Porque creo que en el fondo desde la primera vez que te vi me gustaste y ni siquiera me di cuenta.
Él Omega sonrió, sintió los ojitos picar otra vez, era muy sentimental y casi todo lo conmovedor lo hacía llorar.
─¿Te... ¿Gusto?
Asintió el Alfa.
─Me gustas, Park Jimin. Y muy pronto mi futuro esposo. Es verdad, no eres ella y es algo que agradezco mucho, tú eres mil veces mejor y estos sentimientos que siento por ti, crecen cada día más. Te lo digo con honestidad.
Tomó sus mejillas mirando esos ojitos hermosos, esos labios esponjocitos que moría por besar.
─Lamentó haberte gritado y tratarte mal.
Se disculpa el Alfa.
─No lo hagas nunca más. Jamás vuelvas a gritarme y tratarme así, prometelo.
─Lo prometo, lo prometo mi Jimin.
Sonrieron uno con el otro, con ese sentimiento otra vez.
─Y yo prometo ganar tu corazón y confianza, no te voy a defraudar como ella lo hizo.
─Tú mismo lo has dicho, tú no eres ella.
─Te quiero, YoonGi.
Le dice de forma tierna.
─También te quiero Jimin, mi Jimin.
Rompieron esa pequeña distancia entre ellos para dar un dulce beso que hizo estragos en todos su ser. Un beso que inició todo para bien y no para mal, está vez.
Y aunque un «Te quiero» no es igual aún «Te amo», por algo se empezaba y Jimin estaba seguro de que se ganarían su amor a toda costa.
TaeHyung quién había llegado escuchó la conversación y sonrió al ver qué su amigo encontró al indicado por fin, él sabía que tarde o temprano lo haría. Jimin era esa persona, alguien humilde y con muchas diferencias.
Camino a la sala de espera, en eso él chocó con alguien y rápidamente pido disculpas.
─Lo siento, no lo mire.
Se disculpa un chico de cabello castaño.
Taehyung lo mira y queda embobado con su hermosura. El Omega le sonríe con su típica sonrisa de conejito, Taehyung sintió su lobo aullar, así como el de Jungkook.
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