—Jimin...

Escuché a alguien susurra mi nombre, una voz conocida y que me traía desagradables recuerdos.

—Sálvame... Jimin, por favor...

Sentí los bellos de mi cuerpo erizarse mientras intentaba descifrar dónde estaba esta vez, parecía ser una calle completamente desolada, a mi alrededor había edificios en ruinas pero no podía verla a ella.

—El intenta hacerme daño.. —Susurraron cerca de mi.— No dejes que me lastime

—¿Quién? ¿Quién intenta hacerte daño?

—¡Quiere matarme... —Gritó.— Jimin ayuda me por favor, no quiero estar sola!

El fuerte estruendo de una arma me obligó a tirarme al asfalto, sentí una horrible opresión en el pecho que me dejó sin aliento, todo estaba dándome vueltas y estaba temblando de miedo, escuche una vez más: “Sálvame.”

Fue entonces cuando desperté de mi pesadilla, estaba cubierto de sudor y tenía la respiración agitada, el reloj apuntaban las 2:36 de la madrugada, mi vista se clavo en el techo estaba durmiendo boca arriba, gracias a eso había tenido una de mis tantas pesadillas.

[...]

—Jimin ¿estás bien? —Me preguntó Kook.— Volviste a tener pesadillas

—Me volví a quedar dormido boca arriba

—Hermano lo que tu necesitas es un buen psicólogo —Jungkook se recostó sobre la silla mirándome preocupado.— No puedes seguir así

—Lo he soportado por 11 años puedo con esto mucho más tiempo

—No Jimin, no lo entiendes, esto está trayendole consecuencias a tu vida y no hablo sólo del asunto de... —Jungkook se calló antes de pronunciar aquél nombre.— También hablo sobre la relación con tu hermano mayor

—¡Basta Jungkook! —Grité.— No necesito la maldita ayuda de un psicólogo, estoy bien así que dejemos el tema de lado

—Como quieras.

Dejé escapar un suspiro lleno de frustración, odiaba hablar sobre ese tema, todo había quedado en el pasado para mi y tal vez tenía razón al decir que aún afectaba mi vida después de tantos años pero no necesitaba a un maldito psicólogo preguntándome sobre los acontecimientos que por ningún motivo quería volver a recordar.

—Celebraré este sábado otra fiesta por mi cumpleaños

—¿Otra? Celebraste una el lunes

—¿Debería recordarte que cierta persona la estropeó?

—Deberías exigirle a la secretaria Kim una disculpa por arruinar tu fiesta

—¡Estoy hablando de ti imbécil! —Dijo Jungkook golpeando mi escritorio.— Humillaste a la bella Haerin ¿te has disculpado?

—¿Bella?

—A diferencia de ti me gusta relacionarme y llevarme bien con las personas con las que trabajo toda la semana.

—Soy el jefe ¿por qué habría de relacionarme con ella? Jeon, se supone que deben respetarte, no necesito que piensen que me estoy igualando a ellos

—Eres realmente un caso perdido.

Jungkook se puso de pie y salió de mi oficina ¿llevarme bien con mis empleados? ¿Por qué demonios haría algo como eso?

—¿Que hay en mi agenda hoy secretaria Kim?

—A las dos tiene una reunión con el secretario Yang sobre el reciente problema que presentó el proyecto Saint después de eso tiene una entrevista para hablar sobre la unión de la empresa Jeon por último sus padres vuelven a Corea hoy

—¿Mis padres?

—Su avión aterrizará 6:30 pm, su madre me llamó para que lo obligara a presentarse en su casa esta noche

—De acuerdo puede volver a su trabajo

—Con permiso.

La secretaria Kim hizo una reverencia y estuvo a punto de salir si no fuera por que volví a llamarla

—¿Necesita algo señor?

—Puedes traerme un pastilla para el dolor de cabeza

—Enseguida

Antes de que saliera le di un vistazo rápido, aquellas faldas le iban mejor que esos horrendos pantalones, lo mismo con el saco.

Mi secretaria no era una mujer fea, al contrario, era increíblemente hermosa pues tenía unos increíbles ojos color miel, unas lindas y largas pestañas, su cabello era largo y le llegaba hasta la altura de los pechos y tenía curvas donde debía ¿cómo Kim Taehyung había sido capaz de dejarla plantada en el altar?

Era entonces cuando recaía en su actitud, necesitaba controlarse un poco a la hora de amar a una persona. No deberías hacer sentir a tu pareja tan asfixiado porque sin duda alguna terminaría dejándote en cualquier momento

A las ocho en punto detuve mi auto frente a la casa de mis padres tenía aproximadamente dos meses desde que había estado aquí, la secretaria Kim bajo del auto después de mi.

—Mi hermoso bebé —Dijo mi madre al verme mientras me estrechaba contra su cuerpo.— Te extrañé muchísimo.

—Yo también mamá —Dios ya no era un bebé.— Me alegra que estén de vuelta

—Secretaria Kim, es bueno verla.

—Bienvenida 

—Bueno pasen la cena esta lista.

—Lo siento mucho —Se disculpó Haerin.— Yo debo ir a casa

—¿A casa? No puede hacer eso, si le pedí que trajera a mi hijo fue porque también deseaba verla —Mi madre tomó el brazo de mi secretaria.— Cena con nosotros

—Bueno lo que pasa es que...

Sin darle tiempo de protestar mi madre llevo a rastras a la secretaria Kim hacia el comedor donde nos esperaba mi padre quién al igual que mi madre me abrazo hasta que podía jurar escuchar mis huesos romperse.

—¿Que tal estuvo su viaje?

—Excelente —Respondió mi madre.—  Byung Joon y yo conocimos muchos lugares hermosos, fuimos a París, Italia, Londres, New York pero tuvimos que regresar antes de tiempo

—¿Y eso por qué?

—Tu madre te extrañaba mucho —Dijo mi padre.— Todo el tiempo estaba diciendo: ¿Estará alimentándose bien mi bebé? Mi pequeño Chimmy necesita de su mamá

Estuve a puntos de atragantarme con mi comida al escuchar ese vergonzoso sobrenombre que me había puesto mi madre cuando era un niño, escuché la risilla de la secretaria Kim y rápidamente la miré molesto cosa que a ella no le importó y me sacó la lengua en un acto muy infantil.

—Tambien estaba preocupada por tu salud, pasas mucho tiempo en el trabajo —Mi madre me miró preocupada.— No quiero que te enfermes, llamé a Jungkook y me dijo que casi nunca sales a divertirte

Maldito traidor

—Mamá hay mucho trabajo que hacer en la empresa. Como el CEO debería concentrarme en llevar la empresa hasta arriba en lugar de ir a fiestas o cosas así

—La empresa esta en el puesto número uno Jimin —Intervino mi padre.— Hasta yo creo que deberías relajarte y beber algo con tus amigos de vez en cuando

—No se preocupen señores Park —Dijo Haerin.— El vicepresidente Jeon celebrará una segunda fiesta por su cumpleaños este sábado, su querido Chimmy estará presente.

—¿De verdad? —Dijo mi madre asombrada.

—Si mamá, se lo prometí a Jungkook, él también a sido muy insistente con eso

—Entonces eso me tiene más tranquila —Sonrió.— Terminemos de cenar

Me acerqué al oído de la secretaria Kim para susurrarle

—¿Está loca?

—Señor Park, esta es mi venganza por no haberse disculpado conmigo —Una sonrisa maliciosa se dibujo en su rostro.— Y más vale que asista si no quiere que les cuente a todos como le llama su querida madre

—Veo que tienes muchas ganas de ser despedida

—Termine de cenar pequeño Chimmy.

Maldita sea a esto me refería cuando no debía intentar relacionarme más con mis empleados y ahora este sábado debía asistir a esa dichosa fiesta pero esto no se quedaría así, Kim Haerin me las pagaría.